Economía: Imperio Bizantino

Por: Pablo Cruz

El Imperio bizantino se creó en el 330 d. C. y su capital era Constantinopla. El imperio estuvo sometido, a lo largo de su historia, a fuertes presiones de otros pueblos. En el siglo XI alcanzó su máxima expansión territorial. Después se fue reduciendo su extensión hasta que finalmente fue conquistado por los turcos en 1453.

En los inicios de la edad media la actividad principal era la agricultura, pero tiempo después se desarrolló el intercambio comercial entre varios países. Después de esas dos formas de generar ingresos se empezaron a implementar actividades entre las aldeas para ya no tener que recurrir a otros países, y de esta forma es que se empezó a crearse una civilización más ordenada y mucho más estabilizada que antes. A lo largo de diez siglos de historia, Bizancio fue uno de los centros económicos más importantes del mundo medieval.

La economía del imperio bizantino, casi en toda su existencia estuvo bajo el control del estado. Sin duda el comercio, fue la base de la economía bizantina, aunque esta actividad era practicada por una muy pequeña parte de la población. Buscando un máximo aprovechamiento de la actividad comercial, y para favorecerla, los emperadores se ocuparon de mantener una economía monetaria basada en monedas de oro, cuyo prestigio se extendió por todo el Mediterráneo en Occidente y hasta la India en Oriente. Como en el resto del mundo en la Edad Media, la principal actividad económica era la agricultura que estaba en manos de la nobleza y el clero. Otra fuente de ingresos muy productiva en el imperio fue la artesanía que se basó en fabricar artículos de lujo, como la seda. Muchos talleres eran grandes y allí trabajaban una gran cantidad de personas.

El Imperio dependía por completo del comercio con Oriente para el abastecimiento de seda. El comercio también prosperó mucho, gracias a la estratégica situación geográfica del Imperio, entre oriente y occidente, estaba favorecido porque podían controlar el paso de Europa y Asia, además los intercambios con el Mediterráneo y el mar Negro. La economía bizantina fue la base que permitió al Imperio Romano de Oriente su expansión territorial.

En la era de Justiniano su economía consistía en que las actividades más practicadas eran las agropecuarias, cuyos productos proveían a las ciudades, los sectores industriales y artesanales. La poderosa economía bizantina constituyó la base principal que permitió al imperio su duración a lo largo del tiempo. La base de la misma estaba constituida por las actividades agropecuarias, que permitía fundamentalmente alimentar a los habitantes de las ciudades. El sueño del emperador Justiniano fue recuperar el Imperio de los romanos en los tres continentes donde se había implantado antes de los ataques de los bárbaros. Eso lo empujó a la reconquista de África, Italia e Hispania.

Por otro lado, Bizancio no descuido las actividades artesanales ni el comercio. El imperio desarrolló un importante comercio internacional. Gracias a esta actividad, en los mercados de Constantinopla y de otras ciudades del imperio se podían hallar productos en zonas como, China, Persia y España, entre otros. Los artesanos bizantinos fabricaban a su vez numerosas piezas que se vendían al extranjero. Por ello, la moneda bizantina, el besante, fue aceptada en todos los mercados de la Edad Media hasta el siglo XI. Se trató por lo tanto de una moneda internacional. Su moneda era:El sólido bizantino y el besante.

Desafortunadamente el sistema económico que desarrolló el Imperio Bizantino, desapareció a finales de la Edad Media y se iniciaron nuevos sistemas más civilizados que involucraron más monedas, cambios más justos y se formó un sistema más organizado. Al ser más organizado el nuevo sistema, el manejo de recursos era equitativo para los pobladores y el dinero del estado se invertía para necesidades de la población.

El sistema económico del Imperio Bizantino tiene una relación paralela a la economía de la actualidad, ya que nuestra forma actual de generar ingresos es similar a la implementaron ellos en esa época, pero a lo largo de los años el humano ha desarrollado y evolucionado esta economía a tal punto de que sea totalmente distinta a la del imperio Bizantino, pero aún mantiene su misma ideología que es generar ingresos para obtener beneficios extra. Es importante destacar que el sistema económico de hoy en día es el mismo del imperio Bizantino, aunque no nos damos cuenta ya que está adaptada a la actualidad, pues se acopla a las necesidades de ahora respecto a las de esa época.

Por otro lado, el imperio fue uno de los más relevantes en todo su periodo activo, ya que que tuvo gran relevancia religiosa y militar en las expansiones, aunque su punto más fuerte fue la economía y el comercio, ya que fueron la base en la Edad Media. Su relevancia y su forma de manejar el comercio los llevó a desarrollar su propia moneda y además que ésta fuera internacional. Pero lo más importante es que el imperio Bizantino fue de los pioneros en el comercio y la economía en la edad media, y esto fue un avance que benefició a varios imperios en la época . La estrategia del imperio para tener mejor economía fue muy bien trabajada y desarrollada, es por eso que varios países le tomaron ejemplo y algunos mejoraron el sistema del imperio bizantino. Finalmente la economía y el comercio del imperio bizantino básicamente se desarrollaron en dos partes; la agricultura y el intercambio con otros países y después de eso se forjó un mejor sistema que tiempo después sería crucial para otros imperios.

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