Los focos de Hamer y el error en las tomografías

Publicado el 21 marzo, 2016 por Asociación Emoción y Salud

Es frecuente que los críticos de la Nueva Medicina Germánica argumenten que los llamados “Focos de Hamer” son, en realidad, artefactos causados por la máquina que hace la tomografía.

Eso es falso. Si bien es cierto que los artefactos, tal como lo entienden los radiólogos, existen, éstos no son la causa de los Focos de Hamer que aparecen en la tomografía cerebral.

Según la radiología, los llamados artefactos de la tomografía computarizada se clasifican en:

1)Artefactos por razones físicas.

2)Artefactos por movimiento.

3)Artefactos por razones técnicas.

Dentro de cada tipo o clasificación de artefactos, se explican otros subtipos según el origen específico del artefacto en cuestión.

Estos artefactos existen y están fuera de discusión. Por ejemplo, en el siguiente TAC cerebral se puede observar tanto un artefacto (producido por la máquina) como una serie de Focos de Hamer (que están realmente en el cerebro).

El círculo grande (marcado con la palabra alemana Ringartefakt) es un artefacto radiológico, es decir, un producto artificial que causa la máquina. Los círculos marcados con flechas rojas grandes y pequeñas son Focos de Hamer.

En consecuencia, existen tanto los llamados “artefactos” como los Focos de Hamer (como los radiólogos no conocen la NMG ni la existencia de los Focos de Hamer, interpretan estos últimos en términos de artefactos únicamente)

Algunos años después de que el Dr. Hamer descubriera los Focos de Hamer y su exacta y sistemática correlación con los órganos afectados y el tipo de conflicto, y ante la insistencia de los radiológos de que tales Focos eran artefactos, el Dr.Hamer decidió contactar, en Alemania, a la empresa Siemems a los fines de elaborar unos criterios técnicos que permitieran distinguir si los Focos de Hamer están realmente en el cerebro, o son artefactos causados por la máquina.

Sin entrar en tecnicismos, y resumiendo, podríamos mencionar que las diferencias entre un Foco de Hamer y un artefacto causado por la máquina son las siguientes:

1) El Foco de Hamer siempre se encuentra en el mismo lugar del cerebro en los casos de un mismo tipo de enfermedad. (Por ejemplo, en el caso de un carcinoma de cuello de útero, el Foco de Hamer está siempre en el lóbulo temporal izquierdo del cerebro; y su forma es la de un edema cerebral, ya que el proceso se encuentra en fase de curación)

En cambio, el artefacto lo produce la máquina en un lugar cualquiera, independientemente del tipo de enfermedad que tenga la persona.

2) En sus libros, el Dr.Hamer ha demostrado como un Foco de Hamer en fase activa y con forma de anillos concéntricos, se transforma después de la solución del conflicto en un edema cerebral y, eventualmente (en casos graves, donde el conflicto ha durado mucho tiempo), en un tumor cerebral. ¿Cómo puede un “artefacto” transformarse así?

Obsérvese la siguiente imagen, donde el Foco de Hamer empieza a edematizarse en los anillos del borde aunque conserva todavía su configuración de diana propia de la fase activa:

 

Como es obvio, un “artefacto” no puede edematizarse.

3)Se puede demostrar que el Foco de Hamer tiene la configuración o forma correspondiente a la fase del conflicto que experimente el paciente. Esto no puede afirmarse de los “artefactos”, los cuales son independientes de la enfermedad o del conflicto del paciente, ya que son causados por la máquina (o por problemas relacionados con ella).

Por ejemplo, según la cartografía cerebral de los relés situados en el tronco cerebral, el relé correspondiente al hígado se encuentra ubicado en una zona precisa de la parte lateral derecha del tronco cerebral.

Un paciente con un adenocarcinoma de hígado tendrá necesariamente en esa zona un Foco de Hamer. Y un paciente con tuberculosis hepática (que es la fase de curación de adenocarcinoma de hígado, cuando los bacilos de Koch están presentes en el organismo), tendrá un edema en esa misma zona.

Como el TAC solo nos dice el estado del organismo en un momento específico (el momento en que se toma la tomografía), los detalles particulares a nivel conflictual deben investigarse examinando al paciente en el plano de la psique.

