Pedro Navarro Jarque

Pedro Navarro Jarque© Jaime Cinca Yago

 

  Pedro Navarro Jarque nace en Ejulve (Teruel) en 1905 y muere en Francia en 1997, donde está enterrado.

Su madre se llamaba Teodora y era de La Cirujeda (Teruel) y su padre se llamaba Pedro, natural de Ejulve, población en la que trabajaba como practicante. Querían que su hijo estudiara para cura y por ello estuvo durante tres años en el seminario de Belchite. Pero él abandona sus estudios, porque siente y dice que eso no le conviene, que no le gustan los jesuitas y no quería ser un mal cura.

Se casó en 1928 en Ejulve con Adelaida Gracia Gascón que era hija de Ignacio, de Dos Torres (Teruel) y de Mónica de Ejulve. De ese matrimonio nacerían cuatro hijas, la primera de todas nace en Ejulve y le ponen de nombre Adelaida, era 1929.

Los estudios realizados le sirven para hacerse maestro nacional y trabaja su primer año, 1930, en La Zoma (Teruel), después estuvo trabajando en Piasca (Santander), donde nació su segunda hija llamada Fe, y en el año 1932 llegó a Lécera (Zaragoza) para seguir ejerciendo su buen hacer de maestro nacional.

Desde su llegada se integra y participa de forma activa en la vida de Lécera. Así, es elegido Presidente del Consejo Local de Primera Enseñanza, pero mejor veamos como lo cuenta él en su diario, del que transcribo estas líneas:

Habiendo cumplido el consejo local de primera enseñanza de Lécera los tres años de su constitución y habiendo de renovarse o reelegirse los cargos, fui yo elegido vocal-maestro, por votación entre los maestros y maestras, votándome en contra D. Genadio Larumbe. El 24 nos entregaron los oficios-nombramientos del Consejo Local y el 25 nos reunimos: D. Joaquín Quílez, médico, D. Emiliano Tena y D.ª Manuela Cinca, padres de familia, D. Blas Aznar, concejal, D.ª Francisca Licer, maestra y yo. A la maestra D.ª Francisca Licer la eligieron Secretaria y a mí Presidente.

Era una persona muy recta, pero muy sensible al dolor y siempre dispuesto a ayudar a los más necesitados, una muestra de esta afirmación es la siguiente historia que vamos a conocer de nuevo de la mano de su diario:

Dirigida por mí y ayudado por los compañeros Alfonso Serrano Pasamar y Rosa Oliete Mañas, celebramos una gran Velada Infantil, a beneficio de los niños huérfanos de la revolución asturiana. Anunciada para el día 16 de diciembre tuvo que suspenderse, por ser tanta la afluencia de público que resultó imposible, era la entrada gratis. El 17 cobramos dos reales la entrada y resultó un éxito enorme. Pronunciamos un discurso cada uno, nos hicieron salir repetidas veces al escenario, fue una noche memorable. Sacamos en total 265,75 Pts. que al siguiente día remitimos al Gobernador General de Asturias.

Con el fin de que ustedes mismos puedan sacar sus propias conclusiones sobre el talante que ese ejulvino tenía, a continuación voy a transcribir literalmente el contenido del discurso que leyó en el transcurso de la Velada Benéfica antes citada:

(Discurso para ser pronunciado el día 16 de diciembre de 1934, con ocasión de una Velada Infantil, ante el pueblo de Lécera).

Buenas noches, a todas y todos. Lo primero un cariñoso saludo a todos los que nos han honrado con su presencia, en nombre de las niñas y niños, y de las Maestra y Maestros, a las Autoridades, a los padres y madres de familia, a todos en general. Gracias, muchas gracias, también en nombre de los pobrecitos huérfanos de Asturias.

