Fecha de publicación: 14-abr-2012 10:22:54
Este libro trata de jugar con la imaginación de las personas.
Cuenta la historia de una niño llamado Hugo, hijo de un relojero; juntos hacían muchas cosas. Un día su padre descubrió un autómata en el desván del museo.
Una noche mientras su padre trabajaba arreglando el autómata ,el desván ardió con él dentro. Hugo estaba muy preocupado, en toda la noche su padre no había vuelto a casa y él no sabía donde estaba. A la mañana siguiente tocaron en la puerta, Hugo la abrió rápidamente esperando encontrarse a su padre. No era él, sino su tío, que venía a darle la noticia de que su padre había muerto.
El tío se haría cargo de Hugo, aunque de forma muy egoísta porque solo lo utilizó para que arreglase los relojes de la estación de tren y después desapareció.
Hugo siguió construyendo el autómata encontrado en las cenizas del museo y robaba para poder comer.
Un día lo pillaron robando en una juguetería y le quitaron el libro donde estaban las explicaciones del autómata. Era Georges, el padre adoptivo de Isabel, una niña que había conocido en la estación y que gracias a ella pudo recuperar su libro.
Después de investigar, los dos juntos descubrieron que el padre de la niña hacía películas y una de esas era la preferida del padre de Hugo. Dos conocidos de Hugo y Isabelle lo convencieron para que no dejara el mundo del cine.
Hugo le contó a Georges que tenía su autómata. Este le pidió que se lo trajera para poderlo ver, ya que lo creía muerto.
De camino lo pillaron robando, y mientras lo perseguían se metió en las vías del tren. Cuando la catástrofe era inevitable una mano lo salvó, era Georges. Todo parecía diferente, ya no lo veía como su enemigo, se había convertido en su padre adoptivo. Juntos fueron felices.
Hugo se convirtió en un mago y construyó un autómata que era capaz de dibujar y escribir letra por letra. Las utilizara para escribir este libro.
Este libro fue el mejor libro que había leído hasta ahora. La historia que cuenta tiene gancho, aunque tienes que estar muy atento y comprender bien los dibujos.
Por Saleta
“(…) Imagínense que están a oscuras, como si fuera a empezar una película. Cuando el sol del amanecer aparezca en la pantalla, la cámara les llevará en un zoom vertiginoso hasta una estación de tren (…) y no tardarán en distinguir a un niño en medio de la multitud. El niño comenzará a avanzar por la estación. Síganle, porque es Hugo Cabret. Hugo tiene la cabeza llena de secretos, y su historia está a punto de comenzar.”
Así comienza La invención de Hugo Cabret, escrita por Selznick y publicada por SM, un libro distinto porque aúna la literatura con el cine. En esta historia se mezclan misterio, suspense, fantasía y un pequeño homenaje a los pioneros del cine por su ambientación, que nos sitúa en el cine mudo de los años 30. Para ello el autor divide la historia en “dos rollos" de película y utiliza sus propios dibujos mezclados con fotogramas de distintas películas como:
“La llegada de un tren a la estación”, filmada por los hermanos Lumière en 1902
"(...) sin embargo, cuando la locomotora se acercaba ala pantalla a toda velocidad, muchas personas del público gritaban e incluso se desmayaban, convencidas de que el tren podía arrollarlas de verdad. Era la primera vez en su vida que veían algo así" (p.347) o “El viaje a la luna”, realizada por Mèlies en 1902
"Méliès fue uno de los primeros cineastas en darse cuenta de que las películas no tenían por qué ser realistas; de hecho, fue pionero en el empeño de retratar el mundo de los sueños en el cine. Se atribuye a Méliès el perfeccionamiento del truco de sustitución, mediante el cual se podía hacer que los objetos aparecieran y desaparecieran de la pantalla por arte de magia. Estas técnicas modificaron para siempre el aspecto visual del cine"(p. 355) o “El hombre mosca” de Harold Lloyd
con lo que se ofrece al lector un maravilloso acercamiento al primer cine mudo.