Lateralidad, polaridad, pat hormonal

La lateralidad

Es fundamental conocer la lateralidad de la persona antes de abordar cualquier descodificación. Como veremos, es un punto muy importante y determinante en la percepción de los conflictos que pueda experimentar nuestro cliente. La lateralidad es funcional y consta en 

saber si es diestro o zurdo. Podemos y deberíamos hacer siempre un test para corroborarlo. Por ejemplo: que haga los gestos de aplaudir, de enhebrar una aguja, de ponerse en guardia, de dar de mamar, de disparar, de superar un obstáculo con una pierna, etcétera.Veremos que hay personas que son zurdas contrariadas, es decir, que son diestras funcionales, pero zurdas biológicas. A estas las catalogamos como zurdas. No hay zurdos funcionales ni diestros contrariados, pues vivimos en una sociedad diestra. Hay que tener muy claro que, si se nace zurdo, se muere zurdo, aunque se aprenda a escribir con la diestra. Asimismo, no se debe olvidar que el hemisferio derecho siempre está regido por las hormonas masculinas y el izquierdo por las femeninas.

Veamos algún conflicto de lateralidad:

Lateralidad contrariada: se da en personas zurdas a quienes se obliga a emplear la mano diestra. Pueden tener conflictos de impotencia o artritis, entre otros. 

Dislexia: en estos casos puede haber algo de lateralidad contrariada, y mucho de

transgeneracional y de rotura de relaciones con los abuelos.

Confundir la derecha con la izquierda: hay que ver si se trata de un hijo que fue deseado, y quiénes asumieron los roles masculino y materno en la familia.

La polaridad

Las polaridades en las que el ser humano se expresa están determinadas por las hormonas, como ya hemos visto. Estas definen ciertas conductas y capacidades diferenciales.

Los estrógenos confieren determinadas características a las mujeres, o a los hombres que están en esta polaridad. En cambio, la polaridad masculina está regida por la testosterona, que da lugar a características y conductas muy distintas. Las polaridades arrojan luz sobre los comportamientos diferenciales, sobre la forma de ver el mundo de los hombres y de las mujeres. «Los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus», se dice.

Comprender el funcionamiento de las polaridades permite entender la forma de ver el mundo y de relacionarse de las personas. Muchas veces, ante situaciones extremas, la gente se comporta de una manera nunca antes imaginada. Esto se debe a que se produce una polarización en el otro hemisferio y se asumen conductas propias del otro sexo.

La polaridad masculina, regulada por la testosterona, induce a la acción, al enfrentamiento; la femenina, regida por los estrógenos, inclina a la huida o a la sumisión. En el plano biológico, el hombre está programado para la competencia, y la mujer para la cooperación.

No debemos confundir ser hombre con la función masculina ni ser mujer con la función femenina: un hombre puede realizar funciones femeninas, y viceversa, siempre y cuando se polaricen en su hemisferio complementario, es decir, el hombre en el izquierdo y la mujer en el derecho.

Todo lo expuesto hasta ahora se refiere a mujeres y hombres diestros. ¿Qué pasa con los zurdos? La respuesta es muy simple: la mujer zurda rige sus conductas por el hemisferio derecho y el hombre zurdo, por el izquierdo.

¿Cuál es el Sentido Biológico? La naturaleza, previsora como nadie, tiene programado que, en caso de urgencia, haya miembros del clan que puedan realizar las funciones del otro sexo. Una mujer zurda pasa fácilmente a la acción. En caso de peligro, ella es quien coge la lanza para defender la cueva o el hogar. Un hombre zurdo, por su parte, realiza funciones de cuidado del hogar, de mantenimiento del clan, de atención a los bebés, de enseñanza y orientación de los hijos.

Las hormonas orientan hacia ciertas capacidades.

• El hombre se orienta en el espacio. La mujer, en el tiempo.

• La mujer tiene muy desarrollada la capacidad verbal y habla para relacionarse. El hombre solamente habla para decir algo: está programado para estar en silencio y así poder cazar.

• La sensibilidad de la piel es hasta diez veces superior en la mujer que en el hombre. Existe una razón biológica que lo explica: el hombre está en contacto con los arbustos, caza, guerrea y es herido con mayor facilidad. Por eso las heridas cicatrizan antes en los hombres.

• El olfato está desarrollado hasta cien veces más en la mujer que en el hombre.

• El hombre tiene una mente más abstracta. La mujer, más concreta.

• La mujer realiza mejor los movimientos finos y de precisión. El hombre, los más toscos.

• El hombre tiene un quince por ciento de grasa corporal, frente al veinticinco por ciento de la mujer. Con la musculatura pasa lo contrario: el hombre tiene el cuarenta por ciento de su peso en músculos, y las mujeres, el veintitrés.

• La mujer reconoce los colores con más precisión. El hombre desarrolla la visión de lejos.

• La mujer siente atracción por el hombre fuerte, dominante y con experiencia, ya que busca protección. El hombre busca a la mujer joven para procrear y protegerla (todo ello en términos biológicos).

