La tabla es una forma de estructurar datos en filas y columnas: la información se almacena en los recuadros generados por la intersección de filas y columnas, llamados celdas.
Por su simplicidad y versatilidad es muy utilizada en todo tipo de documentos.
Para crear una tabla acudiremos a la ficha Insertar y escogeremos Tabla. El menú desplegable nos permitirá indicar cuántas filas y cuántas columnas tendrá. Existen cuatro formas de hacerlo:
Una vez creada la tabla, puedes situarte en cada una de sus celdas y escribir texto. Es importante aprender a seleccionar celdas, filas, columnas o incluso la tabla entera, para poder hacer inserciones, eliminaciones o bien modificar aspectos de formato.
Cuando seleccionamos una tabla aparece una ficha contextual: Herramientas de tabla. A diferencia de las fichas contextuales que hemos visto hasta el momento, la ficha de herramientas contiene a su vez dos fichas internas: Diseño y Presentación.
Examinemos primero la ficha de diseño:
Dar formato a una tabla ha sido tradicionalmente una tarea muy laboriosa, pero la galería de Estilos de tabla la facilita inmensamente. Puedes escoger entre una amplísima variedad de formatos. Observa el efecto visual que podemos obtener en nuestra tabla con solo escoger uno de ellos:
El aspecto final de la tabla queda determinado por la combinación del estilo elegido con el grupo de Opciones de estilo de tabla. Marcando las distintas casillas podemos lograr que se destaque la primera columna, la primera fila, o que se alternen las filas o columnas con bandas de color diferentes, pero la forma de destacarse dependerá del estilo elegido.
Mientras la ficha Diseño se centra en el aspecto visual y el formato de la tabla, la ficha Presentación se centra en cómo se organizan y distribuyen los datos en el documento: