Collège Ampère
ARLES (Francia)
NOVIEMBRE 2018
NOVIEMBRE 2018
“JOB SHADOWING” (trabajo de observación)
Lugar: Arles (FRANCIA)
Centro educativo: Collège AMPÈRE
Profesora del IES Gran Vía que realiza el “job shadowing”: Amalia Berenguer Vicedo (profesora de matemáticas y coordinadora de secundaria)
Idioma de interlocución: inglés principalmente. Francés y español ocasionalmente
Arles es una ciudad francesa situada al sur del país. Tiene una población estimada de unos 50.000 habitantes y como suele ocurrir en la mayoría de las ciudades, cuenta con un barrio en el que se concentra una amalgama de inmigración, personas con pocos medios económicos, ciudadanos de raza gitana, etc.
El Collège Ampère está situado en una zona socioeconómicamente deprimida dentro de la población de Arles, por lo que el alumnado que recibe no tiene muchos recursos económicos.
Los colegios de educación primaria que tiene asignados el Collège Ampère son principalmente dos: Marie Curie, el cual recibe alumnos de etnia gitana casi en su totalidad y Henrie Wallon, el cual recibe alumnado perteneciente a familias con escasos recursos económicos.
Como puede apreciarse, tanto el Collège Ampère como el IES Gran Vía poseen ciertas similitudes, ya que el IES Gran Vía también recibe alumnado de etnia gitana, alumnado inmigrante y alumnado con escasos recursos económicos, entre otros. Por todo ello, se ha estimado oportuno realizar este trabajo de observación en el Collège Ampère, con la finalidad de poder intercambiar ideas entre ambos centros educativos y tratar de aplicar, en la medida de lo posible, todo aquello que se considere adecuado de lo aprendido en el Collège Ampère para nuestro IES Gran Vía.
Horario del Collège Ampère: los alumnos acuden al centro educativo de 7:55 h a 12:00 h y de 13:40 h a 16.45 h, de lunes a viernes, excepto los miércoles, que sólo van por la mañana (no hay clase los miércoles por la tarde en ningún instituto francés). Reciben cuatro clases por la mañana y tres clases por la tarde. Tienen un recreo por la mañana y otro recreo por la tarde.
SISTEMA EDUCATIVO FRANCÉS
La enseñanza obligatoria en Francia, al igual que en España, va desde los 6 hasta los 16 años de edad. Las etapas educativas en el sistema educativo francés son las siguientes:
Infantil (école maternelle): 3-6 años.
Primaria (école primaire): 6-11 años.
Secundaria (collège): 11-15 años.
Bachillerato (lycée): 15-18 años (en el lycée los alumnos franceses tienen la opción de cursar estudios encaminados a la universidad o a la formación profesional).
13:30 h
· Recepción en el instituto por parte de Andrés Sarraude, persona de contacto del Collège Ampère, profesor de la asignatura de español.
· Trámites para que me entreguen una tarjeta de acceso al Collège Ampère, ya que tanto alumnos como profesores deben entrar y salir del centro con esta tarjeta.
· Recepción en su despacho por parte del director del centro educativo, Jean-Marie Cassany. Me presento y le explico lo que quiero ver y hacer en su instituto. Toma nota y me dice que lo organizará todo.
15:00 h
· Entro en una clase de la asignatura de español, impartida por Andrés Sarraude. Es un aula materia, decorada con un mapa de España y varios pósters con motivos españoles (fotografías de actores y actrices españoles, fotografías de lugares de España, etc). Observo que profesor y alumnos utilizan libro de texto, el cual recoge Andrés al finalizar la sesión (es decir, el libro que utilizan los alumnos se queda en el aula). Clase clásica con pizarra. Es una clase con varios alumnos disruptivos, que con frecuencia interrumpen la explicación o corrección de ejercicios (hay unos 25 alumnos).
· Observación: al tocar el timbre que indica que la clase ha terminado, Andrés obliga a los alumnos a permanecer sentados y callados y a que salgan de dos en dos o de tres en tres, pero de forma ordenada.
Amalia con los alumnos de la asignatura de español
Amalia con los alumnos de la asignatura de español
16:00 h
· Entro en una clase de la asignatura de matemáticas, impartida por Zennouh Said. Es un aula materia, decorada con motivos matemáticos. Los alumnos tienen 13-14 años de edad. No utilizan libros de texto. Usan ordenadores portátiles en clase, los cuales pertenecen al centro. Están con un programa informático en el que trabajan ecuaciones e igualdades notables. Al finalizar la sesión les manda unos pocos deberes para casa. No son alumnos disruptivos, hablan algo entre ellos, pero nada excesivo (hay unos 25 alumnos).
