1.- Monasterio.
Monasterio de la Santísima Trinidad de Bergara.
Este monasterio en su fachada presenta dos escudos de armas. El primero visto desde abajo, es el escudo de los Ondartza de Bergara y sobre él, se sitúa el escudo imperial de Carlos V. En el presente escrito, nos centraremos en el escudo de linaje de los Ondartza de Bergara que se muestra en la Fig. 1.
(a)
(b)
Fig. 1. (a) Escudo del linaje Ondatza de Bergara en el Monasterio de la Santísima Trinidad de Bergara, (b) Foto antigua de la fachada del monasterio (Fuente: [ 1 ]).
2.- Ubicación.
Goenkale 6, Bergara.
3.- Linaje.
Tal y como se nos cuenta en [ 2 ], la familia de los Ondartza pertenece a un linaje muy antiguo poblador de Bergara, antes incluso de su fundación como villa en el 1268. Dicho linaje, pertenecía a la casa solar de Ondartza en la feligresía de Santa Marina de Oxirondo. En la Fig. 2 podemos observar puente sobre el río Deba a su paso por Bergara, hoy ya en desuso y que durante siglos se denominó “puente de Ondartza”. Este puente se encuentra en frente al caserío Ondartza (de finales del siglo XVII), perteneciente al mismo linaje y que hoy en día es “Centro de Control de la Autopista Maltzaga-Vitoria” [ 3 ]. Desconocemos si la ubicación exacta de la casa solar de Ondartza de alrededor del siglo XIII, estaba ubicada en el mismo lugar que hoy en día tenemos el “Centro de Control de la Autopista Maltzaga-Vitoria”, aunque seguramente, no estaría muy lejos.
(a)
(b)
Fig. 2. Puente sobre el río Deba a su paso por Bergara, hoy ya en desuso y que durante siglos se llamó “puente de Ondartza”. Este puente se encuentra en frente al caserío Ondartza de finales del siglo XVII, perteneciente al mismo linaje y que hoy en día es “Centro de Control de la Autopista Maltzaga-Vitoria” [ 3 ].
Andrés Martínez de Ondartza, nacido en último tercio del siglo XV, fue una destacada personalidad de la villa que prestó servicios a la corona durante 53 años de su vida. Primeramente estuvo en la corte con Fernando el Católico, después con doña Juana y finalmente fue Contador del emperador Carlos V, teniendo los libros de cuentas y razón de la Hacienda. Desde 1535, fue Caballero de la Orden de Santiago, de la que llegó a disfrutar de una encomienda [ 2 ], [ 4 ].
Estuvo casado con Magdalena de Araoz (sobrina de la también llamada Magdalena de Araoz, dama de honor de la Reina Isabel la Católica) y por facultad otorgada por Carlos V, fundó el mayorazgo de su apellido asociado a la casa-palacio de Ondartza, situada en el centro de la villa de Bergara, en la calle de Arrabal [ 2 ], [ 4 ]. Esta casa, tenía un pasadizo privado por detrás que la comunicaba directamente con la Iglesia Parroquial de San Pedro [ 2 ], [ 4 ].
Andrés Martínez de Ondartza contribuyó con los fondos necesarios para fundar el convento e iglesia de la Santísima Trinidad de Bergara (1565)-[ 1 ]. A su vez, dado que contribuyó económicamente a las obras del convento de monjas de Bidaurreta de Oñati, obtuvo la gracia de patronato de la capilla que se encuentra bajo la advocación de San Andrés, que es la primera que se ubica al lado del Evangelio, inmediato al crucero [ 4 ]. En la Fig. 3 se muestra el retrato en pintura de Andrés Martínez de Ondartza, del salón de plenos del ayuntamiento de Bergara.
(a)
(b)
Fig. 3. (a) Retrato en pintura del salón de plenos del ayuntamiento de Bergara (NOTA: las fechas de nacimiento y defunción son incorrectas). (b) Retrato realizado por el eminente pintor bergarés Simon Arrieta, a partir del retrato en pintura del salón de plenos del ayuntamiento. Fuente: M. A. Elkoroberezibar, “Simon Arrieta .1915-2015 “, Bergarako udala, 2015. Este libro y multitud de información de Bergara se encuentra disponible en: https://liburuak.xubi.eus/ .
Tal y como hemos comentado anteriormente, Andrés Martínez de Ondartza fundó el mayorazgo con su mujer, Magdalena de Araoz, sobrina ésta de Magdalena de Araoz (mismo nombre y apellido) quien fue natural de Bergara y dama de honor de la Reina Isabel I de Castilla. Magdalena de Araoz tía, estuvo casada con Martín García de Oñaz y Loyola, quién fue hermano de San Ignacio de Loyola [ 5 ], [ 6 ]. Según nos dicen estas fuentes, San Ignacio de Loyola (hijo menor de 13 hermanos) se quedó huérfano de madre bastante pronto y Magdalena de Araoz tía, se hizo cargo de él.
Otro dato interesante y de relevancia histórica, es que el anteriormente mencionado Monasterio de Bidaurreta en Oñati, fue fundado por Juan López de Lazarraga Araoz [ 7 ]-[ 8 ]-[ 9 ], quien fuera secretario de Fernando el Católico, Contador de la Hacienda de Isabel la Católica y testamentario de ésta [ 8 ]-[ 9 ]. Juan López de Lazarraga Araoz era pariente de las Magdalenas de Araoz anteriormente mencionadas y si vemos los cargos que tuvo en la casa real, se puede decir que Andrés Martínez de Ondartza siguió sus mismos pasos. Por cierto, es destacable que uno de los textos de mayor antiguedad en euskera que se conocen en "hegoalde", datado en el siglo XVI, es atribuido a otro miembro de este linaje: Juan Pérez de Lazarraga. El texto, que es un tesoro de incalculable valor, se puede consultar en el siguiente link.
Finalmente, haciendo uso quizás de fuentes más “etnográficas”, en un artículo que se publicó en el periódico El Diario Vasco [ 10 ], se decía lo siguiente en relación al linaje de los Ondartza:
“El apellido Ondarza, que en euskara significa arenal, podría tener su origen en la ubicación de la primitiva torre de los Ondarza junto al arenal que en tiempos se formaba en el río Deba entre el actual campo de fútbol de Agorrosin y el puente de San Juan en Bergara. De hecho, la «toponimia local designaba a ese paraje como 'portua', indicio de que siglos atrás pudo haber existido navegación fluvial» aventuraba Ramón Elgarresta. Él y su madre Rosario Garitano fueron los últimos moradores de esta casa que el bisabuelo paterno de Ramón, Ildefonso Elgarresta, adquirió a los herederos de la familia Ondarza para establecerse en este caserío dedicado a las actividades agropecuarias.”
4.- Construcción del Monasterio de la Santísima Trinidad de Bergara.
Su origen se remonta al año 1513, cuando se fundó un beaterio en una casa situada calle Goenkale, pero no fue hasta mediados del siglo XVI cuando aceptaron el ofrecimiento del comendador Andrés Martínez de Ondartza, y tomaron posesión de la iglesia en 1566 [ 11 ].
