El Setenil del XVIII

El Setenil del XVIII 

Durante este periodo Setenil seguirá formado parte del Reino de Granada dentro del partido de Ronda, un Setenil que sin valor estratégico empieza a apagarse, con una iglesia inacabada, una torre semiderruida y un hospital que ya no funciona, la gente subsiste del campo, un campo que le es arrebatado, y bajo la influencia de un omnipresente poder clerical.


La iglesia sigue teniendo un peso muy importante en la villa. El 2 de Agosto de 1702, en los albores de este siglo los Clérigos menores de Málaga deciden volver a crear el seminario de Setenil en los locales del Hospital de Santa Catalina Mártir que ya no funciona, con cátedras de gramática, filosofía y por supuesto Sagrada Teología para cuyo sostenimiento contarían con las rentas de pan y maravedises que tiene el Hospital. El acuerdo del Concejo, Justicia y Regimiento de la Villa de Setenil recoge además que en los locales del Hospital se han de seguir atendiendo a los pobres, peregrinos y pasajeros por un plazo máximo de tres días sin más obligación que facilitarles leña, luz y recogimiento.En 1714 sólo había dos pobres en ese .hospital que entendemos atendido por los clérigos.Se efectuará nombramiento de maestro de latín en 1747 y de la lectura del Interrogatorio del catastro de Ensenada observamos que se sigue hablando de el con un mesón y dejando entrever su funcionamiento y sus derechos.

El seminario de Setenll.Foto cedida por Juan Ignacio Marin

Pero el acuerdo de creación del seminario nos deja entrever otras cosas del Setenil cotidiano y así hace referencia a que el mismo servirá de alivio a los pobres en la educación.

El 31 de Mayo de 1711 se le concede el Señorío de Setenil al coronel del regimiento provincial de Ronda a a Alonso Joseph de Tavares y Ahumada que pasará a convertirse en el I señor de la Villa de Setenil y a quien años más tarde en 1920 se le otorgará el título de Marqués ce Casa Tavares.. quien a la postre será  dueño de la finca de El Tejarejo y otras fincas y derechos..


Años antes en 1708  Alonso Joseph de Tavares y Ahumada había comprado los censos de Setenil, (Los censos podrían asimilarse a un préstamo con garantía hipotecaria con vencimiento a criterio del deudor).Los señoríos desaparecerían con la aprobación de la constitución liberal de Cádiz de 1812 y su definitiva puesta en vigor en 1837 y que luego darían lugar a los procesos de desamortización.Un señorío implicaba además de los censos ya reseñados las gabelas por el uso de los monopolios señoriales, como los  molinos de aceite u otros usos.

Escudo del Marquesado de Casa Tavares

El Marqués de Casa Tavares ó 1er Señor de Setenil, en 1752 fecha de realización del Catastro de Ensenada en Setenil cuenta con  280 Has. de secano y 525 de monte de los que obtenía 6.144 r según algunas fuentes, muy distinto de lo que otras señalan.


Sin duda, será este Catastro de Ensenada, el que nos de una imagen bastante fiel del día a día en Setenil.


En 1749, ordenado por Fernando VII a propuesta de su ministro el Marqués de Ensenada, se realizó en toda España, a excepción del País Vasco ya que estos no pagaban impuestos, el llamado Catastro de Ensenada con el objetivo de establecer una única contribución a las arcas del Estado, realizándose mediante un cuestionario de cuarenta preguntas que debían contestar los vecinos ante los representantes del Gobierno desplazados al lugar. Previamente debían realizar juramento de decir verdad ante la cruz que en caso de mentir, además de quebrar el juramento, podía conllevar pena de cárcel y/o confiscación de sus propios bienes. El número de declarantes era amplio con el fin de poder detectar contrariedades entre ellos y por tanto obtener un resultado más fidedigno, resultado final que era leído en público como refrendo de lo dicho. Junto a este documento se elaboraron otros dos llamados  Libros del Mayor hacendados y El libro de lo enajenado.


