José Francisco Velásquez

De origen humilde, José Francisco Velásquez tuvo que labrarse una vida en una Venezuela que requería todo lo que él no tenía: patrimonio, abolengo y sangre blanca. Pese a su aparente escasez de recursos, su abundante determinación harían de él un compositor fundador de un apellido musical.

UN PADRE ESCLAVO

Registro de bautismo de José Francisco Velásquez Libro Primero de Pardos y Morenos libres de la Parroquia de San Pablo - Folio 138

José Francisco de las Llagas nació el 15 de septiembre de 1755 en la Parroquia de San Pablo, Caracas, donde fue bautizado el 22 del mismo mes. Fueron sus padres José Antonio Velásquez y Ana María Estefanía de Rojas, pertenecientes a la clase social/racial de los pardos.

Su registro de bautismo indica que fue bautizado en la Iglesia Parroquial de San Pablo por el cura interino, Domingo Díaz, quien escribe que sus padres eran pardos libres. Es interesante que su madrina haya sido Doña Francisca Madrid, quien por el título, no sólo debió ser blanca sino que también debió tener una buena posición económica y social para recibir tal tratamiento. Contrario a lo que se cree, no todos los blancos recibían ese título, sino sólo aquellos que tuvieran bienes o cargos respetables.

Sin embargo, el registro de matrimonio de sus padres indica que el 30 de mayo de 1755 se casaron "Joseph Antonio Belasquez pardo esclavo del Dr. Dn. Domingo Franco. Belasquez (sic) hijo natural de Anna Maria Pazquala Ulloa parda libre con Anna Maria de Roxas hija natural de Maria Sebastiana de Roxas pardos libres todos naturales de esta dicha ciudad". Ortografía original del registro, cursiva agregada.

Este registro asegura que el padre de José Francisco sí era esclavo, además de dar luz a la identidad de su amo: el Pbro. Domingo Francisco Velásquez Delgado, quien era Doctor en Teología por la Universidad de Caracas.

Sus padres se casaron tres meses y medio antes de su nacimiento, seguramente para evitar la vergüenza de un hijo ilegítimo, ya fuera a la familia Velásquez Delgado o a ellos mismos.

Los testigos de la ceremonia fueron don Rafael Solórzano de la Guerra (cuñado de don Domingo Velásquez) y Don Juan José Álvarez del Pliego, personas pudientes y cercanas a la familia Velásquez.

Registro de matrimonio de los padres de José Francisco VelásquezLibro Primero de Matrimonios de Pardos y Negros de la Parroquia de San Pablo - Folio 50 vuelto
Registro de velación de los padres de José Francisco VelásquezLibro Noveno de Matrimonios de Indios, Negros y Mulatos de la Parroquia El Sagrario - Folio 247 vuelto

Otro documento que corrobora la condición de esclavo de José Antonio Velásquez es el registro de la velación (bendiciones nupciales) celebrada en la Parroquia del Sagrario y fechada en 23 de noviembre 1762, la cual cita que el referido José Antonio es esclavo de Dn. Domingo Velásquez.

El último registro que se conoce de José Antonio Velásquez es el de defunción, en el cual también se adjunta su condición de esclavo. El registro dice que murió el 12 de mayo de 1771 y que su entierro fue cantado (o sea, con 6 acompañados/cantantes) por lo cual pagó a la Iglesia 20 reales. Esto resulta curioso, ya que en los registros de muerte de sus hijos aún niños, los entierros fueron rezados (sin cantantes) y de limosna (sin pago a la Iglesia); acaso por haber sido pagado por su amo como muestra de afecto.

Registro de Defunción del padre de José Francisco, José Antonio VelásquezLibro Segundo de Defunciones de Adultos de la Parroquia de San Pablo - Folio 4 vuelto

FILIALIS SERVITUS

La realidad de esclavo de José Antonio Velásquez resulta indiscutible pese a la única contradicción a ese hecho revelado en el registro de bautismo de su hijo. El que allí no se indicara que era esclavo, sino libre, seguramente fue un error del cura. No deja de ser interesante que haya sido esclavo, siendo hijo de una mujer libre que no tenía ninguna relación conocida con los Velásquez.

