Feliciano Aznar Lorente

LOS ALPARGATEROS

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Sobre 1984, cuando me hallaba investigando sobre el Dance de Lécera, estuve en contacto con Jesús Aznar "el Alparagatero". Me comentó que a su padre, Feliciano Aznar Lorente, le hubiese gustado poner en escena el Dance, pero no le fue posible. También me habló de la afición que tenía a escribir poesías y ahí quedó todo.

En 1990, mi abuelo, Primitivo Yago, muy aficionado a la poesía, me comentó que tuvo un amigo al que le gustaba componer poesías y en 2003, una hija de Feliciano, Lidia, tan interesada por la cultura como su padre, en una visita que hizo al pueblo, nos conocimos y hablamos de ello. Al poco tiempo me envió una fotocopia de las poesías de su padre y un breve resumen en el que me relata cómo era el oficio de alpargatero. Redacté un artículo sobre ese oficio, pero finalmente he decidido que no tenían tanta importancia algunos detalles técnicos de ese artículo y he creído más conveniente poner a disposición del público el escrito íntegro que ella me envió.

En la parte inferior de este artículo están los enlaces con esas poesías del "Alpargatero".

En nombre de todos quiero desde aquí agradecer a Lidia esta aportación.

 

"Mi Padre trabajaba en el campo, pero a 12 Km. de mi pueblo, Lécera, está Belchite. El Sr. Eduar, vivía en Belchite, era alpargatero y fue la persona que enseñó a mis padres el oficio de hacer alpargatas.

Luego trabajábamos todos, ellos nos enseñaron a nosotros, sus hijos, y así empezamos a hacer alpargatas los cinco que éramos en casa, mis padres, mi hermana Joaquina, mi hermano Jesús y yo Lidia.

Herramientas: Dos bancos de madera, una máquina de coser, punchones, agujas largas, palmetas para apoyar las agujas como si fuera un dedal, dos palos de madera de 30 cm., tres canastas, la estantería para poner las alpargatas terminadas y el mostrador para venderlas.

Mi padre puso escarpias grandes en la pared para colgar todo el material, como la trenza para hacer las suelas, y las cuerdas que las cosía. Los rollos de lona blanca y negra los ponía recostados en la pared.

Las cuerdas las cortábamos un metro de largas y las puntas las enroscábamos y luego las retorcíamos para que quedaran finas y así poder enhebrar las agujas.

Mi padre, cada mes debía ir a Zaragoza a encargar el material. Trenza para las suelas, cuerdas para coser la suela y lona para la parte de arriba.

COMIENZA EL TRABAJO:

A las 5 de la mañana mi padre empezaba a trabajar. Sentado en el banco, cogía la trenza y urdía la suela dándole la forma, y los mismos centímetros.

Tenía en el banco una cinta métrica para medirlas, cada día hacía cierta cantidad del mismo numero.

Luego, con un punchón las cosía, y quedaba como un pespunte todo alrededor de la suela. Y si quedaba mas corta con el pelo que he mencionado anteriormente pegado a la suela, lo estiraba y así quedaba del mismo numero.

En el otro banco, mi hermano por el centro de la suela hacía otro pespunte, unos 20 cms. Y así quedaba la suela lista para poner la tela.

Mi madre cogía el rollo de lona, lo ponía encima del mostrador y con unos patrones de cartón de la misma numeración que la suela, cortaba la tela para la parte de arriba de la alpargata. Seguidamente, cosía a máquina todos los dobles del escote de la alpargata.

Mi madre y mi hermana cosían la tela en la suela, y la ponían en otra canasta. Y yo, junto con mi hermana las terminaba, cosiendo los lados, pues era lo más fácil. Después las plegábamos y las poníamos en las estanterías ordenadas por número, listas para su venta. Si nos pedían trenzadera se la poníamos. También teníamos alpargatas como las que llevan los baturros.

En verano, mi padre y mi hermano cogían el banco que hacían las suelas y nosotras con las canastas que poníamos las suelas y las correspondientes telas, hilos y palmetas, y salíamos a coser a la calle.

En la puerta teníamos colgada una gran alpargata que hizo mi padre de cartón y otra pequeñita que todavía guarda mi sobrina Pili en el pueblo.

La juventud no sabe que en el pueblo hubo una alpargatería y muchos no nos conocen. Si algún joven lee estas líneas, que pregunte a su padre oabuelos y así nos querrán un poquito.

Y yo, les hago llegar un abrazo para todos ellos y para todas las personas de mi pueblo desde Barcelona.

Lydia Aznar"

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Relación de poesías compuestas por Feliciano Aznar Lorente: (pincha sobre el título que te interese)