Etapas en las relaciones BDSMMe siento a escribir esto con la idea de asentar de manera un poco más seria algo que se hace siempre con mayor o menor formalidad, para que los novatos lo tengan a mano, un poco porque son cosas que se hacen siempre y se dan por entendidas, así que casi no hay textos al respecto y uno las termina aprendiendo con la práctica.
Al comenzar una relación D/s se dan tres etapas que pueden llevarse adelante a conciencia y formalmente, o que sólo se dan y listo, pero que son orgánicas y que garantizan el éxito de la relación. Cuando se hacen a conciencia, uno puede disfrutar poblándolas con rituales y rodeándolas de una estética estimulante que las haga más atractivas para las partes.
ETAPA DE CONOCIMIENTO
En esta etapa se intenta lograr un vínculo de confianza entre Dominante y sumisa. Es el momento en dónde se hacen todas las preguntas. En dónde cada uno verifica la veracidad de los dichos del otro, la apariencia física del otro (para algunos más importante que para otros). En esta etapa la sumisa debe respeto al Dominante, pero no obediencia.
El deber del Dominante en esta etapa es ganarse la confianza de la sumisa.
La etapa de conocimiento empieza formalmente en el momento en que ambos deciden intentar una relación D/s, evidentemente uno comienza a conocer a la persona desde el primer contacto ya sea mediante un chat en la red, un chat telefónico, personalmente o leyendo los post de la otra persona en un foro, pero genera una sensación de mayor confianza si desde un punto dado en adelante los dos formalmente deciden poner todo su empeño en conocer y darse a conocer al otro.
El tiempo que dura esta etapa es muy variable y depende de cada caso en particular, pero por lo general la sumisa intenta que esta etapa sea lo mas larga posible ya que se siente muy cómoda en ella y el Dominante intenta terminarla lo antes posible. EL promedio entre las ansias de uno y la prudencia de la otra generalmente dan un muy buen tiempo para que esta etapa les sirva a ambos, pero no debería terminar entes de lograr, como dije al principio, generar un vínculo muy fuerte de confianza y que el Dominante conozca muy profundamente a la sumisa.
Cada etapa si termina favorablemente culmina con un ritual. La etapa de conocimiento termina con un ritual llamado “suplica”. Muchos sumisos suplican en la primera conversación por chat. Un Dominante serio no debe hacer caso de esa súplica, porque debe entender que ningún sumiso se entrega realmente a quien no conoce, y en quien no confía. El dominante debe enseñar esto a la otra persona cuando se encuentre en esta circunstancia y explicarle lo importante que es el regalo de la entrega. Si lo que ambos quieren es sólo jugar, pueden hacerlo, pero deben estar de acuerdo para que nadie salga herido en sus expectativas.
La suplica.
Este es un ritual del cual no se puede hablar mucho por que es como contarle el final de la película a la sumisa. Pero igualmente se pueden dar las pautas generales.
Como el nombre del ritual lo adelanta, en él la sumisa suplica al Dominante ser aceptada. El deber de la sumisa en este ritual es esmerarse al máximo para que el Dominante la reciba. El deber del Dominante es juzgar objetivamente el desempeño de la sumisa, por esto la importancia de la primera etapa y que el Dominante conozca muy profundamente a la sumisa, ya que tiene que juzgar si la sumisa dio el máximo de sí. Si el Dominante se equivoca puede frustrar a la sumisa rechazando a una sumisa que dio lo más posible para ella por considerarlo poca cosa, o admitir a una sumisa que no ha dado tanto según sus posibilidades, de manera que se inicia una relación en dónde la sumisa estima que su Dominante no es tan exigente y va a manejarse en adelante según ese parámetro, en ese caso incluso ella puede sentirse desamparada si necesita un rigor mayor y no lo encuentra.
Los Dominantes novatos deben poner especial atención en ser fuertes y lograr rechazar el primer intento de la sumisa si así lo merece, aún contra sus propios deseos de tenerla.
Si el ritual tiene éxito, el Dominante dá a su sumisa un nombre nuevo, elegido especialmente para ella, y le regala un collar (gargantilla, pulsera, tobillera o anillo) de madera.
Hay personas poco afectas a los protocolos por considerar que matan la espontaneidad. En realidad cuando existe complicidad entre ambos, no hay protocolo que mate lo espontáneo. Es muy valioso para las sumisas dignificar su entrega con rituales y protegerla con señales como el collar de madera. Ella se siente orgullosa de llevarlo como señal de su Señor, a la vez que avisa al resto de la comunidad que esa sumisa está siendo probada por alguien más y que no la debe ser molestada.