Esta cercanía a la familia Velásquez podría tener fundamento lógico si se considera la posibilidad de que José Antonio haya sido un hijo natural del padre del Pbro. Velásquez, y por ende, su hermano. La servidumbre habría sido, entonces, la excusa para mantenerlo cerca y darle el apellido sin levantar un escándalo o habladuría social. Su condición de esclavo para con el clérigo se explicaría al tener en cuenta que éste heredó bienes y esclavos a la muerte de su padre, entre los cuales se encontraba José Antonio.

Se sabe que el matrimonio Velásquez Rojas tuvo más hijos, siendo todos los siguientes:

  • José Francisco de las Llagas (15 Septiembre 1755 - 24 Diciembre 1805)

  • Manuel Antonio (18 Junio 1757 - )

  • José María (c. 1758 - 17 Junio 1780)

  • Miguel José (c. 1760 - ), casado con Ana Feliciana Arriola

  • María Lorenza de la Soledad del Rosario (9 Agosto 1761 - 16 Abril 1768)

  • Juana Josefa Sebastiana del Rosario (19 Enero 1766 - 30 Mayo 1841), casada con Juan Manuel Olivares

  • María Josefa Gregoria (27 Noviembre 1768 - 6 Diciembre 1770)

  • Rosa María ( c. 1770 - 11 Febrero 1774)

MISAS DE COFRADÍAS, MÚSICA DE BATALLONES

Los primeros años de José Francisco estuvieron influidos por la devoción religiosa de su familia en la parroquia de San Pablo. El presbítero Domingo Velásquez era cura en la iglesia de Santa Rosalía, por lo que José Francisco comenzaría su camino musical en ambos templos.

También cabe pensar que pudo haber recibido lecciones de Ambrosio Carreño, quien fue Maestro de Capilla de la Catedral de Caracas desde 1750 hasta 1777. Esta teoría adquiere peso al tener en cuenta que Velásquez fue organista (al igual que Carreño) y que otro músico muy amigo suyo se formó bajo el abrigo de Carreño: Bartolomé Bello. Este cantante, compositor y abogado fue el padre del ilustre Andrés Bello, quien también tendría estrecha relación con el hijo mayor de Velásquez.

Poco se sabe de su actividad como organista, aunque se tiene certeza que en 1797 reparó el órgano de la iglesia de San Pablo, donde fuera feligrés.

A diferencia de Bello, Velásquez era pardo, lo cual le impedía ser contratado como músico y/o maestro titular en las iglesias caraqueñas (reglas catedralicias), lo cual impidió que quedaran registros de cargos y pagos a su persona, dejando un vacío sobre su actividad musical. Sin embargo, se sabe que fue miembro del círculo musical del Pbro. Pedro Palacios y Sojo y Juan Manuel Olivares, su cuñado.

La realidad de quienes se dedicaban a la música y carecían de sangre blanca era muchas veces difícil y limitada, aún cuando se podían obtener empleos en organizaciones religiosas independientes. Desde 1787 y durante ochos años consecutivos Velásquez trabajó como compositor y director de orquesta en la cofradía de negros de San Juan Bautista, en la iglesia de San Mauricio; una de las cofradías más pobres y viejas de la ciudad, donde seguramente Velásquez contó con la participación de músicos pardos que eran excluidos de las actividades musicales/religiosas por no ser blancos, como lo fueron los hermanos Mateo y Francisco Villalobos. Muchas de sus obras fueron escritas para las fiestas y solemnidades de esta hermandad, sociedad religiosa donde las personas de este origen racial considerado inferior oficiaban sus propias celebraciones. En los primeros años del siglo XIX, desempeñaría responsabilidades musicales en la cofradía de la Gloriosa Princesa Santa Rosalía, en la iglesia del mismo nombre. Además, algunas de sus obras fueron vendidas a la Catedral.

Velásquez se desempeñó como maestro de música del Batallón de Pardos de los Valles de Aragua, con sede en La Victoria, donde ostentó el rango de Subteniente, con un sueldo mensual de 15 pesos.


Uniforme del Batallón de Pardos de los Valles de Aragua

El 14 de noviembre de 1780 se casa con María Petronila Céspedes Riveros, también parda. Es curioso que pasados un poco más de cuatro meses naciera el primer y único hijo del matrimonio: José Francisco Teodosio, quien llegaría a ser un gran músico y compositor.

