José Antonio Martínez Cedeira es biólogo, buzo profesional y presidente de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (CEMMA), asociación de ámbito gallego dedicada a la protección de los cetáceos y otros animales marinos. Trabajan en colaboración con el Centro Oceanográfico de Vigo, parte del Instituto Español de Oceanografía. Disponen en su sede en Nigrán de una amplia colección de diversos restos encontrados en el mar, entre los que se encuentran numerosos huesos de cetáceos, contenidos estomacales, instrumentos de pesca de ballenas, microplásticos y otros contaminantes, fruto de una intensa actividad de recolección, estudio y catalogación.
PREGUNTA. En primer lugar, ¿cómo afectan los macro y los microplásticos al medio marino de las costas gallegas?
RESPUESTA. El plástico en general, los macroplásticos y microplásticos, son una de las principales amenazas de las muchas que hay en el medio marino y que afectan no sólo a los cetáceos, sino también a las tortugas marinas, que son otra de las especies con las que trabajamos nosotros. Los plásticos tienen diferentes efectos. En primer lugar, a nivel de los macroplásticos podemos hablar de problemas que les pueden provocar a los animales una vez que los ingieren: oclusiones y taponamientos en el sistema digestivo y respiratorio porque son elementos de cierto tamaño que pueden ocluir estas vías. Luego, en el caso de los microplásticos, que son elementos de menor tamaño, de 5 mm o menos, estamos hablando de otro tipo de problemática que está más relacionada con una contaminación química que podría tener una serie efectos importantes a nivel metabólico, endocrino y provocar incluso daños a nivel reproductor y demás.
P. Hay una presencia importante de todos estos plásticos en el contenido estomacal de los cetáceos varados en nuestras costas, ¿qué impacto tiene en estos animales?
R. En el trabajo que llevamos a cabo en asistencia a los varamientos, no es extraño localizar elementos plásticos, tanto en el interior del cuerpo de los animales o incluso adherido a una aleta. El efecto en los animales lo comentábamos antes. En el caso de los macroplásticos provocan taponamientos y oclusiones en el sistema digestivo, principalmente, que se pueden acumular en el estómago. Y en el caso de los microplásticos estamos hablando de efectos de contaminación y de afección a nivel del sistema endocrino, efectos en la producción de hormonas. Muchas veces se pueden manifestar incluso con efectos negativos a nivel reproductor.
P. Sabemos que hay residuos que se mantienen sumergidos y que, por lo tanto, no son visibles. ¿En qué cantidades se encuentran en las costas gallegas y qué se puede hacer para impedir que estos residuos lleguen a zonas de tan difícil acceso?
R. Por la información que nosotros manejamos, sabemos que no hay ningún dato referido a los residuos que hay sumergidos, tanto en la columna como en el fondo del mar. Sin embargo, nosotros sí tenemos alguna estimación de los residuos flotantes. Realizamos en el año 2015 una campaña dentro del proyecto Phocoeval que estaba destinado a la monitorización y estudio de las marsopas, que es la especie de cetáceos más amenazada en Galicia, y, en general, en toda la Península Ibérica. En aquella campaña, además de muestrear cetáceos, también realizamos un muestreo de los residuos plásticos que estaban flotando en la lámina de agua. Para toda la costa de Galicia desde la desembocadura del río Miño hasta el río Eo, desde A Guarda hasta Ribadeo y desde la costa a la isóbata de los 200 metros, estimamos una abundancia de 57.000 elementos plásticos en toda esta superficie, con una media aproximadamente de unos 7 residuos plásticos por cada kilómetro cuadrado.
P. ¿Se podría decir que estamos pescando más basura que peces?
R. Yo creo que no llegamos a ese punto, todavía falta, pero sí que es habitual. Realizamos mucho trabajo a bordo de los barcos de pesca, muestreos de diferente tipo y, en los últimos años, es muy habitual que, cuando vamos a muestrear las viradas, en el momento en que los marineros recogen sus artes de pesca, y los meten a bordo, aparece basura casi siempre. En determinadas artes de pesca, como en el caso del arrastre, mucha más basura, por el tipo de pesca realizan. Es muy habitual y con mucha frecuencia llega la basura a bordo de los barcos de pesca.
