Un burro que estaba muy pero que muy delgado fue llevado al prado para que engordara comiendo hierba. Se encontraba allí cuando llegó un lobo y sintió mucho miedo pensando que se lo iba a comer. El lobo lo tranquilizó y le dijo que tenía muchos corderos para comer. El burro se quedó tranquilo, pero cuando los corderos se fueron acabando y el burro ya se había puesto gordito, el lobo le amenazó, diciéndole: ¡Se te está poniendo cara de corderito!
Su dueño lo llevó al prado para que engordara, ya que se encontraba demasiado delgado. Sintió miedo cuando vio llegar al lobo, aunque este lo tranquiliza y le dice que tiene muchos corderos.
Decide llevar a su burro al prado para que engorde.
Tranquiliza al burro y le dice que no se lo comerá. Sin embargo, cuando los corderos escasean, amenaza al asno con comérselo