Ante una desgracia tan grande, ante tantas miserias como trae consigo una revolución, las personas caritativas y amantes del prójimo, necesariamente han de procurar llevar algo de ayuda y de consuelo a los hermanos que en la revolución han sufrido. Y así vemos que en todas partes de España se organizan colectas, suscripciones, y que todos, pobres o ricos, procuran dar algo. En el corazón de las personas buenas, solo una idea ha imperado después de los tristes sucesos: El lema, que hemos querido que presidiera esta Velada: Caridad. Ante acontecimiento tan enorme y movimiento tan general de compasión, la Escuela Nacional, no debe permanecer inactiva. Es Escuela de la vida y ejemplo vivo y continuo y es su deber acudir allí donde la vida se manifiesta y donde pueda hallar ejemplos y enseñanzas para los niños, estos niños nuestros, plantas tiernas cuyo cuidado a la Escuela corresponde. Se viene teniendo de la Escuela un menguado concepto; se ha creído y se cree todavía por muchas personas que en la Escuela solamente deben aprender los niños a leer, escribir y contar. ¡Pobre Escuela es esa! ¡Pobre Escuela será la que sólo sea eso! Por desgracia quedan aun muchas en España. La Escuela señores, debe ser algo más y, todos tenemos obligación de procurar que lo sea. Debe ser Escuela de la vida, Escuela del trabajo, y donde los niños además de a prender a leer, escribir y contar, aprendan algo más, aprendan a vivir, eso es, a vivir de una manera sabia y recta. Esta es la verdadera labor de la Escuela. Tarea eminentemente educadora. Pero para llegar a este ideal, hace falta la unión de todos, autoridades, vecinos, padres y Maestros. Queremos, señores, que por los Maestros no quede. Cuanto esfuerzo sea necesario por nuestra parte, hemos de ponerlo. Cuanto comprendamos que haya de redundar en beneficio de los niños hemos de hacerlo. Llegaremos hasta donde podamos en nuestra empresa ideal. Si encontramos apoyo y ayuda en los demás, mejor, el fruto será hermoso, nuestra satisfacción grande y los niños lo ganarán. Si nadie nos ayuda o pocos nos ayudan, poco podremos hacer, pero es igual, lucharemos igual y tendremos al menos la satisfacción del deber cumplido y no nos faltará tampoco el cariño de los niños. Esta paga ya es bastante. Vale más que ninguna.

Estas y otras consideraciones son las que nos han inducido a organizar esta Velada a beneficio de los niños asturianos. Entre todos los que en Asturias han sufrido, nadie más desgraciado que los niños, nadie merece más compasión que ellos. ¡Pobrecillos! ¡Ellos si son víctimas inocentes! En su edad temprana, ¿qué saben ellos de las odiosas luchas de los hombres? Pero... ¡ah!...pagan las consecuencias más que nadie. Y ese es el crimen, el horror mayor de huerfanitos asturianos y al mismo tiempo que les ayudamos en su miseria les damos una hermosa lección a nuestros niños de aquí. Y naturalmente, nuestro dinero, el dinero de todos que ahora menos que nunca debemos llamar limosna sino ayuda, lo enviaremos para todos los huerfanitos, los de una parte y los de otra. En su desgracia todos son iguales. La inocencia y la pureza de la niñez, todo lo idealiza y todo lo hace sublime. ¿Qué culpa tienen ellos de las faltas de sus padres? ¡Sin embrago casi siempre las pagan! Hace unos días vimos en una revista, una foto, en la que aparecía la hija huérfana de un Guardia Civil que tenia sentadita en sus rodillas otra huerfanita más pequeña, hija de un minero revolucionario que están recogidas en un asilo y jugando juntas (para agrandar la imagen pinchar sobre ella). De este acto tan sencillo y tan natural en los niños, ¡Qué de pensamientos vienen! ¡Qué de enseñanzas podemos deducir los mayores, de ese hecho infantil tan conmovedor! Por una pequeña diferencia, por cualquier minucia reñimos, formamos partidos o armamos una trifulca. Si supiéramos respetarnos mutuamente, suavizar nuestras diferencias y conllevar nuestros defectos, nuestra paz sería duradera y entonces si que, con el ejemplo educaríamos bien a los niños. Debemos procurarlo todos, cada uno en su esfera. Tomemos ejemplo de la inocencia y de la pureza de los niños. Si cada uno procurara perfeccionarse, la Humanidad viviría feliz y la paz sería perpetua. Resulta que les estoy echando un sermón, y además muy mal, pero perdónenme vds. que sea importuno, pues el motivo es excelente y la ocasión única. Voy a terminar; leímos en esa Revista que pasan de 500 los niños que la revolución ha dejado huérfanos y sin cariño por tanto. Como he dicho antes, son sin duda las victimas más sensibles y más desgraciadas y son de los que menos se acuerda nadie. Por eso hemos organizado este sencillo acto.