· Observación: hay algunos alumnos que se despistan mucho con el ordenador, se pierden en alguna pantalla y no siguen la clase correctamente.
8:00 h
· Entro en una clase de la asignatura de matemáticas, impartida por Jean Pierre Bournarel. Es un aula materia, decorada con motivos matemáticos. Los alumnos tienen 12 años de edad. No utilizan libros de texto. En esta sesión no usan ordenador, tan solo hay un alumno con un ordenador porque tiene una discapacidad que le impide escribir a mano. En otras sesiones de clase sí que utilizan ordenador. Clase clásica con pizarra. Hoy trabajan las operaciones combinadas. Alumnos muy tranquilos, sin problemas disciplinarios, permanecen callados prácticamente durante toda la hora (hay unos 25 alumnos).
· Observación 1: todos los alumnos traen su propio material: libretas, estuches, regla, compás, etc (en el IES Gran Vía cuesta mucho que todos los alumnos traigan siempre su propio material).
Observación 2: la pizarra es blanca, muy grande. Borrador que se pega a la pizarra (imantado). El material de pizarra que utiliza el profesor (regla, escuadra, transportador de ángulos, etc) también lleva imán para que se quede pegado a la pizarra durante la explicación (lo cual facilita enormemente la labor al profesor).
Clase de matemáticas
9:00 h
· Entro en una clase de la asignatura de matemáticas, impartida por Julien Bocquet. Es un aula materia, decorada con motivos matemáticos. Los alumnos tienen 13-14 años de edad. No utilizan libros de texto. Hoy trabajan los números enteros. Clase con proyector conectado a ordenador, en la que el profesor proyecta una hoja de la que los alumnos tienen copia (esta copia todos los alumnos la pegan en la libreta). La hoja queda proyectada en la pizarra blanca y el profesor escribe la solución de los ejercicios directamente en la pizarra, conforme los alumnos los van resolviendo oralmente. Alumnos relativamente tranquilos, sin problemas disciplinarios, el profesor les llama la atención puntualmente cuando hablan un poco y se callan enseguida (hay unos 25 alumnos).
· Observación 1: todos los alumnos tienen tijeras y pegamento para pegar en la libreta las fotocopias que reparte el profesor. Es evidente que suelen trabajar de esta manera.
· Observación 2: el profesor y los alumnos interactúan mucho de forma oral, entre otras razones porque no están copiando todo el rato (ya que los alumnos trabajan sobre la fotocopia y el profesor sobre la proyección).
Clase de matemáticas
9:45 h
Toca recreo.
Sala de profesores en la hora del recreo
Sala de profesores en la hora del recreo
Sala anexa a la sala de profesores con ordenadores para uso de los docentes
10:15 h
· Entro en una clase para alumnos discapacitados, impartida por Carine Pons. Los alumnos que asisten tienen discapacidades varias, tanto físicas como psíquicas (problemas psiquiátricos varios, autismo, etc). A esta clase asisten grupos reducidos (de dos a seis alumnos) y siempre se imparten dos asignaturas: francés y matemáticas. El resto de asignaturas estos alumnos las reciben en el aula ordinaria, con el resto de sus compañeros correspondientes a su grupo de edad. Cuando están en el aula ordinaria, estos niños con discapacidad siempre están acompañados por un profesor específico para ellos (es decir, en el aula ordinaria está el profesor para el conjunto del alumnado y otro profesor para el alumno con discapacidad).
· En el aula para alumnos con discapacidad siempre hay tres profesores: la profesora titular (en este caso, Carine Pons) y dos profesores de refuerzo.
· En este curso 2018-2019 es la primera vez que se ofrece este servicio en el instituto Ampère. Hay otros dos institutos más que pueden recibir alumnos con discapacidad en Arles. De hecho, en cursos anteriores, los niños que ahora asisten a Ampère, tenían que ir a alguno de esos otros dos centros educativos.
· Observación: los alumnos con discapacidad están totalmente integrados en el instituto, ya que normalmente están en el aula ordinaria con el resto de compañeros y salen al aula específica determinadas horas a la semana para recibir francés y matemáticas.
Profesores y alumnos en el aula de discapacitados
11:30 h
Realizo varias fotografías, tanto del exterior como del interior del Collège Ampère.
Entrada del instituto: puertas de entrada al edificio y conserjería al fondo
Sala de entrada al instituto
Cartel con el nombre del instituto (en la puerta exterior)
Tornos de entrada y salida con tarjeta (para los alumnos)
Exterior del instituto: zona entrada alumnado
Exterior del instituto: zona entrada alumnado
Exterior del instituto
Patio interior del instituto
Parking coches de profesores
12:00 h
Espero en el exterior del instituto, en la puerta de entrada, para observar la salida de los alumnos. Tanto profesores como alumnos, entran y salen del instituto con una tarjeta de acceso. Hay varios tornos por los que pasan los alumnos, tanto a la entrada como a la salida del centro.
