Acinipo

Acinippo, Ronda la Vieja

Ronda

El oppidum ibérico romanizado de Accinipo se sitúa en la Mesa de Ronda la Vieja sobre la depresión de Ronda. La primera referencia se encuentra en Plinio el Viejo, Historia natural 3.14, que la nombra junto con Arunda en Beturia, región que pertenecía al convento de Hispalis y que estaba habitada por dos pueblos, los túrdulos y los célticos, descendientes de los celtíberos; se trataría de una bolsa céltica delimitada por Utrera, Montellano y Ronda. También aparece en las descripciones realizadas por Ptolomeo.

El origen de Acinipo se remonta a finales del Neolítico, en el tercer milenio; cobró importancia en el Bronce final por la influencia fenicia y fue abandonada hasta el siglo V a.n.e. cuando se convierte en oppidum. Su nombre contiene el sufijo -ipo (-ippo) que puede significar “ciudad, lugar habitado” y que encontramos en otras muchas ciudades (Lacipo, Baesippo, Ventipo, Irippo, Ostippo). A finales del siglo III a.n.e. es conquistada por Roma y alcanza su mayor esplendor en el siglo I a.n.e. como municipium, dada su situación estratégica en una prominencia de 1004 metros de altura que domina las rutas naturales que comunican la bahía de Málaga y el campo de Gibraltar con la depresión del Guadalquivir y el interior de Andalucía. En el siglo IV cedió su importancia a la vecina Arunda.

En época nazarí se construyó una torre de vigilancia en el teatro romano y posteriormente se reavivó su uso agrícola al construirse dos casas de campo que permanecieron en activo hasta la expropiación de 1967.

Viviendas protohistóricas

Se localizan en el espolón oriental, son de planta circular, ovalada o rectangular; tienen zócalos (1) de piedras irregulares con un recrecimiento de adobe (2) y techumbre cónica vegetal (3); el suelo interior es de tierra batida con hogar (5). El acceso a la vivienda estaba empedrado (4) y cubierto. Su economía se basaba en el cultivo de las tierras de la depresión.

Oppidum ibérico

Las construcciones de esta época, dispuestas en terrazas, tienen zócalos rectilíneos de mampuestos (rocas sin labrar) con tabiques transversales que delimitan los espacios interiores. En esta época se explotaron canteras de mármol, además de yacimientos de hierro y de arcilla para la producción alfarera.

Municipium romano

Recinto amurallado adaptado al contorno de la Mesa, salvo en la zona escarpada del oeste. Se conservan algunos lienzos que muestran una construcción mediante tongadas de mampuestos (piedras cubiertas), algunos de gran tamaño. Se han detectado algunas torres tanto circulares como cuadradas; no se han excavado las puertas, pero es posible que hubiera dos, una al norte y la otra al sur. El municipio acuñó moneda propia.

semis (medio as) de Acinippo

La ciudad, que pudo llegar a acoger dos mil habitantes, no ocuparía toda la Mesa, sino que se asentaría en la zona oriental de la Mesa con un plano aterrazado en tres niveles (existen restos de grandes muros de contención) que se adapta a las características del terreno y cuyo cardo uniría este lateral con la puerta excavada en la zona sur. Apartado del núcleo urbano hacia el oeste se sitúa el teatro; el foro podría estar situado por encima del complejo de las termas. También existen noticias antiguas de la existencia de varios templos. Dispersos por el yacimiento se pueden observar algunos monumentos epigráficos: miliarios y basas de altares en mármol rosado.

M(arco) Iunio L(uci) f(ilio) L(uci) n(epoti) Gal(eria) Terentiano Servilio Sabino IIvir(o) flamini pon[t(ifici)] perpetuo c(olonia) C(ordubensis) Patricia plebs Acinipponens(ium) patrono ob merita statuam d(e) s(ua) p(ecunia) decrevit M(arcus) Iunius Terentianus Servilius Sabinus honor(e) usus imp(ensam) rem(isit)

Dedicación al duoviro Terenciano Servilio Sabino

Termas

La geología del terreno y la existencia de una fuente del acuífero propició su situación extrema en la Mesa y sobre la ciudad ibera, algo que debió suponer el traslado de población. Iniciada la construcción de mampostería en el siglo II a.n.e. fue reformada posteriormente en el siglo I n.e.

El alto coste de mantenimiento del edificio (por la calefactatio thermarum correría a cargo de los decuriones) pudo ser abandonado en un primer momento en torno al final del siglo III n.e. Posteriormente fueron reutilizadas para un taller de producción de vidrio soplado como atestiguan dos pequeños hornos.

castellum aquae o cisternas

Domus

Entre las zonas excavadas destaca en la parte oriental una domus con atrium; tenía pavimento de opus signinum y se observan tégulas y suelos desplomados de la planta superior además de restos de enlucidos y estucos de pinturas murales de motivos geométricos y colores diversos.