De acuerdo a la cartografía cerebral del cerebelo, el relé de las glándulas mamarias se encuntra ubicado en el área lateral (izquierda, para el cáncer de la glándula mamaria derecha; derecha, para la glándula mamaria izquierda):

En una paciente con un cáncer en la glándula mamaria derecha (por ejemplo, con un cáncer lobulillar en el seno derecho), la tomografía cerebral revelaría una imagen (un Foco de Hamer) como las siguientes:

Es evidente que si se le pregunta a un radiólogo que opina sobre los Focos de Hamer mostrándole unas tomografías como éstas, dirá que es un artefacto o (como en el caso del Foco de Hamer correspondiente al relé del hígado), un tumor cerebral. Esto es lógico, previsible y natural debido a que:

a)El radiólogo es experto en radiología, pero no conoce la NMG. Por tanto, al desconocer la NMG y sus criterios, ¿qué otra cosa puede decir? ¿Cree el lector que el radiólogo dirá “sí es cierto, grandioso, es un Foco de Hamer“; si no sabe lo que es un Foco de Hamer y nunca ha leído nada sobre él?

b)En su aprendizaje y estudios en radiología, el radiólogo nunca ha correlacionado los “artefactos” que él observa en el cerebro con la historia clínica del paciente y los órganos afectados.

Pero es precisamente esta correlación la que le permitió al Dr.Hamer descubirirlos Focos de Hamer, y diferenciarlos de los artefactos causados por la máquina.

Ningún radiólogo (ni el propio Dr.Hamer) pudo haber descubierto los Focos de Hamer con solo mirar en la tomografía. Para descubrirlos, tendría que haber hecho lo que hizo el Dr.Hamer: examinar en detalle si cada enfermedad se corresponde con alguna imagen específica en el cerebro. Al hacer esto, descubrió que efectivamente, en todos los casos sin excepción, cada tipo específico de órgano y deenfermedad se corresponde con un Foco de Hamer ubicado en una zona específica y concreta del cerebro.

Y no solo esto, sino que el Foco de Hamer se modificaba (ej: pasaba de tener “anillos concéntricos” a formar un edema cerebral) según el estado, fase y evolución del conflicto biológico que experimentaba la persona.

De todo lo anterior se deduce que preguntar a un radiólogo su “opinión experta” sobre los Focos de Hamer es equivalente a preguntarle a un cazador de elefantes su opinión experta de “cazador” sobre la mejor forma de cazar tiburones; o en preguntarle a un médico internista cómo tratar la diabetes en un gato. (La analogía está en que se le consulta al experto su opinión sobre un asunto que no conoce y no es de su experticia o área de especialidad; y que solo está relacionado en apariencia con ella).

Un radiólogo nunca podrá determinar, observando en una tomografía, que lo que está viendo es un Foco de Hamer y no un artefacto (ya que no conoce los Focos de Hamer y, por tanto, no puede diferenciarlos de los artefactos, que también existen). ¿Qué otra cosa podría decir el radiólogo, sino que es un artefacto? ¿Cómo podría decir “sí, no hay duda, es un Foco de Hamer“? ¿Cómo lo distingue? Ya sabemos que no puede.

Ahora surge la pregunta, ¿puede un médico de la NMG confundir un artefacto con un Foco de Hamer? ¿Qué criterios tiene para distinguirlos?

Respecto de la primera pregunta, la respuesta es que sí puede confundirlos, si es que no está bien entrenado, si no tiene la suficiente experiencia o por error humano. Respecto de la seguda pregunta, hay que señalar que el Foco de Hamer en fase activa se presenta en forma de anillos concéntricos; en cambio, los artefactos que produce la máquina, y que son artificiales, pueden tener diversas configuraciones dependiendo de la causa que lo genere (existiendo medidas técnicas para evitarlos o corregirlos). Y una de estas configuraciones de los artefactos es, en algunos casos (especialmente en artefactos por error de estabilidad, de tipo técnico), la de círculos concéntricos.

Es por este motivo que los radiólogos, al ver anillos concéntricos en el cerebro, pensarán siempre que se trata de artefactos de la máquina, y nunca de algo diferente. Por eso, no pueden ser convencidos mostrándoles una imagen, aunque sí demostrándole la correlación empírica entre ciertas enfermedades y el respectivo Foco de Hamer ubicado en el lugar que, según la NMG, corresponde a ese órgano enfermo en concreto.

