Las Cortes de Guadalajara

Las cortes de Guadalajara 1408 

De vuelta de la imposibilidad de conquistar Setenil y dando por finalizada la campaña de 1407, la que a la postre terminará llamándose “La campaña de Setenil” el Infante D. Fernando ordena la convocatoria de Cortes para el 8 de enero de 1408 en donde se hallaban el Rey (Juan II) y su madre, regente junto a Fernando.


Las sesiones comenzarían el 1 de febrero con el discurso de la Reina doña Catalina, quien expuso la necesidad de continuar la guerra contra el reino nazarí de Granada, para lo que había que buscar la mejor de las maneras para hacerlo. Fue Fernando quién después tomó la palabra para dar cuenta de la campaña de 1407, achacando los malos resultados de la misma por haberla comenzado tarde, retraso que se incrementó a causa de su enfermedad.


Señaló que pese a todo se habían obtenido resultados destacando la recuperación del castillo de Ayamonte. Justifica su fracaso en Setenil achacándolo a la llegada del mal tiempo y la falta de dinero para atender los gastos de la guerra..


Pese a ello aboga por continuar la guerra, empezándola en su justo momento y con los fondos necesarios para ello, lo que reportaría mejores resultados para lo que solicita a las Cortes la concesión de setenta millones de maravedises.

Fue el Infante don Alfonso, Señor de Lara, quién le dió la réplica en nombre de la nobleza para indicarle que se van a reunir los hijosdalgos asistentes para tomar una decisión. Misma respuesta que dió Pedro de Luna, arzobispo de Toledo en nombre de la Iglesia y Pedro Suárez en el de los representantes de las ciudades.


La discusión fue amplia entre los procuradores, con parte de los mismos favorables a conceder lo solicitado, mientras otros se inclinaban por lo contrario por considerar excesiva la cantidad solicitada. Ocho días de deliberación que no condujeron a una respuesta definitiva por lo que Don Fernando ordenó que cada representante se pronunciase por escrito pero sin dato alguno para su identificación.


La respuesta estuvo muy condicionada por la derrota sufrida en Setenil y aún cuando finalmente se aceptaron las propuestas del Infante aunque con matizaciones, las reticencias de los procuradores eran manifiestas, por ello, al llegar a la Corte embajadores del Reino de Granada solicitando una nueva tregua, se acordó concederla por ocho meses.