Las mamas

El cáncer de mama es uno de los más frecuentes: se estima que el treinta y tres por ciento de los cánceres son de mama. Actualmente, un tres por ciento de los cánceres de mama se  diagnostican a los hombres, lo que seguramente tiene que ver con el cambio de roles entre hombres y mujeres. Esto nos enseña que la biología se va adaptando a los estados emocionales de las personas. En la última década, los cánceres de mama han aumentado en un ochenta y ocho por ciento. 

Parece que el mundo empieza a darse cuenta de la importancia del psiquismo en esta dolencia y en las enfermedades en general. Los siguientes casos refuerzan este argumento:

• A partir de sus observaciones de la relación causa-efecto, una abogada suele decir a sus clientas cuando completan los trámites de divorcio: «Ahora no tengas un cáncer de pecho».

• Una psiquiatra dijo en un programa dominical de la emisora de radio Onda Cero:

«Empezamos a darnos cuenta de que la gran mayoría de las mujeres que se separan desarrollan un cáncer de pecho».

• En Israel, según varios autores, hay una alta incidencia de esta enfermedad. El conflicto permanente en esta zona del mundo es un sentimiento de peligro y de drama en el nido.

• En Estados Unidos se ha descubierto que las mujeres que han tenido un cáncer de mama reducen en un sesenta por ciento la posibilidad de recidivas si dieron de mamar.

Embriología y anatomía

La mama está formada por todas las capas embriológicas. Su regulación cerebral se encuentra en el cerebelo, lo que indica que el conflicto general es de protección. Es muy importante destacar la lateralidad, pues, como veremos más adelante, hay muchas diferencias entre el cáncer en una mujer diestra y en una zurda.

Las mamas evolucionan a partir de glándulas de la dermis. En algunas especies, estas glándulas segregan sustancias tóxicas, mientras que en los reptiles sirven para hidratar y proteger a los huevos. En los mamíferos, las mamas evolucionan hasta segregar leche para alimentar a las crías. Cuando nuestros antepasados evolucionan hacia el bipedismo, las mamas se  desarrollaron para llevar a cabo sus funciones (atraer al macho y alimentar a la cría), y la lateralidad empezó a manifestar todo su sentido.

En una pareja de homínidos que se desplazaba por la selva o por la sabana, el hombre (diestro) debía colocarse a la derecha de la mujer. Así podía hacer frente a cualquier eventualidad con el brazo derecho, fuera lanzando piedras, defendiéndose con palos o mucho más adelante en la historia, con su lanza o su espada; mientras que con la mano y el brazo izquierdos la protegía y la colocaba a sus espaldas. Es algo biológico: el macho siempre debe estar presto a proteger a su hembra. La hembra (diestra) sujetaba a su hijo con el brazo izquierdo, mientras con el brazo

derecho cogía a su pareja. El brazo del hombre tocaba la mama derecha de la hembra y la mama izquierda tocaba la cara del bebé.

La mama está formada de los siguientes tejidos:

El tejido epitelial escamoso, que corresponde al nivel de relación, ectodérmico.

El tejido conjuntivo o de sostén, perteneciente al mesodermo moderno.

El tejido dérmico, como desarrollo de la dermis, regulado por el mesodermo viejo.

El tejido glandular también pertenece al mesodermo viejo, sin embargo tiene

connotaciones arcaicas de supervivencia y guarda cierta relación con el endodermo.

La siguiente figura señala las correspondencias con el esquema cerebral 

Los conflictos de las mamas

El conflicto general de las mamas es de protección del nido, entendiendo «nido» en todos sus sentidos, desde el literal hasta el simbólico.

Lo normal es que la pareja se una y forme el nido, y que cada miembro ejerza su rol. El macho está orientado al exterior, busca el alimento y se ocupa de la protección general del nido. La hembra está orientada al interior, a cuidar del nido y su prole. 

Como vemos en la figura anterior, el hombre se coloca a la derecha de la mujer, mientras esta da alimento a su hijo sujetándolo con el brazo izquierdo. Estos dibujos representan la relación normal de protección: el hombre protege a la mujer y esta, al sentirse segura, puede hacer su labor de protección de los hijos y cuidado del nido familiar.

La mujer zurda tiene una orientación al exterior, esto no impide a la mujer zurda ser muy  femenina, pero es una mujer de acción. Su pareja acostumbra a estar orientada al interior: se ocupa de las labores de casa, cocina, etcétera. 

En relación con las patologías de las mamas, en la inmensa mayoría de los casos, existen problemas de desarmonía en las parejas, relacionados con los conflictos de Edipo y

de Electra, (estudio del transgeneracional) En estos conflictos, la madre del marido suele ser doble de la mujer afectada. De forma inconsciente, el marido se ha casado con su madre (conflicto de Edipo). Otras veces la mujer se casa con un hombre que es doble de su padre (conflicto de Electra). En el primer caso, el hombre busca a una «madre» que lo cuide, mientras

que en el segundo la mujer busca al padre que nunca tuvo porque estaba ausente.

Otros conflictos de las mamas son:

Síndrome del nido vacío: mujeres que tienen problemas de mamas cuando sus hijos se van de casa. Hay que analizar el árbol transgeneracional y el Proyecto Sentido.

