La disciplina de los Estudios Sociales se encuentra bajo un examen riguroso. Se considera que no es útil, que carece de practicidad y que no es necesaria en el currículo de los estudiantes. Sin embargo, la disciplina de los Estudios Sociales, en el proceso de enseñanza y aprendizaje, propicia interdisciplinariedad, fomenta la diversidad y crea ambientes motivadores.
Los Estudios Sociales incluyen muchas disciplinas que tienen como objetivo entender al ser humano. Por tal razón, es una materia de naturaleza interdisciplinaria. Para entender al individuo en la sociedad, necesitamos de todas las ciencias sociales: la economía, la Historia, la sociología, la antropología, y la psicología. Estas disciplinas hacen las preguntas y buscan las respuestas medulares sobre la experiencia humana. ¿Qué es cultura? ¿Qué es economía? ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? Más aún, los Estudios Sociales se pueden conectar con otras disciplinas que no se consideran sociales. Por ejemplo, la etimología, que se puede considerar como parte de la lingüística, se puede aplicar a la Historia de una manera práctica. Qué significado originalmente tenían las palabras y cómo su sentido cambia connotativamente es una manera práctica, aplicada y eficaz de aplicar la interdisciplinariedad en los Estudios Sociales.
Los Estudios Sociales no solo propician la exploración de una diversidad de disciplinas, sino que es una materia que fomenta la inclusividad. Es decir, es contraria a la esclusividad. Un estudio social minucioso expone una realidad: todos los seres humanos son diferentes. Esta declaración no es una generalización, al contrario, es una afirmación de la particularidad de cada individuo. En otras palabras, lo que todos los seres humanos tienen en común son las diferencias. No es una contradicción afirmar que las diferencias son lo que nos une. A base de las diferencias, se debe educar. Considerar los estilos de aprendizaje, las inteligencias múltiples y los educandos excepcionales no se puede hacer si no se tiene en cuenta que cada estudiante es un ser único. De la misma manera, ante las diferencias de raza, clase, género, preferencia sexual, creencias religiosas o espirituales, un profundo conocimiento de, y respeto a, las diferencias que compartimos evitaría la discriminación y ayudaría a la educación. El elemento común que se debe tomar en cuenta al enseñar son las diferencias compartidas.
Finalmente, los Estudios Sociales crean ambientes motivadores. Ante la era tecnológica actual, las ciencias sociales tienen una oportunidad única para estimular la motivación de los estudiantes. Con una computadora, se abren la posibilidad de vislumbrar el mundo entero. Esta oportunidad permite lo que la Organización de la Naciones Unidad ha llamado Global Citizenship Education. Al hablar de las diferentes sociedades, no hay que apelar a la imaginación de los estudiantes, sino que la tecnología permite apreciar la cultura y la geografía de cualquier país. Si se habla de la música en España, se pueden buscar vídeos; si se enseña sobre los países latinoamericanos, se pueden mostrar mapas interactivos. La tecnología nos permite educar a los estudiantes sobre las culturas que nos rodean. Además, para motivar a los estudiantes, tenemos que adaptarnos a sus mundos. Los métodos tradicionales desmotivan a los estudiantes. Llenar un mapa en blanco y escribirle los cincuenta estados de Estados Unidos o los 78 municpios de Puerto Rico, además de innecesario, no prubea nada. Los estudiantes saben utilizar sistemas de posicionamiento global (GPS, siglas en inglés), por lo que conocen dónde están ubicados y cómo llegar a otros lugares, sin la necesidad de memorizarse delimitacione políticas. Sin embargo, se crean ambientes motivadores cuando se parte de la tecnología misma para educar a los estudiantes.