¿Qué es para mí el Flipped Classroom?

Flipped Classroom: Una revolución educativa integral

El modelo Flipped Classroom (FC) representa una transformación profunda en el paradigma educativo. Este enfoque innovador traslada ciertos procesos de aprendizaje, como las explicaciones y la transmisión de contenidos, al hogar. Los estudiantes acceden a estos a través de vídeos, presentaciones, audios y lecturas, lo que les permite llegar al aula ya familiarizados con el material. Contrariamente, el trabajo que tradicionalmente se hacía en casa, ahora se realiza en el aula bajo la supervisión atenta del profesorado. Este cambio NO ELIMINA LOS DEBERES PORQUE SON DEBERES, sino que optimiza su enfoque y los hace más cortos y eficaces, fomentando una mayor motivación en los estudiantes.


El FC reordena el proceso educativo. En el modelo tradicional, el docente transmitía los contenidos en el aula mediante una exposición magistral, seguida de un tiempo para practicar ejercicios y llevarse deberes a casa. El FC, sin embargo, invierte este orden. El alumno ya conoce el contenido antes de llegar al aula a través de diversos recursos digitales. Esta interacción previa es fundamental para el docente, ya que las evidencias recogidas mediante la información de los formularios o cuestiones planteadas le permiten conocer los conocimientos previos de sus estudiantes y preparar la clase de manera más efectiva.


Por ejemplo, si el docente observa que la mayoría de la clase no tiene problemas con un contenido específico, puede emplear técnicas cooperativas para consolidar el aprendizaje, como la estructura 1-2-4, que promueve la cooperación de lo individual a lo grupal. Si, por el contrario, la mayoría enfrenta dificultades, el docente puede optar por una exposición magistral ajustada a esas necesidades. Además, en el trabajo cooperativo se pueden utilizar patrones que van de lo grupal a lo individual, como la estructura simple “lápices al centro”, donde los estudiantes cooperan en equipo para consolidar y asimilar el concepto o contenido.


Es importante destacar que adaptarse al FC es un desafío para muchos educadores, dada su reciente incorporación al panorama educativo. Vivimos en una era de cambio social, económico, cultural y tecnológico, y como docentes, nuestra misión es adaptarnos a estos cambios y preparar a los estudiantes para su presente y futuro. El FC, al integrar la tecnología de manera beneficiosa, es un paso hacia esta adaptación.


Flipear una clase implica mucho más que la distribución de un vídeo, imagen, audio, texto o una infografía; se trata de combinar la instrucción directa con metodologías constructivistas que coloquen al estudiante como protagonista de su aprendizaje. El FC aporta una dimensión adicional que activa y compromete aún más a los estudiantes.


En mi experiencia, he notado que el uso de este modelo aumenta significativamente el compromiso y la implicación de los estudiantes con el contenido del curso, mejorando su comprensión conceptual. Esta metodología requiere que el profesorado posea competencias digitales y formación específica para maximizar su potencial.


Con el flipped, los docentes diseñan, crean y publican vídeos y contenidos en la plataforma digital de su centro educativo o de su web, facilitando que el tiempo en el aula se emplee en actividades que fomenten la participación, la discusión y el trabajo cooperativo. Este enfoque modifica la dinámica del aula, transformando a los estudiantes en protagonistas de su aprendizaje y facilitando la atención individualizada.


Es esencial cambiar la percepción de que la educación se limita a la mera transmisión de información para memorizar y aplicar en exámenes. Debemos enfocarnos en dotar a los estudiantes de habilidades, competencias y actitudes necesarias para la vida. En este sentido, la clase invertida promueve un aprendizaje más significativo y relevante para el presente y futuro de los alumnos.

Entre los beneficios observados en mi experiencia utilizando este modelo:


Sin embargo, también existen desafíos, como el tiempo que el docente debe invertir inicialmente para crear recursos, la necesidad de formarse en herramientas digitales y la posibilidad de que algunos estudiantes no tengan acceso a internet o dispositivos digitales. En mi caso, he resuelto esta última situación proporcionando los contenidos en pendrives y entregando los formularios en papel y llegando a un acuerdo con ellos para que antes de entrar en clase me dieran estos cuestionarios hechos para poder conocer sus conocimientos previos.


Después de más de cinco años aplicando este enfoque en mi colegio San José de Cluny de Novelda, he observado que los estudiantes que tradicionalmente tenían un rendimiento académico bajo o justo han mejorado notablemente. Además, la conflictividad en el aula ha disminuido, ya que los estudiantes están más ocupados y enfocados en su trabajo. Este modelo también ha mejorado mi preparación para las clases, permitiéndome ajustar mis enseñanzas a las necesidades específicas de mi alumnado.


Finalmente, es importante reconocer que el Flipped Learning/Classroom no es una panacea para todos los problemas educativos. Sin embargo, si se utiliza correctamente, podemos aprovechar sus ventajas para cambiar el rol de los estudiantes en el aula. En última instancia, lo que realmente mejorará la educación son medidas como la reducción de ratios, una mayor inversión en educación y recursos, menos burocracia, y una formación adecuada para los docentes. El FC es un paso hacia este modelo educativo ideal, donde los estudiantes no solo son espectadores de su aprendizaje, sino protagonistas activos, preparados para enfrentar los desafíos de la vida.