Está conformada por dos espacios asentados en dos niveles distintos del terreno con una escalinata (3) que servía de transición. En la parte inferior (4) pueden inferirse una cocina (con hogar, mortero y cantidades de conchas) y estancias destinadas al almacenaje (ánforas y dolia). Se identifican un lararium (2) y varias atarjeas (canales de mampostería o ladrillo). La disposición de las habitaciones de la segunda viviendo en torno a un pasillo pavimentado (1) hace pensar en una edificación con una funcionalidad comercial. Pueden distinguirse en ella distintas fases de construcción: ibérica; esplendor del cambio de era (lararium); y fase tardía con actividades de tipo artesanal (hasta el s. IV n.e.).

La dificultad de acceso al agua en la Mesa hace pensar en un sistema de pozos que garantizara la distribución de aguas en la ciudad, como atestiguan los hallazgos de canalizaciones, tuberías de plomo (fistulae plumbeae) y un inhibidor de presiones de aire (aeris purgator) que permitía la continuidad de la circulación del agua.

Teatro

El más representativo de los edificios públicos fue levantado en época augústea. Es descrito desde el siglo XVI por Diego Hurtado de Mendoza o Rodrigo Caro; ya en el XVIII por el Marqués de Valdeflores. Fue consolidado en los años 70 del pasado siglo por el arquitecto Román Fernández-Baca. El graderío, con un aforo de unas dos mil personas, presenta catorce gradas corridas excavadas en la roca caliza natural divididas por cinco scalariae; también se horadaron el proscaenium, el hyposcaenium, las bases de las parascaenia laterales, la orchestra, pavimentada de mármol rosado, y los pasillos del aditus. Estas obras sirvieron de cantera para la construcción del fronscaenium (de opus quadratum), un gran frente de escena que es uno de los mejor conservados de la Península Ibérica; presentaba tres puertas, una central, la valva regia, y dos hospitalis laterales.

frente de escena

graderío

¿Anfiteatro?

Una depresión situada en la zona sur podría ser los restos del anfiteatro citado por algunos autores. Sin embargo, su estudio geológico ha demostrado que la zona fue intervenida para la desecación de una pequeña laguna kárstica formada por colapso y cuyo drenaje favorecía la salubridad del asentamiento. No se descarta que pudiera aprovecharse para la construcción abortada de una gran infraestructura que bien pudo ser el anfiteatro, aunque la limitada población de Acinipo no lo corroboraría, o un primer intento de construcción del teatro.

Necrópilis

Se han hallado dos necrópolis, al noreste y al sur del recinto; esta última se construyó hacia el siglo II a.n.e. mediante terrazas artificiales y acogió tanto inhumaciones como cremaciones; hay restos de un ustrinum (sitio dedicado a quemar los cuerpos de los difuntos) y de un bustum (fosa excavada donde también eran depositadas las cenizas). Han aparecido urnas de cerámica y de piedra. En los enterramientos de inhumación destacan ajuares compuestos por espejo y pinzas de bronce, agujas de hueso, cuentas vítreas y recipientes cerámicos, así como ungüentarios, lucernas, platos cerámicos pintados y vasos de paredes finas.

También extramuros se ha localizado parte del sector industrial con presencia de varios hornos cerámicos. El hallazgo de determinadas cerámicas defectuosas ha permitido plantear a algunos investigadores la posibilidad de ubicar en este lugar una figlina o alfar de terra sigillata.

Una curiosidad de este yacimiento son los abundantes majanos, pilas de piedras, que siembran el recinto. Son depósitos originados por la limpieza del lugar que durante siglos llevaron a cabo los campesinos de la zona para mejorar las labores de cultivo; las piedras y sillares de las casas romanas demolidas fueron partidas y amontonadas con esta finalidad hasta la expropiación de 1967.

Bibliografía

    • Castaño Aguilar, J. M. & Nieto González, B.: “La Ciudad Romana de Acinipo. Campaña 2005-2007. Avance de Resultados”. Cuadernos de Arqueología de Ronda. Vol. 3. 2007-2008. Museo de Ronda (enlace al pdf en issuu).

    • Ortiz Córdoba, J.: “Las ciudades romanas de la serranía de ronda: fuentes para su estudio”. Arqueología y Territorio, núm. 10, 2013. pp. 73-86. Universidad de Granada 1939 (enlace al pdf en Univ. de Granada).

    • Palomeque, A.: “El teatro romano de Acinipo (Ronda la Vieja, Málaga)”. Empúries: revista de món clàssic i antiguitat tardana, núm. 1, 1939 (enlace al pdf en RACO).

    • Wikipedia, artículo: Acinipo.


    • Imágenes extraídas de la cartelería del yacimiento, la publicación de Cuadernos de Arqueología de Ronda y de elaboración propia.

Acinipo_guia.pdf