P. En este sentido, vemos en los medios de comunicación imágenes impactantes de mares enormes de plásticos. ¿En qué medida se están produciendo en nuestros mares estas acumulaciones?
R. Supongo que te refieres a las imágenes de la famosa isla de plásticos en el Pacífico. En Galicia, tanto en las aguas costeras, como en aguas exteriores, nunca hemos visto aglomeraciones de residuos de esa magnitud. Pero sí que vemos en todas las salidas, y en todos los muestreos que llevamos a cabo, a diario, en todas las zonas, presencia de residuos. Para que te hagas una idea, en una campaña que llevamos a cabo en el año 2015, una campaña de monitorización aérea de cetáceos, era tal la cantidad de residuos que veíamos desde la avioneta que, en cuanto empezamos el muestreo, decidimos no continuar anotando datos de residuos porque nos íbamos a dedicar solamente a atender a los residuos y no íbamos a poder recoger datos de cetáceos, que era el objetivo. Esto da una idea del volumen de residuos que tenemos en el mar.
P. CEMMA se dedica al estudio y defensa de los mamíferos marinos. ¿Qué especies son su objetivo principal y qué problemas sufren con más frecuencia?
R. En la CEMMA nos dedicamos al estudio de los mamíferos marinos y también de las tortugas marinas. Dentro de los mamíferos marinos tenemos dos grupos. El principal es el de los cetáceos. Aquí en Galicia está registrada la presencia de más de 20 especies de cetáceos que es una cifra muy importante, porque, a nivel mundial, en todo el planeta, no hay más de 90 especies. Todas las especies existentes a nivel mundial, están presentes en nuestras aguas. Luego también es importante la presencia de focas, que son menos frecuentes que los cetáceos.Tanto en el caso de los mamíferos marinos como de las tortugas marinas hay una serie de amenazas generales y una de las principales es la interacción que se produce entre estas especies y la actividad pesquera. Se registra un número muy elevado de muertes por captura accidental en artes de pesca en Galicia. Cada año en nuestras costas aparecen varados una media de alrededor de los 270 ejemplares y más de la mitad de estos animales mueren por causas relacionadas con la actividad pesquera. Otra de las grandes amenazas para su conservación, son todos los problemas derivados de la contaminación.
P. Han realizado diversos proyectos relacionados con su trabajo: “Divulgando a pé de mar” y “LIFE+Indemares”, entre otros. ¿En qué están trabajando en estos momentos y qué papel creen que tiene la divulgación de estos problemas medioambientales?
R. En estos momentos estamos desarrollando dos proyectos principales. Uno de ellos es el trabajo en la red de varamientos. Continuamos con este trabajo que se inició hace más de veinte años. Es un trabajo muy importante para monitorizar todos los animales que aparecen localizados, varados, en la costa. Un 10% de estos animales están vivos y sobre ellos tenemos que llevar a cabo un trabajo de recuperación. Actualmente estamos desarrollando un proyecto muy interesante llamado TurGaSur está financiado por el Ministerio de Medio Ambiente, a través de la Fundación Biodiversidad, dirigido a la monitorización de la unidad de gestión de los delfines mulares de las Rías Baixas. Es un trabajo que se lleva a cabo mediante la metodología de fotoidentificación. En la actualidad estamos diseñando una propuesta de proyecto enfocada a la problemática y el impacto de la mortalidad por captura accidental en artes de pesca.
P. También han acompañado a los pescadores en sus barcos. ¿Qué opinión y sensibilidad tienen nuestros pescadores sobre el problema de los residuos en el mar?
