Los incendios forestales en La Pampa y la calidad del aire.


Laura de Oro, Investigadora Adjunta, CONICET

La calidad del aire es uno de los parámetros ambientales más relevantes a nivel mundial, debido a los potenciales efectos negativos que su deterioro puede ocasionar sobre distintos componentes del ecosistema, incluyendo a la salud humana. Se ha demostrado que el aire contaminado puede desencadenar desde simples alergias hasta enfermedades pulmonares o cardíacas graves en humanos, dependiendo de su grado de contaminación y el grado de exposición al mismo. Al mismo tiempo, la calidad del aire puede verse afectada por la emisión de distintos compuestos, como los denominados gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático global.

El Grupo de Suelos del Incitap posee algunas líneas de investigación en esta temática, considerando que en la región semiárida de Argentina son frecuentes eventos que pueden afectar la calidad del aire. Entre estos eventos se cuentan los incendios de bosques, que ocurren en forma recurrente en la Provincia de La Pampa, especialmente en épocas estivales, cuando se combinan altas temperaturas, baja humedad del aire y escasas precipitaciones.

Los incendios contaminan el aire de distintas formas y en diferentes momentos: durante la quema, a través del humo que produce la combustión del material vegetal, y luego de la quema por la erosión de cenizas remanentes o del suelo. 

El humo es un peligroso contaminante del aire, ya que contiene, entre otras sustancias, altas concentraciones de carbono, producto de la combustión de vegetales u otros materiales. Este carbono, denominado genéricamente black carbon (carbono negro), si es inhalado en cantidades importantes y en forma continua, puede producir enfermedades pulmonares, cardíacas o reumatológicas. Los mayores riesgos a sufrir estas consecuencias se dan en ambientes urbanos en los cuales existe actividad industrial o sistemas de calefacción poco eficientes que emiten niveles altos y constantes de black carbon. En zonas urbanas como las de La Pampa, sin embargo, la exposición a estas sustancias puede considerarse como muy baja o inexistente, ya que la actividad industrial responsable de esas emisiones es muy limitada, y los incendios forestales, principales fuentes de humo, son esporádicos y tienen poca incidencia en estos ambientes. Los principales efectos de los incendios forestales de La Pampa se producirían sobre el ecosistema, ya que las quemas emiten importantes cantidades de dióxido de carbono, uno de los gases vinculados con el cambio climático global. 

Luego de ocurridos los incendios, suelen producirse eventos erosivos de las cenizas remanentes y del suelo. La Figura 1 muestra la imagen de una nube de polvo sobre la ciudad de Santa Rosa, originada luego de un incendio forestal ocurrido en las cercanías de la ciudad en el otoño de 2018. Esta nube de polvo estaba compuesta por una mezcla de ceniza y suelo y fue acarreada por fuertes vientos del suroeste.

Figura 1: Tormenta de polvo ocurrida en marzo de 2018 en la ciudad de Santa Rosa.

La ceniza contenía, mayormente, restos de la quema de la vegetación y, por ende, altas concentraciones de carbono, mientras que el material que provenía del suelo estaba compuesto por partículas minerales de tamaño muy pequeño, con relativos bajos contenidos de este elemento. En ambos casos, por su pequeño tamaño, estos materiales reciben el nombre genérico de material particulado (PM), el que, por su reducido tamaño (Fig. 2), no son filtrados por el sistema respiratorio durante la inhalación y pueden ingresar al organismo humano. Las partículas con diámetros menores a 10 micrones (PM10) pueden alojarse en los pulmones y otras más pequeñas, de diámetro menor a 2.5 micrones (PM2.5) pueden, inclusive, ingresar al sistema circulatorio. La exposición de la población a este material ocurrió durante un período de tiempo muy breve, muy menor al establecido por las normas internacionales como de riesgo, por lo que no habrían sido nocivos para la salud.   

Figura 2. Representación del tamaño relativo y la composición del material particulado menor a 10µm  (PM10) y a 2,5 µm (PM2.5) en comparación con un cabello humano y granos de arena

Con la ocurrencia de los incendios naturales, además de emitirse grandes cantidades de PM con alto contenido de carbono, se produce un deterioro importante del sitio quemado, el que queda con una mayor susceptibilidad a ser afectado por nuevos procesos de erosión eólica. La potencialidad de estos suelos para emitir PM aumenta en relación al suelo sin quemar. Sin embargo, poco es lo que se sabe acerca de las proporciones de carbono y partículas finas inorgánicas que se emiten desde áreas afectadas por el fuego en La Pampa. Esto adquiere relevancia si se considera que los bosques nativos son importantes reservas de carbono, tanto en la masa vegetal como en el suelo, y que el fuego puede afectar a ambos, emitiendo cantidades importantes de gases de efecto invernadero (GEI).

Los incendios que ocurren en forma recurrente en la provincia de La Pampa llegan a afectar miles de hectáreas, superficie que puede variar en función de las condiciones climáticas y de la cantidad de combustible acumulado (principalmente masa vegetal herbácea). Por otro lado, los fuegos cambian en sus características y en los efectos que provocan sobre la vegetación y el suelo en función de la temperatura de las quemas. Por esto es que resulta relevante estudiar y conocer cómo afecta el fuego a los parámetros del suelo que controlan los procesos de erosión eólica, asi como la productividad del suelo y la calidad del aire.

Un estudio sobre esta temática que se lleva adelante en el Incitap analiza, en una primera etapa y en condiciones de laboratorio, los cambios físicos y químicos del suelo sometido a distintas temperaturas y su relación con la erosión y la emisión de material particulado. En futuras etapas se continuará midiendo in situ y luego de fuegos naturales, la cantidad de material erosionado y emitido de estas áreas, en función del tipo de vegetación y la altura de la capa límite, entre otras variables. También se analizará la composición del material emitido y su posible impacto sobre la calidad del aire, la productividad del suelo y los cuerpos de agua cercanos.