Isla De Dos Tierras

Sobre La Crisis Dominico Haitiana

15 de julio del 2017

Romanos 13:1

Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas....

En un esfuerzo por evitar que los deletéreos efectos de la guerra o la intervención extranjera se ciernan sobre los subyugados habitantes de la Hispaniola y en apologética a la armonía y convivencia de los dos países que la conforman, comparto con ustedes la siguiente inquietud:

La población haitiana no cuenta con los recursos militares y económicos que les permitan vencer en un conflicto bélico con nuestro país, sin embargo, las oscuros y poderosos intereses del sistema dominante, podrían motivar y financiar incursiones como las ocurridas recientemente aunque de mayor magnitud o promover la financiación de creencias religiosas como el Islam que podrían ejecutar acciones violentas y de terror en nuestro territorio y que de hecho es el grupo religioso con mayor crecimiento en Haiti, lo anterior con la finalidad de que nuestras Fuerzas Armadas, mejor equipadas y entrenadas que estos grupos de ataque, aunque carentes de una doctrina militar estratégica respecto a nuestros vecinos de Haiti y la posible injerencia de intereses extranjeros, por lo que puedan causar muchas bajas entre los grupos paramilitares y de insurgentes civiles haitianos, lo que serviría de excusa a los organismos internacionales interesados en unificar la isla para adjudicarnos la carga económica y social de nuestro vecino país (y quién sabe que otros bizarros y pecuniarios intereses puedan tener), por medio de una intervención militar en favor de una Hispaniola unificada que por supuesto sera en detrimento de nuestra patria e integridad nacional, con el falaz argumento de preservar los derechos humanos y las vidas de los implicados en esta planificada contienda (Y créanme que los grandes medios informativos del mundo sabrán como manipular la mente de las personas para que nos perciban como racistas genocidas, y si piensan que exagero solo recuerden el caso de la ex Yugoslavia que ya no existe como país y claro que podría citar otros ejemplos). Al menos considero que con la presidencia de Donald Trump la integridad y la soberanía de los países democráticos será respetada y protegida (esto último es una edición del presente escrito ya que el mismo fue escrito en el segundo periodo de Barack Obama) en los EEUU esta maquiavélica conspiración se detenga por unos años debido a la correcta postura de los de la derecha moderada en cuanto a las fronteras y la soberanía de los países amigos, aunque de todos modos y tomando en cuenta que aún existe la amenaza de Francia, Canadá y quizás también del Vaticano, nuestras autoridades, con la ayuda de expertos en asuntos políticos, militares, de medios propagandísticos y diplomáticos, desarrollen un plan estratégico que en su estructura fundamental conste de dos etapas:

-Prevención y preparación: Basada en el conocimiento y divulgación de las leyes internacionales relativas a la soberanía de nuestro país, comprometiendo en esta forma a la comunidad internacional con el propósito de preservar la institucionalizad y estabilidad política en la región del caribe y al mismo tiempo establecer un monitoreo efectivo por parte de nuestras agencias de inteligencia de la dinámica política, armamentista y social de la población haitiana en ambos extremos de la isla, respetando en todo momento las leyes y los derechos humanos establecidos en nuestra constitución y los convenios internacionales.

-Contingencia y respuesta: Planificar una efectiva y contundente respuesta militar y diplomática en caso de que una conspiración de esta magnitud llegue a concretizarse, respetando ante todo los convenios y protocolos de Ginebra relativos a las leyes de la guerra y las reglas del combate por medio de la adecuada capacitación y adiestramiento de nuestras FFAA, observando con integridad lo concerniente al Derecho Internacional Humanitario e Informando a la comunidad internacional a través de un efectivo y transparente proyecto de propaganda bélica por medio de los medios electrónicos y los canales diplomáticos correspondientes que muestre al mundo la necesidad y el desarrollo de la lamentable pero justificada y apropiada respuesta militar.

Espero que este breve análisis pueda calar hasta las instancias del Gobierno Dominicano representado el Señor Presidente de nuestra República, para que como nación, y sin demagogias preparemos un proyecto nacional que procure la integridad y seguridad de todos los Dominicanos y la perpetuidad de nuestra patria, respondiendo en forma apropiada a lo que consideró es una probable amenaza. Levantemos la espada con destreza, pero ante todo la pluma de la la convivencia y de la hermandad entre las naciones, procurando la paz y el bienestar para con todos, cuando de nosotros dependa, para promover el sinergismo social, comercial y económico que es y podría seguir siendo beneficioso, para las dos tierras que conforma a esta hermosa isla.

Quien escribe, es respetuoso de los derechos inherentes a todo ser humano, incluidos el de los extranjeros haitianos y de otras nacionalidades que coexisten con nosotros, siendo este mi deber como dominicano y como siervo de Cristo Jesús Señor nuestro, Quien demanda de mi persona amor y respeto para con todos mis congéneres, sin importar su etnia, edad, genero, religión o nacionalidad. Sin embargo, Dios también demanda de nosotros respeto por las autoridades e instituciones humanas legalmente constituidas y por El establecidas, por lo que como Dominicano y siervo de Dios, defiendo y respeto lo enunciado en la constitución de la República Dominicana, que nos define como un país soberano e independiente de toda nación e injerencia extranjera, incluida y escrita con la tinta del trauma histórico, la hermana República De Haití, que aunque geográficamente anexa a República Dominicana, es “tierra extraña" a causa de las características culturales no miscibles de estos dos países, en especial lo concerniente al idioma y a las creencias religiosas que son imposibles de sincretizar, sin pasar por alto la brecha económica y política que tristemente nos separa del vecino país. Que la gracia y la paz de Dios sean sobre todos los que habitan en esta isla de dos tierras.

Luis E. Padilla Cury