2053 Novas ab Chaos (capítulo 5º)

Fecha de publicación: 06-dic-2013 17:11:03

Inocentes contradicciones (autor original)

Super canes a lupos (Sobre perros y lobos)

Durante unos minutos observé como la sombra de Wolf se alejaba. En los lugares donde lucía alguna farola se veían dos figuras; en los tramos de la calle en los que la luz era casi inexistente, la sombra de Wolf parecía haberle abandonado. Encendí otro cigarrillo y dejé que algunos recuerdos se apoderasen de mi mente. No se por qué precisamente este tipo de recuerdos, pero fueron los que cobraron vida...

Aunque hoy en Chaos los humanos han olvidado casi todo lo que tiene que ver con los viejos tiempos y ya casi nada de lo de entonces perdura; los que vivimos el final de aquella época tenemos recuerdos... A veces esos recuerdos nos atormentan hasta tal punto que intentamos, sin lograrlo, entender por qué tantas cosas absurdas duraron tanto tiempo. Conceptos que hoy nos parecen ridículos, inaceptables, contradictorios; no hace tantas décadas eran aceptados con una normalidad que ahora nos parecería patológica.

No se enseñaban en las escuelas pero eran tan comunes en el lenguaje, en los cuentos infantiles; sí, por entonces existían los cuentos infantiles; pero lo más contradictorio no eran las historias que venían perpetuando esos relatos, sino el hecho de que los adultos ponían tanto empeño en contarlos, en revivirlos, que terminaban creyéndoselos ellos mismos. Probablemente querían creerlos. Y así, por mucho que el sentido común y la propia intuición les mostrase desde su propia infancia que todo aquello no eran más que fábulas; preferían seguir contándolas como si fuesen reales!!

Personajes como Papá Noel y los Reyes Magos eran celebrados cada año al tiempo que se hacían grandes dispendios económicos para celebrar el nacimiento de un dios!! Luego en otra época del año se volvían a hacer enormes dispendios económicos y emocionales para celebrar “el asesinato de ese mismo dios” y, por mucho que ahora nos extrañe: su resurrección!! Otros protagonistas de cuentos infantiles como una adolescente llamada Cenicienta se utilizaban como ejemplo!! aunque cualquiera que leyese aquel relato no encontraría en el otra cosa que no fuese: abandono, pena, explotación, odio y al final, una explosión de machismo!! que animaba a las niñas a creer en un “príncipe azul que las protegería y las haría felices”.

Que nadie piense que hoy en Chaos las niñas no sueñan con conseguir una pareja, un compañero o una compañera con quien compartir la vida y ser felices!! Claro que siguen soñando!! La diferencia es que aquí no se enseña nada que pueda sugerir a las niñas que no pueden protegerse a si mismas!! No; en Chaos a las niñas y los niños se les enseña, sobre todo, cómo ser independientes; cómo ser libres; cómo contribuir a que el entorno sea libre. La seguridad y la felicidad dependerá del grado de independencia personal que logren. Y se les enseña desde que sueltan la teta de su madre.

Hoy sabemos que ese tipo de educación, el del viejo mundo, creaba “ciudadanos dispuestos a creer y a obedecer”. A creer en otros ciudadanos, a obedecer a otros ciudadanos y a no cuestionar a quienes los gobernaban “en nombre de si mismos!! generalmente con la ayuda de ese dios que cada año moría asesinado por los mismos...”. Sí; ahora nos parece una leyenda, pero entonces los ciudadanos creían realmente que aquellos a los que habían “votado” para gobernar el “sistema” eran los que gobernaban el sistema y lo peor: que gobernaban según los principios en los que creían los ciudadanos que les habían votado!!

Contradicciones... Se decía y era de aceptación social que: “el león era el rey de la selva!!” y aunque una buena parte sabía que no era cierto, lo repetían como si lo fuese o no se molestaban en cuestionarlo cuando lo oían o le leían!! El león era un animal “temido y al mismo tiempo, admirado, venerado”. Figuraba en antiguos escudos de armas y hasta en los sobrenombres de algunos personajes históricos. Sin embargo no era una figura respetada!! se exhibía en espectáculos circenses y en todos los zoológicos que se preciasen de serlo.

