La investigación conforma una de las ramas más importantes de la historia humana. La realidad es que sin ella no hubiésemos descubierto nuestros orígenes. Es a través de la investigación que las voces de nuestros ancestros toman forma. La indagación continua acerca de los misterios de la vida nos ha hecho evolucionar como civilización para ver grandes adelantos pedagógicos, históricos, médicos, etc. Cada profesión utiliza la investigación como recurso inmediato, ese es el caso de la educación. Los pedagogos ejercemos la llamada investigación en acción para recopilar y analizar la información que nos brindan nuestros estudiantes a través de inventarios de intereses, evaluaciones y pruebas de ubicación. Para que el proceso educativo se lleve a cabo de manera eficiente se debe trabajar con la investigación como andamiaje básico de esta aventura.
“La emoción es la energía que mueve el mundo”. (Mora, 2017, pp. 69). Los seres humanos somos entes pensantes y totalmente emocionales. Las emociones son los procesos inconscientes que nos ayudan a sobrevivir y comunicarnos efectivamente. Además, son la vía esencial para hacer más sólidos los procesos de aprendizaje y memoria. Las emociones conforman nuestra idiosincrasia, por ende, es de vital relevancia atenderlas en cada una de nuestras etapas. El manejo saludable de las emociones puede salvar a un individuo del fracaso y la depresión. Actualmente, las estadísticas indican que un 19.6% de los estadounidenses presenta alguna enfermedad mental (Primeros Auxilios para la Salud Mental, 2013, pp. 4). La mayor parte de estas son las consecuencias del mal cuidado emocional. Por esta razón, optamos por trabajar el aspecto emocional en nuestros estudiantes de Educación Especial mediante el Proyecto Detecta. Con este se buscaba que los alumnos pudieran identificar sus emociones y poder trabajarlas mediante estrategias.
Por otro lado, el proyecto también se enfocó en trabajar el impacto que tenían las emociones en la conducta de los estudiantes. Para trabajar esta área decidimos utilizar la corriente conductista para mejorar comportamiento a través de la recompensa y el castigo. Con el fin de mejorar la conducta usamos el semáforo y sus consecuencias. Los estudiantes debían seguir las reglas del salón; respetar a los compañeros y maestras, dar lo mejor de sí y mantener una actitud positiva hacia las clases, de lo contrario no podrían participar de actividades especiales. Si los estudiantes estaban más de tres días a la semana en amarillo no podían participar de las actividades de los jueves. Incluso, si estaban dos veces en rojo tampoco podían ser parte de las actividades. Algunas de las recompensas fueron cortometrajes, popcorn, juegos de mesas, bailes y dulces. De esta forma muchos de los alumnos mejoraron su conducta en el salón de clases.
El Proyecto Detecta fue una excelente iniciativa para trabajar el aspecto emocional y académico en los estudiantes. A principio de semestre contábamos con estudiantes sin estructura, baja autoestima y mala conducta. Al finalizar esta hermosa travesía podemos observar los resultados de la implementación del Proyecto Detecta. Ahora contamos con estudiantes que se expresan libremente, con estrategias saludables para trabajar sus emociones y con mejor conducta. Incluso, fuimos testigos de cómo ellos compartieron lo aprendido en clase con sus amistades para el manejo de emociones. Definitivamente, al cuidar nuestra salud emocional promocionamos ambientes de aprendizaje efectivos y amenos para el desarrollo educativo de cada estudiante.
En fin, con los resultados que obtuvimos al trabajar la investigación en acción con nuestros estudiantes mediante los proyectos podemos resaltar la importancia de esta en nuestras salas de clase. Es através de la investigación en acción que los maestros/a nos hacemos mejores cada día. Pues con ella podemos analizar lo que hacemos bien y las oportunidades a mejorar en nuestros planes educativos. Instamos a la practica de la investigación en acción en cada salón de clases para un mejoramiento académico, conductual y social en nuestros niños/a.