ROMANCE DEL

PRISIONERO

Que por mayo era por mayo,

cuando hace la calor,

cuando los trigos encañan

y están los campos en flor,

cuando canta la calandria

y responde el ruiseñor,

cuando los enamorados

van a servir al amor;

sino yo, triste, cuitado.

que vivo en esta prisión;

que ni sé cuando es de día

ni cuándo las noches son,

sino por una avecilla

que me cantaba al albor.

Matómela un ballestero;

déle Dios mal galardón.

Anónimo

Elegir esta poesía y que esté puesta en primer lugar, está claro que tiene un significado muy especial en esta situación de cuarentena, confinamiento y aislamiento que tenemos. ¿Qué mejor que estos momentos para entender al prisionero?

Has leído la poesía (una o dos veces) y ahora tienes que imaginarte la situación, el escenario, como si fuera un película, como si estuvieras viviendo ese momento: estás encerrado, aislada del mundo..., no sabes si es de día o de noche... ¿te suena conocido? Bueno, en casa estamos muchísimo mejor que el prisionero del romance...

El principio del romance es hasta animado, contando lo que pasa en mayo, la alegría de la gente, de la naturaleza... pero todo cambia al final.

Imagínate que todo lo que tienes en casa y que te permite orientarte y relacionarte (desde el reloj a la televisión pasando por las ventanas, el WhastApp o la PS4) te desaparece de repente y ya no sabes qué hora es, si tienes que comer o dormir, no tienes contacto con nadie... Te enfadarías ¿verdad? Pero no sería un enfado como cuando riñes en los juegos, sería algo de más adentro, con rabia desde tu interior y deseándole lo peor a quien te ha arrebatado lo que pata ti era todo. Es decir, que el último verso lo tienes que recitar con enfado, con rabia contenida, con los dientes casi cerrados y con mirada de odio.

Esta es una de las poesías más conocidas del "Romancero viejo", no se sabe quién la escribió (por eso ponemos "Anónimo"), es muy sencilla en su construcción, pero muy emotiva. Destacaros lo siguiente:

  • La descripción gozosa y alegre del principio (casi parece un paraíso) que contrasta con la segunda de tristeza, soledad, angustia...

  • La aliteración (repetición de sonidos) en el verso "cuando canta la calandria", que parece que estás cantando al decirlo.

  • El hecho de que hay pocos adjetivos, pero dos de ellos están seguidos (para darle más fuerza) en el verso "sino yo, triste, cuitado".

  • El rasgo afectivo, de cariño al utilizar el diminutivo en "avecilla" o la de la pérdida emotiva en "matómela" (es decir, me la mató a mí).

¿Te ha gustado el romance? (No olvides buscar en el diccionario las palabras que no entiendas -que habrá unas cuantas...-).