Transcribimos aquí una parte del artículo que se publicó en el primer número de la revista Arizondo, en el año 1976 y que se titulaba “Monasterio de la Santísima Trinidad de Vergara”. Fue escrito por las Monjas de la Santísima Trinidad que vivían en esa fecha allí y se basaron lógicamente en los documentos de su archivo [ 1 ]:
“La fundación de este Monasterio data del siglo XVI, exactamente el año 1513 según consta en las escrituras y documentos de nuestro archivo. Las fundadoras fueron Beatas de la Tercera Orden del Seráfico Padre San Francisco que se instalaron en la casa propiedad de una de las fundadoras, contigua al actual edificio iglesia-convento en la calle Goenkale, típico rincón vergarés, teniendo de fondo la parroquia de San Pedro. Los Beaterios de esta época se instalaban por lo general en las cercanías de las iglesias a cuyas necesidades atendían. La capilla de la primitiva casa estaba dedicada a «Assumptionis Virginis Mariae». Fue el año 1565 cuando prestaron generosa ayuda y apoyo a las Beatas, D. Andrés Martínez de Ondarza, Comendador Caballero de la Orden del Señor Santiago y Contador Mayor de la despensa de Majestad y doña Magdalena de Araoz, su legítima esposa, vecinos de esta villa de Vergara, según consta en el Capitulado y Convenio para la Fundación y Patronato del Convento de la Santísima Trinidad de Vergara. Con dicho fin se reunieron en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo y con su gracia, en el Monasterio de las Beatas de la Tercera Regla del bienaventurado San Francisco, el 12 de Diciembre de 1565 en presencia del escribano Público de su Majestad Real, D. Pedro González de Basalgaray, las muy Reverendas Señoras Beatas del Monasterio: La Reverenda Señora Ana de Irala, Madre Vicaria; Marina Ruiz de Irazábal, Isabel de Urieta, Antonia de Artiz, Concepción de Iñurrigarro, María Joana de Ascarrunz, María San Juan de Ondarza, María Jesús y María Ascensión Abrain y Francisca de Olazábal, religiosas del Monasterio; el Reverendo Señor Fray Francisco de Recalde, Ministro Provincial de la Provincia de Cantabria de la Orden de San Francisco; D. Andrés Martínez de Ondarza, Comendador Caballero de la Orden del Señor Santiago y Contador Mayor de la despensa de su Majestad, y doña Magdalena de Araoz su legítima esposa, para la donación que proponían a las Beatas. Los Fundadores ofrecían la Iglesia edificada la casa que tenían comenzada en la calle Goenkale de esta villa, doscientos ducados de oro para la construcción de la casa comenzada y ochocientos ducados de oro para que las religiosas los empleasen en renta o en lo que les pareciere. Asimismo dejaban una Capellanía perpetua en dicha iglesia para que oigan la santa misa las Religiosas con tal que se diga por el Cabildo del Señor San Pedro de esta villa, siendo nombrado el Capellán por los Fundadores, pudiendo removerle según la conciencia del Prelado de las Religiosas. Los Fundadores se obligan a proveer perpetuamente el aceite para la lámpara del Santísimo Sacramento y la cera necesaria para la capellanía, y a dejar adornada y abastecida de ornamentos, cálices y cosas necesarias, la iglesia, coro y sacristía. En estas condiciones las Religiosas confiesan que los Fundadores y sus sucesores serán admitidos a la particular participación de todos los sufragios, preces, oraciones y obras meritorias en general. Piden los Fundadores que desde la red a la pared del altar mayor, lo mismo que en las paredes y altares laterales, no haya otras armas o insignias, sino las de los Fundadores y que dos hileras de sepulturas que hay dentro de la red, sea la primera para los Fundadores, sus hijos e hijas, y la segunda para las religiosas del convento y los frailes de San Francisco que aconteciere morir en esta villa. Que las Religiosas hagan perpetua memoria cada año en el aniversario de su fallecimiento. Que los domingos y fiestas solemnes de guardar, sea cantada la misa cuando fueren instruidas y enseñadas en el canto y por consiguiente un responso cantado cuando buenamente lo pudieren. Las Religiosas sean obligadas a recibir dentro del Monasterio para oír los Oficios Divinos de Semana Santa a la Fundadora y a sus hijas.
Caso que las Beatas en algún tiempo quisieran trasladarse a otra parte, dejando la iglesia y casa, que en tal caso queden para los Fundadores, la iglesia, casa y los ochocientos ducados de oro, o su valor. En la sede vacante del Obispado de Calahorra, el Canónigo y Arcediano Don Gaspar Escudero y el Canónigo de la Calzada Sr. Rodríguez Valencia, nombraron Patronos legos de la iglesia y convento al Comendador y su esposa, dándoles licencia para cambiar el título y ponerlo bajo la advocación del misterio de la Santísima Trinidad. Facultaron al Bachiller Solís, cura de la parroquia de San Pedro, para bendecir la iglesia y poner el Santísimo. El año 1566 las Beatas tomaron posesión del convento y pudieron habitarlo. Continuaron observando la Regla de la Tercera Orden de N. P. S. Francisco que desde la fundación del Beaterio profesaban y que el Papa León X al confirmarla y aprobarla nuevamente, algo corregida y añadiendo algunos saludables preceptos, la mandó guardar a las monjas de la Tercera Orden que vivían en Congregación y que hacían profesión de los tres votos, el 20 de Enero de 1521. El año 1582 votaron todas vivir en clausura y años después marcharon algunas religiosas a ponerla también en los Beaterios de Santa Cruz de Bilbao, la Concepción de Segura y el de Villaro. “ <<El artículo continua>>
5.- Escudo y simbología.
Las ARMAS del escudo Ondartza de Bergara, se pueden describir de la siguiente manera:
Cortado: 1º, un castillo y naciente de sus almenas, en lugar del homenaje, un cordero. De la ventana derecha, surge un brazo armado con una lanza en la mano, hiriendo a un jabalí. Frente a la lanza, una corona. A la izquierda del castillo, la concha del peregrino de Santiago. 2º, a la derecha, un ciervo andante en un trigal sumado de un águila que le clava las garras y le pica en el lomo. El ciervo tiene la cabeza vuelta hacia el águila. Y a la izquierda, un árbol con tres lobos pasantes al pie del tronco y cebados de sendos corderos. Sobre el todo, una cruz de Santiago.
En cuanto al significado de las armas que encontramos en el escudo de los Ondartza de Bergara, se puede afirmar lo siguiente:
-Castillo defendido: En [ 13 ], más concretamente en la página 523, se nos describe el cuartel de los Ondartza de Bergara como un castillo defendido. La arquitectura de tipo defensiva como catillos, torres, etc…, adquirió una vital importancia durante el medievo ya que se convirtieron en fortalezas que brindaban protección ante enemigos. Este tipo de moradas, fueron símbolo de protección y de fidelidad. Protección por un lado, ante enemigos que pudieran atacarla. Fidelidad por otro, al monarca o señor feudal que les encargó su tenencia [ 12 ]-[ 13 ]. En la heráldica española, se han contabilizado más de 10.000 escudos que incluyen fortalezas de algún tipo (nada más y nada menos, que el 19.2% de los escudos). No se descarta que esta representación conmemore o recuerde un hecho o acontecimiento concreto que sucedió a la familia en el pasado, sin embargo, no hemos encontrado ninguna fuente al respecto, por lo que únicamente solo podemos recoger aquí una simbología genérica del conjunto.