¿Querría evitar, al igual que su padre, la vergüenza de traer al mundo un hijo ilegítimo? Sin duda, este repetido patrón denota un trasfondo en la devoción religiosa que tenía la familia Velásquez.

Matrimonio de José Francisco Velásquez Libro Segundo de Matrimonios de Pardos y Negros de la Parroquia de San Pablo - Folio 68 vuelto

UN COMPOSITOR ENCARCELADO

En medio de la cada vez más abundante presencia de capillas musicales independientes en la Caracas de finales del siglo XVIII, las celebraciones por el ascenso al trono del rey Carlos IV se llevaron con toda la pompa y magnificencia posible a finales de 1789 y principios de 1790. Todas las iglesias, cofradías y cabildos participaron en los actos solemnes y celebraciones de rigor litúrgico, donde la música fue un elemento fundamental. Desafortunadamente, Velásquez no fue considerado para estos actos, por los que decidió viajar a ciudades del interior del país junto al cantante Juan Julián Arias Mota.

Convencidos de que el viaje de negocios serían un gran acierto (debido a los festejos en todo el país), se abastecieron de víveres, comprando fiado en la tienda de Nicolás Churión. Tras haber visitado ciudades como Calabozo y Valencia, las ganancias fueron paupérrimas, al punto de que al regresar a Caracas no pudieron saldar la cuenta que debían. Ante la amenaza del comerciante, Arias demandó a Velásquez por la suma de 57 pesos y 2 reales.

En vista de su notable pobreza y escasez de bienes, Velásquez pretende pedir 30 pesos prestados a su cuñado Olivares o que de su sueldo se tomen 5 pesos mensuales para pagar la deuda, pero ambas ideas son rechazadas por el juez: la última por alegar prescindible su trabajo en el batallón. Acusado de malicioso, el juez falla a favor de la propuesta de Arias y dio a Velásquez un máximo de tres días para pagar la deuda.

Pasados los tres días, Velásquez recibió en su casa la visita del alguacil mayor, quien le exigió el pago de la deuda. En vista de no poder pagarla, el 3 de diciembre de 1790 fue arrestado y llevado al Cuartel de Pardos de Caracas. Desde la cárcel, Velásquez envió misivas al juez del litigio, jurando ante Dios y poniendo como testigo al presbítero Pedro Palacios y Sojo que pagaría la deuda por medio de su cuñado como fiador. El abogado defensor de su causa fue Bartolomé Bello, quien volvió a Caracas sólo para acudir a su defensa.

Ante el peso que la reconocida reputación y situación económica de los defensores y su fiador ofrecían a la defensa, Velásquez finalmente obtuvo la libertad el 15 de abril de 1791 tras argumentar que encerrado no podía llevar el sustento a su familia ni el demandante recuperar el dinero que le debía. Pese a ello, en agosto por poco sería arrestado nuevamente por el incumplimiento del pago, que ese mismo día Olivares pagaría en parte y unos meses después en su totalidad.

ILUSTRACIÓN MUSICAL

En la última década del siglo de las luces, América se vio sacudida desde lo más profundo de su psique cuando el germen de la Revolución Francesa empezó a azorar los ánimos e influenciar en las masas. Desde hacía años, las ilustradas obras literarias de autores como Rousseau o Voltaire habían penetrado en Venezuela con relativa facilidad, estando al alcance de todos los grupos sociales. Sin embargo, la libertad, igualdad y fraternidad alcanzaría los contritos corazones de los grupos sociales más oprimidos y sometidos, como lo eran los negros y pardos.

En el Santo Domingo francés, las ideas revolucionarias serían la base para que los esclavos negros se insurreccionaran en 1791 y lideraran una cruenta masacre de toda la población blanca de la isla; una guerra civil que fue observada con pavor por las autoridades españolas de tierra firme. Pese a las medidas preventivas tomadas, la paz que España mantenía con la Francia del Directorio impedía acciones más drásticas y efectivas que impidieran la propagación de las ideas liberales; y las rebeliones en tierra venezolana no se hicieron esperar.