En otro momento explicaré que eran los circos y los zoológicos. Los primeros ya casi habían desaparecido al principio del tercer milenio y los otros desaparecieron con el viejo mundo.

Otro tanto ocurría con los lobos. La población de las grandes ciudades no conocía a estos animales o conocía la versión doméstica: los perros. Aunque muchas razas de perros no se parecían en nada a los lobos salvo el DNA que compartían. Los consideraban más bien animales mitológicos: las leyendas y los cuentos infantiles les representaban como animales extremadamente inteligentes, valientes y en ocasiones: sanguinarios. Se les admiraba, se les temía; pero no se les conocía. No más allá de lo que veían en los documentales que veían en las televisiones.

Los humanos que habitaban en zonas que entonces llamaban “rurales”, en las que no existían las infraestructuras habituales de las ciudades; conocían otras versiones y en muchas ocasiones a los propios lobos!! lo mismo que los científicos: zoólogos, etólogos, naturalistas; y los ecologistas que se ocupaban de evitar la “extinción de estos animales!!”; porque en estas zonas se les veía como lo que en realidad son: depredadores. Depredadores que podían matar a un rebaño de ovejas, aunque sólo pudiesen comer una o dos; y se les mataba...

Contradicciones... contradicciones y más contradicciones que se repetían como los pétalos de las margaritas y los girasoles.

En la mayoría de los países de la “Vieja Europa” los ciudadanos vivían desarmados!! Sí... sin embargo se consideraban tan capaces de defenderse a si mismos y a sus familias como los ciudadanos de otros países en los que no existía una prohibición sobre la posesión y uso de armas de fuego!! Es más, se consideraban más civilizados!! y veían como algo normal que “el sistema”, su sistema, el mismo que creían dirigir porque elegían a algunos representantes políticos cada cuatro años, les prohibiese la posesión de armas!! porque les consideraba “incapaces de hacer un uso racional de ese recurso!!

Como niños... y los ciudadanos creían que los agentes del sistema a los que se autorizaba la posesión y el uso de armas, los mismos en los que se “delegaba en exclusiva el uso de la violencia”; no harían un mal uso de semejante poder!! Es más, creían firmemente que les protegerían!! Sí... la mayoría se sentía más protegida por los agentes del sistema que si tuvieran un revolver bajo la almohada!! Ya se que hoy en día resulta difícil creer que las cosas fuesen así; pero lo cierto es que los padres de familia creían que si algún ladrón, algún asesino, entraba en sus hogares aprovechando la oscuridad de la noche; los agentes del sistema acudirían a salvarles!!

Creían firmemente que les protegerían!! Que llegarían a tiempo para evitar su muerte!! como si estuviesen convencidos de que aquellos a los que llamaban “policías” dormían bajo su propia cama y estaban allí siempre dispuestos a intervenir ante cualquier agresión o intento de agresión!! Lo creían aunque la realidad era bien otra... la realidad es que “nunca” llegaban a tiempo. La realidad es que no es posible que ningún cuerpo policial pueda proteger a toda la población. Ni siquiera a la mitad de la población. Ni a una cuarta parte.

La realidad es que esos agentes del sistema, los policías, en la mayoría de las ocasiones llegaban cuando los crímenes ya se habían perpetrado!! La realidad era que se ocupaban de la investigación de los crímenes “cuando los crímenes ya habían sucedido”. La verdad es que esos agentes del sistema no podían hacer nada realmente eficaz por “prever la comisión de los crímenes”!! y muy poco para prevenirlos. La verdad es que los policías se ocupaban de perseguir a los criminales; a los que habían cometido un crimen!! o más bien a los sospechosos de haberlo cometido...

Los agentes del sistema en cuyas manos había puesto la ciudadanía la protección de sus vidas, de sus bienes, de sus derechos... se ocupaba en la mejor de las suposiciones de “hacer lo que podían para garantizar que el sistema administrase la venganza en nombre de las víctimas”; qué menos!! ya que la venganza estaba prohibida al ciudadano, por mucho que se considerase justo que la obtuviese!!