Fig. 4. Detalle del primer cuartel de las armas
-Cruz de Santiago: Superpuesta al castillo y parcialmente oculta por el cordero que corona el castillo, se representa una cruz de Santiago. En [ 13 ], más concretamente en la página 616, así se describe también para el escudo de los Ondartza de Bergara. Esta cruz en forma de espada, es la cruz de la Orden de Caballeros de Santiago, que fue fundada en León el año 1061, por 13 caballeros y aprobada por el Papa Alejandro III el año 1175. Su misión principal era la de proteger a los peregrinos que iban al sepulcro del Apóstol Santiago y luchar contra los enemigos de la religión cristiana [ 14 ], [ 13 ]. Tal y como se comentó anteriormente, dado que Andrés Martínez de Ondartza fue miembro de la orden de Santiago, entendemos que por este motivo introdujo la cruz en el escudo.
-Concha: Esta concha que aparece en la parte superior derecha del primer cuartel, simboliza el peregrino que va a al sepulcro del apóstol Santiago [ 13 ]. Entendemos, que al igual que la cruz de Santiago, se incorpora al escudo por ser miembro Andrés Martínez de Ondartza de la orden de Santiago.
-Corona: Según se nos describe en [ 13 ], las coronas que van dentro de las armas del escudo, es decir no como timbres o adornos exteriores, simbolizan majestad, poder y soberanía. A nuestro juicio, no es de extrañar que Andrés Martínez de Ondartza incorporara la corona a su escudo, después de haber estado dedicado prácticamente toda su vida al servicio de varias coronas. Bajo la corona se representa un elemento con forma de “palo” se podría afirmar, que desconocemos su significado.
Fig. 5. Detalle del segundo cuartel de las armas
-El águila: El águila como reina de las aves y símbolo de reinado, es una de las piezas más excelentes y más frecuentemente utilizadas en las armerías de todo Europa. El águila ha sido utilizado por multitud de civilizaciones e imperios de la antigüedad como símbolo: los troyanos, los persas, los romanos, etc…
En las armerías es la reina de los aires, en contraposición al león, que es el rey de los animales de superficie. Simboliza el poder, la generosidad, magnanimidad y bizarría del espíritu [ 12 ]. Su posición en las armerías más común es con las alas extendidas y con la cola baja y esparcida. No es corriente verla, atrapando una presa tal y como se representa en el escudo de los Ondartza de Bergara. El águila, contabilizando todas las posturas en las que se representa, es el animal más usado en la heráldica española [ 13 ].
-El ciervo: En los bestiarios del medievo, el ciervo es considerado como un noble animal [ 13 ]. Prudente, pero a su vez bravo y veloz. Se le simboliza con el soldado experimentado y prudente, que aguarda con cautela la llegada de sus adversarios [ 15 ], [ 13 ]. Durante el medievo, se decía que el ciervo al hallarse enfermo o herido, se refugiaba en oscuras cavernas, guaridas de serpientes peligrosas y era capaz de obtener medicina para su cura, a costa de los despojos de sus enemigos. El ciervo, simbolizaba también un ánimo esforzado que aun estando herido, se empeña con renovadas fuerzas en triunfar sobre sus enemigos [ 16 ], [ 13 ].
De entre los armoriales europeos, en Alemania es el país donde más frecuentemente se utiliza el ciervo, seguido de los armoriales franceses [ 13 ]. El ciervo se suele representar de muy diferentes posturas o actitudes; andante, alzado, acosado, expectante, paciendo, etc… En los armoriales españoles, el ciervo únicamente aparece representado 266 veces [ 13 ], utilizándose a menudo para componer “armas parlantes”.
-Ciervo en un trigal y un águila que le clava las garras y le pica en el lomo: Como el lector probablemente habrá podido intuir ya, en conjunto de elementos de este cuartel, simboliza algo más que lo que simbolizan el trigo, el águila y el ciervo por separado. Tras realizar una búsqueda no muy exhaustiva en diversas fuentes divulgativas actuales (no en fuentes de ambientes especializados, ni fuentes antiguas o cercanas a la época en que estas armas y escudos estaban muy vivas), hemos podido corroborar que múltiples referencias como por ejemplo [ 17 ] y [ 18 ], coinciden en atribuir el siguiente significado a este conjunto de armas que le asigna Serapio Múgica al escudo de la villa de Oñati en [ 19 ]. Literalmente el historiador nos dice:
“El escudo de armas de la villa se halla partido en mantel, y la parte superior consta de dos cuarteles. En el de la derecha se ve un águila volante, que se cree hace alusión á los Aguillos de que hemos hablado (Nota del autor de la web: un águila como símbolo de la familia gamboina de los Garibay), y en el de la izquierda un ciervo en actitud de correr, que alude á los Cervunos (Nota del autor de la web: como símbolo de la familia oñacina de los Murguía). La parte inferior representa un campo sembrado de trigo, cercado de un seto ó vallado, y en él un ciervo, y sobre su lomo una águila que esgrime sus garras y le pica al corazón. Estas armas parlantes significan el exterminio de los segundos por los primeros, al tiempo que talaban sus mieses. Antiguamente tenía un lema que decía; Zara bay: Zeren bay? Gari bay. Date en prenda: De que:? Del trigo. Estas armas fueron en su principio el escudo privativo de la casa de Garibay, propia de los caudillos de aquellos habitantes, que luego las adoptaron otras familias deudas ó parciales de aquélla, y más tarde llegaron á constituir el escudo del pueblo. El año 1775 las adoptó la villa para su sello, en sustitución del San Miguel que antes tenía, con una inscripción en su circunferencia que decía Oñate, según nos lo dice el Diccionario geográfico de la Academia.”
En definitiva, según esta fuente, el conjunto simboliza una batalla medieval (estimamos que al rededor del año 1400, pero con posibilidad de equivocarnos) que se dio entre linajes importantes de Oñati, pertenecientes a los bandos de oñazinos y gamboinos y en la que los Garibay salieron vencedores frente a los Murguía. Tras este evento, los Garibay primero y otros muchos linajes después, incorporaron estas armas, por medio de alianzas matrimoniales: diferentes ramas de los Garibay, diferentes ramas de los Araoz, diferentes ramas de los Lazarraga, etc… tal y como se puede observar en los escudos de la Fig. 6. Finalmente también se incorporara en el escudo de Oñati, en honor a los linajes destacados según Serapio Múgica [ 19 ].
(a)
(b)
(c)
(d)
Fig. 6. (a) Foto del escudo del linaje de los Lazarraga de Oñati, (b) Foto del escudo del linaje de Araoz de Oñati, (c) Foto del escudo del linaje de los Garibay de Mondragon, (d) Foto del escudo de Oñati en el ayuntamiento.
Pues bien, tal y como se ha comentado anteriormente, dado que Andrés Martínez de Ondartza junto con su esposa Magdalena de Araoz crearon el mayorazgo, deducimos (no lo hemos encontrado escrito de manera directa en ninguna fuente) que en el escudo de armas de los Ondartza que estamos analizando (Fig. 1 (a)), se han incorporado las armas del linaje de los Araoz por parte su mujer, cuyo origen consiste en recordar la batalla citada previamente de banderizos, entre los oñacinos y los gamboínos.
