Pericardio
El pericardio es una membrana fibroserosa que envuelve el corazón. Tiene un grosor de entre uno y dos milímetros. Se encuentra en el mediastino medio. El mediastino es el compartimento anatómicoextrapleural situado en el centro del tórax, entre los pulmones, por detrás del esternón y las uniones condrocostales; y por delante de las vértebras y de la vertiente posterior de las costillas. Se divide en mediastino superior e inferior, y este, a su vez, en anterior, medio y posterior.El músculo cardíaco está envuelto por dos capas: una fibrosa externa y otra serosa interna. Ambas capas delimitan la llamada «cavidad pericárdica», que contiene un líquido seroso (en una cantidad de quince a cincuenta mililitros) con función lubricante, pues evita el roce del corazón con estructuras vecinas.Se trata de conflictos vinculados con la protección del territorio en un contexto de impotencia y de ataque a la integridad territorial.
Veamos el ejemplo de una mujer zurda, madre de un bebé que nació con una insuficiencia de la válvula aórtica acompañada de hipertrofia ventricular izquierda. Ella tenía un cargo importante en una empresa editorial. Sabía que quedarse embarazada no estaba bien visto por la empresa y menos en el caso de una mujer con un cargo directivo. Cuando la dirección se enteró de que estaba embarazada (ella lo comunicó en el primer mes de embarazo), la relegaron a un cargo con menor responsabilidad. Su emoción oculta, dirigida contra la dirección, se relacionaba con una amenaza y pérdida de territorio. Su hijo, con su patología, somatizaba el resentimiento de la madre.
Este caso deja clara la importancia de saber cuándo se forman los diferentes órganos y estructuras.
El pericardio cumple dos funciones muy concretas relacionadas con sus envolturas.
Por una parte, gracias a su función membranosa, permite disminuir las fricciones en
el corazón y evitar posibles infecciones originadas por el roce con las estructuras
vecinas, como la pleura (que envuelve los pulmones) u otras estructuras del
mediastino. Por otra parte, su función mecánica limita la dilatación del corazón y lo
ayuda a mantenerse en óptima forma, desde un punto de vista tanto anatómico como
funcional.
Los conflictos biológicos que se suelen presentar en relación con el pericardio son:
• Ataque directo al corazón (por ejemplo, una intervención quirúrgica).
• Ataque a la integridad del territorio (por ejemplo, una pericarditis o inflamación
del pericardio).
• Conflictos por identificación (por ejemplo, una persona que tiene un vínculo
afectivo muy arraigado con otra, como un hijo con su padre).
• Miedo por el corazón propio o de otros (por ejemplo, una persona que tenga el
colesterol elevado, combinado con tensión alta y un aumento de los niveles de
glucosa en sangre, puede tener miedo de sufrir un ataque cardíaco. La emoción oculta
es: «tengo que proteger mi corazón»).
Existen diferentes patologías vinculadas al pericardio. Entre las más significativas
se cuentan:
la pericarditis aguda,
la pericarditis constrictiva,
el derrame pericárdico,
el taponamiento cardíaco
el mesotelioma o cáncer de pericardio.
La pericarditis está relacionada con un conflicto de protección en un contexto de
cólera o ira.
El derrame pericárdico implica un conflicto de protección en relación con una
necesidad de tener referentes o valores.
El mesotelioma se vincula a un conflicto de protección en un ambiente de cólera o
ira, pero con una carga de conflicto muy importante.
El Sentido Biológico es proteger el corazón con un pericardio más grueso, aumentando el líquido o estrechando la cavidad pericárdica.
Veamos el caso de un joven que acudió a la consulta tres meses después de que le
diagnosticaran una pericarditis. Vivía con sus padres, quienes le comunicaron que
iba a tener que compartir su habitación por largo tiempo con un amigo de la
familia. Él lo vivió como un ataque contra la integridad de su territorio, que era
su habitación, y desarrolló la pericarditis para defenderse.