Los policías no tenían medios para saber cuando y donde se iba a producir un robo, una violación, un asesinato. Ni siquiera hoy existen esos medios. Ni esas certezas... Entonces, como ahora, la mayoría de los asesinatos eran en realidad homicidios que sucedían de forma inusitada cuando se daban una serie de circunstancias que propiciaban el momento y la acción: discusiones que iban más allá de las palabras; agresiones que no tenían como fin la muerte del agredido; tumultos y altercados no premeditados...

Es decir; aunque aquellos agentes del sistema, los policías, quisieran prevenir un crimen; en muy raras ocasiones lo conseguían. Con la ayuda de sus redes de confidentes y soplones conseguían evitar alguna venganza en los bajos fondos; hacerse con cargamentos de drogas ilegales; y en ocasiones detener a los ladrones cuando salían de robar un banco o una gasolinera. Pero lo cierto es que cuando lograban detener a una banda de ladrones profesionales, estos ya habían cometido muchos delitos y en ocasiones, en algunos de esos robos habían matado a otros ciudadanos.

Luego no eran eficaces para prevenir el crimen!! Y desde luego no lo eran para proteger a los ciudadanos.

Resulta difícil creer que tantos millones de ciudadanos dejara la seguridad, su seguridad, en manos de unos pocos miles de agentes del sistema. Hoy sería imposible que los ciudadanos se sometiesen a un sistema como lo hacía entonces la mayoría; y por eso mismo esto que escribo parece parte de una fábula. En Chaos cada cual es responsable de su vida, de la de los menores de su grupo, y de la de aquellos que libremente decidan proteger y para cumplir con esa responsabilidad usa los medios que decida.

Ningún sistema le prohíbe nada... Ningún sistema le ofrece más protección... No existe un sistema...

Pero no es una fábula. Es cierto que en los viejos tiempos millones de ciudadanos, miles de familias, en cientos de barrios, en docenas de grandes ciudades; vivían la mayor parte del tiempo creyendo que “no pasaría nada”; que ningún otro ciudadano de los muchos con los que convivían les deseaba ningún mal; que el resto de los ciudadanos, como ellos, tampoco tenían armas de fuego; que los asesinatos era algo que se podía ver en los telediarios pero que nunca les ocurriría a ellos y que; si tenían la desgracia de que les ocurriese, la policía, los jueces y el resto del sistema les proporcionaría una venganza a la altura de sus deseos!!

No puedo explicar todos los motivos por los que la ciudadanía estaba tan alienada. Como ya he dicho, creo que lo he escrito antes, la educación de los niños y adolescentes influía de forma decisiva; y no me refiero solo a la formación que se daba en las escuelas e institutos, en la enseñanza primaria y secundaria, no; me refiero a toda la educación y ahora estoy convencido de que, de aquella alienación silenciosa y mayoritaria, era más responsable la formación que se recibía en las familias, en los entornos sociales y la influencia de las enseñanzas religiosas.

Tanta información errónea y la propaganda del propio sistema era la que propiciaba que en lo referente a su seguridad, los ciudadanos no confiasen en los otros ciudadanos, que no confiasen en si mismos y que sin embargo confiaran en unos pocos miles de desconocidos más o menos uniformados a los que entregaban el derecho exclusivo de poseer y usar armas de fuego y de ejercer la violencia!!

Además de la exclusiva en el uso de la violencia y en la posesión de armas de fuego; los policías de los viejos tiempos reunían mucha información. Aparte de sus propias redes de informadores y soplones contaban con lo que se llamaba “colaboración ciudadana”. Sí; en ocasiones, a pesar de todos esos recursos, los agentes del sistema no conseguían detener a un criminal... y en esos casos solicitaban a la ciudadanía que les informase!! y, aunque parezca increíble buena parte de la ciudadanía se afanaba en “informar” a la policía!!

No parece que fuesen conscientes del peligro que corrían al informar a los agentes del sistema acerca del paradero o las andanzas de criminales o peor; que creyesen que “aquellos policías que se reconocían incapaces de detener a esos criminales fuesen capaces de proteger a los ciudadanos “delatores” de ellos o de las represalias de sus compinches”. Pero así estaban las cosas. Los ciudadanos creían que los agentes del sistema no pincharían sus teléfonos, que no les vigilarían, que su intimidad estaba a salvo mientras no cometiesen un delito.

