El Rol De La Mujer En La Comunidad Eclesiástica

EL ROL DE LA MUJER EN LA COMUNIDAD ECLESIÁSTICA

Diversas posturas teológicas han surgido en relación al rol de las mujeres y el ministerio de éstas dentro del cuerpo de Cristo. Estas posturas no solo se han hecho manifiestas dentro de la iglesia del cordero inmolado, sino que otras religiones han adoptado posiciones al respecto dando forma y estructura al liderazgo de sus organizaciones eclesiásticas. Este es el caso del sacerdocio católico o los ancianos en la organización de los Testigos De Jehová y organizaciones de ex monjas sacerdotisas entre otras.

Escudriñemos las escrituras para buscar una respuesta a la pregunta que muchos nos hacemos respecto al papel de nuestras mujeres dentro de la congregación. Iniciemos nuestro estudio dando lectura a I de Corintios capítulo 14:

34. Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.

35. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.

Este texto es muy interesante ya que Pablo argumenta a los preceptos de la LEY al escribir este mandato a la iglesia de Corinto, Sin embargo podríamos argumentar que el apóstol no se refiere a la ley Mosaica en este verso, sino más bien a la ley local de la ciudad de Corinto. Llegamos a esta conclusión por dos razones básicas:

1-En el pentateuco ni en ningún otro libro del antiguo testamento se prohíbe a la mujer hablar en público, al menos hasta donde he podido investigar. Implícitamente el ministerio de los levitas y sacerdotes era delegado a los hombres. El antiguo testamento también nos relata otra interesante historia que arroja bastante luz a este tema. La historia de la jueza y profetiza Débora, la cual gobernó sobre Israel en el periodo de los jueces, sin embargo al subir a la batalla tuvo que hacerlo justo al general Barac:

4. Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot;

5. y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio.

6. Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Ve, junta a tu gente en el monte de Tabor, y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón;

7. y yo atraeré hacia ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos?

8. Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré.

9. Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue con Barac a Cedes.

10. Y juntó Barac a Zabulón y a Neftalí en Cedes, y subió con diez mil hombres a su mando; y Débora subió con él.

Exhorto al lector a sacar sus conclusiones respecto a esta historia.

2- El apóstol Pablo era un ferviente defensor de la gracia de nuestro evangelio. En 13 de sus 14 epístolas Pablo nos exhorta a tener fe en el evangelio de Cristo obedeciendo tan solo la ley del amor y advirtiéndonos que guardar la ley de Moisés podría significar la separación de la gracia de Cristo ,(Gálatas capítulos 3 y 5). Por lo que es improbable que escribiera haciendo referencia a las leyes del pentateuco.

Sin embargo existen otros textos en el nuevo testamento que tratan en forma explícita el tema del rol de las mujeres en la congregación. Por ejemplo en I de Timoteo capítulo 2, el apóstol Pablo escribe que a causa de que el Adán fue creado primero y que Eva le indujo al primer pecado, estas no podrían hablar en la congregación. Texto difícil de entender y para muchos difícil de aceptar dada la importancia natural que tienen las mujeres en nuestras familias y dentro de la congregación, sin mencionar el hecho de que grandes mujeres tuvieron ministerios de importancia en la historia del cristianismo, entre las cuales podemos encontrar profetizas y diaconisas, que debido a la naturaleza de estos ministerios por obligación tendrían que tener voz y voto dentro de su comunidad eclesiástica.

Pero hay otro hecho relacionado con la jerarquía familiar que podría arrojar luz en este tema y es el hecho de que Dios instituyo al hombre como cabeza del hogar, pero al mismo tiempo exhorta a obispos y ancianos (pastores) a gobernar bien sus casas. Este dilema no podría resolverse si tomamos en cuenta que de una mujer ser pastora tendría que gobernar bien su casa, eliminando de este modo la autoridad impuesta por Dios a su esposo como cabeza hogar (en caso de estar casada).

En fin, diversas posturas teológicas surgen a partir de este importante tema, y aunque el conocimiento del autor de estas líneas no es suficiente para hacer una conclusión exegética definitiva y apropiada, se siente más cómodo bajo la autoridad del ministerio masculino. Por lo que como recomendación final les exhorto a continuar escudriñando las escrituras en busca de sabiduría, siempre en comunión y bajo la dirección del Espíritu Santo.

Otro aspecto importante al tocar el rol de géneros desde la perspectiva de la teología bíblica el encontrado en el siguiente texto:

I Timoteo 2:

15 Pero se salvará engendrando hijos, si permanece en fe, amor y santificación, con modestia.

La exegesis de este verso es clara y no encierra ninguna complejidad si tomamos en cuenta la doctrina de la gracia que se nos enseña en Efesios 2:8 ¨No es por obra para que nadie se gloríe, pues es don de Dios¨. Y tomando en cuenta que las sagradas escrituras son inspiradas por Dios y no hay contradicción en estas podemos decir, que las mujeres al igual que los hombres, solo tienen que aceptar el regalo de vida otorgado a todos nosotros en la cruz del calvario, reconociendo y confesando a Jesús como nuestro único Señor y salvador.

Por lo que quizás el Apóstol Pablo les hace a las mujeres una promesa por parte del Señor de protección divina durante el proceso del parto ya que dar a luz implica un alto riesgo de muerte para la madre:

¨ La mortalidad materna es inaceptablemente alta. Cada día mueren en todo el mundo unas 800 mujeres por complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto. En 2010 murieron 287 000 mujeres durante el embarazo y el parto o después de ellos. Prácticamente todas estas muertes se produjeron en países de ingresos bajos y la mayoría de ellas podrían haberse evitado.¨ 1

Los países en vías de desarrollo tienen una mortalidad materna superior a las 200 por cada 100,000 partos y alcanzando más de mil muertes en países como Somalia, esto tomando en cuenta que aunque sean países de bajos ingresos existen políticas de salubridad pública y un presupuesto destinado a hospitales que brindan servicios de obstetricia (Por supuesto que no el 100% de la población tienen acceso a estos servicio en la totalidad de países del tercer mundo). Estas estadísticas representan las tasas de la primera década del siglo XXI, por lo que podríamos decir que la mortalidad materna en el entorno histórico geográfico de la iglesia primitiva era un suceso cuasi normal y natural.

1 http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs348/es/