La Capilla de Loreto es una capilla en la ciudad de Santa Fe, Nuevo México (EE. UU.). En la calle de San Francisco de Asís, se encuentra dicha Capilla de Loreto, conocida universalmente por su escalera en espiral, la cual es un excepcional trabajo de carpintería. No existe documentación alguna sobre su construcción, siendo considerado un milagro por las Hermanas de Loreto y multitud de personas.
En 1872 Juan Bautista Lamy, Obispo de la Arquidiócesis de Santa Fe, ordenó la construcción de una capilla para el convento de la ciudad con el nombre de Nuestra Señora de la Luz, a cargo de las Hermanas de la Orden de Loreto.
La capilla fue construida por el arquitecto francés Antonio Mouly en estilo Gótico. El coro de reducidas dimensiones precisaba de una escalera de mano para acceder al mismo, teniendo esto un carácter provisional. Pero el arquitecto murió repentinamente dejándose sin construir una escalera en condiciones para llegar al coro de la capilla. A cuantas personas consultaron dieron por solución derribar el coro de reducidas dimensiones y construirlo nuevamente o seguir accediendo al mismo por medio de escaleras de mano. Necesitando alguien calificado para construir esa escalera rezaron a San José, una novena. El último día de la novena un extraño apareció en la Capilla. Les dijo que les construiría la escalera, pero que precisaba de total privacidad durante tres meses. La identidad de ese carpintero desconocido no pudo ser constatada pues en cuanto terminó se marchó sin recibir pago alguno por la obra. La escalera la realizó sin clavos, ni pegamento alguno, solo ensamblando piezas de madera. Es una obra increíble de carpintería, con un punto de equilibrio imposible según varios ingenieros y arquitectos. La madera usada no existe por la zona, y la dificultad técnica de la escalera resulta notable. Según la leyenda fue el mismo San José quien apiadándose de las monjas les construyó la escalera. Actualmente está valorada en unos $150 000.
La escalera originalmente carecía de una baranda de protección, la que fue agregada en 1887 por el artesano Phillip August Hesch.
En 1971 el convento fue vendido, siendo la capilla desconsagrada como capilla católica. En la actualidad es un museo privado que se financia por la venta de paquetes matrimoniales.
Entre los mitos que rodean la escalera se menciona que ningún científico ha podido explicar cómo la escalera se mantiene y no se ha caído hasta el momento, considerando que no posee un soporte central. Lo cierto que es que existen dos puntos a considerar. El primero es que el larguero interno de la escalera (de menor radio que el exterior) actúa como un poste que mantiene la estructura en su desplazamiento vertical. Y el segundo, que su desplazamiento horizontal se evita con la existencia de un soporte de hierro que une el larguero exterior de la escalera a una de las columnas de la capilla que soporta el techo.
También se dice que la escalera se encargó construir en Francia y que se montó con piezas ya prefabricadas dentro de la capilla. Y que al ser su montaje extraordinariamente rápido la gente del lugar comenzó a hablar de milagro. Una posible solución, por la época (finales del siglo XIX) y la alusión a que el material pudo venir de Francia, es que la estructura que soporta la escalera sea una celosía de acero de perfil bajo a base de flejes o angulares roblonados o remachados (tipo Torre Eiffel), anclada en el suelo a media altura en el pilar lateral, y en la parte superior lateralmente y en el forjado del coro. Soportados por el acero, se colocarían los escalones de madera, las bandas laterales también de madera y por debajo una especie de contrachapado. Si bien parece haber suficiente espacio para aplicar una solución así, ello no quitaría importancia ni ingenio a la obra.
Loretto Chapel Staircase; Investigative Files (Skeptical Inquirer November 1998)
Snopes.com article explaining the construction of the staircase
Unusual Color Image of the Miraculous Staircase of Loretto Chapel Archivado el 14 de mayo de 2011 en la Wayback Machine.
La escalera en espiral de la Capilla de Loreto.
La leyenda de la Capilla de Loreto de Santa Fe y su enigmática escalera
Al noveno día, alguien llamó a la puerta. El hombre, en pie frente a la capilla, decía ser carpintero. Tal vez, después de tantas plegarias, los rezos por fin habían sido escuchados… La Capilla de Loreto, fundada en 1878 como anexo al convento católico “Nuestra Señora de la Luz”, es protagonista de una extraña e inexplicable historia. Enclavada en la ciudad de Santa Fe, Nuevo México, estados Unidos, esta capilla de estilo gótico fue laboriosamente erigida a partir de un proyecto del arquitecto francés Antonio Mouly.
