La dama del alba

I

Imagen : cartel de La Ciudad de las Damas, de Dayana Contreras

Antes de la lectura

La dama del alba cuenta una historia que recuerda a las leyendas. Antes de comenzar a leer la obra, hablemos sobre ellas, pero no sobre las leyendas literarias, sino sobre esas historias que la gente cuenta, fundadas en un hecho quizá real o quizá inventado, y que suelen tener elementos fantásticos. La transmisión de leyendas era mucho más habitual en el pasado, cuando la vida no estaba tan dominada por los medios de comunicación y el mundo tecnológico. "Antiguamente, en el pueblo de al lado, dicen que una mujer aparecía todas las noches cerca del río"... ¿os suena este tipo de habladurías? Pero, ¿y ahora? ¿Siguen vivas las leyendas?  ¿Conocéis alguna que os haya llegado a través de algún familiar o amigo, o que simplemente la sepáis aunque no recordéis cuál fue la primera vez que os la contaron? 

Vayamos ya a la lectura de La dama del alba. Esta obra, como hemos dicho, se sirve de un tono legendario. Alejandro Casona, su autor, se inspiró en las leyendas que escuchaba de niño en Besullo, su pueblo natal. Sin abandonar ese aire legendario y mítico que tiene esta obra de teatro, lo que se cuenta en ella alberga también muchos elementos con sabor a antiguo, ya lo veréis, y que nos llevan a pensar en las costumbres y las tradiciones asturianas, pero que podríamos imaginar que se refieren a cualquier pueblo de España.

Alejandro Casona fue contemporáneo y amigo de Federico García Lorca, en un momento en que había un interés grandísimo por el teatro en nuestro país (los años 30 del siglo XX, durante la Segunda República). Se escribieron y representaron obras de muy diferentes características. La dama del alba pertenece a un tipo de teatro, lleno de símbolos, que mezclaba lo real con lo fantástico, y que cuidaba mucho el lenguaje: de ahí que se hablara de "teatro lírico". 

Casona tuvo que exiliarse a Argentina por motivos políticos, como consecuencia del golpe de Estado militar de 1936 y la inmediata guerra civil española. Allí en Buenos Aires, en 1944, es donde escribió La dama del Alba, muy probablemente con el recuerdo de Lorca y su teatro en la cabeza y el corazón.  No sería hasta 1962, año en que Casona regresó del exilio a España, cuando la obra se estrenó en nuestro país.

Vamos a hacer una lectura de la obra en clase, repartiendo los papeles y tratando de leer cada uno de los actos del tirón, pues es importante no interrumpir la atmósfera de misterio que se crea en cada uno de ellos.

Al hilo de la lectura

Acto Primero. Cuestiones para el coloquio

MADRE.—Comprendo. Angélica fue tu novia dos años, pero tu mujer solo tres días. Poco tiempo para querer.

MARTÍN.—¡Era mía y eso bastaba! No la hubiera querido en treinta años más que en aquellos tres días.

MADRE (Yendo hacia él, lo mira hondamente). —Entonces, ¿por qué no la nombras nunca? ¿Por qué, cuando todo el pueblo la buscaba llorando, tú te encerrabas en casa apretando los puños? (Avanza más.) ¿Y por qué no me miras de frente cuando te hablo de ella?

MARTÍN (Crispado). —¡Basta! (Sale resuelto hacia el corral.)

La dama del alba. Cátedra. 2016. Página 67

5. ¿Quién es la Peregrina? ¿Por qué nunca se ha reído y por qué tiene siempre las manos frías?

Acto Primero. Actividades

En un lugar de las Asturias de España. Sin tiempo. Planta baja de una casa de labranza que trasluce limpio bienestar. Sólida arquitectura de piedra encalada y maderas nobles. Al fondo amplio portón y ventana sobre el campo. A la derecha arranque de escalera que conduce a las habitaciones altas, y en primer término del mismo lado salida al corral. A la izquierda, entrada a la cocina, y en primer término la gran chimenea de leña ornada en lejas y vasares con lozas campesinas y el rebrillo rojo y ocre de los cobres. Apoyada en la pared del fondo una guadaña. Rústicos muebles de nogal y un viejo reloj de pared. Sobre el suelo, gruesas esteras de soga. Es de noche. Luz de quinqué. 

La Madre, el Abuelo y los tres nietos (Andrés, Dorina y Falín) terminan de cenar. Telva, vieja criada, atiende a la mesa. 