De la misma manera que un médico convencional no se guía solo por un síntoma o signo en un órgano para diagnosticar una enfermedad (signo que puede corresponder a varias enfermedades), sino que buscará otros indicios que confirmen o refuten su presunción inicial; así mismo, un médico que conozca la NMG no se guiará única y exclusivamente por el Foco de Hamer como herramienta diagnóstica infalible, sino que tomará en cuenta y hará el diagnóstico del paciente en los tres niveles: psique, cerebro y órgano. (Este hecho pone de manifiesto que el diagnóstico de la NMG es mucho más completo y exhaustivo que el de la medicina convencional, ya que además del diagnóstico corporal, el médico de la NMG debe añadir el diagnóstico de la psique y el diagnóstico del cerebro)

En conclusión:

1) Los Focos de Hamer existen, están en el cerebro y son observables.

De esta afirmación se deducen dos observaciones empíricas:

a)Si a un mismo paciente se le toman dos o más tomografías cerebrales usando máquinas diferentes, presentará el Foco de Hamer siempre en el mismo lugar del cerebro.

b)Si usando una sola máquina, se rota o gira la cabeza del pacente, el Foco de Hamer rodará o girará con la cabeza del paciente, ya que dicho Foco se encuentra en el cerebro.

2) Su localización está determinada por el tipo de conflicto específico, y se corresponde con una enfermedad concreta. Esto puede ser contrastado empíricamente, es decir, observando mediante experimentación si ante una enfermedad concreta, existe o no existe en el cerebro en una zona concreta el Foco de Hamer correspondiente al órgano afectado.

Cualquier otra discusión es meramente académica o teórica, pero sin valor empírico alguno. Si los Focos de Hamer no están en el cerebro, sería muy fácil refutar la NMG: encontrar una enfermedad (de las comprendidas en la NMG) en donde no aparezca en el cerebro el Foco de Hamer correspondiente en el lugar donde, según la NMG, tiene que estar.

3) Los Focos de Hamer durante la fase activa del conflicto (en la cual aparecen con forma de anillos concéntricos), son interpretadas por los radiólogos como artefactos (éstos también existen; pero a diferencia de los Focos de Hamer, no están localizados en un lugar concreto del cerebro que se corresponde siempre con un órgano determinado; y pueden también, tales artefactos, tener formas diferentes a los de simples anillos concéntricos, según la razón que genere dicho artefacto)

Por cierto, hay que señalar que ha medida que ha ido mejorando la tecnología de las máquinas de tomografía, muchos artefactos que antes se observaban ya no se observan o solo en muy raros casos; sin embargo, los Focos de Hamer se observan en todos los casos de personas con algún conflicto biológico.

4)Los Focos de Hamer, durante la fase de curación, no presentan más la forma de anillos concéntricos, sino laforma de un edema cerebral. En este punto, ya nadie los confunde con”artefactos” y no se plantea esa discusión, sino que son diagnosticados (cuando por casualidad son vistos) como un edema cerebral y, en los casos más graves, como un tumor cerebral. Este solo hecho también refuta la afirmación de que “los Focos de Hamer son artefactos de la máquina” (ya que esa discusión solo podría presentarse en el caso de los Focos de Hamer que están en la fase activa del conflicto).

5)La naturaleza exacta de los Focos de Hamer (qué tipo de fenómeno es), se desconoce en la actualidad. Solo se ha constatado su existencia, su correlación con un conflicto biológico específico, sus diversas formas según la fase evolutiva del conflicto y su correspondencia con un órgano también específico. Pero no se ha formulado aun (que sepamos) ninguna teoría que explique su naturaleza.

6)Los Focos de Hamer también son visibles en los órganos compactos (huesos, hígados, etc.) pero solo al comienzo de la fase activa del conflicto. En estos casos, hay una correlación exacta entre el Foco de Hamer en el cerebro correspondiente al órgano afectado (ej: el hígado), y el Foco de Hamer visible en dicho órgano. Esto añade un elemento más que puede ser contrastado empíricamente: si hay una correlación o no entre el Foco de Hamer cerebral y el Foco de Hamer orgánico.

Esto último es muy importante, ya que cuando una persona sufre un DHS, aparece inmediatamente en el cerebro el Foco de Hamer; pero en el órgano, no se encontrará la lesión inmediatamente, sino cuando haya pasado un cierto tiempo que de lugar a manifestarse físicamente en el órgano los síntomas correspondientes, o mediantes pruebas radiológicas, serológicas, etc.

En estos casos, la correlación cerebro-órgano puede determinarse al constatar la existencia de un Foco de Hamer en el órgano y en el cerebro, simultáneamente y con la misma configuración de anillos concéntricos.

7) Durante la fase activa del conflicto, los Focos de Hamer son observables mediante una tomografía axial computarizada del cerebro sin medios de contraste. Excepcionalmente, pueden observarse mediante una resonancia magnética nuclear en los casos de conflictos que han durado activos mucho tiempo. En fase de curación, pueden observarse por tomografía cerebral sin contraste, o con contraste, y también por resonancia magnética nuclear.