Anotación: no en todos los institutos franceses el acceso es mediante tarjeta. Esto sucede en Ampère porque el Gobierno ha hecho una selección de institutos (se supone que al azar) y Ampère está entre los seleccionados. A los institutos seleccionados se les ha hecho una vaya muy alta (da la sensación hasta de centro penitenciario) y es obligatorio que toda la comunidad educativa entre y salga del centro mediante tarjeta de acceso.
Observación: los alumnos se acumulan a la salida. Quieren salir muchos a la vez. Utilizan trucos para “colarse” varios al mismo tiempo: pasan una tarjeta y cuando se mueve el torno, pasan varios juntos abrazados entre sí. Pero no se observan conflictos, se les ve divirtiéndose. Hay un profesor del centro vigilando la salida de los niños.
Salida de los alumnos del instituto
9:00 h
· Entro en una clase de alumnos de 11-12 años, los cuales van a recibir una charla de un escritor francés (Monsieur Prudhome). Además, hay tres profesores acompañando a los niños (hay unos 40 estudiantes). Los alumnos integrantes estudian español y latín. La charla es sobre una obra de teatro que los colegiales vieron anoche sobre El Quijote. Los alumnos son muy participativos, hacen muchas preguntas y exponen sus ideas. No hay problemas disciplinarios, en general están tranquilos, aunque algunos se despistan y juguetean, pero no alteran el desarrollo de la actividad.
· En la siguiente sesión de clase se intentará que los alumnos escriban algo y para ello el escritor les ayudará a estructurar sus ideas, entre otras cosas.
Clase durante la charla del escritor
10:00 h
· Entrevista en la biblioteca con Anne-Perrine Andre. Se trata de la persona encargada de estar en la biblioteca del centro, aunque también es profesora e imparte algunas clases. Le hago muchas preguntas sobre aspectos observados en el instituto, curiosidades que tengo y me resuelve numerosas dudas. En los siguientes apartados se resumen las cuestiones tratadas durante la entrevista:
Biblioteca del instituto
o En Ampère trabajan en aulas materia (como en el IES Gran Vía). De hecho, hasta hace un par de cursos, cada profesor contaba con su propia aula, pero ahora el número de profesores ha aumentado y hay aulas compartidas por dos profesores.
o Todas las aulas cuentan con proyector, conectado a un ordenador situado en la mesa del profesor, y pizarras blancas. El proyector está enfocado directamente hacia la pizarra (así no necesitan panel enrollable cada vez que se utiliza el proyector).
o Según lo que yo he observado en las clases a las que he entrado y corroborado por Anne, en la mayoría de las sesiones no utilizan libros de texto. Los alumnos trabajan con fotocopias facilitadas por el profesor, el cual las proyecta sobre la pizarra blanca y con el rotulador escribe las soluciones de los ejercicios conforme los van haciendo en clase en conjunto. Los alumnos pegan estas fotocopias en la libreta, así ahorran tiempo al no tener que copiar los enunciados de los ejercicios y el profesor no se fatiga tanto al no tener que copiar en la pizarra o dictar los ejercicios.
o En algunas clases y con algunos grupos sí trabajan con libros de texto.
o En todas las clases a las que yo he asistido, siempre ha habido un profesor para todos los alumnos. Sin embargo, Anne me cuenta que en algunos grupos más disruptivos hay dos profesores dentro del aula.
o Deberes: depende de cada profesor. Aquí pasa un poco como en el IES Gran Vía, en los grupos normalizados y que responden, los profesores sí que envían deberes para que los alumnos los hagan en casa. En los grupos más difíciles, no envían deberes porque se sabe de antemano que no los van a hacer.
o Los profesores van a buscar a los alumnos al patio antes de entrar en clase. Los alumnos deben hacer filas en el patio y esperar a que llegue el profesor con el que tienen clase, el cual les acompaña al aula. Pero esto no es en todas las sesiones: los alumnos esperan en el patio a primera hora por la mañana, después del recreo y a primera hora por la tarde. Entre clase y clase los alumnos se dirigen solos de un aula a otra.
o Hay un máximo de 25 alumnos por aula.
o Cuando al centro llegan alumnos que desconocen el francés, durante el primer curso reciben seis horas semanales de francés para extranjeros y el resto de horas están con su grupo de clase normal. Si el siguiente año siguen necesitando refuerzo de francés, pasan a recibir tres horas semanales de francés para extranjeros y el resto de horas con su grupo.
o Repetir curso: teóricamente pueden repetir curso, pero en la realidad no repite nadie, sólo excepcionalmente.