Bloque a bloque, el bello templo fue levantado, y las misas cristianas disfrutaron de un lugar más digno en el que celebrarse. Sin embargo, Mouly tuvo la mala fortuna de fallecer antes de concluir su obra, muriendo cuando aún no se habían conectado la planta alta y la baja del edificio. De hecho, durante mucho tiempo, el coro de la capilla se vio ante la incómoda tarea de acceder al piso superior mediante una estrecha escalera de mano.
La novena y el misterioso desconocido
Debido a tan peligrosa situación y a la incomodidad que representaba tener que utilizar una escalera improvisada, las Hermanas de Loreto decidieron elevar una novena (rezo continuado durante un lapso de nueve días) al mismísimo San José, quien en vida fuera carpintero, pidiéndole que les enviase a una persona capaz de solucionar dicha urgencia.
San José carpintero, óleo sobre lienzo pintado en la década de 1640 por el artista francés Georges de La Tour. Museo del Louvre, París.
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Sol tras sol, las hermanas elevaron sus rezos sin efecto aparente. Mas el último día de la novena, una persona que se decía portadora de la solución se presentó frente a la capilla: un forastero humilde, cuya única posesión era un burro cargado con herramientas de carpintería. Tan misterioso como su llegada, el carpintero exigió solo dos curiosas condiciones para desempeñar su oficio: grandes cubas de agua y tres meses de privacidad dentro del recinto cristiano.
Accediendo las hermanas a sus peticiones, el carpintero trabajó en la más absoluta soledad durante muchos días. Cuando las religiosas entraban a rezar al templo, el carpintero dejaba grandes listones de madera en remojo. Cuando se retiraban, volvía a su tarea.
El día en que la escalera estuvo terminada, las Hermanas de Loreto organizaron una cena de agradecimiento. Sin embargo, el extraño jamás se presentó y, después de concluir una de las mejores obras que se conocen en la historia de la carpintería, desapareció sin siquiera decirles su nombre, ni reclamar pago alguno. A partir de entonces, la historia de la escalera comenzó a crecer año tras año. Tanto por la figura del enigmático carpintero como por la exquisitez de su trabajo, analizado en múltiples ocasiones por ingenieros y arquitectos modernos.
La misteriosa escalera de la Capilla de Loreto de Santa Fe ha sido analizada en múltiples ocasiones por ingenieros y arquitectos modernos.
La escalera: 33 peldaños de belleza y misterio
La escalera de Santa Fe es una de las escaleras en espiral más curiosas del mundo. No sólo fue construida sin herramientas eléctricas ni clavo alguno, sino que la pericia de su autor fue mucho más allá de lo imaginado, llegando a sorprender a los mayores expertos en el arte de la madera: la obra entera carece de cola u otros adhesivos, valiéndose únicamente de técnicas de encastre para consolidar la estructura.
Con dos giros completos de 360 grados, su resistencia al desplazamiento vertical fue uno de los enigmas que los científicos tardaron mucho tiempo en descifrar. Tanto es así, que hasta el día de hoy muchos arquitectos e ingenieros piensan que el cuerpo de la misma posee un punto de equilibrio imposible según las leyes de la física.
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Mientras que, horizontalmente, la escalera se sostiene mediante un pequeño brazo de metal consolidado a una columna, la ausencia de desplazamientos verticales (movimiento de resorte) sin la ayuda de un soporte central, no ha podido ser explicada aún. La teoría más aceptada defiende que el radio interno de la escalera es tan pequeño que actuaría como un pilar central “virtual” para estabilizar el caracol de madera. No obstante, hay quienes aún encuentran inútil cualquier explicación posible a la hora de responder sobre la estabilidad de la misma.
La escalera de Santa Fe no sólo fue construida sin herramientas eléctricas ni clavo alguno, sino que la obra entera carece de cola u otros adhesivos, valiéndose únicamente de técnicas de encastre para consolidar su estructura.
El origen de la madera con la que se construyó la escalera constituye otra de las intrigas de esta historia. Según los estudiosos del misterio de Loreto, la madera no es oriunda de la región, habiendo sido identificada como una especie de abeto tras ser analizada en diversos laboratorios.
Un extraño que aparece y desaparece sin dejar más rastro que una escalera milagrosa, fabricada con madera no autóctona… Hoy, casi 140 años después de su construcción, la escalera de Santa Fe genera más preguntas que nunca. Se dice que muchas de las Hermanas de Loreto que vivieron durante su construcción estaban convencidas de que el carpintero que acudió ante los ruegos de su novena era el mismísimo San José enviado desde el cielo. En cualquier caso, tan prodigioso trabajo realizado en la ciudad de Santa Fe merece, al menos, ser dado a conocer.
Imagen de portada: Vista exterior de la Capilla de Loreto de Santa Fe, Nuevo México en cuyo interior se ubica la misteriosa escalera.