Ilipla

Niebla

Alejandro Carrasco Iglesias, IEDA, 2019-20

El yacimiento de Ilipla se asienta en el término de Niebla en un vado del río Tinto. Su localización favoreció el control, distribución y comercio de los minerales de las Minas de Río Tinto y la convirtió en un importante nudo de comunicaciones entre las ciudades de Onoba (Huelva) e Hispalis (Sevilla) y entre Onuba y Urium (Llano de los Tesoros, minas de Río Tinto).

La fundación data de principios del primer milenio a.n.e. y fue habitada por los tartesios, fenicios, romanos, visigodos, musulmanes, almorávides, almohades y cristianos. Adquirió la categoría administrativa de municipium perteneciente al conventus iuridicus Hispalensis.

A partir del siglo II a.C. se realizan emisiones de monedas de 25 gramos, con caracteres púnicos y latinos, tipo de moneda muy corriente en la Hispania Citerior y en ciudades estipendarias.

Las murallas de la ciudad son de origen tartésico, lo que muestran los sillares ciclópeos del conocido como muro de Droop, característicos de la estructura defensiva protohistórica de este pueblo; rodean totalmente la población formando un polígono irregular de una longitud de dos kilómetros y tienen cinco puertas (Buey, Socorro, Agua, Embarcadero y Sevilla) cuyo aspecto actual es de época posterior.

Tras un período turdetano, la ciudad sufrió incendios y destrucciones durante la Segunda Guerra Púnica. Hay documentos que testimonian que en el año 194 a.n.e. y en las cercanías de la ciudad hubo enfrentamientos con el pretor Cornelio Escipión.

La conquista romana se debió al interés por controlar todos los lugares que habían estado bajo dominación púnica. En los inicios de la ocupación romana se aprovechó la estructura urbana precedente; así en época republicana se incrementó la muralla con una construcción de opus quadratum y, ya en época imperial, se agrandó con opus caementicium forrado de sillares.

Su importancia como centro de comunicaciones se ve consolidada en esta época con la construcción de un puente sobre el río Tinto y su inclusión en el Itinerario Antonino como mansio, lugar de parada o descanso en la primera parte de la vía que unía la desembocadura del río Guadiana con Mérida.

También se edificaría un acueducto para abastecer a la ciudad desde los manantiales de la Bienvenida y unas termas.

En el subsuelo de la ciudad han aparecido ánforas fenicias, urnas decoradas, cuencos de barniz rojo, cazuelas de cerámica, ollas toscas, y algunas cerámicas grises con grafitos tartésicos o foceos.

Bibliografía

  • Campos Carrasco, J.M.; Rodrigo Cámara, J.M.; Vidal Teruel, N.: “El urbanismo de Niebla desde la Protohistoria hasta el mundo moderno”. Huelva en su historia, núm. 9, págs. 35-54, Huelva, 2002 (enlace al pdf).

  • Ciudades romanas del territorio onubense: Ilipla (enlace a la web)

  • Pérez Macías, J.A.; Campos Carrasco, J.M.; Gómez Toscano, F.: “Niebla, de oppidum a madina”. Anales de arqueología cordobesa, núm. 11, págs. 91-122, Córdoba, 2000 (enlace al pdf).

  • Toscano-Perez, C.; Correa Rodríguez, J.A.: “Grafitos tartesios hallados en Niebla (Huelva) y su contexto arqueológico”. Revista Onoba, núm. 2, págs. 45-54, Huelva, 2014 (enlace al pdf).

  • Wikipedia (artículo): Niebla.


  • Imágenes enlazadas o tomadas de las web y artículos citados.

Ilipla_Carrasco_Iglesias_Alejandro_1920.pdf