Creían firmemente que los agentes del sistema que no usarían el poder que habían puesto en sus manos contra los “ciudadanos normales y decentes”; y todos, incluidos los criminales se consideraban a si mismos: “gente de bien”. Creían ciegamente que los policías eran ciudadanos honorables y éticos que nunca quebrantaban las leyes y que su “única misión era proteger a los ciudadanos buenos de los ciudadanos malos”. Con la misma inocencia que los niños creían que Papá Noel. La mayoría creía en un dios que les vigilaba, les protegía, les premiaba o les castigaba y aunque les sorprendía no ver a ese dios salvando a los millones de inocentes que morían cada día... seguían creyendo!!

Encontraban motivos para excusar a ese dios por no aparecer nunca cuando la injusticia se abatía sobre los inocentes. Encontraban motivos para excusar a los agentes del sistema que abusaban de su poder y por defecto “siempre culpaban de los excesos policiales a las víctimas de esos excesos!!” solían decir: algo habrá hecho mal porque los del uniforme son buena gente y está ahí para cuidarnos, por nuestra seguridad.

Como los niños que descubrían a sus padres suplantando a Papá Noel!! sabían la verdad pero callaban porque temían perder los regalos si hablaban...

Pero, si era cierto que en el 95% de los casos los policías aparecían después de que se había cometido el delito; a qué dedicaban entonces los ingentes recursos que el sistema ponía a su disposición con la excusa de la seguridad ciudadana?? Esta es la pregunta que se hará cualquier ciudadano de Chaos que lea este relato; pero muy pocos ciudadanos en los viejos tiempos se preguntaba este tipo de cosas... Creedme; no se lo preguntaban. A veces se encontraban con las repuestas!! y era en esas ocasiones cuando a muchos les sobrevenía la pregunta.

En los últimos años antes de Apocalypse muchos ciudadanos se encontraron con la respuesta. Las circunstancias pusieron la verdad, la dura realidad, delante de sus narices y... no tuvieron más remedio que verla!!

Buena parte de los recursos se utilizaba para obtener información de TODOS. Información que luego sería utilizada contra TODOS. Todos menos los propios agentes del sistema, toda la cadena de agentes del sistema: desde los propios policías a los políticos que les mandaban y a los que protegían. Otra parte importante de los recursos económicos se utilizaba para comprar “material antidisturbios”. Pero... que eran disturbios?? quien provocaba disturbios??

Cualquier manifestación ciudadana que mostrase descontento con el sistema era un disturbio; cualquier protesta estudiantil, por pacífica que fuese, se consideraba un disturbio. Que los ciudadanos no se mostrasen mansos y obedientes era un disturbio. Y por lo tanto era necesario emplear la fuerza y la violencia para reprimirlo.

Las justificaciones de la represión, la fuerza y la violencia contra los propios ciudadanos que protestaban eran realmente kafkianas: “se intervenía para proteger a los ciudadanos que no habían querido participar en aquella manifestación, en aquella protesta!! para proteger el orden!! aunque ningún orden estuviese siendo alterado”. En una ocasión el gobierno impuso una multa a un grupo de ciudadanos por manifestarse en las inmediaciones del Parlamento!! porque aseguraban que interrumpían a los diputados que hablaban dentro!! Más tarde un juez dictaminó que no era posible que desde aquella distancia se interrumpiesen las sesiones parlamentarias y los agentes del sistema lamentaron amargamente la sentencia.

Cualquier cosa que los agentes del sistema, desde los políticos a los policías considerasen que era un disturbio; sería un disturbio!! y si no lo era, ellos mismos se infiltraban en las manifestaciones para provocar disturbios y de esa forma tener una excusa para intervenir. En este caso intervenir es un eufemismo; “atacar o agredir” serían las expresiones correctas.

Y si los jueces dictaminaban que la reunión de un grupo de ciudadanos para evitar un desahucio no era un disturbio, los políticos se encargarían de hacer una ley para que a partir de entonces lo fuese.

