Tugia

Saltus Tugiensis

Toya, Peal de Becerro

Mario Barros Abril, IEDA, 2018-19

Los romanos denominaron Saltus Tugiensis a un lugar de la Sierra de Cazorla situado en la localidad de Toya, pedanía de Peal de Becerro, en la provincia de Jaén. Este territorio fue habitado desde el siglo V al II a.n.e. por grupos íberos que estaban bajo el dominio económico de los cartagineses. Debido a la riqueza del Alto Guadalquivir y a la cercanía de las minas de Cástulo y del puerto de Cartago Nova sus habitantes comerciaron desde muy pronto con otros pueblos. La influencia de griegos, egipcios y, sobre todo, etruscos y fenicios se ve en las manifestaciones artísticas.

Durante la Segunda guerra púnica, Roma trató de impedir que el ejército cartaginés de Aníbal fuera abastecido desde Hispania; uno de los escenarios del conflicto fue la batalla de Baecula, que según Polibio Historias 10.38.7 está ubicada en las cercanías de Bailén; desde ese momento los romanos se establecieron allí definitivamente. El territorio colonizado fue organizado rápidamente para su explotación: la llegada de los llamados escipiones, legionarios que sirvieron en la batalla comandados por Escipión el Africano, consiguió un proceso de romanización rápido y duradero gracias a las vías de comunicación: se conservan todavía en la localidad de Chilluévar, un tramo de calzada y un puente que cruza el río Cañamares. La asimilación de la cultura romana hizo que incluso el latín sustituyera la lengua materna de la zona.

Puente de Chilluévar en Applicajaen

Castillo de Toda en Jaenpedia

Plinio, en Historia Natural 3.9, sitúa el nacimiento del Guadalquivir en la Sierra de Tugia; también Estrabón habla de forma genérica del nacimiento del río en Geografía 3.2,3,11. Pero el primer historiador que nombra Tugia fue Ptolomeo que relaciona las ciudades de la Oretania, una zona de cultura íbera con influencia celtíbera, cuya capital era Cástulo, cerca de Linares.

Los enclaves de la zona estaban en zonas elevadas, propicias para las defensas; con la ayuda del hombre se convertirían en oppidum y, con el tiempo, en auténticas ciudades estado. Tugia, dentro del conventus Cordubensis, llegó a ser un municipium en época Flavia cuando fue residencia de la Legio VII Gemina. Como el resto de la Bética gozó de latinitas, es decir de derechos de ciudadanía romana debido a su alto grado de romanización. El Castillo de Toya hacía las veces de un oppidum y en sus cercanías se encuentra una necrópolis ibérica.

Tumbas principescas de Toya y Hornos

La necrópolis ibérica está situada en el Cerro de la Horca, frente al castillo de Toya y separada por un arroyo. El complejo se encontraba enterrado, por lo que hasta el año 1909 no fue descubierto por un vecino de la zona apodado “El Pernazas” mientras realizaba labores agrícolas; durante algún tiempo se vendieron objetos de las tumbas. Bien entrado el siglo XX se recuperó gran parte del ajuar que acompañaba a los difuntos en ella enterrados. Del estudio de este ajuar que contenía un carro del que han recuperado dos ruedas, se deduce que la tumba pertenecía a dos príncipes que vivían en Tugia; el carro tendría la función de llevar a los príncipes al más allá. Los romanos no descubrieron la tumba.

A la cámara funeraria se accede por una rampa curva descendente. Se trata de una construcción rectangular de piedra caliza traída de la cantera que hay detrás del cerro del Castillo de Toya; los sillares están colocados unos sobre otros sin ningún tipo de argamasa, es decir, montados en seco. Consta de cinco salas en tres naves paralelas. La puerta de entrada se sitúa en el muro occidental y da paso a la nave central que no tiene subdivisión de ningún tipo, pero sí un banco corrido de 24 cm de alto. A las naves laterales se accede por pequeñas puertas que forman un arco que arranca apuntado y se trunca en su vertiente por un dintel; se subdividen en otros dos ámbitos con poyos y mesas que sirvieron para colocar las urnas cinerarias y piezas de cerámica griega. El conjunto carece de elementos decorativos, pero la cornisa tiene una moldura que corre por lo alto de algunas paredes.

Entrada en Andalucía.org

Interior en Ideal

Crátera de Toya en IAPH

Entre las cerámicas griegas encontradas destaca la Crátera de Toya, un recipiente que se utilizaba para mezclar el vino con el agua. Se trata de un vaso de figuras rojas que contiene dos escenas: una dionisíaca con siete personajes, entre ellos una mujer tocando un aulós o doble flauta; la otra está compuesta por tres jóvenes vestidos con himation, un manto amplio y envolvente.

Bibliografía

  • Ayuntamiento de Peal de Becerro (sitio web): Tumbas principescas.

  • Diputación Provincial de Jaén: El viaje al tiempo de los Iberos (vídeo).

  • IES Fuente de la Peña: Factores de romanización en la Bética (enlace al pdf).

  • Instituto Andaluz del Patrimonio histórico: Ficha de la Cámara sepulcral del Cerro de la Horca (enlace al pdf); Ficha de la crátera de Toya (sitio web).

  • Jaén, Viaje al tiempo de los íberos: Folleto: Tumbas principescas de Toya y Hornos (enlace al pdf).

  • Jaenpedia: artículo: Castillo de Toya.

  • Turismo en Cazorla.com: Cámara Sepulcral Ibérica de Toya y Centro de Interpretación de las Tumbas Principescas de Toya y Hornos (sitio web).

  • Wikipedia: artículos: Batalla de Baecula; Castillo de Toya; Oretania.


  • Imágenes enlazadas o tomadas de las web y artículos citados.

Tugia_Barros_Abril_Mario_1819.pdf