Éste pequeño listado de principios ha sido elaborado por mi sumisa y por mí hace ya casi una década. Más adelante lo he visto esparcido por infinidad de blogs y foros. Esto me hace reflexionar sobre algunos valores que muchos cultores del BDSM tenemos en común, más allá de las diferencias prácticas que a cada uno distingue el vivirlo.
Pilares de nuestra filosofía BDSM
LAS OBLIGACIONES DE LA PERSONA DOMINANTE:
1.- Conocer a la persona sumisa, más aún que ella misma, para darle lo que necesita, y no simplemente lo que quiere.
2.- Cuidar a la persona sumisa, aún de ella misma, de su natural tendencia al Tánatos, de la baja autoestima, de no dosificarse y quedar vacía.
3.- Educar a la persona sumisa, conducirla a expresarse en plenitud y a explorar su potencial sin dañarse.
LA OBLIGACIÓN DE LA PERSONA SUMISA
La sinceridad.
La mentira aporta a la persona Dominante datos falsos, que resultan en la insatisfacción y riesgo de daño para la persona sumisa, y frustración para su Dueño o Dueña.
Podría pensarse que el respeto es una obligación de la persona sumisa, pero en realidad es un don que le otorga a la persona Dominante que ha sabido ganarlo. Fuera de ello, ambas partes se deben el respeto que todo ser humano debe a otro.
CUÁNTAS PERSONAS SUMISAS PUEDE TENER UNA PERSONA DOMINANTE A SU CARGO
Tantos como de cuantos pueda hacerse responsable seriamente sin faltar a ninguna de sus tres obligaciones.
EL OBJETIVO MAS ALTO DE LA PERSONA DOMINANTE
Ayudar a la persona sumisa a transformarse en la mejor versión de sí misma.
LO MAS IMPORTANTE QUE LA PERSONA DOMINANTE DEBE ENSEÑAR A SUS SOMETIDOS Y SOMETIDAS
A estar sin El O Ella.
Debe enseñarle a la persona sumisa que vale la pena por sí misma. Que la relación, de terminar, no la dejará vacía por haberlo dado todo (cada aspecto que ha brindado de sí no fue una pérdida sino una ganancia), sino llena de ricas experiencias y gratitud.
Debe prepararla para poder seguir, y recibir a un próximo Dueño o Dueña, luego de un duelo sano.
La persona Dominante que deja a una persona sumisa herida, inválida para la D/s, incapaz de construir una nueva historia, ha fracasado.
EL MAS ALTO REGALO QUE LA PERSONA DOMINANTE PUEDE HACER A SU PROTEGIDO O PROTEGIDA
La libertad.
Si la persona Dominante ve que la relación no está sacando lo mejor de la persona sumisa que le pertenece, debe dejarla ir.
EL MAS ALTO SACRIFICIO QUE LA PERSONA SUMISA PUEDE HACER POR SU DUEÑO O DUEÑA
Renunciar a Él o a Ella.
Si la persona sumisa ve que la relación perjudica a su Dueño o Dueña, debe irse.
_ En las relaciones de Posesión y Dominio, el desapego es la actitud de mayor nobleza, y el renunciamiento puede llegar a ser un acto de lealtad.
EL PLACER DE LA PERSONA SUMISA
Servir a su Dueño o Dueña.
EL PLACER DE LA PERSONA DOMINANTE
La entrega de su sometido o sometida.
LAS PALABRAS MAS DULCES EN LOS LABIOS DE LA PERSONA SUMISA
Mi Señor, Mi Señora, Mi Amo, Mi Ama, Mi Dueño, Mi Dueña...
LAS PALABRAS MAS DULCES EN LOS LABIOS DE LA PERSONA DOMINANTE
El nombre que ha dado a quien es suyo.
LA JOYA MAS CARA
El collar.
Porque se ha pagado con sangre, sudor y lágrimas, y da dicha y plenitud a quien lo lleva y a quien lo otorga.
EL DEBER DE LA PERSONA DOMINANTE
Estar siempre, cada vez que su sometido o sometida la necesite.
EL DEBER DE LA PERSONA SUMISA
Anticiparse a las necesidades de su Dueño o Dueña.
EL LIMITE MAS DURO, LA MAYOR PROHIBICIÓN
Lastimar.
EL MAYOR RIESGO
Lastimarse.
LOS DERECHOS DE AMBOS
La salud.
La dignidad.
La felicidad.