El sistema de seguridad y aislamiento de gases se compone de una combinación de cierre hidráulico y válvulas en serie. Tendremos una aportación de gas desde una acería próxima o generando hidrógeno aprovechando la energía renovable.
El generador de hidrógeno aquí contemplado es teóricamente de máxima eficiencia, esto es un juego, pero qué bonito sería verdad ... :)
Mediante una válvula GAKO diseñada con una campana sumergida en agua, nos garantizamos del aislamiento de la caldera de los gases.
No se pueden quemar los gases de acería e hidrógeno al mismo tiempo, antes tenemos que quitar los mecheros de gas que tengamos y cerrar la salida del gasómetro en uso, para posteriormente abrir la salida del otro gasómetro.
Siempre que se pone en servicio un sistema de gas la GAKO dispara por seguridad, mandando su rearme para poder usar el sistema.
Para poder poner en servicio el sistema de gases, tendremos que liberar de oxigeno los colectores, para ello barreremos con nitrógeno el colector.
Una vez presurizado, tendremos que ventear el colector, con el número adecuado de barridos conseguiremos liberar de oxígeno.
Cuando cumpla las condiciones de seguridad podremos abrir las válvulas de aislamiento y vaciar de agua el cierre hidráulico. Entonces podremos quemar gas acorde al caudal o almacenado que tengamos.
Cuando tengamos que arreglar la caldera tendremos que aislar los colectores, para ello cerraremos las válvulas, pondremos el cierre hidráulico y barreremos el gas con nitrógeno.
No podremos quemar gas si tenemos una potencia menor de 120 MW.
Si el gasómetro de la acería alcanza el 100% nos cortarán el suministro, si somos nosotros los que cerramos previamente la válvula de entrada antes no nos penalizarán.