Buceando entre las fuentes, hemos podido encontrar descritos numerosos conflictos entre gamboinos y oñacinos de linajes cercanos a Oñati, como por ejemplo el mencionado en la fuente [ 20 ]. Sin embargo, no hemos sido capaces de identificar cual fue exactamente y cuando se dio el conflicto o batalla, del cual surgieron estas armas a las que nos estamos refiriendo. Cabe destacar, que en un contexto más académico, especializado o riguroso como pudiera ser el de la historiografía, es posible que las fuentes o argumentos utilizados en esta deducción no se aceptarían, quizás por estar no lo suficientemente fundamentados y contrastados por fuentes más antiguas. Sin embargo, no es nuestra intención el sentar cátedra ni nada por el estilo. Al contrario, simplemente queremos a un contexto no tan riguroso y más bien accesible a todos los públicos, plantear hipótesis plausibles para que quizás, si se viera que merece la pena, investigadores más experimentados validen o revoquen posteriormente.
Fig. 7. Detalle del tercer cuartel de las armas
-Un árbol con tres lobos pasantes al pie del tronco y cebados de sendos corderos: El lobo, es otro animal que ha sido a menudo utilizado por diferentes civilizaciones de la antigüedad; en Grecia se le asoció a al dios Apolo. En el imperio Romano, se le asoció a Marte que era el dios de la guerra [ 21 ], [ 13 ] y fue también símbolo de Roma y del imperio, ya que una loba amamantó a Rómulo y Remo [ 22 ], [ 13 ]. Siguiendo la misma línea, en la heráldica, el lobo puede tener un doble simbolismo. Cuando el lobo aparece con actitud activa, se dice que representa al guerrero esforzado, inmisericorde y cruel con sus enemigos y siempre preparado para la lucha [ 23 ], [ 13 ]. Sin embargo si su actitud es pasiva, simboliza el triunfo sobre traidores o malhechores al reino. El lobo puede aparecer, dentro de estas dos actitudes generales, de muchas y diversas posturas: pasante, flameante, aullante, atado, atrapado, herido, etc… [ 13 ].
En los armoriales españoles, el lobo (o varios lobos) a menudo aparece combinado a la figura del árbol, en actitud pasante, adquiriendo el conjunto el siguiente significado según [ 13 ]: “La notoriedad e importancia del linaje, se deben a su propio esfuerzo, habiendo ganado sus tierras a los moros con la fuerza de su espada y posteriormente defendido su solar y patrimonio frente a sus enemigos que los acosaban como lobos furiosos”.
Cabe destacar que el lobo, según se ha contabilizado en [ 13 ], aparece con mayor frecuencia y con amplia diferencia en armoriales vascos (1.255 escudos) y armoriales navarros (451 escudos).
Por otro lado, atendiendo a las evidencias concretas y más cercanas geográficamente, en el laborioso trabajo Bergarako Baserriak, se recoge en Pleito de Hidalguía de los hermanos Manuel Josep y Pedro Martin de Aguirrececeaga y Albisua, del año 1774, donde se indica la "compulsa de las armas de ALBISUA", naturales de Bergara, que en sus armas traen dos lobos y literalmente describen su significado simbólico de la siguiente manera:
“Los lobos significan valentia y vencimiento por presa y despojo.”
En [ 24 ] y la Fig. 8, se comprueba cómo estas armas coinciden exactamente con las armas de los Unzueta de Eibar, que se tiene constancia de su existencia en Eibar desde el año 1193, [ 26 ]. Por lo que entendemos que es producto de una alianza matrimonial o parentesco familiar de ambos linajes.
Fig. 8. Foto del escudo del linaje de Unzueta de Eibar, con tres lobos cebados y pasantes a un árbol. Fuente: [ 25 ]. Foto de Ojanguren, Indalecio - http://www.guregipuzkoa.net/photo/1773?lang=es, CC BY-SA 3.0 es, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=16061696.
Sin embargo, desconocemos el parentesco o relación existente con otros linajes que incorporan lobos pasantes a un árbol. Un ejemplo podríamos encontrar en el escudo de la casa Untzeta de Bergara, que se incorporó a la fachada el siglo XIX, siglos más tarde de la construcción de la casa [ 2 ]. En dicho escudo que se muestra en la Fig. 9, se puede ver como el escudo de Untzeta o Unceta de la izquierda, incorpora solo dos lobos pasantes al árbol (sin presas en la boca), diferenciándose levemente de las armas de Unzueta de Eibar de la Fig. 8, o de las armas de Ondartza de la Fig. 1, que traen en ambos tres lobos cebados.
Fig. 9. Foto del magnífico escudo del siglo XIX de la casa Untzeta de Bergara, donde se muestran las armas de unión de dos linajes: los Untzeta o Unceta a la izquierda y los Murua a la derecha.
-Yelmo o casco mirando a la izquierda (siniestra): En heráldica, se dice que es necesario destacar si el casco del escudo no está orientado al frente ni a la derecha (diestra) del caballero, es decir, cuando se encuentra mirando a la izquierda (siniestra) del caballero. Que es lo que efectivamente ocurre, en el escudo que nos ocupa. Nótese que en heráldica, se denomina derecha, a la derecha del caballero que lleva el escudo, por tanto, es la izquierda del que observa de frente el escudo. Según se nos dice en muchas fuentes, como por ejemplo en [30], en heráldica esta orientación especial hacia la izquierda dada al casco, era significado de bastardía. Por otro lado, en la casa Ondartza, que sí es donde moraron los Ondartza y es su casa de mayorazgo, si uno se fija en el escudo, se da cuenta que el casco mira a la derecha (diestra). Por tanto, se puede interpretar que el casco mirando hacia la izquierda (siniestra) en el monasterio, puede significar que el monasterio es “adoptivo” del linaje de sangre Ondartza. Sin embargo, es una hipótesis que no hemos visto corroborada en ninguna fuente.
En Bergara, al menos hemos encontrado otros dos escudos más con el yelmo orientado a la siniestra y por otro lado en [30], se describe este hecho como algo habitual en la heráldica europea de la época.
6.- Comentario artístico y técnico.
Estamos ante un escudo de tamaño medio y de muy buena labra. La fachada del monasterio, está presidida por el escudo de los Ondartza que estamos analizando y sobre éste, el escudo imperial de Carlos V. Las dimensiones del escudo de los Ondartza y del escudo imperial, son aproximadamente iguales. Entendemos para que un escudo no destaque sobre el otro y presidan de forma equilibrada la fachada del monasterio.
Como es de costumbre en los escudos pertenecientes a linajes, las armas del escudo de los Ondartza se coronan por medio de un yelmo. El mismo, está decorado superiormente con abundantes plumas, que pueden tratar de imitar o hacer evocar a un ramo de plumas. Las armas del escudo, se representan inscritos en una geometría clásica en los escudos heráldicos y por otro lado, se encuentran decorados exteriormente mediante una tarja de cueros que rodean las armas.
Podríamos decir en cuanto a las proporciones del escudo, que verticalmente se encuentra dividido en tres partes. La parte superior, sería el yelmo y sus plumas. Mientras que las otras dos partes situadas debajo, serían el cuartel superior de las armas para la parte intermedia y los dos cuarteles inferiores de las armas para la parte inferior. Por otro lado, si se sitúa un eje vertical que pase por la mitad del escudo, podemos observar la simetría de derecha a izquierda que presenta el escudo respecto a este eje.
