Hemos llegado a la estación de Burdeos Saint-Jean a las 9:10 de la mañana y caminando unos 15 minutos por las calles de la ciudad hemos llegado a nuestro alojamientto, el apartahotel Victoria Garden. Como no podíamos entrar tan pronto a las habitaciones, hemos dejado allí las maletas y hemos comenzado a visitar la ciudad.

El primer monumento que hemos encontrado ha sido el gran arco de Aquitania de la Plaza de la Victoria. A continuación hemos subido por la rue Sainte-Catherine, una de las calles comerciales más largas de Europa. A mitad de la misma hemos cogido un desvío para visitar la preciosa catedral gótica de Burdeos dedicada a Saint-André.

Posteriormente, hemos ido a ver el Hôtel de Ville, es decir, el ayuntamiento de la ciudad y los bonitos jardines que tiene en su parte posterior.

Tras un pequeño descanso, hemos seguido callejeando hasta llegar al gran teatro de Burdeos, teatro construido en 1780 que fue estrenado con la obra Atalia de Jean Racine. Desde el teatro podemos observar unas vistas con una perspectiva muy bonita del siguiente monumento, el monumento de los Girondinos. Este monumento, que nos ha dejado con la boca abierta, fue construido en memoria de los Girondinos asesinados en la época del Terror de la Revolución Francesa. El conjunto está compuesto por una gran columna central coronada por la representación de la libertad y por dos grandes fuentes en cada uno de sus lados. Estas fuentes, compuestas por conjuntos escultóricos impresionantes, representan el triunfo de la República (la que mira hacia el Gran Teatro) y el triunfo de la Concordia.

Después hemos continuado nuestro paseo por las orillas del río Garona, y hemos entendido la importancia que este tuvo para la economía de la región. Finalmente hemos visitado la impresionante Plaza de la Bolsa, una plaza construida a principios del siglo XVIII y que nos ha recordado mucho a la Place de la Concorde de París.

A las 18h hemos vuelto a salir para realizar alguna compra y seguir visitando esta bonita ciudad. Hoy hace muy buen día y vemos que la ciudad tiene mucha animación.

Tras un paseo, hemos parado a cenar y hemos vuelto a visitar la Place de la Bourse, que al anochecer estaba muy bonita. Poco a poco hemos tomado el camino de vuelta que nos ha hecho pasar por una de las puertas medievales de la ciudad, la Porte Cailhau, monumento que parece un castillo y que fue construida en 1495.

Con esta última visita nocturna termina el día.

À demain!