Curiosidades sobre el Congreso de Tucumán 

y de la celebración de la Independencia

Un hecho tan trascendente como fue la Declaración de la Independencia merece el rescate de datos sobre las situaciones que debieron pasar sus protagonistas, su toma de decisiones, la casa -escenario del Congreso- y también de las circunstancias -de aquella realidad argentina- de 1816.  Algunos datos son muy conocidos, otros, no tanto, pero todos pueden servir para reconocernos como pueblo, o por lo menos refrescarnos la memoria.

Se hace camino al andar, destino Tucumán.

Según el punto de partida el viaje podía durar entre 20 y 50 días. El medio más rápido era la galera, aunque no era el único, la carreta y la diligencia también llevaban, no sin dificultades, a esa histórica casa.

La histórica casa no es la casa histórica

La casa original donde se sesionó el Congreso, después del traslado - de éste- a Buenos Aires, quedó abandonada y finalmente fue demolida. 

Sólo se conservó el Salón de la Jura, que fue protegido por una estructura llamada “Templete”. En 1941 por iniciativa del legislador tucumano Ramón Paz Posse se sancionó la Ley de Reconstrucción de la Casa Histórica y se encomendó al arquitecto Mario Buschiazzo la tarea. En un trabajo de arqueología colonial, valiéndose de planos, de la foto tomada por Paganelli (1869) y de otros documentos y testimonios, Buschiazzo, la reconstruyó según el modelo original que hoy conocemos.

Un dato curioso

Las puertas no eran verdes -como tradicionalmente la han mostrado las ilustraciones escolares- sino azul Prusia. Eso se comprobó por informes documentales y por los trabajos de restauración que permitieron llegar a la pintura original, en las puertas del Salón de la Jura.

Los representantes 

Hombres de leyes y eclesiásticos. Dada la importancia del Congreso, por el desafío que significaba, debían enviarse como representantes las personas más preparadas; de los 29 diputados que firmaron la declaración de la independencia, 18 eran hombres de leyes y 11 eran eclesiásticos.

Las autoridades del Congreso

En el día de la declaración de la independencia era  presidente  Francisco Narciso Laprida, era Doctor en leyes, representante por la provincia de San Luis, quien después del Congreso continuó en otras funciones públicas. De ideas unitarias fue víctima de las guerras civiles. Murió cruelmente asesinado en 1829 –algunos sostienen que fue enterrado vivo.  

Juan José Paso, el secretario, quien tomó la solemne jura, también era abogado; representante por Buenos aires. En su desempeño como funcionario se destacó por su permanencia como secretario de los primeros gobiernos patrios, lo fue desde la Primera Junta, los Triunviratos, la Asamblea de 1813 hasta el Congreso de Tucumán.

La votación y el juramento 

A pesar de las fuertes divergencias sobre la futura forma de gobierno, la decisión de declarar la independencia fue unánime. Los 29 representantes dieron su voto afirmativo.

Los pueblos del litoral

Bajo el mando de Artigas que integraban la Liga de los Pueblos-Libres -debido al conflicto entre unitarios  federales- no tuvieron representación en el Congreso

De manera que no juraron la Declaración de la Independencia el 9 de julio de 1816.   

En Entre Ríos  

Recién se juró en el año 1822, por disposición del Gobernador Lucio Mansilla

En Gualeguaychú el pueblo, que fue convocado, a tal fin, realizó el histórico juramento el 12 de junio de 1822. La ceremonia se celebró  en la Plaza Mayor (San Martín) 

El Acta original

Firmada por los 29 diputados el 9 de julio. Fue redactada en el Libro de Actas de las sesiones del Congreso. El  Acta se ha perdido. Una copia manuscrita firmada por el Dr. Serrano, realizada a fines de julio de 1816 se conserva actualmente en el Archivo General de la Nación. También se debe aclarar que al texto original que decía “…libre e independiente del Rey Fernado VII, sus sucesores y metrópoli...”, por un decreto adicional del 19-7-1816, se le anexó la aclaración “…y de toda otra dominación extranjera” debido a las intenciones de algunos congresales, de coronar un monarca europeo en el Río de la Plata.

El medio de difusión del Congreso 

fue “El Redactor”. El primer año -en Tucumán- se hacía manuscrito y así se enviaba a Buenos Aires, donde se lo imprimía en la imprenta de “Los Niños Expósitos”. El primer director fue Fray Cayetano Rodríguez, le sucedieron en esa función el Deán Gregorio Funes y finalmente el autor del Himno Nacional, Vicente López y Planes.

La noticia en Buenos Aires

La información de la declaración de independencia llegó a fines de julio, fue anunciada al pueblo porteño por un bando del gobierno, que además disponía iluminar los edificios públicos con el fin de conmemorar el suceso. La independencia en Bs. As. se juró recién el 13 de septiembre, en la plaza La Victoria, en una ceremonia presidida por el Director Pueyrredón.