Las armas del escudo, se encuentran representadas sobre un plano, siendo necesario observar de frente el escudo para que las figuras que en él se nos representan, no pierdan su realismo o naturalidad. Dado que actualmente las casas que el monasterio tiene en frente se encuentran bastante próximas, se pierde bastante la perspectiva necesaria para poder observar el escudo con un ángulo adecuado. Queremos enfatizar, que tal y como se comprueba en la foto sacada desde la calle en frente del escudo (Fig. 1), al observarlo perdemos en parte realismo en las formas, sobre todo en el yelmo y plumas superiores. Entendemos que cuando se construyó el monasterio en el siglo XVI, las casas de enfrente no existirían y los escudos de la fachada del monasterio se podrían ver en todo su esplendor.
En cuanto a las formas que se representan en las armas del escudo de los Ondartza, nosotros nos decantamos por afirmar que el ciervo y el águila son las figuras que logran un mayor realismo. Entendemos que en estas representaciones, el escultor o maestro cantero que realizó el escudo fue donde puso mayor esmero y donde mejores expresividades obtuvo. Por otro lado, aunque al describir las armas del escudo, dijimos que el brazo que sale del castillo hiere a un jabalí, observando con detenimiento dicho animal sobre todo la cabeza, se puede observar como el resultado obtenido, a nuestro juicio no logra evocar plenamente a un jabalí. Dicho de otro modo, del resultado obtenido en la labra en piedra del escudo, no podemos asegurar con rotundidad que ese animal sea un jabalí. Es más, ni que el autor quisiera representarlo como un animal real, ya que capacidad de sobra demostró al realizar las figuras del ciervo y águila, por lo que si el animal no es fácilmente identificable con uno real, quizás es porque el autor lo hizo así deliberadamente. Por otro lado, en [ 2 ] se describen las armas del escudo de la Casa Iturritxo, que en parte, son las mismas que las del escudo de los Ondartza ya que sus moradores descendían del linaje Ondartza. Pues bien, en dicha fuente se nos describe al animal que es lanceado desde el castillo como a un oso.
Por cuanto a los relieves de las figuras, se puede distinguir una estructura predominantemente planar del escudo, aunque existen volúmenes considerables y altos relieves en algunas partes del escudo, como pueden ser los animales. También es posible encontrar finas labras de bajo relieve decorativas, en el yelmo, en las plumas, en el águila, en el jabalí, etc…
En cuanto a la distribución de las figuras sobre los cuarteles, vemos un efecto curioso de solapamiento. Es decir, los tres cuarteles de las armas del escudo (superior y dos inferiores), no son estancos o están delimitados claramente, si no que sus figuras, desbordan los cuarteles considerablemente. Obsérvese por ejemplo, como el árbol del tercer cuartel desborda su espacio y llega hasta la mitad de la altura del cuartel superior, conviviendo con el castillo. O por otro lado, el jabalí del cuartel superior, se “cuela” en el segundo cuartel que está debajo, hasta tocar prácticamente al águila, que puede incluso parecer que le va a molestar cuando extienda más sus alas. Con ello, el autor del escudo, en coordinación entendemos con los deseos de los Ondartza-Araoz, deliberadamente trató de por un lado, eliminar claramente espacios vacíos en el escudo. Por otro lado, quién sabe si simbólicamente quiso también enfatizar unión y convivencia de los diferentes linajes que se representan el escudo, al permitir que las armas de los diferentes cuarteles se mezclaran entre sí, obligándolas a convivir en armonía. También podemos decir que el incluir las “figuras ajenas al linaje” como la Concha de Santiago, la Corona y la Cruz de Santiago, ayudó al autor del escudo a cubrir los huecos vacíos del escudo. Desde nuestro punto de vista, diríamos que fueron también ambiciosos, ya que incluyeron una gran cantidad de figuras o símbolos en el escudo, logrando además un agradable resultado de convivencia armónica, desde un punto de vista estético. Si se compara este escudo, con el escudo de la casa-palacio Ondartza, se puede apreciar como los escudos en esencia quieren ser iguales, pero sí que comparándolos detenidamente, podríamos decir que el escudo Ondartza del monasterio, no da una sensación de estar tan cargado como el de la casa-palacio.
Por cuanto a las partes constitutivas del escudo, parece que el escudo se divide en dos piezas diferentes. Una pieza superior, sería el yelmo y la mayor parte del cuartel superior. La segunda pieza sería los dos cuarteles inferiores y el resto del cuartel primero superior. Invitamos al lector a que localice la línea horizontal fragmentaria.
Finalmente, quisiéramos apuntar a que probablemente, el autor de este escudo y los Ondartza-Araoz aunque quisieran, no pudieron permitirse detalles o exquisiteces que hicieran sobresalir el escudo de los Ondartza, frente al escudo imperial de Carlos V con el cual debía convivir. Dicho de otro modo, entendemos por motivos de cortesía y pleitesía, la representación artística del escudo de los Ondartza no podía hacer sombra al escudo imperial dejándolo en inferioridad. Por ello a nuestro juicio, el autor del escudo obtuvo un resultado bastante meritorio de equivalencia en ambos escudos de la fachada del monasterio. Podríamos decir que en cuanto a atractivo estético, ambos escudos están bastante a la par, cosa que probablemente no debió ser del todo fácil de lograr y seguro que se cuidó concienzudamente.
7.- Comentario antropológico y etnográfico
Llegados a este punto y tras haber podido comprobar como los armoriales de Bergara en particular y todos los armoriales europeos en general, están repletos de simbología asociada a diferentes animales, creemos de utilidad hacer el siguiente comentario. Es quizás difícil entender desde nuestra perspectiva actual, porqué nuestros antepasados relacionaban tantas cosas de su vida cotidiana con los animales. A día de hoy, para la inmensa mayoría de los ciudadanos de las llamadas “sociedades desarrolladas”, que mayoritariamente vivimos en ciudades y cada vez más apartados de la naturaleza, el poder ver en estado salvaje un ciervo, un lobo, un jabalí o un águila es casi milagroso. Sin embargo, nuestros antepasados estaban mucho más en contacto con la naturaleza y además más en contacto estaban, cuanto más nos remontemos en el tiempo. Siendo un caso límite y particular, cuando por ejemplo durante las glaciaciones, tenían que refugiarse en las cavernas o cuevas.
Pues bien, adquiriendo una perspectiva más antropológica o etnográfica del tema (o incluso paleo-antropológica), se puede afirmar que estas representaciones de animales en los escudos, se pueden asemejar en cierta forma, a las pinturas rupestres en cuevas que podemos encontrar a lo largo de los cinco continentes y que se realizaron desde el Paleolítico más o menos (desde hace unos 30.000 años, las más antiguas). Unos pocos ejemplos de pinturas antiguas se muestran en la Fig. 10.