8) La existencia de los Focos de Hamer tiene una importancia no solo diagnóstica, sino también terapéutica, ya que permite anticiparse, antes de la solución del conflicto y tomando en cuenta la duración de éste y otras variables, a las posibles complicaciones, y efectuar el tratamiento médico adecuado.

9) Desde un punto de vista diagnóstico, los Focos de Hamer permiten hacer, en el contexto de un examen exhaustivo en los tres niveles del paciente, un diagnóstico diferencial bastante riguroso, más exacto y completo que el de la medicina convencional.

10) Es importante entender que los círculos concéntricos que representan Focos de Hamer en la fase de conflicto activo y que están en el cerebro (por las razones antes indicadas), no significa que en el cerebro, anatómicamente, existan círculos concéntricos. Es decir, estos círculos son la imagen que en la tomografía produce algún proceso que se está llevando a cabo a nivel cerebral (en caso de conflicto biológico), y cuya naturaleza (¿bioelectrica? ¿electromagnética? ¿electrofisiológica?) se desconoce actualmente; pero esa imagen no necesariamente significa que en el cerebro hayan células formando círculos concéntricos (de la misma manera que la imagen que usted ve en su TV cuando observa un juego de fútbol no significa que si abre el televisor y lo revisa por dentro encontrará una balón o una portería; pero la imagen que observa del jugador corriendo y pateando a portería no solo es un “artefacto” creado accidentalmente por el televisor, sino que depende existencialmente también de lo que el jugador real haga en el juego. Hay un hecho real y objetivo que sucede, y que puede ser “captado” y “transmitido”, de forma fiel o no, exacta o no, directa o indirecta, a través de un aparato de TV)

El Foco de Hamer, presumiblemente, involucra algún tipo de alteración electro-magnética en el cerebro, y es esta alteración la que se manifiesta o se “capta” en forma de círculos concéntricos en la tomografía cerebral.

En todo caso, es esencial distinguir el hecho de la hipótesis que lo explica o interpreta:

a) El hecho es que el Foco de Hamer se encuentra siempre en un lugar específico del cerebro, según el tipo de órgano. Al ser esta una afirmación fáctica, es susceptible de ser confirmada o refutada empíricamente.

b) La hipótesis actual es que dicha imagen es generada por una ruptura del campo electromagnético del cerebro . Si esta hipótesis es correcta o no, no lo sabemos todavía. Pero esto en nada modifica el hecho mencionado, esto es, que algo ocurre en el cerebro en un lugar específico y que puede ser captado.

11) La existencia de los Focos de Hamer, si bien es un nuevo hecho descubierto por el Dr.Hamer, no es esencial para la existencia e incluso aplicación de la NMG. Dado que la enfermedad se produce y evoluciona sincrónicamente en los tres niveles de psique-cerebro-órgano, conociendo a fondo cualquiera de esos niveles, se puede deducir limpiamente los otros dos niveles.

Como se ha dicho, en 1981 el Dr.Hamer descubrió la primera ley de la NMG sin tener idea de la existencia de los Focos de Hamer. Si bien muchas cosas se han descubierto desde ese tiempo hasta la actualidad, el hecho es que la NMG no se reduce ni se agota en los Focos de Hamer, sino que éstos son parte integrante de la NMG, pero no su esencia.

De lo anterior se colige que:

a) Aun cuando los Focos de Hamer no hubiesen sido descubiertos, o no fueren observables con la tecnología actual, esto solo afectaría la contrastación del plano cerebral de la NMG; pero no afecta para nada el plano de la psique (DHS y conflicto biológico) y al plano orgánico (constatable por radiografías, estudios serológicos, etc.); ni afectaría sustancialmente las 5 leyes biológicas (aunque si reduciría un poco la precisión diagnóstica en casos difíciles o donde no haya todavía manifestación orgánica; y también, en algunos casos, la probabilidad de éxito terapéutico).

b) Un verdadero médico de la NMG no se reducirá a “leer” tomografías cerebrales haciendo alarde de diagnósticos infalibles; sino que tomará en cuenta toda la dimensión del paciente, su nivel psíquico, su estado cerebral y también su estado orgánico; con las complejidades y particularidades de cada uno de estos niveles, y teniendo en cuenta la individualidad propia de cada ser humano.

FUENTE:

https://asociacionemocionysalud.wordpress.com/2016/03/21/388/