Fecha de publicación: 11-jul-2012 20:05:14
Gabriel, camino de la escuela, pierde su preciada peonza. Analisa, una misteriosa y callada compañera, siempre acompañada de un pequeño espejo, le dice dónde puede encontrarla: en la casa de los objetos perdidos. Allí descubre infinitos tipos de cosas perdidas y olvidadas, algo que deberá guardar en secreto si no quiere perder para siempre su peonza. Después de volver y recuperar también el reloj de su abuelo, el Guardián del Olvido le dice: “Nunca pienses en volver si el motivo no es lo bastante poderoso”.
Después de todo esto Analisa no regresa más a clase. Un día, mientras que lee en la biblioteca, encuentra el pequeño espejo de su compañera. Pensando que ella lo buscará en la casa del Guardián del Olvido, se dirige hacia ella. Allí, el Guardián le dice que él mismo coloque el espejo en la sala de los espejos. En aquella estancia Analisa espera, como los objetos, que vengan a buscarla, y la misión del Guardián termina cuando Gabriel la encuentra.
En esta historia se entremezclan la amistad con la soledad y el olvido. El aprecio que adquirió Gabriel por Analisa y que lo llevó a rescatarla del abandono, nos enseña que la amistad hace que no caigamos en el olvido.
Por Candela