(a)
(b)
(c)
(d)
Fig. 10. (a) Bisonte Paleolítico de la Cueva de Altamira (Fuente: Museo de Altamira y D. Rodríguez [CC BY-SA 3.0], https://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Art_of_Altamira ),
(b) Conjunto pictórico del Paleolítico de Lascaux, (Fuente: Prof Saxx [GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html), CC-BY-SA-3.0 or Public domain], from Wikimedia Commonshttps://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Art_of_Lascaux),
(c) Conjunto pictórico del Neolítico, sobre soporte en tabla de Cañaica del Calar en Murcia (Fuente: https://www.artelista.com/obra/4426106683775784-panelnaturalistalevantinocaaicadelcalarmoratalla.html, Licencia Creative Commons - by-nc-nd ),
(d) Conjunto pictórico del Neolítico de la cueva Lakhania Dari en India (Fuente: amiteshikha [CC BY 3.0], https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Lakhania_dari_cave_arts_-_panoramio.jpg )
Sin ir más lejos, por ejemplo en la cueva de Ekain, situada en el municipio de la actual Deba en Gipuzkoa, se encuentran representadas figuras de: caballos, bisontes, cabras, ciervos, osos, rinocerontes y peces [ 27 ], al igual que en otras muchas cuevas con pinturas o grabados rupestres. O por ejemplo, en la cueva de Armintxe en Lekeitio (Bizkaia), recientemente se han encontrado una cincuentena de grabados de animales: caballos, caprinos, bisontes, leones, etc... [ 28 ]. Que en definitiva, son los animales con los que convivían nuestros antepasados y que no necesariamente eran su fuente de alimentación más habitual [ 27 ]. Por otro lado, en los escudos también nos encontramos: leones, osos, águilas, jabalís, ciervos, caballos... Con ello, simplemente queremos señalar la analogía de uso de los animales, entre las representaciones pictóricas más antiguas y los escudos.
Además, dando por cierta la teoría que a nuestro juicio más sólidamente da respuesta a la pregunta de por qué nuestros ancestros grababan o pintaban animales en las cuevas, se puede entender mucho mejor esta analogía o paralelismo. Según esta tesis sólidamente sustentada por ejemplo en [ 29 ] y resumida aquí quizás en exceso por motivos de espacio, nuestros antepasados del Paleolítico se encontraban en una fase primaria de creencias o religiones. Creían sobretodo en animales (la evidencia que tenemos son las pinturas rupestres, que en sus 4/5 partes son representaciones de animales [ 29 ]), ya que todavía eran cazadores – recolectores (no conocían la agricultura ni la ganadería) y por tanto, tenían una estrechísima relación y dependencia con los la naturaleza en general y los animales en particular. Por tanto, a los animales; los admiraban, los veneraban, los ensalzaban, los respetaban, los idealizaban, los divinizaban, se identificaban con sus virtudes, los acumulaban como trofeos o amuletos, trataban de imitarlos, trataban de recordarlos cuando no los tenían cerca, se emocionaban hasta el extremo al cazarlos, etc… Algo muy similar ocurre, con muchas tribus que conocemos o que hemos conocido recientemente, con un alto grado de aislamiento respecto a las “sociedades desarrolladas”. Se afirma que muchas sentían devoción por los animales, en el sentido más amplio y plural del término. Básicamente, porque los animales jugaban un papel importantísimo en sus vidas.
Después, tras el fin de la última glaciación y con el desarrollo y expansión de la agricultura y la ganadería hace unos 10.000 años, nuestros antepasados comenzaron a crear grupos de gente cada vez mayores y más asentados en zonas concretas, hasta crear las civilizaciones primero y los imperios dominantes después. Con esta sedentarización y progresivo alejamiento de la naturaleza, el sistema de creencias dominante basados en el culto a los animales fue pasando a un segundo plano poco a poco también, dando paso a un sistema de creencias basados en las figuras humanas (los Dioses de la antigua Grecia, los Dioses Romanos, el Dios del Judaísmo, el Dios del Cristianismo, el Dios del Islamismo, los Dioses Mayas, etc…) o las figuras abstractas (el motor inmóvil y eterno de Aristóteles o de algunos pre-socráticos si que quiere, el Brahman de los Hinduistas, el Vacío de los Budistas, el Tao del Taoísmo Chino, etc..). También surgirían aquí en paralelo, los sistemas de creencias animistas (basados en ánimas o espíritus), las veneraciones de objetos celestes (astros, sol, luna) u objetos de otro tipo (montes, mares, lagos, ríos, etc…). Todo este cambio duró milenios lógicamente. Nótese como por ejemplo, en las civilizaciones más antiguas como por ejemplo entre Sumerios, Egipcios, Asirios, etc… están repletas de divinidades de tres tipos: humanas, animales o de mezclas de animales y humanos. Unos pocos ejemplos ilustrativos de divinidades o veneraciones zoomórficas se muestran en la Fig. 11 (en el libro [ 29 ], se realiza un análisis completo asociado de muchos de ellas).
(a)
(b)
(c)
(d)
(e)
(f)
Fig. 11. (a) Estatua del Predinástico Tardío del dios babuino Hedj-Wer. (Fuente: Keith Schengili-Roberts - Own Work, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1343984),
(b) Los dioses Osiris, Anubis, y Horus (Fuente: derivative work: A. Parrot (talk)La_tombe_de_Horemheb_(KV.57)_(Vallée_des_Rois_Thèbes_ouest)_-4.jpg: Jean-Pierre Dalbéra [CC BY 2.0], https://commons.wikimedia.org/wiki/File:La_Tombe_de_Horemheb_cropped.jpg),
(c) Fenghuang chino, cuyo origen se remonta a hace miles de años, (Fuente: https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=399524),
(d) Jaguar mítico tolteca de Teotihuacan (Fuente: https://dailyscribbling.files.wordpress.com/2014/04/netted-jaguar.jpg),
(e) Dios Hinduista (Fuente: Bejamín Preciado Centro de Estudios de Asia y África de El Colegio de México - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=12758947),
(f) El aquelarre de Goya (1798) (Fuente: Francisco Goya [Public domain], https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=18394011)
Pues bien, como decíamos, esta veneración, admiración o sistema de creencias basada en animales que se da en el Paleolítico ha ido decayendo poco a poco, hasta prácticamente desaparecer ya en las “sociedades desarrolladas” actuales. Unos pocos ejemplos globales de veneración animal (en sentido amplio del término) que quedan hoy en día podrían ser: los animales del Zodiaco, los animales que representan los años del calendario Chino o las vacas sagradas en algunas zonas de la India.
De esta forma, dando por buena esta teoría (que aunque puede que tenga alguna laguna, entendemos que es lo que hay que hacer hasta que venga otra teoría mejor, que la matice o la absorba), se puede afirmar que los animales que aparecen en los escudos heráldicos y que tan importantes fueron para tantas gentes durante tantos siglos, es otro ejemplo de sistema de creencias basado en animales y que viene de una tendencia de milenios atrás. Sistema de creencias, en el más amplio sistema del término, que identificaba o contraponía las señas de identidad de los linajes de las familias, con cualidades idealizadas de algunos animales.
Siguiendo esta tendencia de separación de la naturaleza y separación de los animales, podríamos llegar al caso extremo (si no nos sucede ya) de no valorar o de ni comprender si quiera, lo que significaba por ejemplo, que alguien se decía capaz de defenderse ante un animal tan fiero como un jabalí (escudo de los Gabiria), o de una manada de lobos (escudo de los Ondartza) y lo utilizaba como seña de identidad de su linaje y probablemente de actitud hacia la vida. Simplemente, porque no habremos visto o vivido nunca, lo fiero y peligroso que puede ser una lobo o un jabalí, llegaremos seguramente a no entender el significado e importancia que tuvo en otras épocas esta simbología.
8.- Comentario sobre el papel de algunas mujeres en los siglos XV-XVII.