Les participo para que no salgan defraudados que no van a ver aquí nada extraordinario. Los niños no están acostumbrados, en su mayoría son pequeños y aunque ellos hacen todo cuanto pueden, percatados de que lo hacen por sus hermanitos desgraciados de Asturias, no será raro que lo hagamos mal. Hemos dispuesto de poco tiempo y ha sido más que nada un pretexto para hacer la colecta. Más adelante es posible organicemos otras Veladas, con otros fines y ya mejor.

En fin les rogamos que se den Vds. cuenta y que perdonen nuestras deficiencias y muchos defectos. La buena intención que nos guía y nuestra buena voluntad, rogamos que pesen en su juicio para pasar por alto nuestras faltas. Y el caso será que todos procuren y procuremos dar el donativo que buenamente se pueda para aquellos niños y mandarlo mañana mismo a Asturias. Los huerfanitos aquellos en su corazón, nos lo agradecerán a todos.

Pedro Navarro

14 –XII – 34.

LECERA

 

Bonitas palabras las que acabamos de leer en ese discurso que tanto dice de su autor. Era grande su sensibilidad ante el sufrimiento y sobre todo ante el sufrimiento del débil, en este caso los niños asturianos. Por eso podemos imaginar el dolor que sintió cuando unos días más tarde, el 29 de diciembre, el Sarampión le arrebata a su hija pequeña, llamada Luz. Ese dolor se vio mitigado después de algo más de un año y fruto del amor, cuando el 25 de mayo de 1936 su esposa trajo al mundo otra niña, a la que también pondrán de nombre Luz, en memoria de la que murió.

En ese mismo mes de mayo de 1935 es el promotor y organizador de otra velada infantil, esta vez a beneficio de la Cantina y Biblioteca Escolar, como en la anterior,fueron los niños los actuantes. También voy a adjuntar la nota que antes de actuar leyó D. Pedro, así decía:

NOTA

La Cantina y la Biblioteca escolar, son obras de la mayor importancia y de la mayor necesidad en esta villa.

La Cantina escolar, si responde el pueblo como se espera, empezará a funcionar en el otoño próximo y dará la comida de mediodía al mayor número posible de los niños más pobres del pueblo.

La Biblioteca escolar que se va a iniciar ahora y que procurará su incremento por todos los medios posibles, pondrá hermosos y muy diversos libros al alcance de los niños, fomentando así la afición a la lectura y al estudio. Estos libros estarán también a la disposición de todas las personas, amantes de la lectura y que podrán llevarlos a su casa, sin más obligación que devolverlos después de cierto número de días.

Obras ambas hermosas que no es necesario ponderar y que proyectamos desarrollar, en bien de nuestros niños de Lécera. Pero en esto como en todo en la vida, es necesaria la cooperación. Fracasaremos si no encontramos el apoyo y la ayuda necesaria en todos los vecinos.

Pedimos encarecidamente a todos, nos ayuden, moral y materialmente, a conseguir estos objetivos en beneficio de los niños y por tanto del pueblo.

Lécera mayo 1935.

ESCUELA NACIONAL DE LECERA

 

Seguro que por la mente de D. Pedro, en aquellos momentos, no pasaba ni de lejos, la posibilidad de que sus planes se vieran truncados por el estallido de una cruel guerra civil.