La dama del alba. Cátedra. 2016. Página 63 

2. Vamos con el personaje de la Peregrina. Desde el principio, esta aparece revestida de misterio, pero ese misterio va cobrando forma a medida que avanza la obra por la conexión que se va produciendo entre sucesivos detalles. Os ofrecemos aquí una serie de elementos que guardan relación. Tenéis que construir el relato que los relaciona y resumirlo en un texto de aproximadamente siete líneas. No se trata de unir sin más los detalles sino de explicarlos bien para que, al leer vuestra reconstrucción de los hechos, se sepa qué ha pasado exactamente.

Reconstrucción:

Martín se dispone a viajar y manda ensillar la yegua pero, misteriosamente, el caballo que está ensillado es otro ................................................................. 

3. Para referirse a la risa, la Peregrina dice «¿Qué es esto que me hincha la garganta y me retumba cristales en la boca?», «Es un temblor alegre que corre por dentro, como las ardillas por un árbol hueco». El subrayado establece una comparación entre la sensación que se tiene al lanzar una carcajada y el elemento propuesto. A la comparación se le llama también símil, y se caracteriza por que está introducida por "como" (o "igual que", "semejante a", "cual"). Pues bien, proponed otro símil para la risa, introducida de la forma que más os guste.  

Es un temblor alegre que corre por dentro, .................................................................................

Acto Segundo. Cuestiones para el coloquio

ABUELO.—Y a ti... ¿te ha ocurrido algo?

MARTÍN.—Al pasar el Rabión, un relámpago me deslumbró el caballo y rodamos los dos por la barranca. Pero no ha sido nada. 

La dama del alba. Cátedra. 2016. Página 94

3. El misterio está muy relacionado con el suspense. Podríamos decir que en La dama del alba son los dos elementos que "enganchan", por lo bien que están introducidos por Casona. Casi al final del acto, cuando Martín llega a la casa y lleva a Adela, a la que ha arrancado de la muerte, el Abuelo y la Peregrina mantienen este diálogo. 

PEREGRINA.—Es difícil, porque tampoco yo las veo claras. Por primera vez me encuentro ante un misterio que yo misma no acierto a comprender. ¿Qué fuerza empujó a esa muchacha antes de tiempo?

ABUELO.—¿No estaba escrito así en tu libro?

PEREGRINA.—Sí, todo lo mismo: un río profundo, una muchacha ahogada, y esta casa. ¡Pero no era esta noche! Todavía faltan siete lunas.  

ABUELO.—Olvídate de ella. ¿No puedes perdonar por una vez siquiera?

PEREGRINA.—Imposible. Yo no mando; obedezco.

ABUELO.—¡Es tan hermosa, y la vida le ha dado tan poco! ¿Por qué tiene que morir en plena juventud?

PEREGRINA.—¿Crees que lo sé yo? A la vida y a mí nos ocurre esto muchas veces; que no sabemos el camino, pero siempre llegamos a donde debemos ir. 

La dama del alba. Cátedra. 2016. Página 97

4. Y, ya al final del acto, la Peregrina dice lo siguiente. ¿Alguien se atreve a anticipar qué va a pasar?

ABUELO.—¿Cuándo tienes que volver? 

PEREGRINA.—Mira la luna; está completamente redonda. Cuando se ponga redonda otras siete veces volveré a esta casa. Y al regreso, una hermosa muchacha, coronada de flores, será mi compañera por el río. Pero no me mires con rencor. Yo te juro que si no viniera, tú mismo me llamarías. Y que ese día bendecirás mi nombre. ¿No me crees, todavía? 

ABUELO.—No sé. 

PEREGRINA.—Pronto te convencerás, ten confianza en mí. 

La dama del alba. Cátedra. 2016. Páginas 97 y 98

Acto Segundo. Actividades

Elementos esenciales del género dramático son las ACOTACIONES ESCÉNICAS, esas aclaraciones que el autor de la obra realiza sobre cómo debe ser el decorado, cómo se tienen que mover los personajes, qué gestos deben hacer. Cumplen la función de ese narrador que no existe en el teatro. Suelen aparecer en el texto entre paréntesis y en letra cursiva. Las acotaciones nos dan información sobre:

MADRE.—(Tristemente resignada). ¿También tú? Ya no la quiere nadie, nadie...

