Un día una hormiguita se encontró un centimito mientras barría su casa y no sabía en qué gastarlo. Decidió emplearlo en una cinta para el pelo, con la que estaba bellísima. Tan guapa se encontraba que un perro que pasaba por allí le dijo que se casara con él, pero la hormiguita se negó. Varios animales (toro, gato, gallo y carnero) le proponen matrimonio, si bien la respuesta es siempre la misma. En último lugar pasó por allí un ratón y le preguntó si querría casarse con él, a lo que la hormiguita respondió que sí, ya que el ratón cumplía con sus expectativas.
Es muy presumida. Al comprarse una cinta para el pelo, estaba tan bella que todos los animales le pedían matrimonio.
Quiere casarse con la hormiguita, pero esta no accede por el ruido que hace por la noche.
Propone matrimonio a la hormiguita, pero esta no quiere casarse con él porque hace mucho ruido por la noche.
Pide la mano a la hormiguita, pero esta se niega porque el ruido que hace por la noche despertaría a sus hijitos.
Pregunta a la hormiguita si se quiere casar con él, pero ella se niega porque su sonido despertaría a sus hijitos.
Quiere contraer matrimonio con la bella hormiguita, pero el ruido que hace por la noche hace que la hormiguita lo rechace.
Consigue casarse con la hormiguita al afirmar que lo único que haría por la noche sería dormir y callar.