Era julio de 1936 y como es natural en su profesión, se encuentra de vacaciones en su pueblo, Ejulve. Desde Lécera es reclamada su presencia por parte de los simpatizantes de izquierdas. Acude al llamamiento y el 25 de agosto de 1936 se constituye el Comité Antifascista de Lécera, del que fue nombrado Presidente –este cargo es un equivalente al de alcalde-, compaginó dicho cargo con el de Juez Municipal Accidental. Asistió encabezando la delegación lecerana a la constitución del Consejero Comarcal, del que fue nombrado Consejero de Cultura, Información y Propaganda. El análisis de los datos e informaciones recogidas, me ha llevado a la conclusión de D. Pedro desarrolló una tarea excelente en sus cometidos. La mejor muestra de ello es que de su estancia en Lécera hay buenos recuerdos en los leceranos, pues todo el mundo sin excepción y sea cual sea su ideal político, opina que era muy buena persona y que gracias a él no hubo más muertes durante la ocupación de dicho pueblo por el bando republicano.

Una anécdota, nos ayudará un poco más, a conocer el talante de D. Pedro, nos la relata su hija Adelaida:

Al llegar los milicianos y tropas de las columnas catalanas a Lécera, el cura se marcha huyendo temiendo por su vida, por lo que la madre de este se queda sola en ese pueblo. Algunos querían meterse con ella. Yo recuerdo oír decir a mi padre que tuviesen cuidado de no molestarla, que no la toque nadie.

Por distintas causas, que ahora no vienen al caso, en agosto de 1937 deja sus cargos públicos. Aunque la gente más humilde quería que siguiera siendo alcalde, pero pedían también que le pusieran guardaespaldas, pues no sabían hasta dónde eran capaces de llegar los que estaban en su contra. Aproximadamente un mes más tarde ocurren unos graves sucesos en Lécera. Resulta que algunas personas, ante la disolución del Consejo de Defensa de Aragón por decreto gubernativo de 11 de agosto de 1937 y amparándose en la nueva legalidad, optaron por salirse de la Colectividad, los anarquistas vieron en ese hecho un peligro, ya que si otros vecinos lo imitaban ponían en peligro su amada revolución, entonces deciden buscar un hecho provocativo hacia esos que se han atrevido a abandonar la Colectividad y como estaban seguros de que responderían a la provocación, podrían detenerlos. Con esas intenciones van a casa de un ex-colectivista a por el vino que había en su bodega, hecho al que él se niega, postura que es apoyada por mucha gente del pueblo –este hecho es algo parecido una especie de rebelión campesina local, que no pasó de fuertes discusiones y algún que otro insulto por ambas partes, pero que al suceder en plena guerra, es un claro acto punible legalmente en aquel momento y por cierto que fue un hecho gravísimo-. Los anarquistas más radicales querían fusilar a unos cuantos leceranos y también a D. Pedro Navarro, finalmente D. Pedro solucionó el incidente y evitó aquellos fusilamientos, incluido el suyo.

Adelaida recuerda que jugaba con la hija del veterinario que había en Lécera, D. Antonio Turón Martín. También recuerda que otra niña, llamada Sofía, pasó algún verano con ellos en Ejulve (según me informa Ernesto Conesa, hijo del entonces practicante titular don Ildefonso, esta Sofía se refiere su hermana).

Permanece en Lécera hasta la Navidad de ese mismo año, fecha esa en la que junto con su esposa e hijas abandonan Lécera por la noche en una carreta, pues las tropas de Franco ya estaban en Belchite (seguramente se van el día 10 de marzo de 1938). Van a un corral en el monte. Al día siguiente es bombardeado Lécera, él y su esposa regresaron tras ese bombardeo para coger algunas de sus pertenencias y se encontraron con que había caído una bomba en la casa de al lado y que se habían llevado todo de su casa. Cuenta su hija Adelaida, que entre sus haberes contaba con un importante número de libros y se los quemaron.

En una redacción, que hizo en su niñez una de las nietas de D. Pedro en la que recoge parte de los relatos que su madre le hacía, también nos ayudará a intentar imaginar la dureza del ambiente al que tuvo que enfrentarse durante su estancia en Lécera, dice:

Recuerdos de Mamé Aída.