ETAPA DE PRUEBA
En esta etapa ellos deberán probar cómo funciona su relación D/s antes de asumir compromisos. La sumisa llevará las llaves vacías {} al final de su nick. Podrá llamar a su Dominante “mi Señor”, pero aún no es su Amo. En esta etapa inician las sesiones, y ambos pueden conocerse y ver cuánta distancia hay entre las fantasías y la realidad. También la duración de esta etapa va a depender de cuantas cosas necesiten ser experimentadas antes de decidir si se quieren asumir compromisos. Acá se estiman los límites, se establecen todos los acuerdos previos que garantizan que nadie se lastime física, psíquica o socialmente, y se conoce qué cosas producen placer y cuales no. Se acuerda también la palabra de seguridad y qué se va a hacer si la sumisa se cae involuntariamente al subspace.
Esta etapa también finaliza, de ser exitosa, con un ritual.
La iniciación.
A este ritual se le suele llamar iniciación, y cómo en el caso anterior, no puede adelantarse mucho de él sin afectar el efecto que le causará a la sumisa. El Dominante debe diseñarlo conociéndola, le pedirá algo tan difícil como posible de realizarse, a fin de comprobar el grado de entrega de la sumisa. Si ella le ofrece este sacrificio, y El queda satisfecho, entonces ella podrá empezar a llamarlo Amo, y El reemplazará el collar de prueba de madera por uno definitivo de cuero. Se ajusta el contrato y puede incluso definirse la duración que tendrá esa relación.
RELACION PROPIAMENTE DICHA
En esta etapa el Dominante deberá seguir conociendo y cuidando a su sumisa, y su objetivo principal será educarla a su manera, para hacerla como El la prefiere. Su función será resguardarla hasta de sí misma, para que ella se permita poder disfrutar de su vulnerabilidad, y se dé el lujo de expresarse en todo su potencial. La ayudará a crecer.
El Dominante irá presionando poco a poco a la sumisa para que ella pase uno a uno todos sus límites blandos, y la trasposición de este último límite marcará el final de la relación, ya que es preferible que ésta se termine cuando está en su apogeo y no que se degrade hasta finalizar por desgaste, aburrimiento y apatía.
El desafío del dominante es lograr que la sumisa se dosifique y no se le agote. Que pueda generar en la medida en que da, y que al final de la relación ella no se quede vacía por haber entregado todo, sino que en esa entrega haya habido tal ganancia que ella sea un ser humano mucho más completo y mejor que antes de iniciarla.
El último ritual
Cuando la relación finaliza exitosamente, la sumisa debería arrodillarse por última vez delante de su Amo, se saca el collar y se lo entrega. Desde ese momento El le devuelve su libertad, ella le deberá entonces respeto, pero no obediencia.
Como todos sabemos, los rituales, los tratos, las formas, las posturas, los tiempos, dependen del gusto de las personas que las viven. Los protocolos indispensables son aquellos que aseguran que las relaciones en comunidad sean respetuosas, ya sea en el chat o en reuniones. Aquellas señales que comunican a otros el rol o el grado de libertad de las sumisas son indispensables para evitar malos entendidos y no defraudarnos.
¿Es necesario sí o sí terminar la relación después del último límite?
No es la primera vez que planteo este tema y siempre recibo la misma crítica, el tema del final.
En primer lugar me gustaría aclarar un punto planteado por Faustina, ¿Es que la finalidad última de nuestras relaciones es correr límites?
Entendiendo finalidad última como objetivo principal de la relación D/s, tenemos que responder que no, es muy difícil hablar en forma general sobre los fines últimos de las relaciones, ya que cada relación y me atrevo a decir cada uno de los integrantes de esta relación tienen objetivos diferentes. Para algunos será expresar al máximo la potencialidad de su rol, para otros será el autodescubrimiento, en fin, cada uno sabemos cuál es el objetivo que nos motiva a ingresar en una relación D/s en particular, que no tienen por qué ser los mismos en todas las relaciones que encaremos. Por ejemplo, para una sumisa novata, en su primera relación D/s el objetivo puede ser confirmar que realmente el BDSM es lo que busca y seguramente en la segunda relación D/s el objetivo es otro.