Y si los jueces no dictaban las sentencias de acuerdo a esa leyes creadas “ad hoc” hacían otra ley que habilitase al los agentes del sistema para sancionar económicamente a los ciudadanos sin necesidad de una sentencia judicial previa!! Al principio de la segunda década de los años 2000 el gobierno de entonces propuso al parlamento un proyecto de ley de “seguridad ciudadana” más propia de un estado dictatorial que permitía a la policía y al resto de los agentes del sistema: detener, perseguir y multar a cualquier ciudadano que “acudiese a una manifestación”. Una nueva ley que venía a criminalizar conductas que se ajustaban a derechos fundamentales!! incluso a derechos que figuraban en la DUDH!! Y ese proyecto de ley lo presentaron los políticos del gobierno justo en el momento en el que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo había dictado una sentencia que obligaba al sistema judicial a poner en libertad a un gran número de presos; de condenados, que ya habían cumplido el tiempo máximo de prisión que la Constitución permitía y a los que el sistema carcelario, dirigido por los mismos que dirigían a los policías, haciendo una pirueta anticonstitucional y por tanto ilegal, mantenía en prisión!!

Se que incluso en un sistema anticuado que se llamaba a si mismo “democrático” estas cosas que escribo parecen un contrasentido; lo se... pero así estaban las cosas. Contaré uno de los muchos episodios violentos protagonizados por policías, por los perros al servicio de los líderes en una de las habituales cargas contra los que daban la cara en las manifestaciones que se organizaban para ejercer esos derechos: los de reunirse y manifestarse. De manifestarse en contra del gobierno y los grandes empresarios que se llevaban el dinero a paraísos fiscales... Los paraísos fiscales nada tienen que ver con los paraísos religiosos, o quizá si, pero ya contaré qué eran más adelante.

Hay que anotar que en la segunda década de los 2000 ya era habitual que ese tipo de acontecimientos, las protestas, las manifestaciones, fuesen fotografiados y grabados por algunos de los que participaban en ellos y también por otros que se contentaban con mirar desde las ventanas de sus viviendas. Los policías también procuraban grabarlo todo!! aunque con fines muy diferentes, evidentemente.

Los hechos: un grupo de ocho “agentes de la ley”, la gente de bien llamaba así a los policías; detuvieron a un ciudadano de esos que pedían cambios importantes en todos las capas del sistema, comenzando por las leyes electorales; porque seguían creyendo que ese sistema, al que llamaban democracia, tenía arreglo. En esa detención el ciudadano fue golpeado por aquellos ocho agentes; mientras otros cuatro acudían en ayuda de los ocho!! para dispersar a los ciudadanos que se iban reuniendo alrededor del lugar en el que se estaba produciendo la acción, borrar los rastros que pudiesen quedar de la agresión e intentar que ningún ciudadano grabase o fotografiase lo que estaba ocurriendo.

Como consecuencia de los golpes recibidos, el ciudadano detenido murió... no fue el único, pero en aquel caso sus familiares denunciaron formalmente los hechos y a los actores. Como era habitual en aquellos días, los responsables directos e indirectos: otros policías que pertenecían a la cadena de mando, los que daban las órdenes de cargar directamente a los perros callejeros con uniforme y armas; los comisarios políticos que ejercían labores de “gobernadores civiles”, aunque ya no se llamaban así, que eran los que transmitían la doctrina del gobierno al resto de los agentes del sistema; negaron su responsabilidad y la hicieron recaer sobre el muerto!!

Todo había sido culpa del fallecido!! incluso su propia muerte!! según las declaraciones de los agentes que le detuvieron, los numerosos golpes que los forenses certificaron tras la autopsia obligatoria, se los había provocado la víctima mientras se resistía a ser detenido por ocho policías!!. Y así lo manifestaba otro de los agentes del sistema en un programa de televisión que se hizo eco de la denuncia de los familiares: el representante de uno de los sindicatos policiales.