En 1936 estalló la guerra civil en España, fue una desgracia para todos. Nuestros padres estaban en plena juventud y nosotras tres niñas de 6, 5 y 2 años.

Los veranos las vacaciones íbamos a Ejulve y jugábamos mucho.

Al verano siguiente, fue peor, en el pueblo se llenó de varios anarquistas y empezaron a fusilar gentes.

En Lécera también estaban los anarquistas y querían mandar en todo.

En casa de los papas estaban siempre ocupados, llenos de soldados y Jefes de la guerra que comían allí. La tía Isabel y la mamá no les faltaba trabajo. También habían grupos de soldados, seguramente des brigadas internacionales y también una joven vestida de soldado y que llamaban la Francesita y que los papás estimaban mucho. ¡Querían ayudar a la Repúblique Española!

En Lécera los anarquistas querían fusilar a un grupo de personas sin nada más, todo el pueblo salió a defenderlos y querían poner a Don Pedro Navarro de alcalde, pero con ¡guardaespaldas! que también lo querían fusilar. Pero mi padre lo arregló todo.

Adelaida me dice que según recuerdos de su madre, la Francesita murió en las trincheras de Belchite.

El 15-2-1938, D. Gonzalo de Castro Amo, como delegado especial de Primera Enseñanza de Aragón, expide una certificación en Caspe en la que, de acuerdo a la O.M. de 30 de abril de 1937 y con efectos del 1 de mayo de 1937, reconoce a D. Pedro Navarro Jarque el nuevo sueldo de 5000 Ptas. anuales como Maestro Propietario de la Escuela Nacional de Lécera.

A un hermano de D. Pedro, llamado Joaquín y que estuvo de maestro en Azuara, le avisaron para que fuese a Lécera a llevarse las cosas de su hermano, que no las habían robado sino que las habían cogido los más amigos de D. Pedro y guardado, para evitar que otros las robasen o destruyesen. Joaquín fue con un carro a Lécera a buscar las cosas de su hermano y se las llevó a Ejulve, entre esas cosas estaban un armario de luna y una máquina de coser.

Tras su marcha de Lécera fueron a Puig Reig, al lado de Reus, donde estaba un hermano de su madre trabajando de maestro. En esa población pasan varios meses y un día D. Vicente, un maestro que había estado ejerciendo en Ejulve y que entonces era director de una colonia cerca de la frontera en la provincia de Gerona, les dijo que enviasen allí a sus hijas, pues allí por lo menos no pasarían hambre como ocurría en Puig Reig.

D. Pedro había pasado a Francia con las tropas españolas tras la derrota de Cataluña -tropas a las que debió pertenecer, ya que años después cobró alguna pensión del Gobierno Español como oficial republicano-. Estuvo en el campo de concentración de Argelés situado en una playa al sur de Francia. Para salir de allí era necesario tener un oficio como panadero, carpintero, etc., o que alguien que viviese en Francia te avalase, como una tía de su mujer vivía en Francia, D. Pedro le escribió y lo sacaron de allí. Las hijas y esposa regresaron a Ejulve con sus abuelas y allí estuvieron 7 años. Su esposa que inicialmente también regresó a Ejulve, de allí se marchó con una hermana a San Carlos de la Rápita donde estuvo varios meses pero después fue a Francia a reunirse con su esposo, ya que en España no se encontraba bien. Tras hacer algunas gestiones D. Pedro Navarro con el Cónsul Español en Francia y este con el Gobernador de Gerona, en las que reclamaba a sus hijas menores de edad, consiguió que las acompañaran a la frontera española, allí las subieron al transporte y al otro lado el túnel de Port Bou sus padres las estaban esperando, reuniéndose toda la familia en diciembre de 1945.

D. Pedro sabía algo de francés. Un día leyó en un periódico que si algún refugiado español sabía el Esperanto, que escribiese a una dirección que allí ponía y le ayudarían. D. Pedro, que conocía este idioma, escribió. Al poco tiempo fueron a verles unos maestros franceses con los que se hicieron muy amigos, iban a verlos en bicicleta de tipo tanden.