o Está prohibido usar el teléfono móvil en el instituto por parte de los alumnos. Lo pueden traer, pero no usarlo. Yo no he visto a ningún alumno utilizarlo.
o Los alumnos disponen de taquillas donde pueden dejar sus cosas.
o El instituto dispone de servicio de comedor. Los alumnos que se quedan a comer tienen que pagar por ello, aunque también existen las becas de comedor.
o En general, he observado que los alumnos son muy respetuosos con los profesores, ya que siempre se dirigen a ellos anteponiendo las palabras “Monsieur” o “madame”. También, cuando el director entra en un aula, todos los alumnos se ponen de pie. Según Anne, en Ampère hacen mucho hincapié en la educación en este aspecto. En nuestro IES Gran Vía hay mucha más familiaridad entre alumnos y profesores, quizá demasiada.
o Las luces de los pasillos del instituto son “inteligentes”, ya que cuentan con un detector de movimiento y se encienden automáticamente cuando pasa alguna persona, permaneciendo apagadas el resto del tiempo.
o Hablando del comportamiento de los alumnos: según Anne, el grupo formado por los alumnos de etnia gitana es el más conflictivo. El resto del alumnado del centro no es problemático, en general, aunque recalca que el nivel socioeconómico de los alumnos que acuden a Ampère es bajo.
o Hablando sobre el alumnado gitano: en Ampère, los alumnos de etnia gitana estudian a distancia. Reciben los libros en casa, estudian allí y acuden al centro dos horas a la semana concentradas en un día, para repasar lo estudiado. Sólo se hace en este centro. En el resto de Francia es presencial, pero la realidad es que los gitanos no acuden a clase, en general.
o Sueldo de un profesor en Francia: cuando aprueban la oposición cobran unos 1800 euros mensuales, aunque con el paso del tiempo tienen trienios, sexenios, etc. Esto es muy parecido a España.
o Los profesores franceses tienen 18 horas lectivas de clase y ya está. No hacen guardias y no tienen horario establecido para atención a padres, reunión de departamento, etc. Atienden a los padres que lo solicitan mediante cita previa en la hora que ambas partes determinen y los departamentos se reúnen cuando lo consideran necesario a lo largo del curso.
o En los institutos franceses cuentan con personal específico encargado de vigilar los pasillos durante el horario de clase. Este personal está contratado para tal efecto y no son profesores. Si algún alumno se fuga alguna clase y lo ven, lo llevan a jefatura de estudios. Si algún profesor echa a algún alumno de clase, estas personas lo dirigen a jefatura. Si algún alumno se encuentra mal, lo acompañan a enfermería. Si algún padre viene a recoger a su hijo, estas personas buscan al alumno en su aula y lo acompañan a la puerta del instituto.
· Durante esta entrevista, se estaba desarrollando una actividad en la biblioteca: un grupo de alumnos estaba haciendo un taller en el que exponían sus ideas sobre un libro que habían leído (al día siguiente irían a otro instituto a intercambiar ideas con otros alumnos sobre los libros leídos).
Alumnos desarrollando una actividad en la biblioteca
11:00 h
· Entro en una clase de la asignatura de física y química, impartida por Jérôme Brot. Es un aula materia, decorada con motivos relacionados con la asignatura. Los alumnos tienen 14-15 años de edad (el curso que viene irán al Lycée). No utilizan libros de texto. Hoy trabajan el concepto de átomo, electrón y la tabla periódica. El profesor utiliza varios vídeos durante sus explicaciones. Los alumnos tienen una hoja que deben rellenar en función del vídeo que han visto. Después, pegan esta hoja en la libreta. No observo ningún problema disciplinario. Hay alumnos que hablan bajito todo el rato, pero sin interrumpir la clase.
Clase de física y química
9:30 h
· Hoy voy de visita al colegio de educación primaria “Henrie Wallon”. Quedo en el instituto con Caroline Pradayrol, que es la persona encargada de coordinar los colegios de educación primaria adscritos al Collège Ampère y ambas nos dirigimos hacia el colegio. La escuela Henrie Wallon es una de las adscritas a Ampère, es decir, la mayoría de los alumnos de Henrie Wallon irán después a continuar sus estudios a Ampère.
