Coso-Carpazal por Rábano de Sanabria (Arroyo Vecilla)

Coso es una subida apartada y muy desconocida, que merece la pena conocer y que además es muy asequible para un cicloturista medio. Se puede llegar a este pueblo de distintas formas y cada una tiene su propia personalidad y belleza. La gran ventaja de este puerto es que es uno de los pocos puertos de paso con algo de exigencia que pueden hacerse en Sanabria dentro de una ruta circular con un kilometraje razonable.

Datos:

Coso: 2,50 km al 5,80%, 145 m de desnivel y APM 24

La Alcobilla (Cruce): 1,15 km al 6,31%, 72 m de desnivel y APM 13

Localización

El Puerto de la Alcobilla se sitúa en la carretera ZA-2662, que une Rábano de Sanabria con la ZA-2664 El Puente-Trefacio. De la Alcobilla parte una carretera vecinal, sin número, que da acceso a Coso y en la cual se encuentra el punto más alto.

Especificaciones

La carretera de Villarino ha sido reasfaltada en el 2014 y está en buen estado, con buen firme. El tramo San Ciprián-Alcobilla está en peor estado (atención a la travesía del pueblo de Coso) pero transitable en bici de carretera.

Descripción

En la cima de Coso seremos víctimas de un efecto óptico que le viene como anillo al dedo a esta “Terra de Meigas”: veremos una engañosa subida pero sentiremos una bajada. Si paramos y echamos a rodar el botellín veremos como, con un empujón para vencer el rozamiento inicial, sube la cuesta desafiando las leyes de la gravedad. Los más escépticos podrán verificar con el altímetro como, milagrosamente, lo que parece la cima del puerto resulta que está unos metrillos por debajo que el pequeño valle que se ve desde ella.

Para acceder a la Alcobilla habría que recorrer la vertiente de Villarino hasta este santuario. A continuación, la carretera que conecta la Alcobilla con Rábano no tiene ninguna otra salida asfaltada, con lo que a priori esta vertiente no tendría interés. Pero bajarla es una delicia por sus curvas encadenadas bajo la sombra de un frondoso robledal, que recuerdan a los míticos descensos navarros que serpentean entre las hayas, como Aralar por Lekumberri: ningún otro puerto zamorano puede presumir de trazar 4 herraduras en sólo medio kilómetro. Lástima que sea tan corto… poco más de un mísero km, pero muy entretenido y, para la zona en la que estamos, de cierta exigencia a la hora de subirlo por su pendiente media superior al 6%.

El tramo final comienza en el Santuario de Nuestra Señora de la Alcobilla, el cual bien merece una visita para poder ver sus castaños centenarios y para disfrutar de las vistas de este mirador privilegiado de la sierra. El santuario es un centro de peregrinaje para los lugareños; y en el mes de septiembre se hace una romería muy popular en la comarca, y, a la vez, muy escénica por los bailes de los pendones (o banderas gigantes) de los pueblos que tienen a esta Virgen como patrona. Saliendo del santuario, si subimos de frente entre los brezos y prados moteados aquí y allá por algunos robles solitarios, afrontaremos una ascensión sin rampas y en la que nunca dejaremos de tener unas magníficas vistas de los majestuosos dosmiles que cierran el valle (Faeda, Peña Negra, Cerro Fallanquinos, Vizcodillo…). El punto más alto… como ya se ha dicho, encierra una sorpresa.

Nota: Con la bici de montaña tras bajar esta vertiente es muy recomendable iniciar la subida a Peña Negra, que nos ofrece múltiples opciones como puerto de paso, a cual más interesante: Grandillas-Campillino para caer en Coso o Muelo Rigada para descender el Peñón-Vizcodillo.