Dos decisiones simbólicas 

El Congreso de Tucumán reconoció oficialmente a la bandera celeste y blanca, por el decreto presentado por el diputado José M. Serrano: ”Elevadas las Provincias Unidas en Sud América al rango de una Nación después de la declaratoria solemne de su independencia, será peculiar su distintivo la bandera celeste y blanca que se ha usado hasta el presente y se usará en lo sucesivo…..

Una santa Patrona de la Independencia 

También en 1816, el Congreso consagró como “Patrona de la independencia nacional” a San Rosa de Lima.

El primer aniversario

Un acontecimiento como el del 9-7-1816, merecía un reconocimiento en su primer aniversario, pero sin embargo los festejos fueron muy sencillos, debido a que la guerra por la independencia no había terminado y los recursos económicos eran escasos; además, y especialmente, por respeto a las lágrimas de las viudas y los huérfanos por los caídos por la patria.

Cabe recordar que recién en 1835, el 9 de Julio fue reconocido como fiesta cívica con el mismo valor que el 25 de Mayo.

Los grandes aniversarios

Pareciera ser que las grandes conmemoraciones por la independencia argentina estuvieran signadas por las crisis y los conflictos.

1866 - El Cincuentenario

Bartolomé Mitre (1862-68) era presidente de la república recientemente unificada (1862-68) después de la separación de Bs. As. Pero entre 1864 y 1866 hubo en las provincias del interior alzamientos contra las autoridades nacionales y contra los reclutamientos forzosos para sumar soldados para la impopular guerra de la Triple Alianza, contra el Paraguay.

Con el país en guerra el panorama político no era propicio para festejos.

1916 - El Centenario

Se celebró en casi todos los países latino americanos, pero en Argentina fueron mucho más sobrios que en 1910. Los actos centrales se realizaron en Tucumán. El presidente era Victorino de la Plaza y se lo criticaba por no manifestar interés por los festejos. Como era salteño, se vinculaba la rivalidad provincial y afirmaban los tucumanos “si el histórico congreso de 1816 se hubiese celebrado en Salta otra sería la conducta de don Victorino”. 

Pero lo más grave fue que ese 9 de julio, el Presidente sufrió un atentado: un joven anarquista le disparó un tiro que pasó cerca de su cabeza, sin que el mandatario -que estaba presidiendo el desfile- lo advirtiera; el agresor fue detenido.

Al margen de los festejos del Centenario, hay que recordar que 1916 fue también un año electoral y que -Ley Sáenz Peña mediante- en las elecciones nacionales se impuso la Unión Cívica Radical que llevó al gobierno a Hipólito Yrigoyen -lo que preanunciaba un cambio de ideas en la conducción nacional. Pero también, por otra parte, en el plano internacional, el mundo padecía el azote de la primera guerra mundial (1914-19).

1966 - El Sesquicentenario

También los festejos de los 150 años de la independencia se desarrollaron en un contexto político y social en creciente ebullición (caracterizado por un plan de lucha de la CGT, la aparición de la guerrilla guevarista en Salta, la oposición -del peronismo y de otros sectores- al gobierno). El caso es que a menos de diez días de la celebración –el 28 de junio de 1966- se produjo un derrocamiento del orden constitucional, a consecuencia del cual el presidente Illia fue destituido y reemplazado por el gobierno de facto, presidido por Juan Carlos Onganía.

2016 - El Bicentenario

También ese aniversario -como en 1816- se presentó con un difícil y complicado panorama político, aunque las problemáticas eran diferentes. Pero también -como entonces- con un pueblo, con fuertes ideales compartidos.

Así como en 1816, el compromiso era declarar la independencia y planificar la organización nacional; ya en el siglo XXI, el compromiso es hacer respetar la constitución para defender el sistema republicano por ella instituido. Esa será la mejor forma de celebrar el día de la independencia.

El Acta perdida

¿Qué pasó con el Acta de la Independencia?

En la noche del 9 de julio de 1816 el diputado Darregueira, en una carta a Tomás Guido, describía lo ocurrido aquél histórico día -relato que es importante por lo que ocurrió después. 

Aquél día se firmó el documento más importante de nuestra historia nacional: el Acta de la Independencia, documento que por razones desconocidas se ha perdido en algún momento de nuestra historia.

La carta de referencia decía así: “Después de una larga sesión de nueve horas continuas desde las ocho de la mañana en que nos declaramos en sesión permanente hasta terminar de todo punto el asunto de de la Declaración de nuestra suspirada independencia, hemos salido del Congreso cerca de oraciones con la satisfacción de haberla concluido(…) se ha celebrado aquí como no es creíble, pues la barra, todo el gran patio y las calles del Congreso han estado desde el mediodía llenos de gente…”.

El acta de la “suspirada independencia” - declarada con voto unánime- llevaba la firma de los 29 diputados presentes, que representaban a Buenos Aires, Catamarca, Córdoba, Charcas, Chichas, Jujuy, La Rioja, , Mendoza, San Juan, San Luis, Santiago del Estero, y Tucumán (ausentes los pueblos de litoral y la Banda Oriental). 