En 1752, concretamente a 24 días de septiembre se elabora en Setenil este documento que nos da un reflejo bastante cercano del Setenil de aquella época, donde se contaban 350 vecinos (familias no individuos) que viven en el pueblo así como en los molinos y huertas. En  donde hay unas 230 casas habitables, 50 inhabitables y cuarenta derruidas hechas solares que estos no pagan impuestos..


La gente vive de un campo que produce cereal, aceite, y uvas, así como huertas donde hay frutales y cultivan hortalizas, y donde también hay  tierras que son inútiles y fragosas...


Donde se cuentan más de 5000 fanegas de montes y se cría el ganado de cerda. Además de este hay cabañas de ganado lanar, cabrío, bueyes, vacas, becerros, ganado caballar con sus yeguas y sus potros, mulos, jumentos y pollinos.Y colmenas, también hay colmenas aun cuando no puedan precisar su número.. 


La villa cuenta con dos especierías, un estanco de tabaco, un sólo médico (porque la gente es muy pobre en el lugar, tanto que hay 50 familias pobres de solemnidad), ocho arrieros,un teniente sacristán, dos zapateros de ópera prima (el zapatero de ”ópera prima” estaba en lo más alto del escalafón, es decir, no era un vulgar remendón sino que fabricaba zapatos) , 2 albañiles y sus oficiales, tres carpinteros de obra gruesa y uno de obra prima, molineros, horneros de pan cocer, dos guardas de monte y un sastre.


Pero el grueso de la población, en torno a 200 hombres son jornaleros, siendo una excepción aquellos que pueden mantener a sus hijos sin ir a jornal.


En cambio hay 11 presbíteros, un clérigo y siete miembros de órdenes menores, lo que nos da una idea clara de la presencia u omnipresencia del poder eclesiástico, ya que cómo se señala, hay en esta villa muchas tierras eclesiásticas, además exentas de todo tipo de contribución a la villa.


Hay un hospital, el de Santa Catalina Mártir que tiene un mesón propio, aunque arrendado y al que le pertenece una huerta llamada de los llanos en la zona del higuerón.


Hay cinco molinos harineros de dos piedras en invierno y una en verano por falta de agua.

Tres de aceite que  muelen con bestia y no con agua.

Y cinco hornos de Poya que llaman para pan cozer.(Los hornos de cocer pan, llamados de poya, se instalaban en las villas para facilitar a los pobladores que pudieran cocer su pan. Se llamaban de poya debido a que se pagaba, en ellos, el impuesto del mismo nombre, consistente en entregar una parte del pan que se cocía o su equivalente en maravedís. Normalmente, con una fanega de trigo se obtenían unos 48 panes, de los que se entregaban de 2 a 4 panes como impuesto de poya).

Si que nada indican de la pesca en el río que había en otros tiempos, o nada quisieron indicar al respecto ya que no debemos olvidar que el destino final de esta acción era el pago de impuestos, así que aunque fuese difícil el ocultar información por el sistema ideado al efecto no podemos descartar su omisión.


Molino de dos piedras

La suma pobreza” del Setenil de estos años es un mantra más que repetitivo, achacando mucha parte de la misma a los acontecimientos que han oído de abuelos y padres hasta la fecha, cuya larga historia puede resumirse así:


Conquistada la villa en 1484, el común, el pueblo, gozará de la propiedad, y por tanto del fruto de las dehesas del Burgo, Tejarejo, Las Macetas, La manga y el Arroyo de los lobos.


Pero en 1564 el Concejo tuvo que pagar 264 fanegas que decíase agregadas a las anteriores por las que hubo de satisfacer 540 ducados


En 1591 el Concejo se ve obligado a comprar el fruto de la bellota de la dehesa del Burgo por el que debió pagar 2667 ducados para su uso para siempre.