R. Entre los años 2008 y 2010 dentro del proyecto LIFE + Indemares, estuvimos desarrollando trabajos de monitorización embarcando en barcos de pesca de Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi. Íbamos principalmente con el objetivo de estudiar las capturas accidentales, pero enseguida nos encontramos con la problemática de los residuos, y empezamos a recoger información sobre este tema. Hablábamos a diario con los marineros y nos dábamos cuenta de que ellos sí que son conscientes de primera mano porque ellos están todos los días en el mar y ven como, a medida que recogen los aparejos, llegan a bordo diferentes residuos. Conocen el problema de primera mano, son conscientes, pero quizás no valoran en su justa medida la problemática y lo que ello supone.
P. ¿Se están trayendo estos residuos a tierra, o por el contrario se abandonan y tiran al mar?
R. Todo depende del tipo de arte del que estemos hablando y de las zonas de pesca. Hay una realidad muy clara y es que los barcos de pesca no están diseñados para recoger y almacenar residuos y, aparte, en los puertos de pesca falta mucha logística y ayuda para que los marineros, en el momento en que llegan a tierra, tengan facilidades para depositar estos residuos en los contenedores adecuados. Sabemos que por parte del sector hay buena predisposición y hay algunos ejemplos bastante positivos de proyectos y programas que pretenden llevar a cabo estas actuaciones que comentas y los resultados preliminares
P. Entonces, ¿Puede el sector pesquero contribuir a resolver este problema en el marco de una economía más circular?
R. Sí, está claro. Ellos están implicados en esta problemática, a pesar de que hay que tener muy claro, que, de todos los residuos que hay en el mar, tan sólo el 20% procede de los barcos; el 80% restante procede de tierra. No es solamente un problema que tenga su origen en los barcos, pero, el sector pesquero, al estar trabajando continuamente en el mar, es uno de los elementos que más tiene oportunidades de actuar y llevar a cabo acciones para reducir esta problemática.
P. Está ahora muy de actualidad el tema de los microplásticos. ¿De qué modo cree que es un problema grave para el medio marino y su biodiversidad? O, por el contrario, ¿piensa que es solo una moda?
R. Creo que las dos cosas. El término microplásticos es un término que estamos empezando a escuchar en los últimos años, pero está de moda porque es una realidad muy evidente. Nosotros empezamos a realizar estudios de análisis de microplásticos, en colaboración con el Centro Oceanográfico de Vigo,-del Instituto Español de Oceanografía-. Prácticamente en el 100% de los estómagos de cetáceos que nosotros recogemos en la playa y que le pasamos a los compañeros del I.E.O. para analizar, ellos localizan microplásticos. Vemos que es una realidad y que sí está de moda, que es una problemática que está vigente y que es un punto sobre el que hay que llamar la atención de cara al futuro.
P. Otro grave problema ambiental son los vertidos, como el caso del Prestige. ¿Qué papel tuvo CEMMA en este desastre y cómo afectó el fuel a la fauna marina?
R. Recordamos aquella época como muy complicada, estuvimos principalmente dedicados a atender la red de varamientos. El número de varamientos de determinadas especies se elevó muchísimo, sobre todo el de las tortugas. En aquella época aparecieron un total de 90 tortugas varadas: 30 de ellas eran animales varados vivos, sobre los cuales hubo que llevar a cabo trabajos de recuperación; 27 de estos animales consiguieron sobrevivir y se devolvieron al mar; 3 murieron. El volumen restante eran animales que ya aparecieron varados muertos. Hubo mucho trabajo de necropsias y de localizar el efecto del chapapote y del fuel en los cetáceos, en los lobos marinos. Hubo casos de animales en los que logramos determinar que la causa de su muerte estaba vinculada a los efectos del fuel. También había otros problemas y es que, a veces, se ponían medidas, como el caso de barreras anticontaminación en las rías, que también podían tener efectos negativos para los delfines mulares, por ejemplo. Eran medidas que eran buenas para unas cuestiones, pero tenían un efecto negativo para otras.
P. Si vuelve a ocurrir un desastre parecido, ¿cree que estamos mejor preparados para paliar los daños sobre la fauna marina?