Entrada exterior del colegio visitado, durante la salida de los alumnos
Amalia junto a una maestra del colegio (Nathalie Descamps) y junto a Caroline Pradayrol, en la entrada del colegio
En el colegio Henrie Wallon entro en una clase de matemáticas impartida por Nathalie Descamps. Son alumnos de 10-11 años, es decir, el curso que viene pasarán al instituto Ampère. El aula cuenta con proyector y pizarra blanca (igual que en el instituto). Trabajan sin libro de texto. Hoy estudian el sistema métrico y la profesora reparte artilugios a todos los alumnos para que los manipulen y midan con ellos (prismas de 10 cm de longitud, dados de 1 cm de longitud, etc). Los alumnos están sentados de dos en dos
Clase de matemáticas en el colegio
Utensilios utilizados durante la clase de matemáticas
Cada alumno tiene una libreta encima de la mesa y en cada pupitre hay una cajita con bolígrafos y lápices. Son alumnos tranquilos, en general, no observo problemas disciplinarios. Sólo hay un alumno disruptivo, pero tiene una discapacidad. Según me comentan después, en otras clases sí hay más problemas disciplinarios. Otros aspectos observados:
o Los alumnos que vienen a Henrie Wallon tienen un nivel socioeconómico muy bajo (el más bajo de Arles, según me comentan). En general, no utilizan libros de texto en las aulas porque no los comprarían.
o En el aula que entro hay tres alumnos discapacitados, los cuales están con una profesora específica para ellos. Es decir, en el aula hay dos profesoras: la ordinaria para el conjunto de los alumnos y la específica para los tres alumnos discapacitados. También cuentan con un aula específica para alumnos discapacitados, a la cual acuden a determinadas asignaturas durante unas cuantas horas a la semana. En Ampère funciona igual este servicio.
· El otro colegio de educación primaria que también tiene adscrito Ampère, se llama “Marie Curie”. El alumnado que acude a este colegio es en su mayoría de etnia gitana. Cuando pasan al instituto, muchos no van a clase, hay un gran problema de absentismo con estos alumnos (sobre todo las chicas).
13:50 h
· Entro en una clase en la que sólo hay alumnos de etnia gitana, impartida por tres profesores: Camille Jaillard (de la especialidad de matemáticas), Estelle Pauvert (de la especialidad de francés) y Brigitte Favier (de la especialidad de educación física). La clase de hoy consiste en la lectura de un texto y que después respondan a unas preguntas relacionadas con él. Por lo que yo veo y por lo que los propios profesores me cuentan, debo destacar lo siguiente:
· Observación 1: Para esta clase, siempre hay tres profesores dentro del aula.
· Observación 2: normalmente imparten francés y matemáticas, aunque a veces también otras asignaturas. Lo importante es que estos alumnos aprendan a leer y a escribir y algo de matemáticas.
· Observación 3: como son alumnos tan problemáticos (falta de integración con el resto de compañeros, muy disruptivos, con tendencia a pelearse continuamente, etc), sólo vienen al instituto un día a la semana. Los lunes por la mañana de 8 h a 12 h vienen los alumnos de los dos cursos inferiores y los jueves por la tarde de 13:40 h a 16:45 h vienen los alumnos de los dos cursos superiores. Además, para que no se mezclen con el resto del alumnado, entran al instituto 20 minutos más tarde que los demás alumnos que no son de etnia gitana, y salen del instituto 20 minutos antes que el resto. Durante el recreo sí se mezclan con los demás alumnos, pero los profesores los vigilan constantemente para que no se peleen.
· Observación 4: el resto de días que no vienen al instituto estudian a distancia (en casa). Están becados para ello. Cuando vienen al instituto es para reforzar lo que han estudiado en casa.
· Observación 5: en esta clase hay 20 alumnos, oficialmente, pero hoy han venido 7 alumnos (seis chicas y un chico). Los días que vienen más chicos hay muchos problemas disciplinarios.
· Observación 6: en cuanto al comportamiento, observo que son alumnos a los que les cuesta mucho estar en clase, en general. Al chico terminan expulsándolo de clase porque no para de sacar el teléfono móvil, y también molesta e interrumpe la lectura del texto constantemente. Lo llevan ante el director. Les pregunto a los profesores por las consecuencias y me dicen que probablemente lo expulsen sin venir al instituto durante una semana o dos (yo imagino que este castigo el alumno más bien se lo tomará como un “premio”).
· Observación 7: ahora quedan seis alumnas en clase. Cuatro de ellas trabajan con cierta normalidad y dos de ellas son algo disruptivas y muy inquietas, pero una de las profesoras está con ellas y consigue controlarlas.
· Observación 8: hay alumnos de etnia gitana que si se comportan adecuadamente y realmente muestran que quieren estudiar, la directiva habla con los padres y vienen más días al instituto, incluso todos los días, y entran en clase junto al resto del alumnado. De cada promoción, tan sólo uno o dos alumnos de etnia gitana consiguen titular.