Tras su primera respuesta, los responsables del programa televisivo emitieron dos vídeos grabados desde pisos altos de las viviendas circundantes al lugar en el que se habían producido los hechos. Las imágenes tenían una definición aceptable pese a haber sido tomadas en el crepúsculo y sin más iluminación que la que proporcionaban las farolas del alumbrado público y en ellas se veía a ocho policías uniformados que agredían a “un objeto” que no se podía distinguir porque los ocho estaban encima!! Una lluvia de imprecaciones, patadas, puñetazos y retorcimiento de miembros. Una versión de lucha libre: ocho contra uno!!

En las mismas grabaciones se podía ver como acudía un coche patrulla del que se bajaban otros cuatro perros que en un primer momento se emplearon en intentar “ahuyentar” a un grupo de personas que se había congregado ante el altercado y se aproximaban cada vez más a los agresores, algunos de ellos increpando a los matones. Cuando los ciudadanos allí congregados salieron corriendo ante sus amenazas, estos se unieron a los otros ocho y al menos dos de ellos también regalaron algunas patadas y puñetazos al individuo ya inmovilizado!! En realidad, medio muerto...

Tras la emisión de estas imágenes la presentadora volvió a preguntar al policía que actuaba como portavoz sindical y para asombro de muchos, el tipo mantuvo sus declaraciones anteriores!! La escena era kafkiana!! los realizadores partieron la pantalla en dos; en la izquierda re-emitían las imágenes de la brutal y desproporcionada agresión y en la derecha al policía manteniendo lo contrario de lo que se veía en las imágenes!! Tal era la desvergüenza de la mayoría de los agentes del sistema!! Se sentían tan respaldados por sus jefes policiales y políticos que se creían con derecho a negar la evidencia...

Sabían que lo único que podían temer era la acción de los jueces!! de hecho, en aquellos días algunos jueces, tanto si actuaban como instructores como si juzgaban, eran los únicos agentes del sistema en los que se podía confiar. Algunos elementos del sistema judicial también estaban al servicio del sistema. La mayoría eran jueces y fiscales que habían sido promocionados a puestos de poder sobre otros jueces y fiscales por los partidos políticos y devolvían el “favor”. Jueces y fiscales que estaban más pendientes de ese tipo de ascensos que de cumplir con el deber que la Constitución ponía en sus manos y temían no ser promocionados si no se plegaban a las exigencias de los poderosos o miraban para otra parte ante sus desmanes.

Pero la mayoría de los jueces amaba su independencia, la defendía y hacía gala de ella en sus sentencias!! Había muy pocos corruptos entre los jueces y los funcionarios que trabajaban directamente con ellos.

Y fue un juez el único que no defendió las acciones de aquellos policías, las que acabaron con la vida de un ciudadano, un ciudadano al que como también era habitual en casos similares, intentaron desprestigiar con la ayuda de algunos medios de comunicación... Fue un juez el que imputó y llamó a declarar a aquellos ocho policías que aparecían en los vídeos agrediendo al ciudadano que moriría a continuación!!

Fue ese mismo juez el que algunas semanas después imputó también a dos de los cuatro que aparecían en el vídeo intentando ahuyentar a los ciudadanos que miraban e imprecaban a los ocho perros que hacían presa en un ciudadano al que casi no se veía debajo de ellos; y los acusó de haber acudido al lugar de los hechos con el único fin de limpiar la sangre esparcida en la acera, cuando ese tipo de acciones no figuraban en el protocolo de la propia policía; los acusó de haberlo hecho para ocultar pruebas que implicaban directamente a sus compañeros.

Los perros domésticos y los callejeros conservan muy pocos comportamientos de sus ancestros, los lobos. Con el tiempo han adoptado otros más propios de los humanos con los que llevan compartiendo territorio y comida desde hace miles de años. Es claro que cuando atacan a una presa, prefieren hacerlo en grupo. Les gusta acorralar a la víctima, acosarla, cansarla y atacar juntos. Prefieren la noche a la luz del día. Saben que esas técnicas disminuyen o anulan las posibilidades de defensa o huida de la presa.

En algunas ocasiones la buena labor jueces como este fue interrumpida e incluso ninguneada por el propio gobierno. Sí, el gobierno podía impedir que las sentencias de los jueces no se cumplieran; de la misma forma que había podido alargar el tiempo de prisión por medio de aquella doctrina finalmente considerada ilegal por los altos tribunales europeos.

