Puebla de Sanabria

Las rampas criminales al 17,5% y el empedrado de la corta pero matona ascensión a la Plaza Mayor de Puebla de Sanabria le dan a esta bellísima cota un notable puntito de dureza. Es una subida muy recomendable por lo que nos encontraremos al final (nos olvidaremos del calentón) y, quién no se sienta preparado… puede subir por la vertiente suave, que en belleza iguala o incluso supera a la subida “extrem”.

Datos:

Puebla (Sur), por el Muro: 0,21 km al 15,24%, 32 m de desnivel y APM 18

Puebla (Sur), por el río: 0,54 km al 9,26%, 50 m de desnivel y APM 15

Puebla (Norte), por el río: 0,65 km al 7,38%, 48 m de desnivel y APM 10

Localización

En la Villa de Puebla de Sanabria, la capital de la comarca. Ambas vertientes parten del puente sobre el Río Tera.

Especificaciones

A pesar el escaso kilómetro que suman ambas vertientes veremos prácticamente todos los tipos de firme. Los dos inicios son por buena carretera (algo más botosilla la vertiente septentrional) y en la plaza del ayuntamiento y de la iglesia tenemos un enlosado urbano. Entre medias las peores rampas por ambos lados están empedradas, y en la vertiente sur, al ser el peor tramo en dirección prohibida, si baja un coche, por no haber espacio para que pase un coche y un ciclista, nos veremos en la tesitura de dar media vuelta e intentar subir de nuevo ante la dificultad de arrancar en rampas al 17%.

Descripción

Las rampas asesinas y el empedrado de la subida al casco histórico de Puebla de Sanabria conforman un cóctel explosivo: sus pendientes adoquinadas no pueden ser dominadas por cualquiera al exigir o bien una mínima preparación o bien una buena capacidad de sufrimiento. Sin embargo, llegar arriba tiene premio: la plaza mayor de Puebla tiene un encanto único, y tanto el castillo como la iglesia merecen una visita. No podemos olvidar tampoco que las panorámicas desde la muralla (y no digo ya desde la torre del castillo) son sencillamente espectaculares. Merece mucho la pena subir, y quien no pueda con los rampones… puede hacer trampa y ascender por la vertiente alternativa, más adecuada para sus condiciones físicas.

Vertiente Sur (Muro)

Si venimos desde Portugal o Villardeciervos, tras un callejeo más o menos llano por Puebla en el que tendremos que estar muy atentos a los coches aparcados y a las bocacalles (esta zona es peligrosilla), llegaremos a la fuente. Aquí tenemos dos opciones. Escapar cuesta abajo con el rabo entre las piernas o enfilar “esa cuesta imposible” que sube culebreando. El inicio asusta más visualmente que otra cosa, luego no parece tanto comparado con la que se nos viene encima.

El “problema” viene cuando llegamos a una plaza y vemos el muro recto empedrado final, la visión es demoledora y de nuevo dan ganas de girar a la izquierda o dar media vuelta: uno se arrepiente por momentos de no haber escapado cuesta abajo en la fuente y se pregunta “qué demonios hago yo aquí”. De aquí al final toca darlo todo y empezar el recital de chepazos: es una cuestión de supervivencia y “de tenerlos puestos”, donde lo único que podemos pedir es que no baje ningún coche para no tener que parar a media subida. Si la subida es complicada por la pendiente, el pavé la convierte ya en agónica.

Vertiente Sur (Río Tera)

Esta vertiente según el coeficiente “parece” más suave que la extrem, pero en realidad es la anterior con unos trescientos metros de calentamiento al 5,5% para no tener las piernas frías a la hora de la verdad. Detalles como éste demuestran que el coeficiente por hectómetro es más adecuado que el coeficiente por kilómetro usado normalmente por convención. Poco se puede añadir a este comentario. Un “plácido” paseo de 300 metros ganando altura suavemente sobre el río nos sirve de aperitivo para el “segundo plato” que nos espera una vez que lleguemos a la fuente.

Vertiente Norte (Carretera de Castro)

La subida “oficial” no es adecuada para todo el mundo por su extrema dureza, por lo que esta otra vertiente puede ser una alternativa a considerar si no estamos finos. Además, es preciosa, y con mucho mejores vistas que la otra, además, hasta parece más puerto por su mayor longitud y por sus dos espectaculares herraduras. Es un buen reto subirse ambas vertientes.

Si queremos afrontar esta vertiente, en el puente sobre el río giramos a la derecha y tras 300 m de terreno favorable, giramos a la izquierda. Una carretera revirada que gana altura muy rápidamente nos dejará en una herradura, que tomamos desoyendo el cruce alternativo. En las cercanías del “tornanti” tenemos unas vistas espectaculares de la parte más occidental de Sanabria.

En apenas cien metros llegamos a una segunda herradura, a cuya salida comienza un tramo precioso adoquinado entre casas de otra época. Llegar a la plaza desde aquí es intuitivo.