14:40 h
· Entro en una clase de la asignatura de francés para extranjeros, impartida por Natalie Faure. Es un aula materia, decorada con motivos relacionados con la asignatura. Los alumnos tienen diversas edades. No utilizan libros de texto (usan fotocopias que pegan en la libreta). Hoy trabajan el vocabulario de las partes del cuerpo, vocabulario de la visita a una consulta médica y vocabulario de diferentes movimientos del cuerpo (esto último a demanda del profesor de educación física, porque dice que les manda hacer determinados ejercicios y estos alumnos que desconocen la lengua francesa, no los entienden).
· Hay nueve alumnos en clase, los cuales están muy tranquilos y son muy participativos. Son de diversas nacionalidades: Marruecos, Portugal, España, Italia y Rumanía.
· Cuando llega un alumno al instituto y no conoce la lengua francesa, recibe seis horas a la semana de francés para extranjeros y el segundo curso de estancia, pasa a recibir tres horas a la semana de francés para extranjeros. El resto de horas lectivas semanales, estos alumnos están en el aula normal junto a los demás compañeros. Generalmente, suelen aprender rápido la lengua francesa.
Clase de francés para extranjeros
10:00 h
· Entrevista en los despachos de la directiva con Catherine Noyer, cuyo cargo es “Assistance prevention securité” (asistente para la prevención de seguridad). Su trabajo consiste en asistir a los alumnos ante cualquier problema que tengan (ya sean problemas personales, en casa, porque no tienen ganas de estudiar o están desmotivados, etc). Catherine sale por el patio a la hora del recreo, recorre los pasillos del instituto en los cambios de clase, está por los alrededores del instituto a la hora de la salida, etc, todo con la finalidad de detectar posibles problemas entre los alumnos, peleas, malos rollos, etc. Es un cargo puesto por el Gobierno actual y es a nivel nacional (quizá con el próximo gobierno podría desaparecer este cargo). Catherine, básicamente, está bajo las órdenes del director y también desempeña labores administrativas cuando así se lo encomiendan. Se suele entrevistar con padres y alumnos con problemas. Los alumnos la conocen y confían en ella para plantearle cualquier problema, ya que saben que va a ayudarles. Durante esta entrevista, hablamos en general del instituto y al plantearle diversas preguntas, extraigo la siguiente información:
o Collège Ampère tiene una calificación estatal REP+ (réseau prioritaire plus, es decir, red prioritaria). A efectos prácticos, esta calificación indica que Ampère es un instituto con necesidades especiales debido al tipo de alumnado que recibe (con un nivel socioeconómico muy bajo) y esto se traduce en que reciben mucha ayuda económica para emplearla en los recursos que se precisen. A otros centros educativos no llegan tantos recursos económicos como a Ampère.
o En cuanto al absentismo del alumnado: Catherine me dice que tienen personal encargado de las faltas de asistencia de los alumnos y envían SMS a las familias cuando detectan que un alumno está empezando a faltar mucho. También me comenta que tienen una comisión para este tema, compuesta por tres personas. Se reúnen una vez al mes, junto con la enfermera, Catherine, tutores y asistente social. Hablan sobre el absentismo, estudian los casos existentes y se decide qué hacer (llamar a los padres, reunión con los padres, colaboración económica a la familia, etc).
o Tienen un grupo de prevención de la desmotivación escolar: se compone de profesores y estudiantes voluntarios. Su labor se basa en sacar estudiantes de las aulas (los que ellos crean que lo necesitan) y reunirlos cada tres semanas. En estas reuniones tratan temas relacionados con el absentismo escolar, las razones por las que no estudian, posibles problemas disciplinarios, etc. El tutor de un grupo también puede proponer qué alumnos de su tutoría deben ir a estas reuniones.
o El instituto cuenta con un psicólogo, el cual viene algunas horas a la semana, debido a que este especialista está compartido entre varios centros educativos de la zona.
o También hay una enfermera en Ampère, presente durante todo el horario escolar.
13:00 h
· Exposición oral de Amalia Berenguer en la biblioteca del centro. Aquí hablé sobre la ciudad de Alicante y sobre el IES Gran Vía: ubicación, instalaciones del centro, estudios que se imparten, sistema educativo español, tipo de alumnado que recibimos, resolución de problemas disciplinarios, actividades extraescolares, proyectos Erasmus+, etc.
· La charla la tenía preparada en inglés, pero finalmente la hice en francés porque la mayoría de los profesores de Ampère no hablan inglés. Lo agradecieron enormemente.
Amalia al inicio de la exposición, explicando la ubicación geográfica de Alicante
Amalia hacia el final de la exposición, explicando nuestro proyecto Erasmus+
· Asistieron unos 10-12 profesores y al finalizar la exposición hicieron preguntas de diversa índole. Preguntaron sobre el tema de los dos profesores por aula, sueldo de los profesores en España, temas disciplinarios, etc. Mostraron mucho interés sobre el proyecto Erasmus+, ya que ellos pretenden solicitar uno para el próximo curso y también hicimos planes para futuros intercambios entre ambos centros.