A principios de 1795, al mismo que el líder zambo José Leonardo Chirinos lideraba una revuelta en las serranías de Coro, Velásquez y Juan Bautista Olivares son descubiertos con textos considerados subversivos, entre los que se hallaban Los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Estas ideas de libertad germinarían con gran interés en la mente de Velásquez, siendo él hijo de un esclavo. Ambos músicos son detenidos, aunque correrían con destinos muy diferentes.

Gracias a su condición militar, Velásquez fue sacado de Caracas a La Victoria, sede de su batallón, por orden del Capitán General, don Pedro Carbonell; quien explícitamente ordenó no dejarlo salir del pueblo sin su permiso y autorización. Se salvaría así de las mayores penurias de la cárcel, suerte que no correría Olivares, quien fue deportado a España y juzgado en Cádiz.

Se desconoce hasta cuándo permanece Velásquez en La Victoria, pero sin duda episodio marcó un antes y un después en el devenir de su carrera musical en una Venezuela donde los mantuanos, clase dominante, aún se arrodillaban ante Su Majestad el Rey.


Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano - 1789

VILLANCICOS Y NACIMIENTOS

A partir de la segunda mitad del siglo XVIII, en Caracas se desarrollaron y realizaron ampliamente los Nacimientos, obras dramático-corales que representaban el nacimiento de Jesucristo. Estos eventos sociales levantaron polémica con las autoridades civiles y eclesiásticas al punto de intervenir el mismo rey; pues algunos alegaban que actuaciones degradaban en sobremanera a la religión y la doctrina de la Natividad. Sin embargo, siempre hallarían de demostrar lo contrario a esas acusaciones. Los nacimientos eran auspiciados principalmente por los pardos en casas o teatros particulares con música y libreto, contando con la popular asistencia de diferentes clases sociales.

Hasta 1794, la mayor parte de los cantos y declamaciones se hacían en latín, coincidiendo con la llegada a Caracas del libro teatral "La Infancia de Jesucristo" de Gaspar Fernández y el uso de nuevos textos. Desde entonces, las partes cantadas en castellano aumentaron y disminuyendo las realizadas en latín.

De igual forma, dentro de los templos se realizaban festejos acordes a este evento, donde los villancicos eran los principales atractivos de las fiestas. Muchos de los villancicos de Velásquez fueron escritos para ser cantados en los maitines de Navidad y también para ser usados en los nacimientos representados en las casas particulares. El gran apego a estos cánticos navideños daría origen unas décadas más tarde a los tradicionales aguinaldos.

Tras enviudar, casó en segundas nupcias el 6 de noviembre de 1798 con María Josefa Mendoza Ortega, con quien tuvo cuatro hijos más:

  • Josefa María de la Merced (30 Agosto 1799 - )

  • Luis Gonzaga (6 Junio 1801 - )

  • José Francisco (9 Marzo 1803 - 6 Agosto 1804)

  • José Felipe Guadalupe (23 Abril 1805 - )


José Francisco Velásquez murió el 23 de diciembre de 1805, y fue enterrado en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Altagracia con entierro por menor. Esta iglesia, alabada por Francois Depons en 1783 como una de las más bellas que había visto y, según él, perfectamente destacable en cualquier localidad francesa, fue destruida por el terremoto de 1812.

Bajo las ruinas de altares, columnas y campanas se perdieron para siempre, como tantos otros, los restos de este compositor pardo.

Registro de Defunción de José Francisco Velásquez - Libro XXVIII de Entierros de la Parroquia de El Sagrario - Folio 50 vuelto

SUS OBRAS

El estilo compositivo de Velásquez destaca por ser de una menor envergadura y plantilla instrumental, acorde a las cofradías con limitados recursos musicales a las que su música estaba destinada. A diferencia de músicos como su cuñado, su obra está marcada por el uso de dos voces de tiples (salvo contadas excepciones de obras a tres voces) pensadas para ser cantadas por niños monaguillos al servicio musical de la iglesia; ya fuera por una permanencia en la capilla musical del templo o también por ser miembros de las familias cófrades.

Es una gran fortuna que muchas de sus obras se hayan conservado en la iglesia de San Mauricio hasta su demolición en 1883 por orden de Antonio Guzmán Blanco para dar lugar a la iglesia de Santa Capilla. Tras la desaparición del edificio símbolo del esfuerzo de los grupos sociales "inferiores", la obra de Velásquez fue a dar al edificio contiguo, un antiguo palacio sede de la Academia de Bellas Artes. Posteriormente cambia de epónimo, llamándose desde 1916 Escuela Superior de Música "José Ángel Lamas".

