Comentario Lectura No. 5
Artículo “"Why the wealthy fear pandemics". New York Times, (2020). Escrito por Walter Scheidel
Primeramente, este artículo me permitió conocer algunas de las grandes pandemias que el mundo tuvo que enfrentar y los estragos que éstas ocasionaron, principalmente hacia la modificación de la vida de las clases alta y obrera.
Las pandemias mencionadas fueron: la primer pandemia de la que se tiene conocimiento data del año 541 y que tuvo estragos en el Medio Oriente y Europa, la plaga bubónica en Italia (1347) y la introducción de la viruela y sarampión al continente Americano debido a los conquistadores españoles.
Bien es sabido que la separación de una sociedad en clases ha existido siempre, tal vez desde la fundación de la primera comunidad de seres humanos, pues cuando éstos comenzaron una vida sedentaria y empezaron a descubrir las actividades de caza y recolección, las labores eran repartidas y con el paso del tiempo la comunidad aumentó a comunidades. Me parece importante mencionar lo anterior pues es la base de la constitución de las sociedades humanas y cómo éstas han evolucionado desde hace millones de años hasta el día de hoy.
La palabra sociedad me parece fundamental para entender el por qué de la dinámica entre seres humanos. Con lo anterior quiero referirme a que la adjudicación de determinadas actividades a determinados grupos de personas es imprescindible y necesaria para que la vida sea posible.
Soy fiel creyente de que en el mundo necesita personas dedicadas a cualquier actividad profesional y no profesional también; el mundo necesita investigadores y estudiantes de posdoctorados así como de obreros y mineros; el mundo necesita ingenieros así como cajeros y repartidores de comida; el mundo necesita biólogos, pedagogos, contadores y empresarios, así como meseros, cantantes y técnicos. Espero hacerme entender, la comparación anterior no tiene como fin demostrar que alguna actividad es más apreciada o necesaria que otra ni hacer menos a ninguna de ellas, sino comprender que ésta designación de actividades (y más que designación sea una decisión individual) es vital para vivir en un mundo que avanza tan rápidamente como hoy en día.
La existencia de todas las profesiones y oficios lleva consigo la lamentable existencia de la división de clases sociales, y al vivir en México ésta división se hace visible día con día en cualquier lugar. ¿Qué conlleva ser de una clase u otra en éste país? El trato diferenciado hacia las personas, los prejuicios y, sobre todo, la injusta repartición de salarios. Tristemente la clase obrera o mano de obra es mal pagada en México y, sin embargo, es fundamental para el sostenimiento de la economía mexicana. Aunado a lo anterior, 50 millones de mexicanos viven día con día en la pobreza y/o en la pobreza extrema y, por si fuera poco, deben hacer frente a desempleos o falta de empleo, lo que me permite concientizar que si bien para la mayoría de la población el tener comida, vestimenta y techo es algo normal, para los otros muchos es considerado un lujo difícil de conseguir.
Me situaré ahora en el panorama actual en México, donde desde hace tres meses la vida de todos los 120 millones de mexicanos ha sido modificada para siempre debido a la pandemia de Coronavirus y, aún teniendo conocimiento de las pandemias precedentes, tuvimos que empezar a adaptar nuestro modo de vida de una manera en la que no se había visto antes.
Los siglos de separación entre las pandemias mencionadas al inicio y la que se vive hoy en día, han modificado la vida de las sociedades; si bien hoy contamos con tecnología, internet, realidad virtual y un sin fin de evolución de conocimiento, la constante entre los siglos pasados y el presente es la repartición de la riqueza. La cruda inestabilidad de la balanza de oportunidades laborales dada la pandemia, incrementa la preocupación de la población mexicana: los millones de desempleos y la reducción de salarios hacen perecer a millones, mientras que la población que cuenta con un salario fijo, son dueños de empresas o grandes corporaciones, viven tranquilamente día con día.
El título del artículo que permitió realizar este comentario, "¿por qué los ricos le temen a las pandemias?", me hizo concientizar acerca de todo lo anterior; además de que me permitió concientizar acerca del título: el temor de la clase alta o "los ricos" podría derivarse del temor de tener que vivir como los millones de clase baja (e incluso media), por lo que velan por sus propios intereses. Sin embargo, la ayuda de muchos otros altruistas permite sobrellevar la carencia salarial.
Finalmente, me gustaría concluir que si bien la división de clases sociales es una necesidad, también es una utopía su inexistencia, aunque no lo es el mejoramiento o incremento de la calidad de vida de cada una de las personas pertenecientes a la población mexicana. Espero que todos los cambios de vida que la pandemia de Coronavirus deje a cada ser humano impliquen también ver por los demás.
URL Lectura: https://www.nytimes.com/2020/04/09/opinion/sunday/coronavirus-economy-history.html