Quisiéramos detenernos en una serie de mujeres que se han venido mencionando durante el análisis de los escudos y cuya importancia o relevancia histórica en su época, pasa a nuestro juicio quizás demasiado desapercibida. Podríamos comenzar por ejemplo, por la persona de Magdalena de Araoz, quien fuera dama de honor de la Reina Isabel I de Castilla. Si las fuentes que hemos consultado son correctas, fue una cortesana real destacada, de una de las personalidades más influyentes en la historia de las civilizaciones; Isabel la Católica. Así por lo menos se le considera por muchos historiadores y si se quiere también, así suele aparecer la Reina Isabel la Católica en todos los rankings de “personas más influyentes de la historia”. No lo hemos contrastado con ningún documento, pero nos imaginamos que teniendo la posición que ostentaba Magdalena de Araoz en la corte real, seguro que influiría o cuanto menos, se le consultaría en muchas de las decisiones que tuvo que tomar la Reina Isabel. No vamos a enumerar todos los acontecimientos históricos en los que pudieron coincidir Magdalena de Araoz y la Reina Isabel I de Castilla, pero sin duda, el más destacado que nos viene a la memoria, es la toma de decisión de si financiar y auspiciar el archiconocido viaje de Cristóbal Colón a las Indias, que finalmente resultó con la llegada del hombre europeo a América, e inició una auténtica revolución histórica a escala global. Nos imaginamos, que si efectivamente Magdalena de Araoz estuvo en esa época en el palacio real, es posible que formara parte del comité de consejeros de la reina para asesorar en dicha decisión. Tampoco andaría “excesivamente lejos” suponemos en la toma de decisión, el anteriormente mencionado Juan López de Lazarraga Araoz, contador de Hacienda de Isabel la Católica, que entendemos que ostentaba un puesto análogo o parecido al de “un ministro de hacienda” de gobierno de país actual.
Con esto, no queremos justificar ni defender ningún tipo de decisión histórica o política, ni nada parecido, ni lo contrario. Simplemente apuntamos, que Magdalena de Araoz, viendo el cargo que ostentó, probablemente vivió en la primera línea acontecimientos históricos de suma relevancia a escala global. Sin embargo, esta personalidad, que nosotros sepamos al menos no ha sido estudiada pormenorizadamente desde un punto de vista histórico moderno. Y como no ha sido estudiada, pues lo normal es que sea olvidada y por tanto la gente la desconozca, al igual que muchas otras mujeres que probablemente tuvieron mucha importancia histórica, pero se desconoce su existencia por la mayoría de la sociedad.
Podríamos enfocarnos en otro gran número de ejemplos de mujeres, que seguramente tuvieron más importancia histórica que la que se les ha dado. A otra escala menor de relevancia histórica quizás, podríamos destacar a la también anteriormente mencionada Magdalena de Araoz sobrina, casada con el comendador de Ondartza. O también cuando analizamos el escudo de la casa Azkarate Marutegi, pasamos por alto a María Martínez de Irala, quien fuera esposa de Juan Martínez de Marutegi Azkarate. Por lo general, cuando se habla de una fundación de mayorazgo, cuando se describe la construcción de la casa torre asociada, cuando hablamos del escudo, cuando se habla de las inversiones en su villa natal, cuando se habla de sus logros, se tiende a hablar únicamente del marido y la figura de la esposa, a menudo pasa desapercibida. Sin embargo, a nuestro entender, es prácticamente imposible que en todos los casos, todo lo que hicieron, lo hicieran solos los maridos. Sin querer desmerecer a ningún personaje histórico masculino de los que venimos mencionando según vamos analizando los escudos de Bergara, simplemente queremos apuntar que sería una bonita línea de investigación, la de analizar la importancia e influencia histórica que pudieron tener sus esposas. Entendemos que será una línea de investigación complicada o “poco agradecida”, en el sentido de que obtener resultados será difícil en relación al tiempo a invertir para ello, ya que la inmensa mayoría de los documentos de hidalguía, fundación de mayorazgos, etc… están firmados y orientados a los maridos, pero quien sabe la cantidad de mujeres con vidas de relevancia histórica, están olvidadas.
Si se quiere incluso, a una escala de relevancia ya más local, podríamos destacar la importancia que tendría en su época la anteriormente citada; “La Reverenda Señora Ana de Irala, Madre Vicaria” del Monasterio de la Santísima Trinidad en su fundación y que nosotros sepamos al menos, tampoco se ha estudiada pormenorizadamente al igual que el resto de beatas que participaron en su fundación. Hay ya multitud de historiadores modernos como por ejemplo [ 31 ], [ 32 ], [ 33 ], que tras analizar pormenorizadamente las fuentes, apuntan a que muchas de las mujeres que se hacían monjas en el alto medievo y la edad moderna, no lo hacían únicamente por motivos religiosos, sino que también por razones de heroicidad. Heroicidad que estaba muy prestigiada y extendida en esa época y que normalmente se asocia exclusivamente a los hombres, porque combatían contra el adversario jugándose la vida.
Sin embargo, se nos dice que entre las mujeres también existían multitud de expresiones diferentes de heroicidad. Un ejemplo podría ser, el de muchas mujeres que se hacían monjas y que renunciaban a la vida corriente y mundana, como expresión heroica. Además, apuntan estas investigaciones sobretodo enfocadas en sociedades americanas del siglo XVI y XVII, pero que entendemos que serán bastante equiparables a las de los territorios peninsulares e incluso europeos, los conventos y las monjas cumplían una función social fundamental. Hoy en día, quizás hemos perdido el sentido que tienen las monjas y los conventos, pero por aquel entonces su importancia era mayúscula. Se trataba de que las monjas sufrieran en su reclusión, para que el resto de la sociedad se salvase. Los conventos de mujeres, eran de vital importancia para los pueblos y las ciudades donde se ubicaban. Según estos estudios [ 31 ], [ 32 ], [ 33 ], era un grupo de mujeres que sufre y que se mortifica recluyéndose, no para salvarse ellas individualmente, sino para la salvación de todo el cuerpo social. Estas mujeres presentaban una serie de virtudes, que toda la sociedad reconocía como tal. Cabe destacar que las sociedades de esa época, estaban fuertemente sacralizadas y poco tenía cabida fuera de lo religioso o espiritual. Según se ha corroborado [ 31 ], multitud de mujeres que se hacían monjas en aquella época, leían libros de novelas de caballerías cuando eran jóvenes, sirviendo estas vidas ejemplares descritas en las novelas, como fuente de inspiración para las suyas.
Desconocemos cuanto de acertado es este enfoque, ni si es excesivo o se queda corto, pero entendemos que desde esta perspectiva y no desde la mentalidad dominante actual, se entiende mucho mejor las razones por las cuales Andres Martínez de Ondartza y Magdalena de Araoz, invirtieron tanto dinero para la construcción del Monasterio de la Santísima Trinidad. Se entiende también mejor, a ese grupo de mujeres beatas que había en Bergara, que demandaba ese monasterio y que además tan bien encajó en la villa. Pero no solo eso, entendemos que no es por casualidad ni gratuito, que en otras tantas localidades próximas también se construyeran conventos justo por esos años del siglo XVI. Por ejemplo, el Monasterio de Bidaurreta en Oñati, de nuevo patrocinado por Juan López de Lazarraga Araoz. O en Eskoriatza se construyó también el Convento de Nuestra Señora de las Mercedes. O el Convento de la Concepción que se construyó en Mondragon. O el también convento pero masculino que también se construyó en Mondragon; el Convento de San Francisco, patrocinado por cierto por otro Araoz, por Juan de Araoz. Y seguramente algo similar sucedió en otra incontable cantidad de localidades.
