Coso - Carpazal por Villarino de Sanabria
Coso es una subida apartada y muy desconocida, que merece la pena conocer y que además es muy asequible para un cicloturista medio. Se puede llegar a este pueblo de distintas formas y cada una tiene su propia personalidad y belleza. La gran ventaja de este puerto es que es uno de los pocos puertos de paso con algo de exigencia que pueden hacerse en Sanabria dentro de una ruta circular con un kilometraje razonable.
Datos:
Coso: 7,45 km al 3,61%, 269 m de desnivel y APM 43
La Alcobilla (Cruce): 6,10 km al 3,21%, 196 m de desnivel y APM 32
El Campello: 3,68 km al 3,55%, 131 m de desnivel y APM 20
Localización
El Puerto de la Alcobilla se sitúa en la carretera ZA-2662, que une Rábano de Sanabria con la ZA-2664 El Puente-Trefacio. De la Alcobilla parte una carretera vecinal, sin número, que da acceso a Coso y en la cual se encuentra el punto más alto.
Especificaciones
La carretera de Villarino ha sido reasfaltada en el 2014 y está en buen estado, con buen firme. El tramo San Ciprián-Alcobilla está en peor estado (atención a la travesía del pueblo de Coso) pero transitable en bici de carretera.
Descripción
En la cima de Coso seremos víctimas de un efecto óptico que le viene como anillo al dedo a esta “Terra de Meigas”: veremos una engañosa subida pero sentiremos una bajada. Si paramos y echamos a rodar el botellín veremos como, con un empujón para vencer el rozamiento inicial, sube la cuesta desafiando las leyes de la gravedad. Los más escépticos podrán verificar con el altímetro como, milagrosamente, lo que parece la cima del puerto resulta que está unos metrillos por debajo que el pequeño valle que se ve desde ella.
Coso por Villarino es una subida ideal para incluirla en una ruta que sin pecar de exigente, posea al menos una subida de cierta entidad, que sea algo más que una tachuela de un par de kilómetros. Además, la tranquilidad y belleza de misma la terminan de convertir en una de las más atractivas de la zona, especialmente cuando se anda bajo de forma o pasado de vueltas.
La subida comienza al tomar el desvío a Villarino en la carretera que une El Puente y Trefacio. Hasta Villarino la carretera apenas gana altura, y simplemente curvea suavemente bajo las sombras del robledal y en compañía del placentero murmullo del regato que ocupa el fondo del valle. En la travesía del pueblo nos encontraremos con algún tobogán, para luego volver a bucear en el océano de robles, esta vez sufriendo porcentajes más serios pero en ningún caso por encima del 10% y raras veces superando el 8%.
El bosque, al ser un robledal no muy espeso, nos dejará cada poco “rendijas” por las que podremos atisbar lo que hay a lo lejos, con lo cual cuando coronamos el collado intermedio (el alto del Campello) no nos pillará tan de nuevas la magnífica panorámica de la sierra que nos encontraremos. Una rápida y abierta bajada nos dejará en San Justo, desde donde llegar a la Alcobilla sólo nos supondrá un pequeño esfuerzo adicional para superar el kilómetro más exigente de toda la ascensión, al 6%. En la Alcobilla tendremos una difícil elección. ¿Parar en los castaños del santuario? ¿Darnos por satisfechos con el Puerto de la Alcobilla y bajar a Rábano? ¿Subir directos a lo más alto a jugar con la física? Cualquiera de ella es, por sí sola, atractiva, así que… simplemente elige y disfrútalo.
El tramo final comienza en el Santuario de Nuestra Señora de la Alcobilla, el cual bien merece una visita para poder ver sus castaños centenarios y para disfrutar de las vistas de este mirador privilegiado de la sierra. El santuario es un centro de peregrinaje para los lugareños; y en el mes de septiembre se hace una romería muy popular en la comarca, y, a la vez, muy escénica por los bailes de los pendones (o banderas gigantes) de los pueblos que tienen a esta Virgen como patrona. Saliendo del santuario, si subimos de frente entre los brezos y prados moteados aquí y allá por algunos robles solitarios, afrontaremos una ascensión sin rampas y en la que nunca dejaremos de tener unas magníficas vistas de los majestuosos dosmiles que cierran el valle (Faeda, Peña Negra, Cerro Fallanquinos, Vizcodillo…). El punto más alto… como ya se ha dicho, encierra una sorpresa.