Los viejos dolores vuelven a abrirse
no se habían ido
estaban escondidos
nunca se agotaron
cascada que no cesa
y agobian con su peso
y nublan con su escoria
devoran el presente
volviendo del pasado
Destilan su hybris putrefacta
para que ni siquiera puedas
morir en paz.
Todo por no llorar.