Para finalizar, con todo este comentario o análisis, simplemente quisiéramos como hemos dicho ya, poner el foco de atención en algunas mujeres que nos han venido apareciendo en el estudio de los escudos y que prácticamente no les habíamos prestado atención alguna. Esperamos no haber errado en el análisis o comentario. Si el lector encuentra alguna laguna o error de enfoque al respecto, le agradeceríamos lo comunique al coordinador de esta página web para que pueda enmendarlo.
9.- Análisis etimológico.
Analicemos la etimología de los apellidos que nos han venido saliendo en relación al escudo:
-Hondartza: Esta palabra en euskera significa arenal. El apellido Ondartza es prácticamente seguro que signifique también arenal. Nótese que Euskaltzaindia o la Real Academia de la Lengua Vasca, en el Congreso de 1978 que se celebró curiosamente en Bergara, estableció normas concretas para el empleo de la “H”. De dicho congreso, se elaboró el documento escrito por Fr Luis Villasante, miembro de la Academia, cuyo título es; “La H en la ortografía vasca”, ISBN 84-7240-119-7 Depósito legal: BU - 382. — 1980. En este documento, se recoge cómo se analizó entre otras muchas palabras, la palabra que venía siendo usada en el pasado como “hondartza” y “ondartza” (página 52), para finalmente definir el unificarse su uso a “hondartza” (página 109).
-Araoz: Hemos encontrado dos posibles proveniencias para este apellido [ 35 ].
1. Que signifique “valle frío”, proviniendo de las palabras en euskera “(h)aran” y “-(h)otz”, que respectivamente significan valle y frío.
2. Es más probable que se trate de un patronímico derivado de “ara” que significa “tierra” o “campo” y la marca “-otz/-oz”, que es la partícula genitival de descendencia o procedencia paterno filial.
10.- Referencias
[ 1 ] Revista “Arizondo”, Época 1 – Nº 1- Junio 1976. Accesible en:
http://static.bergarakoartxiboa.net/pdf/08000000351.pdf
[ 2 ] Jesús Ángel Gil Massa, “Urbanismo y arquitectura Civil en Bergara. Siglos XIII-XVIII”, Bergarako Udala-Ayuntamiento de Bergara, 2001.
[ 3 ] http://urmasl.es/proyectos/edificacion-y-urbanizacion/edificacion/caserio-ondartza/
[ 4 ] http://www.bergarakoartxiboa.eus/onomastika/5080
[ 5 ] https://sites.google.com/site/amdg1540/bio/araoz_magdalena
[ 6 ] Enrique García Hernán, “Ignacio de Loyola y su familia”, Contribución en el Proyecto del PN del MINECO HAR2012-36884-C02-01. Véase Enrique García Hernán, Ignacio de Loyola, Madrid 2013.
[ 7 ] https://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_Santa_Clara_de_Bidaurreta
[ 8 ] http://gurearbasoak.eus/bloga/
[ 9 ] María José Lanzargorta Arco, “El linaje de los Lazarraga: siglos XV-XVI en el Condado de Oñate (Guipúzcoa)”, artículo que forma parte del Proyecto de Investigación financiado por la Universidad del País Vasco: 1/UPV 00156.130-HA-7793/2000.
[ 10 ] https://www.diariovasco.com/v/20110227/alto-deba/casa-solar-linaje-ondartza-20110227.html
[ 11 ] https://www.diariovasco.com/v/20120524/alto-deba/calle-goenkale-convento-santisima-20120524.html
[ 12 ] Aldazaval y Murguía, Pedro José: Compendio Heráldico, Valencia, 1775, Reed. París-Valencia, Valencia. p. 94.
[ 13 ] Luis Valero de Bernabé y Martín de Eugenio, “Análisis de las características generales de la Heráldica Gentilicia Española y de las singularidades heráldicas existentes entre los diversos territorios históricos hispanos”, Tesis doctoral defendida en la Universidad Complutense de Madrid, 2007.
[ 14 ] MÁRQUEZ, Joseph Micheli: Tesoro Militar de Caballería, facsimil de 1650, Aedo (Navarra), Wilson, 1989, pp. 30 y ss.
[ 15 ] GINANNI, Mar’Antonio, L’Arte del Blasone, Venecia, 1756. Reed. ácsimile Arnaldo Fornio Editore, Bologna (Italia), 1995 p. 54.
[ 16 ] GARMA Y DURÁN, Fco Javier: Adarga Catalana, Madrid, 1753; ed. facs., Madrid, Velmont, 1993, p. 200.
[ 17 ] https://www.xn--oati-gqa.eus/es/la-localidad/escudo-de-onati
[ 18 ] https://es.wikipedia.org/wiki/O%C3%B1ate
[ 19 ] Serapio Múgica Zufiria, “ Geografía general del País Vasco-Navarro”, 1918. Accesible en: http://www.ingeba.org/klasikoa/geografi/mug304/10611070.htm
[ 20 ]
http://www.blasoneshispanos.com/Heraldica/HeraldicaGentilicia/Armoriales/AA/Araoz.htm
[ 21 ] PASTOUREAU, Michel, Figures et Couleurs Peyoratives en l’héraldique, XV Congreso Internacional de Ciencias Genealógicas y Heráldicas, Madrid, Hidalguía, 1983, PP. 349 Y SS.
[ 22 ] MARQUÉS DE AVILÉS, Ciencia Heroyca: Leyes Heráldicas del Blasón, Madrid, Editorial Bitácora, 1992 p. 337.
[ 23 ] Aldazaval y Murguía, Pedro José: Compendio Heráldico, Valencia, 1775, Reed. París-Valencia, Valencia. pp. 133-134.
[ 24 ] Alberto García Carraffa y Arturo García Carraffa, “El solar vasco navarro”, Librería internacional, 1966.
[ 25 ] Foto de Ojanguren, Indalecio - http://www.guregipuzkoa.net/photo/1773?lang=es, CC BY-SA 3.0 es, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=16061696
[ 26 ] http://w390w.gipuzkoa.net/WAS/CORP/DCPPatrimonioWEB/FichaInmueble.do?cargar&cInm=300011
[ 27 ] https://es.wikipedia.org/wiki/Cueva_de_Ekain
[ 29 ] Bueno, Gustavo, “El animal divino: Ensayos de una filosofía materialista de la religión”, Pentalfa Ediciones, Oviedo, 1996.
[ 30 ] Alberto García Carraffa y Arturo García Carraffa, “Enciclopedia heráldica y genealógica hispano-americana”, Madrid, Impresión de A. Marzo, 1962.
[ 31 ] https://www.youtube.com/watch?v=b7m64HaiKrY
[ 32 ] https://www.youtube.com/watch?v=RWMOHhfLivE
[ 33 ] Jaime Borja, “Indios medievales, Construcción del idólatra y escritura de la historia en una crónica del siglo XVI”, Bogotá: ICANH, 2002.
[ 34 ] Fr Luis Villasante, miembro de la Academia, cuyo título es; “La H en la ortografía vasca”, ISBN 84-7240-119-7 Depósito legal: BU - 382. — 1980. Link:
http://www.euskaltzaindia.net/dok/iker_jagon_tegiak/villasante/dokumentuak/522.pdf