Regreso al oeste (18ª...)

Fecha de publicación: 17-mar-2013 20:24:59

Zapatos negros...

Situémonos; el agnosticismo no implica necesariamente antirreligiosidad; y mucho menos desconocimiento de las realidades religiosas o vivencias religiosas de otros. Tampoco implica, necesariamente, falta de respeto hacia esas realidades, vivencias o hacia los humanos que están de una u otra forma inmersos en ellas. Y eso es así, entre otras cosas, porque los caminos que llevan al agnosticismo suelen discurrir por las mismas rutas que la religiosidad¡! No conozco “agnósticos de nacimiento” (lo que no quiere decir que no existan...).

Ahora... desde el más profundo de los agnosticismos escribiré algunas cosas relacionadas con la elección del nuevo pontífice de la Iglesia Católica; sin ninguna intención más allá de expresar mi pensamiento, mi intuición, y por que no, mi sorpresa. No creí que a estas alturas del siglo XXI los cardenales fuesen capaces de elegir como cabeza de la Iglesia Romana a “un jesuita”¡!.

Es cierto que Jorge Mario Bergoglio no es un jesuita como lo fue Ignacio Ellacuría Beascoechea; o como lo fue Vicente Ferrer Moncho; pero es jesuita... es un religioso, un fraile¡! (un sacerdote que pertenece a una orden religiosa conocida como: la Compañía deJesús). El Papa Francisco I es un “jesuita conservador”, sí; pero cualquiera que conozca bien esta orden religiosa sabe que un jesuita conservador es, primero jesuita y luego conservador... lo cual equivale a decir que “un jesuita siempre va a estar muy a la izquierda de cualquier otro cura conservador”.

Una noticia espectacular que probablemente nunca se produzca sería que hubiesen elegido como Papa al fraile franciscano Leonardo Boff (no estaba entre los elegibles); pero la elección de Jorge Bergoglio ha resultado tan inesperada como la renuncia (libre y voluntaria...) de Joseph Ratzinger. La renuncia de un Papa no tiene precedentes en los últimos 600 años; la elección de un jesuita no tiene precedentes, éste es el primero desde que SocietasJesu fue fundada en 1540¡!

Por qué ha sucedido ahora?? No lo se... Tampoco figuraba en las “quinielas” (previsiones) que adelantaron muchos medios de comunicación, a pesar de que en estas últimas semanas ha transcendido que ya estuvo a punto de ser elegido en el anterior cónclave¡! Tal vez... por fin... los viejos jerarcas de la Iglesia Católica han notado que cada vez son menos (el catolicismo muere...) y ante la desesperación, dieron este paso.

El abogado del diablo diría que es “una maniobra de distracción, una elección mediática con el único fin de cambiar la imagen de la Iglesia Católica”. Es decir, en el momento actual de la la institución necesitaban a alguien que no estuviese mezclado en ningún escándalo sexual (y esto no es fácil entre cardenales...); alguien que pueda tranquilizar a todos los católicos (y son muchos, cada vez más) que piensan que su iglesia hace mucho que se apartó de los evangelios; que hay demasiado oro, oscuras inversiones (armas... industria pornográfica...) y una catadura moral impresentable.

Es bien cierto que la imagen que ha proyectado la Iglesia Católica Apostólica Romana a lo largo del siglo XX (sobre todo en la segunda mitad) se alejo mucho de eso que ellos mismos llaman “la doctrina de Cristo”; es decir, de las enseñanzas de Jesús, las enseñanzas de los evangelios. Siempre del lado de los ricos y poderosos, siempre del lado de las dictaduras más ignominiosas. Dando más importancia a las tradiciones de la misma Iglesia Romana que a los textos evangélicos (el caso del celibato es uno de los más llamativos, pero no el único...).

Y la que se proyecta en esta primera década del siglo XXI sigue sin poder desprenderse de los escándalos de pederastia, de las noticias de abusos sexuales (la mayoría, ocurridos en el siglo pasado...); de los escándalos financieros que vienen arrastrando desde hace años. El abogado del diablo diría que “han elegido a este jesuita para cambiar esa imagen, pero que en realidad el Vaticano seguirá dominado por el dinero del Opus Dei y los preceptos morales de este tipo de grupos sectarios (económicamente muy poderosos) y que por eso eligieron a un hombre de 76 años”...

Puede que sea así, puede que los cardenales hayan elegido a este Papa con esas intenciones y no por seguir la petición de las mayorías católicas (esos millones de creyentes que son las bases de la Iglesia Católica) que llevan muchos años pidiendo un poco de “aire fresco, cercanía a las nuevas realidades, más evangelio y menos tradición eclesial...”.

Si es así; se han equivocado... Un jesuita no va a darles sólo eso que buscan, un jesuita dejará su marca en el papado. Un fraile jesuita es antes que nada, un fraile jesuita; y no se va a ponerlos zapatos rojos¡!.

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