Síndrome de parentalización: mujeres que suplen las funciones de la madre y se ocupan de todos. Hacen de madres de sus madres o de sus padres, de sus hermanos o hermanas, etcétera. También es muy importante el análisis del árbol transgeneracional.

• Síndrome de vivir sin pareja: mujeres que no consiguen consolidar relaciones estables; solo establecen relaciones intermitentes que nunca llegan al compromiso. Hay que estudiar a fondo los síndromes de Edipo y Electra.

Cáncer de mama glandular

Para una mujer diestra:

• Si la afectada es la mama izquierda, es un conflicto del tipo «no puedo alimentar a mi bebé porque está muy enfermo y tengo miedo de perderlo».

• Si es la mama derecha, se trata de un conflicto de «no estoy alimentada por mi pareja». 

Hablamos de alimento emocional, apoyo, protección. Habría una necesidad de alimentar a la pareja para poder conservarla. También puede ser que la pareja esté muy enferma y se tema su muerte.

Para una mujer zurdaimagen: representación del nido biológico de una mujer zurda

• Si es la mama izquierda, es un conflicto del tipo: «no quiero o no puedo alimentar a mi pareja. Esta en peligro y no sé que puedo hacer. Tengo miedo de perderla». En

muchos casos también tiene que ver con el padre: «no me siento protegida por mi padre, estoy separada de él».

• Si es la mama derecha, se trarará de un conflicto de «no quiero alimentar a mi hijo porque me impide hacer mi trabajo en el exterior. El hijo me molesta y me impide

realizarme», o bien «no me siento alimentada por mi familia». Recordemos que las mujeres zurdas tiene caracteres viriles y están orientada hacia el exterior. Un

prototipo de mujer de esta índole es la amazona.

Cáncer de mama de conducto galactóforo

En una mujer diestra:

• Si es la mama derecha, hay una sensación de «no me siento protegida por mi pareja, porque está siempre ausente y tengo que ocuparme de todo» o «estoy separada de mi pareja: ¿dónde está mi marido?». En muchos casos hay un gran problema de  comunicación. Muchas veces he oído esta expresión: «es como si fuera viuda». Con frecuencia se trata de maridos violentos o alcohólicos.

• Si es la mama izquierda, el conflicto es: «no puedo proteger a mi hijo, porque no estoy protegida por mi pareja» o «no puedo proteger a mi hijo porque se aleja del nido: va a un país extranjero a estudiar». En este caso también hay un conflicto de separación.

En una mujer zurda:

• Si es la mama derecha, se trata de «no puedo proteger a la familia». También puede haber un conflicto separación: «no puedo dejar a la familia y quiero hacerlo».

• Si es la mama izquierda, el conflicto es: «no puedo proteger a la pareja, no puedo separarme de ella, es muy dependiente de mí y no puedo hacer mis cosas». Puede ser el caso de parejas muy dependientes que obstaculizan la realización de las propias actividades.

Melanoma maligno. Cáncer de dermis

Es un conflicto de mancillamiento, de deshonra mental en el nido. En algunos casos he visto este tipo de cánceres en mujeres a quienes se les ha muerto un hijo o el marido, y exclaman: «Me lo han arrancado del pecho». Si el conflicto es de baja intensidad, se manifiesta como absceso, mastitis aguda, inflamación o infección de la glándula mamaria.

Terminaciones nerviosas

Se trata de conflicto de no querer ser tocada por su pareja o por su ginecólogo. Hay un deseo que puede expresarse como: «Quiero estar separada de mi pareja». Cuando el conflicto está activo, rápidamente aparecen pequeños gránulos muy móviles, como canicas que se escapan de los dedos al palparlas: es el líquido de la envoltura de los nervios que circula menos y se vuelve gelatinoso. Si el conflicto no ha durado mucho, desaparecen. De lo contrario, se enquistan.

Sarcoma

Señala una elevadísima actividad conflictiva de falta de apoyo en el nido. La mujer se siente totalmente abandonada a su suerte a la hora de ocuparse del nido. Si el conflicto es de baja intensidad, se manifiesta como mastosis: cualquier afección inflamatoria y benigna de mama.

EN GENERAL:

La relación entre los conflictos y las partes asociadas de las mamas se pueden resumir en la siguiente imagen:

Como ya hemos visto anteriormente, no solo es importante a qué capa o tejido afecta una enfermedad, sino también su ubicación corporal precisa. Respecto a esto:

En el centro (pezón): es conflictivo, afecta por completo a la persona, en pleno

centro.

En la mitad interna: son mujeres con conflictos del tipo: «necesito ocuparme de

mí misma», «estoy yo misma en peligro en el nido, sin protección», «necesito

alimentos afectivos».

En la mitad externa (al lado del hombro y del brazo): son mujeres orientadas

hacia el otro, ya sea el hijo, el marido o el padre.

En la parte superior: la afectada siente «yo soy la que me ocupo del otro».

En la parte inferior: la mujer tiene un sentimiento de «yo soy la que necesito a mi

madre. Necesito que se ocupen de mí».