14:30 h
· Última visita al director del Collège Ampère (Jean-Marie Cassany). Intercambio de impresiones sobre mi experiencia en su instituto y expedición del certificado que corrobora mi asistencia a este “job shadowing” (trabajo de observación).
· Devolución de mi tarjeta de acceso a Ampère.
· Despedida.
Profesores de Ampère junto al cartel publicitario del IES Gran Vía (sala de profesores del instituto)
Profesores de español junto al cartel publicitario del IES Gran Vía (aula de español)
No cabe duda de que cualquier experiencia europea con Erasmus+ siempre resulta muy enriquecedora para la persona que la realiza. En mi caso, no ha sido una excepción. Este “job shadowing” en Arles me ha aportado mucho, tanto a nivel personal como a nivel profesional. El estar una semana en un país diferente al tuyo, con un idioma distinto, nuevas costumbres, con cambios de clima, de horarios, etc, todo esto sin duda es un despertar para los sentidos que te hace estar muy atento a cuanto te rodea. El compartir una semana de trabajo en un nuevo centro educativo, con compañeros franceses que tienen su propia manera de trabajar, observando su rutina diaria y el funcionamiento general del instituto, ha hecho que reflexione sobre nuestra forma de hacer algunas cosas en el IES Gran Vía.
Como ya he comentado al inicio de este informe, nuestro IES Gran Vía y el Collège Ampère guardan ciertas similitudes que hicieron pertinente la realización de este “job shadowing”, principalmente las relacionadas con el tipo de alumnado. Las vivencias de la semana ya han sido detalladas por días en este escrito, pero a continuación expongo lo más destacado junto con algunos comentarios a modo de conclusión, siempre basándome en mi observación.
ASPECTOS QUE ME LLAMARON LA ATENCIÓN DE AMPÈRE
· Los profesores de Ampère no ponen muchos deberes a sus alumnos para hacer en casa. En algunos grupos esto se debe a que saben de sobra que no los van a realizar, por lo que prefieren trabajar conceptos y ejercicios en el tiempo disponible en clase. Este aspecto es bastante similar en el IES Gran Vía, ya que hay determinados grupos a los que no se les manda nada para casa (porque no los van a hacer), mientras que tenemos otros grupos a los que se les envía deberes con regularidad (a este respecto siempre nos adaptamos al tipo de alumnado en cada grupo).
· En Ampère raramente trabajan con libros. El profesor reparte fotocopias que los alumnos rellenan y que posteriormente pegan en su libreta. En Gran Vía hay grupos que trabajan con libros que los alumnos se llevan a casa para estudiar; otros grupos trabajan con libros que, después de cada clase, se quedan en el aula y hay otros grupos que trabajan con fotocopias. Pero los grupos que trabajan con fotocopias copian de su puño y letra los ejercicios y parte de la teoría del tema que se esté impartiendo, así practican la escritura, que buena falta les hace a la mayoría de nuestros alumnos.
· Es obligatorio, por ley, que en todos los institutos franceses viva el director del centro educativo, así como el vicedirector y un conserje (para ello, hay viviendas habilitadas en el propio edificio o anexas). En España, en los institutos vive un conserje en una vivienda habilitada para este fin.
· Los miembros del equipo directivo no imparten clase, se dedican a sus tareas de gestión, exclusivamente. Además, para acceder a algún cargo directivo, tienen que pasar una oposición específica para ello. En España es totalmente diferente: la directiva sí imparte clase (lo cual yo lo veo como una ventaja, así no se pierde el contacto con la realidad del alumnado) y es el director quien elige al resto de su equipo directivo (en mi opinión, con un equipo elegido se trabaja con más armonía). Sinceramente, en Ampère observé cierta tensión y mucha seriedad por parte de los miembros de la directiva.
· Cada vez que el director entraba en un aula, todos los alumnos se levantaban. Esta costumbre se perdió hace años en España, pero pienso que no estaría nada mal implantarla de nuevo, ya que opino que aquí pecamos de exceso de familiaridad con nuestros alumnos.
ASPECTOS POSITIVOS DE AMPÈRE
· El alumnado de Ampère no me pareció para nada conflictivo y lo vi muy poco disruptivo dentro del aula. Sin duda, los alumnos más problemáticos son los de etnia gitana, que se mostraron muy díscolos en clase. En Gran Vía tenemos muchos tipos de alumnos, pero creo que por desgracia son más numerosos los alumnos disruptivos en las aulas, en comparación con Ampère.