En los primeros años de esa década se dieron varios casos en los que el gobierno indultó a policías que habían sido condenados por torturar a ciudadanos!! Y los indultaron en contra de la opinión y los informes de los jueces. No tuvieron argumentos que ofrecer cuando algunos, pocos, periodistas les preguntaron por los motivos que habían propiciado esos indultos!! Sus respuestas estaban a medio camino entre “el insulto a la inteligencia de los ciudadanos y la alienación a la que sus partidos les sometían”. Es decir, no les importaba ser descarados en la mentira!! lo hacían si eso les mantenía en los mejores puestos de las listas electorales...

Así estaban las cosas. Aunque ahora parezcan actitudes más propias de hace mil años, ocurrían cuarenta años atrás. Solo cuarenta años atrás. En los viejos tiempos. En la última fase de los viejos tiempos.

Una fase en la que la mayoría de los ciudadanos aún después de constatar que los policías eran utilizados por los políticos que les daban órdenes; que actuaban en contra de la ciudadanía con mucho más celo y exceso de celo que contra los verdaderos criminales; que los policías se habían convertido en los perros guardianes de esos políticos, que solo se ocupaban en protegerles a ellos y a las empresas de los grandes empresarios que pagaban las campañas electorales de esos políticos; unos políticos que hacían lo contrario de lo que prometían hacer antes de que les eligieran; que adjudicaban los recursos económicos del estado procedentes de los impuestos que pagaban “todos” los ciudadanos a esos grandes empresarios; que eran sus verdaderos jefes!!

Después de constatar sin lugar a dudas que en realidad eran esos empresarios a los que nadie había elegido quienes gobernaban el país, después de constatar que los políticos eran simples testaferros; la mayoría, los que se consideraban a si mismos: ciudadanos de bien, prefirieron seguir confiando en el sistema!!

En Chaos la autoridad hay que ganarla. Por eso ahora resulta tan difícil entender que en los viejos tiempos la autoridad se imponía. Y aunque esta forma de proceder era errónea, se empeñaron en mantenerla y enseñarla durante decenas de años. Confundían conceptos tan distintos como “autoridad y fuerza”. Mantenían una concepción paternalista de la autoridad: creían que el sistema, el estado, era el padre y como tal contaba con la obediencia ciega de sus hijos: los ciudadanos. Y como cualquier otro comportamiento autoritario perdía los papeles en cuanto los hijos se rebelaban.

Hoy en Chaos, cuando un niño busca la palabra “perro” en un diccionario encontrará que una de las acepciones es: “policía, agente del sistema policial y carcelario que regía en los Viejos Tiempos”. A los animales descendientes de los lobos: “Canis Lupus” se les denomina: “can” y a los lobos: “lupo”. Esos son los nombres que se utilizan ahora. Si alguien en Chaos utiliza las palabras: perro o perra, es seguro que no se está refiriendo a ningún animal de cuatro patas parecido al “vulpe”, al “chacal” o al “lupo”.

#Entratas:

Dios: literal, morfológico: IA (Interlingua) . sb . Plural: dioses: Personajes imaginarios que aparecen en los antiguos relatos mitológicos, generalmente como creadores del universo y todo lo que contiene.

IANA: Mentira; en Chaos la palabra “dios” es sinónimo de “engaño, mentira...”; insulto.

Sistema: literal, morfológico: IA (Interlingua) . sb . Conjunto de elementos que actúan en conjunto para lograr un fin. Sistema mecánico, sistema electrónico, sistema informático, sistema político, sistema de gobierno.

IANA: forma de organización y/o administración política de países o ciudades en el que muchos ciudadanos son un medio para conseguir los fines de unos pocos ciudadanos. Método de organización social antiguo, superado, ineficaz, indeseable.

Can: literal, morfológico: IA (Interlingua) . sb . Perro.

IANA: lobo doméstico; animal extremadamente servil y útil en algunos entornos y situaciones.

Vulpe: literal, morfológico: IA (Interlingua) . sb . Zorro.

IANA: Raposo; animal del género Canis Lupus que al contrario que los perros ha evolucionado hacia la desconfianza y la soledad.

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