• A la mujer le gusta "sentir" que su hombre es bello. El hombre quiere "ver" bella a su mujer

Una de las características importantes de las polaridades es que se puede pasar de una a otra en cuestión de segundos. El sentido de ello es la protección.

Veamos dos ejemplos: 

Un hombre va conduciendo con tranquilidad y de repente otro conductor se le cruza haciendo una maniobra peligrosa. El primero se pone iracundo, lo insulta y hace sonar el claxon, hasta que el segundo se detiene y sale del coche. Es un hombre fuerte de dos metros de altura. Automáticamente, el primer conductor intenta minimizar el incidente, se polariza al lado femenino con una postura más flexible y sumisa. El Sentido Biológico de este cambio de actitud es protegerse para no sufrir daños físicos en el enfrentamiento.

Una señora mayor está con sus dos nietos cuando se desencadena un incendio en

la casa. Automáticamente pasa a la polaridad masculina: coge a sus nietos en

brazos y los salva del peligro. Pasa a la acción con una fuerza y empuje fuera de

lo normal en ella.

Lo cierto es que cambiamos la polaridad muchas veces durante el día. Se trata de un proceso que suele durar unos minutos. 

Pat hormonal (empate hormonal)

Un pat hormonal es una descompensación de los hemisferios cerebrales. En este caso todo el hemisferio queda afectado. Al sobrecargarse, busca equilibrarse con el otro: realiza una especie de basculación para conseguir un equilibrio hormonal o un empate, en «tablas» como en el ajedrez. Una expresión empleada por otros autores es: «una vez que se produce el desbalance hormonal, el cerebro entra en pat hormonal, lo que favorece la producción de más conflictos y cambios de personalidad y de conducta».

Cuando un hemisferio está sobrecargado a causa de varios conflictos, el cerebro se bloquea parcial o totalmente y «bascula» al otro hemisferio.

En la naturaleza esto ocurre en multitud de ocasiones y de manera natural. Es el caso de una manada de lobos: hay un único macho alfa, los demás machos están en pat, es decir, polarizados en el hemisferio femenino, y tienen conductas más bien femeninas. Por ejemplo, orinan sin elevar la pata, no pueden levantar la cola y copulan entre ellos. El Sentido Biológico de estos comportamientos es proteger la vida del individuo, evitando peleas continuas entre los machos.

En el caso de los seres humanos, por ejemplo: un jefe de personal, diestro, en un estado hormonal normal mostraría un comportamiento masculino típico, por ejemplo mostrando su autoridad ante sus empleados. En el momento en que por alguna causa, sea natural (andropausia) o artificial (tratamiento que afecta a sus hormonas directa o indirectamente), entre en pat hormonal, mostrará un comportamiento diferente, más femenino. Su polaridad habrá cambiado, ya que todo su hemisferio derecho estará afectado. Si tiene un conflicto, lo gestionará de manera femenina, por ejemplo mostrando una conducta maníaca.

Hay muchas formas de entrar en pat hormonal, y esto puede provocar multitud de problemas de salud.

La igualdad entre sexos puede no resultar favorable para alguna de las dos partes: quizá la hembra no desee salir a la jungla a cazar o a luchar y prefiera estar en casa con su hijo de pocos meses, cuidándolo y amamantándolo. También se puede sentir un vacío existencial por no tener un rumbo en la vida. Además, está el tema de los hijos: biológicamente, cuando la hembra está embarazada, necesita la protección de la pareja y una vida relajada, con el sustento asegurado, mientras que la pareja necesita poder traer el sustento, porque si no, entra en conflicto. Si la hembra diestra que está cuidando a los hijos tiene que trabajar, puede entrar en conflicto; y el

hombre diestro que no pueda mantener a su pareja e hijos, también.

Existen dos tipos de pats hormonales:

Los pats hormonales naturales son aquellos que se dan en la naturaleza como una solución «normal» y biológica durante el proceso vital. Es el caso de los niños, los ancianos y las mujeres embarazadas o menopáusicas y hombres en andropausia.

Los pats hormonales artificiales son los provocados por causas externas, como la administración de hormonas (la píldora anticonceptiva, como ejemplo), de antihormonas en los tratamientos contra el cáncer o los traumatismos craneales, la intoxicación por drogas, etcétera.

La diferencia entre polaridad y pat hormonal es muy simple: la polaridad dura unos minutos y es muy lábil, y el pat puede durar horas, días, meses y hasta años.

Pat interhemisférico

El pat interhemisférico tiene lugar cuando un relé, un único punto del hemisferio, que está sobrecargado de masa conflictiva hace una basculación hacia el relé complementario del otro hemisferio, en función de cómo la persona viva el conflicto. Se trata de un único conflicto que, con base en la situación hormonal y el contenido conflictivo, «salta» al otro lado produciendo la enfermedad.

Esquema de un pat interhemisférico