Lo inexplicable, y al mismo tiempo lamentable, es que el acta original, firmada por todos los miembros del Congreso que asistieron a esa sesión – quizás el documento más importante de la historia nacional- se ha perdido. Lo que se conserva en el Archivo General de la Nación, es una copia realizada por el diputado Serrano, realizada en julio del mismo año.

¿Qué pasó con el documento original? Es un misterio que aún no tiene respuesta aunque se han realizado infructuosas gestiones para encontrarlo y hay varias hipótesis que tratan de explicarlo. ¿En qué momento se perdió de vista dicho documento? Se ignora si fue en 1816, o en la época en la que gobernaba Juan Manuel de Rosas, o posiblemente en las décadas posteriores.

¿ En 1816? 

Una de las versiones sobre el hecho hace referencia a la misión encomendada por el Congreso a Cayetano García Grimau y dan cuenta que después de declarada la Independencia, una de las disposiciones inmediatas fue enviar diversos documentos de variado contenido a Buenos Aires. 

Se comisionó a un oficial porteño, el ayudante mayor del Regimiento 8, Cayetano Grimau y Gálvez, de 21 años, para que los transportara desde Tucumán. 

Este porteño había luchado en las invasiones inglesas, luego en distintos regimientos y en el sitio de Montevideo. Convertido en chasqui militar, Cayetano partió a caballo pobremente armado y sin escolta, cuando hizo una escala en la ciudad de Córdoba, el gobernador cordobés el coronel José Javier Díaz, fanático artiguista y enemigo de Buenos Aires le ofreció un soldado para que lo acompañara. 

Y es en territorio cordobés, en septiembre de 1816 cuando Grimau fue sorprendido –en un confuso episodio- por soldados de Artigas. Uno de ellos, "el inglés García" lo conminó a entregarle los documentos. Algunos historiadores sostienen que entre los papeles estaba el acta original, aunque no habría pruebas concretas al respecto.

 Otra hipótesis

Es la que apunta al litógrafo y cartógrafo César Hipólito Bacle y a la posible copia del documento en la época de Rosas.

El 13 de agosto de 1816, el director supremo, Juan Martín de Pueyrredón, dispuso imprimir 1500 copias del acta para ser distribuidas en todo el territorio.

Según estudios realizados por Bonifacio del Carril sobre las copias del acta existentes en las que figuran las firmas de los 29 diputados, éstas datarían de 1833, cuando en Buenos Aires el suizo César Hipólito Bacle estaba a cargo de la Litografía de Estado. 

Según esta línea de pensamiento el acta original habría estado en su poder, ya que era la única forma que pudiera hacer copias con las firmas de los congresistas. 

Si el acta la tuvo el suizo, ¿qué pudo haber pasado con ella? Puesto que cuando Bacle vio que su situación económica no mejoraba, consiguió que el gobierno de Chile lo contratase. 

Decisión que molestó a Rosas. En marzo de 1837, cuando Bacle estaba por partir, fue acusado de espía y encarcelado, permaneció meses en prisión sin proceso alguno. 

Gravemente enfermo, fue liberado a fin de ese año y falleció el 4 de enero de 1838. ¿El acta se habrá perdido en su taller? ¿La tuvo Rosas y se la llevó a su exilio inglés?

La interminable búsqueda

La pérdida de dicho documento no podía pasar desapercibida y es así que, cuando se preparaban los festejos del centenario de la independencia, en 1916 el presidente Victorino de la Plaza ordenó la búsqueda del acta, sin suerte. 

Lo mismo hizo cincuenta años más tarde, en 1966, Arturo Illia, por la celebración de los 150 años de dicha declaración- Tras la búsqueda, se encontraron más de 3000 documentos originales relacionados al Congreso de Tucumán, que habían sido hallados en una institución salesiana. Sin embargo, no estaba el acta original.

Mucho para pensar

Al margen de la duda sobre el destino final del acta, cabe que nos preguntamos ¿Habrá algún caso similar en la historia, en el que un documento de esa magnitud se haya extraviado?

¿ o es un caso argentino en el que -desde los albores de la historia - por divergencia de ideas se hace desaparecer, o por negligencia se descuida, un documento que es casi la partida de nacimiento del país como nación independiente?

Fuentes:


PÉREZ AMUCHÁSTEGUI. J.A. Crónica Argentina. Códex, BsAs. 1968. tomo 3 https://www.infobae.com/2005/07/09/195598-se-robaron-el-acta-independencia-1816/ https://www.infobae.com/historia/2018/07/09/el-misterio-de-la-desaparicion-del-acta-original-de-la-declaracion-de-la-independencia/

Autores: Profes. Delia Reynoso de Ramos y Alejandro Guimera

Colaboración Profesorado de Historia Instituto Sedes Sapientiae

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