P.E. Hedroso-Aciberos

El puerto comienza en el puente sobre el Tuela en que hay en el fondo el valle según se ve de Lubián a Hermisende por la ZA-P-2669. Subiremos dirección Lubián (a nuestra espalda queda el acceso a la A-52), y al llegar a la ZA-106, tomamos dirección Galicia. Al poco tomaremos un desvío a mano derecha hacia el parque eólico, por una carretera privada. Para saber a qué molino llegar se adjunta la siguiente imagen satélite

Especificaciones

La carretera inicial es muy estrecha, especialmente al llegar al pueblo, donde podemos tener algún bache. El tramo por la ZA-106 está en muy buen estado y en el tramo final, debido al desgaste causado por la notable afluencia de camiones para la construcción de los parques eólicos y del AVE, podemos encontrar la pista asfaltada sucia o con algunos baches, especialmente en el tramo inicial (hasta las obras del AVE).

Descripción

Cuando venimos de Hermisende, tras el descenso de Penagueira y tras pasar el desvío a la A-52, llegamos al fondo del valle, a un estrecho puente sobre el Río Tuela que se encuentra en una fresquísima ribera, que nos quitará las ganas de sufrir: aún estamos a tiempo de “abandonar”. Si decidimos seguir adelante… empezaremos con “marcha”, con los 920 m al 9,9% del Alto de Lubián. Los primeros 500 m al 10% se harán duros, y en el entorno de la herradura en la que se sitúa el desvío al Santuario da Tuiza llegaremos a sufrir un 14%. Al menos “gozaremos” de la sombra de un frondoso bosque en este brutal inicio. Al poco de pasar la herradura, la pendiente suavizará, pero al entrar en Lubián vuelven las rampas, hasta del 13% en este caso. Podremos parar, antes de llegar a la carretera, a coger agua en una fuente en honor al lobo, que marca la historia de este pueblo. De hecho, el principal atractivo turístico de Lubián, aparte del Santurio de A Tuiza, es el "Cortello dos Lobos", una curioso corral cercado de tal forma que para el lobo es fácil entrar pero muy difícil salir, especialmente tras haberse comido la oveja dejada como cebo. Los lugareños lo utilizaban así para dar caza al fiero depredador.

Al llegar a la carretera tendremos un plácido km de descanso-falso llano descendente al -1,2%. Deberemos aprovecharlo para prepararnos para la que se avecina, y es nuestra última oportunidad de abandonar. El kilómetro inicial fue “una broma” comparado con lo que queda una vez que tomemos el desvío al parque eólico: 4 terribles km sin descanso al 10,3% de pendiente media en los cuales la pendiente jamás bajará del 9%, y en los que veremos rampas del 11%, 12% y 14%. El primer kilómetro, incluso, será el más duro al tener una pendiente media del 11,1%. Los siguientes kilómetros siguen siendo muy duros, aunque “poco a poco” (nos llevará un rato superar estos tramos) bajan la pendiente media. Los siguientes kilómetros serán al 10,4%, 10,0%, 9,8% y 9,0%. En total tendremos exactamente 5 km al 10%: estamos ante una auténtica pared.

Al menos, la subida tiene unas amplias curvas de herradura, diseñadas para los trailers que cargan las aspas de los molinos, en las que podremos “suavizar porcentajes”, y cambiar la panorámica. Los cambios de vista son continuos y nos distraerán: iremos viendo el Valle del Tuela, A Canda, Marabón, Las Hedradas, A Gamoneda, Lubián, Padornelo, los molinos que tenemos por destino e incluso Portugal una vez que ganamos suficiente altura. Si ponemos el “ritmo trotón” y nos distraemos con las vistas, pasaremos el infierno sin enterarnos. En ese sentido, los terroríficos 5 km de Hedroso se suben mucho mejor que los 5 km de la demoníaca recta del Peñón en la que todo el tiempo el puerto nos machaca psicológicamente. No obstante, la subida a Moruxal-Hedroso Aciberos es muy abierta: al poco de tomar el desvío dejaremos de tener sombras y si Lorenzo o Eólo están “juguetones”, sufriremos en ella de lo lindo con el calor o con el viento.

Una vez pasado el “infierno a cámara lenta” llegaremos a los primeros molinos. A partir de aquí el puerto suaviza y se hace muy agradable de subir. No sé si os pasa a vosotros que tras una “pared”, las rampas al 5-7% parecen cuesta abajo. El zigzagueo entre molinos, buscando el punto más alto, y las amplísimas vistas hacen de esta parte de la subida una auténtica delicia, en la que podremos disfrutar del puerto, que nos dejará así un gran sabor de boca. Incluso podremos refrescarnos en la bonita fuente que encontraremos tras una pronunciada bajada al 11%. El agua fresca y las vistas sobre el cañón de la Fraga da Osa (donde vivieron los últimos osos que poblaron Sanabria) harán que cuando retomemos la subida final, con una rampa al 12%, ni nos enteremos.

Fotografías

Una foto del muro inicial, de la rampa que hay pasada la herradura con el desvío al Santurio de A Tuiza. El inicio es muy fresco, bajo las sombras.