Trabajó en unas minas de aluminio para los alemanes. También fue asistente de un profesor de español en el puerto de Sete. Igualmente hizo de  traductor de español.

Existe un informe sobre las actividades políticas de don Pedro Navarro, elaborado el 27 de abril de 1967 por el entonces alcalde D. Andrés Viñuales Moliner, del que una copia fue enviada al domicilio de don Pedro en Francia. Parece ser que con ella se le quería invitar a volver "sin temores" a España, pero él optó por seguir en su exilio hasta que llegó la democracia. De ese informe pueden sacarse algunos datos de cierta importancia relativos a su actividad a lo largo de los años que estuvo en Lécera, dice lo siguiente:

El que suscribe, Alcalde de esta villa de LECERA (Zaragoza), requerido de parte interesada para que informe sobre la actuación en esta Villa de D: Pedro Navarro Jarque, durante su estancia en la misma,

En primer lugar, debo manifestar que el dicente no se encontró en la localidad durante el tiempo que dicho Señor actuó en ella y tampoco se encuentra documento ni escrito alguno que refleje su actuación y ni tan siquiera haga mención de la misma, ya que los rojos, antes de evacuar el pueblo destruyeron todo rastro de su paso por el mismo, por lo que he tenido que valerme de lo que se me dice por diferentes vecinos de esta, conocedores del mismo y de su actuación, y de buen crédito y criterio, para de acuerdo con lo expuesto por los mismos redactar el siguiente informe:

D. PEDRO NAVARRO JARQUE, vino a esta localidad, como Maestro Nacional de Niños en el año 1932 y actuó en la misma desde dicha fecha hasta el año 1937 ó mejor dicho hasta la liberación del pueblo por la Tropas Nacionales.

En dicho tiempo fue uno de los izquierdistas más relevantes de la localidad , afiliado al partido socialista.

Al iniciarse el levantamiento se encontraba fuera del pueblo usando de las vacaciones estivales, propias del Magisterio, viniendo al mismo en la tercera decena del mes de agosto de 1936, siendo nombrado, en cuanto vino, Alcalde y Presidente del Comité de izquierdas. En dichos cargos actuó el resto del año 1936 y el año 1937, teniendo que dejar los indicados cargos antes de liberarse el pueblo (12 de marzo de 1938) por haber perdido la confianza de la masa izquierdista.

Durante su estancia en el pueblo, seguramente, por su mayor instrucción, alcanzó un gran prestigio entre sus convecinos de izquierdas y fue uno de los que, desde el primer momento arrastró a las masas a dichos partidos, llegando a ser como anteriormente digo, y en cuanto se inició nuestro Glorioso Alzamiento uno de los dirigentes de las izquierdas, con los cargos de Alcalde y Pesidente del Comité.

Ahora bien, por las noticias que me han llegado, no se sabe que dicho Señor Navarro, haya realizado, ni haya ordenado realizar hecho alguno penalmente punible en nuestra actual legislación y menos hechos de sangre (Los fusilamientos de personas de Derecha que se llevaron a cabo en esta localidad se sucedieron antes de su venida de vacaciones a esta de dicho Señor). Dicen interpuso en algunas ocasiones su Autoridad y prestigio para evitar la realización de algunos desmanes por las Hordas rojas.

En cuanto en honor a la verdad y de acuerdo con mis cortos conocimientos, tengo a bien informar sobre este particular.

Lécera a veintisiete de abril de mil novecientos sesenta y cuatro.

El Alcalde (Tiene la firma del Alcalde y el sello del Ayuntamiento de Lécera)

Regresó a Ejulve varios veranos, tras la recuperación de la democracia. Gracias a su amabilidad ha llegado hasta nosotros documentación diversa sobre la Masada Azcón,  D. Cristóbal Urdazpal, su familia y otras.

