Calienta el horno a 200º con ventilador.

Extiende la masa de hojaldre sobre el propio papel para horno que viene con ella sobre la plancha del horno.

Imagínate que la divides en 3 trozos a lo largo, pues en las dos partes de los laterales tienes que hacer los siguientes cortes: con la punta de un cuchillo, corta tiras como de dos centímetro (dos dedos tuyos) desde la izquierda hasta la parte central y lo mismo desde la derecha hasta esa parte central.

Con una cuchara, extiende un poco de nocilla (o similar, aunque... mejor sin aceite de palma ¿no? ;-) por la parte central de la masa de hojaldre.

Coge de la esquina de la primera tira de la izquierda y llévala hasta tapar la parte central, justo donde empiezan las tiras de la parte derecha.

Coge la esquina de la primera tira de la parte de la derecha y llévala hasta el final de parte central, tapando la nocilla.

Continúa así con todas las tiras: de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. Procura que cada tira que pones por encima de la nocilla en vez de estar "recta" esté un poco inclinada hacia abajo, así dará esa sensación de "trenza". No te preocupes si no queda bien al principio, ya mejorarás (y después de meterla al horno, se ve todo genial).

En un plato hondo, bates un huevo y pintas con el huevo batido la trenza. Si tienes brocha de cocina, bien; si no, da igual, puedes extender el huevo con el tenedor por la trenza. (Efectivamente, después del horno, quedará... genial).

CON CUIDADO, pones la plancha del horno con la trenza en la parte central.

Cuando esté dorada, sacar y esperar a que se enfríe. Dependiendo del horno, puede tardar entre 12 y 20 minutos; tienes que estar vigilando a partir de los 10 minutos (VIGILAR, no abrir la puerta del horno sin parar :)