Ladiairo - Marabón por Hermisende

Ladiairo-Marabón es uno de los encadenados más duros que se pueden hacer en Sanabria. Está compuesto por una subida inicial muy dura, Ladiairo (2,2 km al 9,4%) y otra final, Marabón (3,29 km al 9,2%). Entre medias tenemos un terreno rompepiernas con tendencia ascendente en el cual cada collado está a mayor altitud que el anterior, al igual que cada valle, por lo que se puede considerar el conjunto como un único puerto enlazado por un terreno de transición.

Otro punto a favor de este puerto es la excepcional variación de paisajes a lo largo del mismo. Una subida muy recomendable, y que nos exigirá darlo todo en las exigentes rampas de Marabón, que se elevan hasta un terrorífico 21% en recta que nos hará retorcernos sobre la bici.

Datos:

Ladiairo-Marabón: 14,93 km al 3,63%, 542 m de desnivel y APM 187

Santa Marina: 9,98 km al 2,95%, 294 m de desnivel y APM 93

Falgueiro: 7,67 km al 3,21%, 246 m de desnivel y APM 79

Ladiairo: 2,20 km al 9,41%, 207 m de desnivel y APM 64

Localización

El puerto comienza en el puente sobre el Tuela que hay pasado Hermisende y dirección Castromil, en la ZA-L-2698. Seguiremos esta carretera hasta el barrio gallego de la localidad de Castromil (dividida entre Galicia y Castilla), donde cogeremos un estrecho carretil sin señalización que nos llevará hasta la cima.

Especificaciones

El tramo inicial en la ZA-L-2698 está impecable: carretera ancha con arcén y buen asfalto: un auténtico lujo para la zona. El estrecho carretil final, por contra, tiene un asfalto rugoso y engravillado que se agarra como una lapa, pero que se pasa muy bien. Precaución si se desciende por esta vertiente.

Descripción

La subida comienza en un espectacular y estrecho puente de piedra sobre el Río Tuela, que vuela sobre una playa fluvial. Viendo la que se avecina, estamos a tiempo de quedarnos descansando en este lugar en vez de afrontar el terrible inicio del puerto. Si decidimos "sufrir", cruzaremos el puente y tras respirar hondo, afrontaremos la ascensión al corto pero matón Alto do Ladiairo, con la que se inicia este durísimo encadenado. Un primer kilómetro al 9,9% con rampas del 15% nos machacará a balón parado, aunque al menos iremos protegidos del astro rey gracias a la sombra de un frondoso castañar. Tras un insuficiente "descansillo" al 5-6% llegamos a San Ciprián de Hermisende, donde tendremos que bregar con una durísima y bellísima herradura con rampas al 15%, cuya salida, con una recta de 400 m al 10-13% nos machacará psicológicamente. Pasada la recta, la pendiente suaviza y llegamos a una amplia curva con una espectacular panorámica sobre el valle de Hermisende. Al disfrutar de la misma nos preguntaremos qué cómo es posible que hayamos subido tanto en tan poco.

A partir de aquí los castaños dejan paso al matorral, y cambiaremos las rampas del recién coronado Alto do Ladiairo por un terreno rompepiernas de 9 km en el que, repecho a repecho, iremos disfrutando de todo tipo de paisajes y panorámicas: praderas, pedregales, bosquecillos, granjas... Siempre tenemos que seguir recto, haciendo caso omiso de los cruces en los km 6 (que lleva a Portugal) y 10 (la circunvalación de Castromil, que lleva a Cádavos, Orense). Entre los km 2 y 5 descenderemos (con un par de toboganes mediante) Ladiairo. Del km 5 al 7,5 ascenderemos Falgueiro (de nuevo con un par de toboganes mediante), cuyo vertiginoso km de descenso nos deja en un puentecillo donde empezará el repecho más exigente de este tramo, el Alto de Santa Marina (km 8,5-10), cuyo km final encierra de nuevo rampas al 10-12%. Su bajada nos dejará en el barrio castellano de Castromil, donde podemos coger agua en una curiosa fuente que queda a mano izquierda en una bocacalle. En el fondo de este último valle entraremos en Galicia y justo antes de llegar al poblado gallego tendremos que desviarnos a mano derecha por una carretera estrecha y de asfalto rugoso.

Aquí empezaremos la segunda parte del puerto, y la más exigente: Ladiairo fue sólo un aperitivo. El primer kilómetro y medio es asequible, al 6-7%, aunque nos "comeremos" alguna que otra rampa, y es un suave curveo que sigue, por arriba, un regato. Pronto se acaba la tregua y llegaremos a unas curvas donde la carretera arranca violentamente, a base de curvas amplias, su camino hacia las estrellas. Pasadas las curvas, entraremos en un tramo muy aéreo, y con muy buenas vistas de lo ascendido. Lo malo es que no tendremos resuello para disfrutar de las vistas al estar enfrascados en superar una dura recta serpenteante con porcentajes mantenidos al 10-15% que nos hará darlo todo para llegar a un bosquecillo, donde un pequeño descanso dará paso a la traca final en forma de rampa al 20-21% con la que coronaremos, exhaustos, en un cruce con un camino que lleva a los molinos de la cima de la montaña.

Desde la cima tenemos la opción de dejarnos caer al Portillo de la Canda. Desde él podemos descender tanto hacia Vilavela (Orense) como hacia Lubián (Zamora). Si descendemos hacia Lubián, para tener un mejor firme y simplemente dejarnos caer, nos merecerá la pena comenzar el descenso hacia Orense y al llegar a la nacional, bajar por ella. Se puede bajar por la carretera directa pero tendremos que ir pendientes de los baches y de la gravilla.

Fotografías

La curva amplia que trazaremos poco antes de coronar el Alto do Ladiairo, con las amplias vistas que tendremos sobre el valle del Tuela.

Tramo inicial de Marabón visto desde las curvas intermedias.