El enlace metálico es la fuerza de atracción que se produce entre los átomos de elementos metálicos, dando lugar a los denominados compuestos metálicos.
En estos compuestos, los electrones de valencia se comparten entre todos los átomos existentes, es decir, se mueven libremente por toda la red y manteniendo los restos catiónicos unidos. Los átomos se agrupan manteniéndose muy cerca, por lo que forman estructuras muy compactas y de gran densidad.
Las propiedades más representativas son:
Son sólidos a temperatura ambiente, debido a la intensidad del enlace metálico
Tienen temperaturas de fusión y ebullición elevadas por el mismo motivo.
Son dúctiles, maleables y duros, debido a que el movimiento libre de los electrones evita las repulsiones entre los restos catiónicos cuando estos cambian de posición.
Son buenos conductores eléctricos y térmicos, debido al movimiento libre de los electrones.