Años más tarde, en 1635, el Concejo se ve obligado a comprar tierras que ya le habían sido dadas pero que le son reclamadas ahora, debiendo abonar la cuantiosa suma de 11.027 ducados por Las Macetas, Aguilera, El Rancho, Cañadita, La manga y el Arroyo de los lobos. y además comprar por 340 ducados 35 fanegas de árbol de bellota.


Sería años más tarde, en 1654, cuando Simón de Merlo recibe del monarca comisión para reconocer las tierras reales vendidas a los concejos que un año más tarde amplió a la venta de árboles. En el caso de Setenil Merlo dictaminó contra Setenil ya que consideraba que sólo en rentas se había usurpado a la corona 2720 ducados anuales. Setenil ofreció por la confirmación de las ventas 7000 ducados, oferta que no fue aceptada, acordándose se pregonará por si había un mayor postor. Setenil llegaría a ofertar hasta 20.000 ducados, haciéndose finalmente con las tierras Rodrigo Salcedo quedando para la villa como derecho, en la del Tejarero sólo el de el  pasto si el nuevo dueño no sembraba; y en la del Burgo la montanera era del dueño quién podía sacar la madera necesaria, y por los nueve meses restantes para la villa sin tributo alguno.


También las tierras compradas por la villa en 1635 fueron objeto de litigio con igualmente penoso resultado para Setenil.


Es así como nos encontramos que la “villa y sus vecinos hubiesen venido a pobreza por faltarle el principal ramo de su riqueza” ya que de gozar del suelo y vuelo de unas 2400 fanegas de suelo y vuelo y de 1600 de vuelo, la villa pasaría a disponer tan sólo de 1600 fanegas de pasto después de haber pagado miles de ducados.


Finalmente las tierras del Tejarejo y el Burgo pasaría a propiedad del Marqués de Casa Tavares, así como los censos existentes.

 


Corre el año de 1755 cuando el 1 de noviembre se produce el terremoto de Lisboa que se dejará sentir también en Setenil, ese día por ser el de Todos los Santos, la mayor parte del vecindario se hallaba en la Parroquia para la misa solemne cuando al empezar a entonar el Gloria, se produjo el movimiento de tierra con tal intensidad que temieron el derrumbe de la misma por lo que la gente empezó a salir atropelladamente, un temblor que se repetiría dos veces más según informa el alcalde mayor. Finalmente, si bien la iglesia no cedió si tuvo daños de consideración que se tasaron en 6ooo reales de la época. El alcalde informa también que no se había lastimado nadie y no haber sufrido más daños en la villa.


El escrito remitido por el alcalde, nos deja ver, una vez más también, la influencia religiosa en la villa, y así, al hecho de indicar que la mayor parte del pueblo se encuentra en la iglesia para la misa, reseña que él permaneció en la Capilla mayor mientras que “algunos sacerdotes que ocupados en el ministerio sagrado del altar, y confesionarios….”.pues quedaclaro que se trata de una concelebración que ratifica la importancia del clero en el Setenil de la época.


Otros acontecimientos religiosos marcarán las vicisitudes de esta segunda mitad del XVIII, encontrándonos  con que en 1763 a la Hermandad de la Santa Vera Cruz se le concede una segunda bula pontificia de la mano del Papa Clemente XIII y años más tarde, en 1775 esta Hermandad realizará inversiones en un imagen de la Virgen de los Dolores que le costaría 1646 reales.


Dos acontecimientos más, vinculados al ámbito religioso marcarán igualmente la vida cotidiana de Setenil en este siglo.


De una parte, tenemos que los Hermanos Cabrejas, si hacemos caso a la leyenda, en cumplimiento de su promesa harán levantar la ermita de Nuestra Señora del Carmen en el cerrillo.


De otra, si hacemos caso de las conclusiones a las que llego en el libro “Semana Santa en Setenil”, en 1792 hermanos blancos disconformes con la Hermandad de la Santa Vera Cruz, según ellos por posibles irreverencias a la imagen de la Soledad, se escindieron creando la actual Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Soledad.

Mapas de 1795