"Era enemigo de las dictaduras", me cuenta su hija, "y siempre fue de izquierdas". Respecto de la religión estaba muy desengañado, pues a pesar de que fue estudiante de cura y de que se casó y bautizó a sus hijas, dice que "lo hizo por complacer a su padre".

En el diario, al que antes ya hice referencia, recogió múltiples hechos, como por ejemplo la talla y peso de sus hijas, etc. (aunque sería bonito poder transcribirlo aquí, por expreso deseo de su familia, no se hace, ya que el contenido, en su mayor parte, habla de cosas íntimas de la familia), ese diario termina unos días antes del estallido de la guerra civil, poco después del nacimiento de su hija Luz que, como ya vimos, fue en mayo de 1936. Años más tarde continuó escribiéndolo en Francia.

Además de ese diario, también nos dejó algunos versos, como los que aparecen en una página web dedicada a Ejulve (el autor de esa página es  Juan Manuel Gascón), y que a continuación incluyo:

Coplas con motivo de la fiesta de la luz eléctrica (1923)

De la página Web de J.M. Salvador, dedicada a la población de Ejulve

Chavalicas de mi pueblo

ya sus podéis alegrar,

que con estos lucericos

angelicos "paiceis" ya.

Ayer noche en Majalinos

un arriero encontré yo

que venía con su gente

creyendo que esto era el Sol.

Virrey de Indias quisiera ser

y tener chicas sin fin

por si D. Pepe casara

darle todas a esligir.

Para ti, Ejulve querido

es hoy día de alegría

que en el libro del progreso

brillante has escrito una línea.

Campanas las de la Iglesia

tañed con fuerza y vigor

que esta noche en nuestro pueblo

ha salido un nuevo sol

(Plaza)

Este farol de esta esquina

bien les vendrá a los borrachos,

pa cuando lleven la curda

no se den narigotazos.

(Cuatro Esquinas)

Falta hacía en estas calles

la luz del señor Rivera

pa no cambiarse de calle

al ir a misa primera.

( Calle la Cuesta)

Lo bien que una medicina

viene al que se va a morir

viene la luz a la cuesta

pal pobre que va a subir

(San Pascual)

Como les brillará el pelo

a las que con tanta sal

vienen de noche a por agua

a la fuente de San Pascual

(Calle del Pilar)

No sus levantéis tan pronto

cuando tengáis que masar

que al marcharse el sol del cielo

ya sale el sol del lugar

Una jota bien templada

también debemos cantar

dando gracias a Rivera

en la calle del Pilar.

Alégrate virgencica,

virgencica del Pilar,

que tanto tenerte a oscuras

ya te vamos a alumbrar

(Central de la luz)

Lo que hay en este caseto

demonios icen que son,

si tanto mal hace el diablo

al infierno quiero ir yo.

(Frente casa del Sr. Muñoz)

Comerciante y zapatero

luz necesitas también

que si no vendís de día

de noche podréis vender.

(Cobertizo)

Mocitas del cobertizo

que bajáis a festejar,

este farol os han puesto

pa que le podáis mirar

Hay personas en el mundo

que no se pueden olvidar

y el recuerdo de D. Pepe

con nosotros morirá.

Si reviviendo mi abuelo

todo esto pudiera ver

del patatús que le daba

se me moría otra vez.

El 27 de octubre,

siempre debéis recordar,

que en ese día Rivera,

dio luz a la oscuridad.

Luna que estás en el cielo,

ya te puedes retirar,

que hay 300 estrellas,

que tu luz van a ofuscar.

En el medio de la plaza

con toda fuerza cantar:

viva Rivera y que vivan

las bombillas del lugar.

Esta biografía quiere ser un pequeño homenaje a su persona. Pero antes de terminar voy a facilitar el contenido de la Memoria anual del curso 1929-1930, que de su actividad en la escuela Mixta de La Zoma (Teruel) redactó. Lo haré adjuntando copia fotográfica de dicha memoria, para que todos puedan apreciar la belleza de su caligrafía. Que sea pues, la última lección que, a título póstumo, nos dejó el maestro: D. Pedro Navarro Jarque.