La singularidad que presentan sus villancicos deja ver la importancia de las costumbres religiosas dentro del panorama social de todas los estratos y grupos sociales de la Caracas finales del siglo XVIII, como lo fueron las cofradías de negros y pardos. Dentro de su repertorio destacan las obras para el uso litúrgico y la celebración de las solemnidades eclesiásticas.

Aleluyas:

  • Adducentur, para el común de vírgenes

  • In die resurrectionis, para el Domingo de Quasimodo

  • Laudem Domini

  • Multifarie olim, para la fiesta de la Circuncisión del Señor (Ene. 1)

Antífonas:

  • O sacrum convivium, antífona del Magnificat en las segundas vísperas del Corpus Christi.

Graduales:

  • Benedicta es tu, para la fiesta de la Inmaculada Concepción (Dic. 8)

  • Bonum est confidere, para el XIV Domingo después de Pentecostés

  • Caro mea (?), para el Corpus Chisti

  • Christus factus est, gradual del Jueves Santo

  • Ex Sion Species, para el 2do domingo de Adviento

  • Haec Dies V. Confitemi, para el Domingo de Resurreción

  • Iustus ut palma, para el común de un confesor

  • Locus iste, para la Dedicación o Aniversario de una Iglesia

  • Misit Deus, para la fiesta de la Epifanía (Ene. 6)

  • Oculi omnium

  • Venite fili, para el 7mo domingo luego de Pentecostés

  • Virgo Dei Genitrix, para la Natividad e la Virgen (Sep. 8) (1800)

Himnos:

  • Magnificat

  • Pangue lingua y Tantum ergo (1798) para la fiesta del Corpus Christi

  • Stabat Mater a 3 voces (1798)

  • Te Deum

Lamentaciones de Jeremías:

  • Lamentación Segunda del Jueves Santo (1800)

  • Lamentación Tercera del Viernes Santo

Lecciones de Difuntos:

  • Tercera Lección de Difuntos

Misas:

  • Misa a dúo en Re Mayor (1787)

  • Misa a dúo en Fa Mayor (1795)

Misas de Difuntos:

  • Misa de Difuntos a dos voces

Misereres:

  • Miserere a dos voces

Ofertorios:

  • Angelus Domini, para el Domingo de Quasimodo

  • Ascendit Deus, para el fiesta de la Ascensión y el Domingo de Exaudi

  • Confitebor tibi, Domine Deus, para la fiesta del Santo Nombre de la Virgen (Sep. 12)

  • Desiderium animae, para la festividad de San Antonio Abad (Ene. 17)

  • Diffusa est, para el común de vírgenes mártires y solemnidad de la Virgen María (Ene. 1)

  • Filiae Regum, para el común de vírgenes

  • Terra tremuit, para el Domingo de Resurección

  • Tui sunt caeli, para la fiesta de la Circuncisión del Señor (Ene. 1)

Oficios de Difuntos:

  • Oficio de Difuntos en Fa Mayor

Otra música litúrgica:

  • Sapentia aedifitcavit... excidit (motete)

  • Nunc dimittis, tracto para la Misa de la Presentación en el Templo (Feb. 2)

Tonos:

  • Coplas a Jesús, para Semana Santa

  • Hombres que por la desgracia de la culpa original

  • Pues que sois, al Arcángel San Rafael

Villancicos

De Navidad:

Otra música:

  • Suite de danzas

Fuentes Consultadas:
Familysearch.org - Registros de la Iglesia Católica en VenezuelaCatálogo y Archivo de Música Colonial Venezolana

CALZAVARA, ALBERTO - "Historia de la música en Venezuela" (1987) - Fundación PamperoCAPELÁN, MONSERRAT - "La música escénica religiosa en la Venezuela colonial: los Nacimientos y Jerusalenes" (2013)COIFMAN MICHAILOS, DAVID - "De obispos, reyes, santos y señas en la capilla musical de Venezuela" (2010)USLAR PIETRI, JUAN - "La Revolución Francesa y la Independencia de Venezuela" (1989)