Setenil, tierra de lobos


Setenil, tierra de Lobos



Si en las postrimerías del siglo XIX o los primeros años del XX un viajero se hubiese apeado del tren en la estación de Setenil, bien podría haber hecho suyos los párrafos que Rodrigo Amador de los Rios y Fernández de Villalta dejo escritos en su Catálogo de los monumentos históricos y artísticos de la provincia de Málaga y, que transcritos fielmente señalaban que

“ Desde que el viajero sale de la estación ferroviaria de Setenil, para tomar en esta villa el camino que conduce al Cortijo de Ronda la Vieja, densa masa de oscuros encinares, que estiman los mejores de Andalucía toda, se extiende sombría al uno y otro lado, hasta donde la vista alcanza, surgiendo de improviso en el fondo casi de anchuroso tajo la villa de Setenil, cuyo caserío desaparece también de pronto, como visión fantástica, a medida que el camino comienza a trepar por terreno más accidentado, cuyas ondulaciones van gradual y lentamente, resolviéndose en planicies, de extensión más o menos dilatada, y de configuración inversa”


Posiblemente desde alguna atalaya, aún sin saberlo, podría ver el arroyo de los lobos, que vierte sus aguas al Guadalporcúm.


Años antes, concretamente en 1772 Juan de la Serna en su Diccionario geográfico dice de Setenil que “es su terreno abundante en frutos y ganados especialmente de cerda”, y uno de cuyos antaños enemigos lo encontraríamos en el lobo.

Y así, si consultamos las Antiguas Ordenanzas Municipales de la ciudad de Ronda y su Jurisdicción, (Setenil pertenece a la jurisdicción rondeña por Real Cédula del 7 de octubre de 1513 que confirmo la Reina Doña Juana) mandadas pregonar por orden del Rey Don Felipe en la Plaza de Viva Rambla de la ciudad de Granada en 1568 ,estas señalaban que

“Y si se hallare la cama, o matare el Lovo en Setenil, o en el pasto común que esta Ziudad tiene con algunos lugares comarcales, se pague la mitad por cabeza, y por cada cama” osease dos ducados por cada cabeza de lobo y por cada camada de tres lobos vivos que se llevasen ante el escribano del cabildo rondeño tres ducados.”

Aunque los datos son imprecisos, según algunas fuentes el lobo desapareció de la provincia de Cádiz en la década de los veinte del siglo pasado, el último lobo abatido en el Parque Natural de la Sierra de las Nieves se considera que fue en 1947-