DIA 1- LLEGADA
DOMINGO 21 DE ENERO
Tras un viaje cómodo y rápido, aterrizo a las 11:30 de la mañana en Amsterdam. El tiempo es frío y nublado, pero da igual...¡ya he llegado!
Entre pitos y flautas llego a las 2 de la tarde al hotel y, tras una noche entera viajando, se impone una siesta. El hotel es antiguo pero muy elegante y sobre todo, está muy bien situado (al lado del Rijksmuseum). Lo que me llama poderosísimamente la atención son las escaleras tan empinadas del hotel, todo un reto para cualquiera y mas llevando maletas...Por lo visto son muy comunes dado que las casas y los edificios en general son muy estrechos. Otro detalle es la ausencia de persianas o cortinas en las casas, desde la calle se ven todos los interiores que la gente exhibe sin pudor ninguno. ¿Será por la ausencia de luz o por fardar de casas? Lo preguntaré...
Una vez recuperadas las fuerzas y el sueño, salgo a conocer la ciudad. Es fácil caminar por Amsterdam, los canales aparecen por todos los lados y las calles están llenas de vida y...¡bicis!. Bicis por todos los sitios, llama mucho la atención.
Lo primero es localizar la Academia para mañana que empiezo el curso. No está lejos del hotel pero mi GPS no funciona bien y me cuesta un poco encontrarla. Al final, la encuentro en una bocacalle semi escondida. Es una puerta pequeña con un minúsculo cartel encima: "Molinos de viento", ¿español?
Tras localizar la Academia, callejeo por el centro de la ciudad hasta la hora de mi visita a la Casa de Ana Frank. Hace mucho frío y hay mucha humedad y para las cinco de la tarde todo está oscuro, pero es una delicia pasear por Amsterdam. La iluminación de la ciudad es muy tenue, con escasas farolas a lo largo de los canales, la luz de los escaparates y poco más.
La visita me gusta y me resulta muy interesante ya que he oído tantas historias de Ana Frank que me choca estar en el mismo lugar donde estuvo escondida con su familia y escribió su famoso diario. No se pueden hacer fotos por respeto, pero hago una de recuerdo en el hall antes de entrar.