R. Sinceramente creo que no. Todo sigue prácticamente igual. Se trataron de mejorar los medios, pero las medidas que se adoptaron son insuficientes. En el caso que nos ocupa más directamente a nosotros, en el tema de asistencia a cetáceos, tortugas marinas y demás, en Galicia seguimos teniendo una de las tasas de varamiento más altas de toda Europa y somos una región en la que no hay ningún centro de recuperación específico para la fauna marina.
P. ¿Qué función cree que deberían desempeñar asociaciones como CEMMA en el estudio y defensa del medioambiente? ¿Y la educación ambiental?
R. Pienso que entidades como la CEMMA tienen un papel muy importante, sobre todo porque, al no tener un carácter científico muy determinado, como pueden ser las universidades o los centros de investigación, somos más bien de un perfil técnico y tenemos una mayor capacidad de llegar a la sociedad, de comunicar. Precisamente uno de los objetivos de nuestra entidad es llevar a cabo labores de divulgación, de sensibilización y difusión de diferentes cuestiones ambientales.
P. ¿Qué consejos de futuro nos daría a los adolescentes para ayudar a preservar la diversidad marina y reducir el consumo de plásticos?
R. Respecto al consumo de plásticos, justo estos días se acaba de escuchar una noticia a través de los medios de comunicación que es que, a partir del año 2021, se va a prohibir el uso de envases y elementos plásticos de un sólo uso. Otra medida que todos conocemos es que nos cobren la bolsa de plástico en el supermercado. Estas medidas son muy importantes.Pero como consumidores, como usuarios, también tenemos una serie de responsabilidades a la hora de comprar ciertos productos. Tenemos la oportunidad de elegir productos que tengan menos plásticos en el embalaje y también, a la hora de deshacernos de esos residuos, reciclarlos, depositarlos en los contenedores apropiados y tener cuidado de que no queden desechados en cualquier lado porque el problema de la contaminación del medio marino no sólo afecta a la zona costera. Un residuo que se genere y se deposite en un lugar inadecuado en el interior, en una montaña, a través del río puede llegar al mar y puede provocar una serie de daños importantes.
P. ¿Y el papel de la educación en esta política de concienciación?
R. La educación tiene un papel fundamental junto con el papel que pueden llevar a cabo los ciudadanos a nivel de consumidores. Y, sobre todo, el papel de las administraciones que son las principales responsables porque son las que deben ofrecer las ayudas y diversos mecanismos para que el resto de la población tenga la oportunidad de ejecutar acciones respetuosas con el medio.
P. A pesar de la necesidad de una conciencia ambiental, la excesiva generación de residuos es un problema fundamentalmente económico. ¿Qué soluciones considera más apropiadas, vistas desde el ámbito de CEMMA?
R. Igual hay que echar un poco la vista atrás y ser conscientes de que podemos vivir sin las bolsas de plástico. Hace cuarenta o cincuenta años no existían las bolsas de plástico y hacíamos una vida normal, con bolsas de papel. Volver al uso de envases retornables, reutilizables, menos plástico, más envases de otro tipo, vidrio... Y luego tener una mayor responsabilidad a la hora de adquirir determinados productos; seleccionar productos que tengan menos envoltorios, menos plásticos; ser más responsables a la hora de deshacernos de estos residuos, depositarlos en los contenedores adecuados y tener la seguridad de que no van a llegar al medio marino o a los ríos y que no van a tener efectos negativos sobre el medio y sobre la fauna.
P. Para terminar, ¿qué futuro les espera a los océanos del mundo y a sus habitantes?
R. Pienso que debemos ser optimistas porque todos formamos parte del planeta y planeta solamente tenemos uno. Hay diferentes especies que tienen un grado de amenaza importante. En el caso de los cetáceos hay algunas especies que tienen un grado de amenaza grave, por la interacción con la pesca y la contaminación. Es un reto para todos, incluso para la gente joven como vosotros. De cara al futuro, hay que llevar a cabo acciones que tengan en cuenta la conservación del medio, principalmente de las especies amenazadas y de todas las especies en general.