· Al hilo del punto anterior, observé que todos los alumnos se dirigían a los profesores anteponiendo “monsieur” y se dirigían a las profesoras anteponiendo “madame”. Este gesto me hizo reflexionar sobre nuestra propia relación con los alumnos en Gran Vía, demasiado familiar en algunos casos. Pienso que con el pasar de los años, los profesores hemos ido dejando pasar por alto “las formas” y la distancia propia que debe haber entre docente y pupilo, llegando a rozar límites que ya resultan inaceptables, pero que gradualmente hemos ido interiorizando y viendo como algo normal y natural. Al “salir” y ver otras formas de interactuar entre profesores y alumnos, me he dado cuenta de que, tal vez, debemos volver a emplear ciertas maneras de relacionarnos con nuestros alumnos que, aunque suenen antiguas, sean capaces, poco a poco, de volver a los cauces de la buena educación y el respeto de los alumnos hacia los profesores. Así lo hice constar ante mis compañeros en el claustro de profesores de Gran Vía cuando expuse mi experiencia en Arles.
· Todos los alumnos de Ampère disponen de un ordenador portátil, pero no todos los profesores hacen uso de él en las aulas. Sin duda, un uso adecuado de este tipo de tecnologías puede ayudar en determinadas materias y en momentos concretos de la explicación. En Gran Vía, los alumnos pueden hacer uso de ordenadores cuando van al aula de informática y, por supuesto, no disponemos de ordenadores portátiles para nuestros alumnos. En cualquier caso, pienso que en nuestro instituto un uso excesivo de ordenadores en las aulas despistaría y desconcentraría a los alumnos.
· Todas las aulas de Ampère disponen de pizarras blancas y un proyector enfocado hacia la pizarra. El profesor proyecta su hoja en la pizarra y los alumnos la tienen fotocopiada. Cuando se trata de ejercicios, el profesor rellena los huecos en la proyección de la pizarra y los alumnos hacen lo propio en su fotocopia (que posteriormente pegan en su libreta). Todos los alumnos tienen tijeras y pegamento para este fin, por lo que es una práctica habitual en sus clases. Gracias a esto, en general, observé unas clases muy dinámicas, en las cuales había mucha participación por parte del alumnado, ya que, al no tener que copiar tanto, podían dedicar más tiempo a interactuar de forma dialéctica. Por otro lado, el profesor notaba menos fatiga, al no tener que dictar o copiar tanto en la pizarra. En Gran Vía la mayoría de las pizarras son las clásicas verdes para escribir con tiza. Tenemos problemas de reflejos por la luz de las ventanas y problemas de visibilidad en los alumnos que se sientan en las últimas filas del aula. Esto es uno de los aspectos que tendremos que resolver a corto plazo. En Gran Vía también disponemos de proyector en todas las aulas, pero lo utilizamos básicamente para proyectar algún vídeo que apoye las explicaciones, así como para proyectar teoría y ejercicios para que los copien los alumnos en sus libretas.
ASPECTOS NEGATIVOS DE AMPÈRE
· Al hilo del punto anterior: puesto que los alumnos de Ampère no copian tanto en sus libretas, sino que pegan las hojas fotocopiadas que les van dando los profesores, pienso que esto puede mermar la destreza de dichos alumnos en la práctica de la escritura (fluidez al escribir a mano, buena letra, etc). En Gran Vía no pegan hojas en las libretas, sino que han de copiar parte de la teoría y los ejercicios, con lo que la práctica de la escritura queda garantizada (al menos en horario de clase y sobre todo pensando en aquellos grupos que después en casa no realizan ninguna otra tarea relacionada con el instituto).
· La mayoría de los profesores de Ampère no habla inglés, lo cual me supuso algún problema de comunicación. Suerte que cuando estudié EGB di francés y también que algunos profesores de Ampère chapurreaban un poco de español (y bueno, los profesores de lengua española de Ampère hablaban castellano perfectamente, claro está). Entre unas cosas y otras, al final nos pudimos entender todos perfectamente.
· En Ampère no cuentan con un programa real de integración del alumnado de etnia gitana. Esto se evidencia por el hecho de permitirles estudiar a distancia, cuando todos sabemos de sobra que estos alumnos no van a tocar un libro en casa. Van a clase dos horas semanales concentradas en un día, entran y salen del centro educativo a horas diferentes al resto del alumnado de Ampère, para que no se mezclen y no creen conflictos disciplinarios (como discusiones o peleas). Con todo esto, resulta muy difícil que los alumnos gitanos se integren con el resto de compañeros del instituto. En Gran Vía es totalmente distinto, los alumnos de etnia gitana son como los demás alumnos de otras razas y asisten a clase con normalidad, junto al resto de sus compañeros; interactúan, juegan y hablan todos entre todos. Pienso que esto es muy bueno para ellos, ya que fomenta la igualdad entre todos, el compañerismo, la solidaridad y la aceptación del diferente.