(Vuelve a sentarse pensadamente. TELVA se sienta a su lado, poniendo entre las dos el cestillo de arvejas. Fuera, se oye ladrar un perro).

La dama del alba. Cátedra. 2016. Página 71

Ejemplo: Estado de ánimo, movimiento, sonido, utilería.

(En el mismo lugar, poco después, la PEREGRINA sigue dormida. Pausa durante la cual se oye el tic-tac del reloj. El ABUELO se le acerca y vuelve a mirarla fijamente, luchando con el recuerdo. La PEREGRINA continúa inmóvil).

..., ......................................................................................................................

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(TELVA aparece en lo alto de la escalera. Entonces el abuelo se aparta y enciende con su eslabón (mechero antiguo) el cigarro, que se le ha apagado entre los labios).

..., ......................................................................................................................

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2. La muerte es presentada a veces de forma tranquilizadora y positiva. Leed el siguiente párrafo:

MADRE.—No hable..., respire hondo. Así. ¿Está más aliviada ahora?
ADELA.—Me pesa el aire en el pecho como plomo. En cambio, allí en el río, era todo tan suave y tan fácil...
PEREGRINA (Como ausente).—Todos dicen lo mismo. Es como una venda de agua en el alma.

La dama del alba. Cátedra. 2016. Página 95

MADRE.— No hable..., respire hondo. Así. ¿Está más aliviada ahora?

ADELA.—..............................................................................................................................

PEREGRINA.— (...........................)....................................................................................

3. Dramatización. Las anotaciones, como hemos visto, suplen la función aclaradora del narrador. Pero, sobre todo, relacionan el texto con su posibilidad de convertirse en espectáculo a través de la puesta en escena. Os proponemos ahora un ejercicio de dramatización en el que, ya veréis, las acotaciones referidas al estado de ánimo de los personajes son cruciales. Corresponden a uno de los momentos cumbre del acto, cuando la Peregrina se muestra como un personaje comprensivo, sensible al dolor y al padecimiento humanos, sintiéndose víctima de su propio papel. Sintiéndose humana, en resumidas cuentas.

ABUELO.—Yo no he leído libros. Solo sé de ti lo que saben el perro y el caballo.

PEREGRINA (Con profunda emoción de queja).—Entonces, ¿por qué me condenas sin conocerme bien? ¿Por qué no haces un pequeño esfuerzo para comprenderme? (Soñadora). También yo quisiera adornarme con rosas como las campesinas, vivir entre niños felices y tener un hombre hermoso a quien amar. Pero cuando voy a cortar las rosas todo el jardín se me hiela. Cuando los niños juegan conmigo tengo que volver la cabeza por miedo a que se me queden fríos al tocarlos. Y en cuanto a los hombres, ¿de qué me sirve que los más hermosos me busquen a caballo, si al besarlos siento que sus brazos inútiles me resbalan sin fuerza en la cintura? (Desesperada). ¿Comprendes ahora lo amargo de mi destino? Presenciar todos los dolores sin poder llorar… Tener todos los sentimientos de una mujer sin poder usar ninguno… ¡Y estar condenada a matar siempre, siempre, sin poder nunca morir!

(Cae abrumada en el sillón, con la frente entre las manos. El Abuelo la mira conmovido. Se acerca y le pone cordialmente una mano sobre el hombro).

ABUELO.—Pobre mujer.

La dama del alba. Cátedra. 2016. Página 92

Acto Tercero. Cuestiones para el coloquio

 En el mismo lugar, unos meses después. Luz de tarde. El paisaje del fondo, invernal en los primeros actos, tiene ahora el verde maduro del verano. En escena hay un costurero y un gran bastidor con una labor colorista empezada.

La dama del alba. Cátedra. 2016. Página 99

2.  Continuando con la suplantación, en un momento dado la madre le dice a Adela: "Ven que te vea de cerca, niña. Suéltate un poco más el pelo… Así… (Lo hace ella misma, acariciando cabellos y vestido). A ver ahora… (La contempla entornando los ojos). Sí…, así era ella… Un poco más claros los ojos, pero la misma mirada".



3.  Han pasado siete meses (siete lunas) y, tal y como le anticipó la Peregrina al Abuelo, algo va a ocurrir. Este aparece temeroso de cualquier desgracia, pero fundamentalmente preocupado por Adela. ¿Por qué le pregunta si se encuentra bien? «Repíteme que no tienes ningún mal pensamiento, que eres completamente feliz», le dice. ¿Qué teme exactamente?

