Situada a 2 horas de Varsovia en coche, es una pequeña ciudad con un centro histórico ideal que merece la pena ser visitado. Es de las ciudades más monas de Polonia, con calles peatonales, edificios y colores al estilo polaco. Tiene un ambiente muy agradable al haber mucha gente joven, el río, terracitas... No da para mucho más que un día pero es una escapada perfecta para ir y volver en un día o de fin de semana. Buen plan también para cuando las visitas se cansan de Varsovia.
Es la ciudad natal de Copérnico y parece ser que el planetario merece la pena visitarlo.