Lo que cambió, y lo que falta por cambiar

“La religión, en específico el cristianismo, sus cambios y las cosas que siguen aún en el siglo XXI en comparación con la edad media”

Por: Tomás Romero

Ya sea de la Biblia, el Corán o el Mahabharata las religiones y creencias han sido una parte primordial del ser humano. Las religiones, especialmente las antiguas y famosas se remontan desde hace mucho tiempo y aunque han tenido cambios significativos en su funcionamiento desde entonces, su visión y mensaje sigue siendo el mismo.

Nosotros, los occidentales, nos relacionamos, en la mayoría, con Jesús y el cristianismo​ en general. Su gran historia de misericordia, pasión, entrega y fé escrita en la biblia nos llena ese vacío de existencialismo y vocación que todo ser humano tiene.

Ahora, hay muchas más religiones presentes en el mundo tales como el Islam, el Hinduismo o el Judaísmo. Los occidentales, en los últimos años y con el alza del terrorismo y los yijad, hemos tendido a categorizar a los musulmanes y a los árabes como extremistas.

En tiempos pasados, como la edad media, la vida de todas las personas era controlada por la iglesia, ya que el catolicismo era la única religión conocida. Los ricos y los nobles, se destacaban del resto del pueblo con templos y monasterios religiosos. La fe los privilegiaba. La iglesia, la teoría, la visión, la creencia… la ceguera entre otros se usaba con abuso de poder contra otros, en la mayoría, pobres.

Fue admirable lo que descubrieron. Algo que formó la sociedad y la sigue formando. Descubrieron que a la gente le faltaba algo, algo importante, la “verdad”. Esa ”verdad” que resuelve los misterios más profundos y antiguos del mundo, como la creación de nuestro mundo, los desastres del dia a a dia y hasta nuestra existencia en sí, la cual hasta hoy, para algunos es incierta o simplemente no tiene explicación.

Suena bastante bien, no? Bueno no todo fue así. Les presentaron a un salvador, misericordioso, que perdona, que no le interesa el bien de Él mientras nosotros estemos bien y es literalmente omnipotente. Pero todo su amor y protección tenía garantías. Algunas con mucho sentido como no matar, no robar, y honrar a nuestros padres, pero otras que reprimen el pensamiento. Ya que en la Biblia las personas que no creían en dios o los gobernantes que se rehusaban a escuchar su mensaje eran castigados y aplastados por este poder, por este dios, supuestamente amoroso y misericordioso.

Recogiendo lo anterior, en la Edad Media la religión; el cristianismo, para ser claros fue impuesto por los poderosos y esto no dio lugar a la duda o a la crítica de esta religión en sí. Poco a poco y hasta el día de hoy, el mundo occidental y Europa han adoptado el cristianismo y lo han puesto encima de todo, tanto que hasta algunas relaciones interpersonales e incluso familiares se influencian por esto y la gente no da lugar a la duda y no se cuestiona.

No me malentiendan, no culpo ni atacó a estas personas, desde pequeño no han podido tener una opinión propia, pocos pueden ser libres en su posición y personalidad, ya sea política o religiosa, y los que lo hacen son a veces atacados o molestados simplemente por pensar y percibir el mundo de una manera diferente al monton. Pero, acaso todo ese discurso que siempre escuchamos el cual dice que los jóvenes somos el cambio, tanto el futuro como el ahora y que debemos manejar un país con muchos problemas es mentira?

O es que acaso, como las personas en la Edad Media, debemos seguir unas reglas para tener aprobación. ¿Dónde quedó la diversidad de la cual los Colombianos nos sentimos tan orgullosos? ¿Hasta cuándo las preferencias políticas o religiosas van a importar más que los valores o la amistad de las personas? Son preguntas que, ojalá, se hagan las personas lo más pronto posible.

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