Por otro lado lo que en una relación para una sumisa es un límite duro, en otra relación puede convertirse en un límite blando, por lo que el tema del último limite es muy relativo y está muy relacionado a la capacidad que tenga el Dominante de guiar a cada sumisa en particular. Inclusive hay límites blandos que determinados Dominantes no pueden lograr que una sumisa supere.
En lo que parecen estar de acuerdo ustedes dos y muchas otras sumisas con las que hable es que es posible que una relación pueda mantenerse indefinidamente merced a la capacidad de crear nuevas formas de vivir la relación. A favor de este argumento tengo que decir que muchas personas lograron relacionarse de este modo y tienen relaciones que se mantienen a lo largo del tiempo.
Lamentablemente hay que admitir también que son una minoría las personas que lograron tener una relación estable que se sostenga en el tiempo. En la tercer reunión de CirculoBDSM, estuve charlando con meuca y ambos estábamos de acuerdo en que las relaciones D/s tienen una durabilidad media de dos a cuatro años.
Ahora ante la realidad de que las relaciones en su gran mayoría tienen un tiempo en que la relación se desgasta, ¿no es mejor terminarla en buenos términos cuando notamos los primeros síntomas de desgaste?
Cuando yo hablo del último límite, no hablo de terminar inmediatamente después, sino después de un tiempo en que se disfruto de todo lo que puede dar, pero antes de que la rutina de repetir prácticas que terminaran por aburrir, termine por desgastar la relación.
Las relaciones no se terminan realmente, sino que acaso sólo dejan de ser D/s para cambiar de categoría. No necesariamente debe dejarse a la persona amada:
Miedo al último límite
Hay una realidad con respecto a este miedo. A pesar de que sumisas y sumisos pueden experimentarlo, es mucho más frecuente en estas que en aquellos, y esto se debe a que estadísticamente los sumisos tienden más a involucrarse en relaciones D/e, mientras que las sumisas lo hacen en relaciones D/s, sumado a que está generalizado el erróneo concepto de que un esclavo es un sumiso sin límites.
Se cree que las relaciones D/s tienen una vida media de dos a cuatro años, mientras que la esclavitud puede durar toda la vida.
La sumisa entiende que el placer del Dominante pasa por llevarla a superar poco a poco sus límites, y que entre avances se vive una meseta en dónde se degusta cada logro obtenido. Por eso sabe que una vez superado cada límite blando, y disfrutada la última meseta, la relación ha llegado a una caducidad a la que estaba predestinada desde su nacimiento.
Esto provoca en ella una sensación tan honda de impotencia y desasosiego que es capaz de impedir que una relación inicie, para que no tenga que terminar. Ella siente que poco a poco dará y se tomará de ella todo lo que tenga para ofrecer, hasta que un día ya no tenga nada más para dar, por lo que será descartada.
Hay una cantidad de nociones para madurar antes de poder intentar superar este miedo. Una de ellas es asumir que es real que las relaciones D/s vienen con fecha de vencimiento, pero que esa persona tan cara para nosotros, a la que hemos dado todo, no tiene por qué salir de nuestras vidas, sino que el vínculo permanecerá aunque el tipo de relación cambie. Esa persona puede seguir siendo nuestro amante, nuestra pareja, padre de nuestros hijos, nuestro amigo.
Si la sumisa es SwItCh el puede ser tu Master y vos su aprendiz o pueden seguir haciendo Dominación juntos.
Hay un espectro muy amplio de opciones para seguir incluyendo al ex-Amo en nuestras vidas desde un vínculo ni mejor ni peor, sino renovado y diferente.
Hay que saber que hay cosas que pueden prolongar la relación D/s, por ejemplo la polyarmonía, de la que se hablará en un artículo aparte.
Como se explicó en el texto sobre las etapas, el final de la relación no tiene por qué ser trágico. Cada cosa que la sumisa entregó fue más bien una ganancia antes que una pérdida. Ha contribuido a mejorarla, a templarla, a hacerla crecer, a autoconocerse y valorarse.
Ella no quedará vacía, sino llena de ricas experiencias y vivencias intensas.
Por supuesto que hará un duelo sano, sí, pero podrá fortalecerse y empezar una nueva relación, ya que a diferencia de lo que se siente la mayor parte de las veces, cuando una relación vainilla termina, ella no estará invadida de un profundo dolor, sino llena de nostalgia por los buenos momentos vividos, e impregnada de amor y un profundo sentimiento de gratitud.
Que no te asuste un dolor que aún no es. Una gran experiencia, tal vez la más intensa de tu vida, espera que empieces a recorrerla.