4. En este acto se explica por qué Martín había permanecido esquivo con Adela durante el tiempo que ella está viviendo en la casa. Martín tiene información que el resto desconoce y que es la razón por la que la Peregrina no conoce a Angélica. ¿Qué planes creéis que tiene reservados la Peregrina para el acto cuarto?

5. En las obras de teatro de siglos anteriores, la deshonra que el adulterio (infidelidad) de la mujer podía ocasionar era tan grande, que el marido se veía obligado a matar a su mujer para restablecer el honor. Y este asesinato se consideraba aceptable en términos morales. Sin embargo, Martín actúa de forma muy diferente en La dama del alba, a pesar de que esta obra tiene una propuesta muy tradicional. ¿Por qué actúa así Martín? ¿Y por qué no pueden casarse Adela y Martín?

Acto Tercero. Actividades

MARTÍN.—Mientras fuimos novios, era eso que todos recuerdan: una ternura fiel, una mirada sin sombra y una risa feliz que penetraba desde lejos como el olor de la yerba segada. Hasta que hizo el viaje para encargar las galas de la boda. Con pocos días hubiera bastado, pero tardó varias semanas. Cuando volvió no era la misma; traía cobardes los ojos, y algo como la arena del agua se le arrastraba en la voz. Al decir el juramento en la iglesia apenas podía respirar; y al poner el anillo las manos le temblaban… tanto, que mi orgullo de hombre se lo agradeció. Ni siquiera me fijé en aquel desconocido que asistía a la ceremonia desde lejos, sacudiéndose con la fusta el polvo de las botas. Durante tres días tuvo fiebre, y mientras me creía dormido la oía llorar en silencio mordiendo la almohada. A la tercera noche, cuando la vi salir hacia el río y corrí detrás, ya era tarde; ella misma desató la barca y cruzó a la otra orilla donde la esperaba aquel hombre con dos caballos… 

La dama del alba. Cátedra. 2016. Página 122

2. Como ya dijimos al principio, la obra tiene un aire de antigüedad que se consigue usando elementos de la literatura tradicional como las leyendas y las canciones folclóricas. A estas, se añade la incorporación de un romance (poemas con versos octosílabos que se surgieron de forma anónima en la Edad Media). Es un fragmento del romance del Conde Olinos, que Adela les recita a los niños la noche de San Juan, justo antes de irse a las fiestas. Leámoslo íntegramente.

La relación que existe entre el romance del Conde Olinos  y el amor de Adela y Martín es  .....

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Romance del Conde Olinos

Madrugaba el Conde Olinos,

mañanita de San Juan,

a dar agua a su caballo

a las orillas del mar.

 

Mientras el caballo bebe

canta un hermoso cantar:

las aves que iban volando

se paraban a escuchar;

caminante que camina

detiene su caminar,

navegante que navega

la nave vuelve hacia allá.

Desde la torre más alta

la reina le oyó cantar:

-Mira, hija, cómo canta

la sirenita del mar.

-No es la sirenita, madre,

que esa no tiene cantar;

es la voz del Conde Olinos,

que por mí penando está.

-Si por tus amores pena

yo le mandaré matar,

que para casar contigo

le falta sangre real.

-¡No le mande matar, madre;

no le mande usted matar,

que si mata al Conde Olinos
juntos nos han de enterrar!
-¡Que lo maten a lanzadas

y su cuerpo echen al mar!

Él murió a la media noche;

Ella, a los gallos cantar.

A ella, como hija de reyes,

la entierran en el altar, 

y a él, como hijo de condes,

unos pasos más atrás.

De ella nace un rosal blanco;

de él, un espino albar.

Crece uno, crece el otro,

los dos se van a juntar.

La reina, llena de envidia,

ambos los mandó cortar;

el galán que los cortaba

no cesaba de llorar.

De ella nacería una garza;

de él, un fuerte gavilán.

Juntos vuelan por el cielo,

Juntos vuelan par a par.







Acto Cuarto. Cuestiones para el coloquio

Actividad final

Como actividad final, os planteamos la elaboración de un Knolling literario. Para que sepáis en qué consiste, vamos a ver este vídeo. Vuestro trabajo tendrá dos partes. 

Nota para el docente: Sería interesante que las indicaciones de la tarea final se ofrecieran al inicio de la lectura, de manera que alumnas y alumnos puedan ir fijándose en los objetos que conformarán su composición fotográfica.